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TOMO 2 |
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ENSEÑANZA
No. 29
02-029.01
Discípulos, nuevamente estoy entre vosotros, mas como la forma de comunicarme
es nueva, dudáis sin comprender que no debéis deteneros ante las formas,
porque así no encontraréis en dónde está la verdad.
02-029.02
El medio por el cual me manifiesto en este tiempo, es el hombre; ésta es la
causa por la cual dudáis de mi comunicación. Mi mensaje está en la esencia de
la palabra que vierten los labios del portavoz.
02-029.03
Hoy dudáis nuevamente, ¿Queréis que venga como en los tiempos pasados?
Recordad que entonces también dudasteis.
02-029.04
No os hablo por medio del sabio o del filósofo, porque entonces no me hubierais
atribuido la palabra a Mí, sino a él. En cambio he venido a manifestarme por
medio del humilde, del ignorante y torpe, para que comparando la insignificancia
y pequeñez de su materia con la grandeza y sabiduría de la palabra que brota
por su boca, llegaseis a comprender que sólo el Señor, puede hablaros así.
02-029.05
También hay quienes en su duda se preguntan ¿Será en verdad el Maestro? ¿Estaré
en buen camino? ¿No será esto Obra: de la tentación? Y cuando así os preguntáis,
oís mi dulce palabra que os dice: ¿Habéis sentido paz en este camino? ¿Os
habéis consolado y sanado de vuestras enfermedades? ¿Os habéis regenerado?
Entonces os confesáis ante vuestra conciencia y decís: "Sí, todo esto he
contemplado y recibido".
02-029.06
Aún no es el tiempo en que todos creáis. Los tiempos, las pruebas y los
acontecimientos despertarán a los hombres y el mañana dirán: En verdad que
quien estuvo y nos habló fue el Divino Maestro.
02-029.07
Vengo a revelaros muchos misterios del espíritu para que os podáis conocer y
de este modo conozcáis mejor a vuestro Padre.
02-029.08
Los hombres que estudian a Dios, no están de acuerdo. ¿Quiénes están en la
verdad? Los hombres de ciencias se contradicen. ¿Quiénes están en lo justo?
Religión y ciencia han estado siempre en pugna, sin comprender los hombres que
lo espiritual y lo material viven en perfecta armonía y que con ella forman la
verdadera Obra del Creador. Unos y otros tienen diferente misión entre la
humanidad, mas debieran imitar a la Obra Divina, armonizando unos con otros,
como todos los seres de la Creación.
02-029.09
¡Cuántos anatemas ha lanzado la religión a la ciencia y cuántas veces ha
negado la ciencia a la religión la existencia de la vida espiritual! La religión,
fundándose en los males, que la ciencia ha acarreado a la humanidad y la
ciencia tomando como arma el fanatismo y las supersticiones que los ministros de
las religiones han inculcado a la humanidad.
02-029.10
De cierto os digo que a los unos les falta conocer la verdad que la naturaleza
encierra y a los otros interpretar debidamente mi Ley.
02-029.11
Yo soy el Rey de la paz; he desenvainado mi espada y vengo en son de guerra para
destruir todo pecado y tiniebla. Quienes me sigan, no teman si son desconocidos
por sus padres o por sus hijos, que mi amor les compensará en su lucha.
02-029.12
Ya en el Segundo Tiempo se desconocieron unos a otros porque mientras unos iban
a escuchar a Jesús, otros lo negaban.
02-029.13
Mis nuevos soldados habrán de levantarse a predicar esta buena nueva con sus
obras y ejemplos entre la humanidad que ha olvidado mi verdad. Hoy tan sólo
encuentro mi palabra en libros empolvados. La humanidad se ha alejado del camino
verdadero y se ha familiarizado con el pecado, el vicio y el libertinaje. Ya el
pecado no le repugna, el crimen no le horroriza ni el adulterio le sorprende.
02-029.14
Aquí tenéis mi palabra, humanidad, limitada para que podáis comprenderla, mas
si queréis pruebas de mi presencia, pruebas os he dado ya, y aún más os daré,
pero no lloréis ni mecéis vuestros cabellos cuando ellas se presenten.
02-029.15
En el Segundo Tiempo, cierta vez caminaba Jesús seguido de algunos de sus discípulos.
Habían ascendido a una montaña y mientras el Maestro maravillaba con sus
palabras a aquellos hombres, de pronto contemplaron transfigurado el cuerpo de
su Señor, quien flotaba en el espacio, teniendo a su diestra al espíritu de
Moisés y a su siniestra al de Elías.
02-029.16
Ante aquel miraje sobrenatural, cayeron por tierra los discípulos cegados por
la luz divina; mas luego serenándose, propusieron a su Maestro colocar sobre
sus hombros el manto de púrpura de los reyes, lo mismo que sobre Moisés y Elías.
Entonces escucharon una voz que descendía del infinito, la cual decía:
"Este es mi Hijo amado en el cual he puesto mis complacencias, a Él oíd".
02-029.17
Gran temor invadió a los discípulos al escuchar aquella voz, y levantando su
vista sólo vieron al Maestro, quien les dijo: "No temáis ni digáis a
nadie esta visión hasta que Yo haya resucitado de entre los muertos".
Entonces preguntaron a su Señor: "¿Por qué dicen los escribas que es
menester que Elías venga primero?" Y
Jesús les contestó: "En verdad, Elías vendrá primero y restituirá
todas las cosas, mas Yo os digo que Elías ya vino y no lo conocieron, antes
hicieron en él cuanto quisieron. Entonces los discípulos comprendieron que les
habló de Juan el Bautista".
02-029.18
En esta era, cuántas veces ante vuestros ojos he hecho desaparecer la materia a
través de la cual me comunico, para permitiros contemplarme en la forma humana
con la que la humanidad conoció a Jesús, y sin embargo, no habéis caído
postrados ante la nueva transfiguración.
02-029.19
Mi obra, es el Monte espiritual al cual os invito a subir por sendas de amor,
caridad y humildad. Es el nuevo monte Tabor, en donde se funden en uno solo el
pasado, el presente y el futuro y en donde se unen en una sola esencia la ley,
el amor y la sabiduría.
02-029.20
Moisés, Jesús y Elías, he ahí el camino que el Señor ha trazado al hombre
para ayudarlo a elevarse al Reino de la paz, de la luz y de la perfección.
02-029.21
Sentid en vuestra vida la presencia de los enviados del Señor. Ninguno de ellos
ha muerto, todos viven para alumbrar el camino de los hombres que se han
perdido, ayudándolos a levantarse de sus caídas, fortaleciéndoles, para que
con amor se entreguen al cumplimiento en las pruebas de su restitución.
02-029.22
Conoced la obra que Moisés por inspiración de Jehová cumplió en la Tierra.
Analizad la enseñanza de Jesús, por quien habló el Verbo Divino y buscad el
sentido espiritual de mi nueva revelación, cuya era ésta representada por Elías.
02-029.23
Cuando alcancéis completo conocimiento de esas divinas revelaciones, haced un
libro que esté dividido en tres partes y encontraréis que la primera habla de
la Ley, la segunda del amor y la tercera de la sabiduría. Entonces comprenderéis,
que la ley es la que conduce, el amor eleva y la sabiduría perfecciona.
Finalmente comprenderéis que estas revelaciones se os han entregado en perfecto
orden iluminando la vida humana. Que la lección de amor se os dio cuando ya teníais
un amplio conocimiento de la justicia y que así misma la sabiduría os llegará
cuando viváis en armonía con las enseñanzas que encierra el amor.
02-029.24
Por medio del hombre es como el Señor ha hablado siempre a la humanidad, porque
entre el Ser Divino y el ser humano, está vuestro espíritu que interpreta el
mensaje celestial, que percibe y presiente lo eterno.
02-029.25
Moisés, Jesús y Elías, representan las tres fases en que me he manifestado a
vosotros. El brazo de Moisés que sostuvo la tabla de la ley y señaló el
camino de la tierra prometida; los labios de Jesús que pronunciaron la palabra
divina y Elías que con sus manifestaciones espirituales, abrió las puertas que
os conducen al infinito y al conocimiento de lo que llamáis misterio.
02-029.26
Estoy conversando con vosotros, hablando a vuestro corazón, mientras que
vosotros para escucharme lo tenéis que hacer a través del portavoz humano, Yo
os escucho cuando me habláis en lo más íntimo de vuestro ser.
02-029.27
Soy Cristo, al que se ha perseguido, blasfemado y convertido en reo en este
mundo. Vengo a vosotros después de lo que me hicisteis en el Segundo Tiempo en
Jesús, para daros una vez más, prueba de que os he perdonado y de que os amo.
02-029.28
Desnudo me llevasteis a la cruz y así vuelvo entre vosotros, porque mi Espíritu
mi verdad no los oculto a vuestros ojos tras la vestidura de la hipocresía o de
la mentira; Mas para que podáis
mirarme, antes tenéis que limpiar vuestro corazón.
02-029.29
Quisierais contemplarme en toda mi grandeza y el Maestro así quisiera mostrarse
a sus discípulos, pero siempre os encuentro dando los primeros pasos y tengo
que limitarme hasta poder ser comprendido por vosotros.
02-029.30
¿Qué pasaría si de pronto contemplaseis mi luz en todo su esplendor? Os cegaríais.
¿Y si escuchaseis mi voz en toda su potencia? Perderíais la razón. Si en el
portavoz por medio del cual me comunico, descargara todo mi poder ¿Qué sería
de él? Su materia desaparecería.
02-029.31
Por eso, aceptad que el Padre se limite para ser comprendido, sentido y
contemplado por los hombres, porque aun dentro de esta limitación, Él es
perfecto, sabio e infinito. Muchos de vosotros quisierais que realizara milagros
materiales, para creer que soy Yo quien se manifiesta, así lo hicisteis en el
Primer Tiempo, cuando Moisés llamó al pueblo para llevarle por el desierto a
la tierra prometida. Muchos exigisteis que hiciera obras poderosas para creer
que él era el enviado de Dios y por ello seguirle.
02-029.32
Moisés había dado pruebas suficientes de que el Dios verdadero estaba con él,
mas el pueblo quería más testimonios y el enviado, llevando a las multitudes
hasta las faldas del monte Sinaí, invocó el poder de Jehová y el Señor
escuchándole, le concedió grandes pruebas y prodigios.
02-029.33
Si tuvo sed el pueblo en ella manifesté mi poder por la fe de Moisés, haciendo
que de la roca manara agua. En el hambre del pueblo, di muestras de mi presencia
ante la oración de aquél que conducía a Israel, enviándole el maná.
02-029.34
Quiso el pueblo escuchar y ver a Aquél a quien Moisés oía y contemplaba a
través de su fe y al pueblo me manifesté en la nube y le hice escuchar por
horas y horas mi voz, mas era tan potente, que los hombres sentían morir de
temor; su cuerpo temblaba y su espíritu se estremecía ante aquella voz de
justicia. Entonces el pueblo suplicó a Moisés le rogara a Jehová que ya no
hablara a su pueblo, porque no podían escucharle. Reconoció que era muy pequeño
aún para poder comunicarse directamente con el Eterno.
02-029.35
En el tiempo en que Cristo habitó en Jesús entre la humanidad, los hombres al
contemplarlo decían: ¿Cómo ha de ser el hijo del carpintero y de María, el
Mesías prometido, aquél que anunciaron los profetas y esperaron los
patriarcas? ¿Cómo puede ser este hombre humilde el Hijo de Dios, el
libertador? Pero el Maestro habló y su palabra hacía estremecer a los que de
buena fe ante Él llegaban y aun a los incrédulos. A cada paso las turbas exigían
de Jesús un milagro y Él lo hacía. Llegó el ciego y ante el asombro de los
fariseos, el Maestro le dio la vista con sólo tocarle. Así mismo al paralítico
le dio movimiento, el leproso fue limpio de su mal, el poseído libertado, la adúltera
convertida con una palabra y los muertos se levantaban a su voz.
02-029.36
Cuanto los hombres pidieron para creer y reconocerme, se los concedí, pues en Mí
estaba el poder darles cuanto pidiesen, ya que el Espíritu Divino se ocultaba
en Jesús para manifestarse y hacer cumplir la Ley.
02-029.37
Cuando Jesús fue en la cruz, no hubo espíritu que no se sintiera estremecido
ante la voz de amor y de justicia de aquél que moría desnudo como la misma
verdad que entregó en su palabra. Quienes han analizado la vida de Jesús, han
reconocido que ni antes ni después de Él, ha existido quien lleve a cabo una
obra como la suya, porque fue obra divina que con su ejemplo salvará a la
humanidad.
02-029.38
Llegué con mansedumbre al sacrificio, porque sabía que mi sangre había de
convertiros y salvaros. Hablé con amor y os perdoné hasta el último instante
porque vine a traeros una enseñanza sublime y a trazaros el camino con ejemplos
perfectos hacia la eternidad.
02-029.39
Quiso la humanidad hacerme desistir de mi propósito buscando la fragilidad de
la carne y no desistí. Quisieron los hombres hacerme blasfemar y no blasfemé.
Mientras más me ofendían las turbas, más piedad y amor tenía de ellas y
cuanto más herían mi cuerpo, más sangre manaba de él para dar vida a los
muertos a la fe.
02-029.40
Esa sangre es el símbolo del amor con que tracé el camino al espíritu humano.
Dejé mi palabra de fe y esperanza a los hambrientos de justicia y el tesoro de
mis revelaciones a los pobres de espíritu.
02-029.41
Hasta que el tiempo pasó, la humanidad se dio cuenta de quién había estado en
el mundo; entonces, la Obra de Jesús fue tenida por perfecta y divina,
reconocida como sobrehumana. ¡Cuántas lágrimas de arrepentimiento! ¡Cuánto
remordimiento en los espíritus!
02-029.42
En este tiempo aparezco ante vosotros espiritualmente sobre el monte de perfección,
teniendo como en el miraje de aquellos discípulos, a Moisés y a Elías a mi
lado, los tres enviados que han trazado a los hombres el camino del espíritu
por medio del cumplimiento de la ley.
02-029.43
Moisés presentó a la humanidad la Ley grabada en piedra, Jesús en la cruz
culminó su ley de amor y Elías en este tiempo, como un rayo divino, vino a
iluminar a todo espíritu con la sabiduría. Cada enviado ha tenido su tiempo
para hacer comprender a la humanidad el mensaje divino, las revelaciones y las
profecías.
02-029.44
Moisés fue salvado de las aguas para que al hacerse hombre, libertara a su
pueblo y le entregara la Ley de Dios.
02-029.45
El Verbo se hizo hombre, para decir a la humanidad con su ejemplo: "Yo soy
el Camino la Verdad y la Vida". María, la virgen madre fue la escala
bendita por la que descendió Cristo entre los hombres. María, la santa y dulce
madre de Jesús, sustentó con su seno al que más tarde había de sustentar a
todo espíritu con el pan divino de su palabra.
02-029.46
Todo cuanto Cristo os dijo y os enseñó con sus obras fue una ley que vino a
confirmar la que por medio de Moisés habíais recibido; mas no todo estaba
dicho, ni todo estaba revelado, faltaba que Elías, en cumplimiento a las profecías
y a mi palabra, viniese a preparar nuevamente mi llegada, para ello se manifestó
por conducto del entendimiento humano, por medio de su rayo de luz, para
iluminar los espíritus, los corazones y las mentes; para hacer comprender lo ya
revelado y preparar a los hombres para las nuevas revelaciones y explicaciones,
que en esta palabra Yo os habría de confiar.
02-029.47
Quienes en 1866 escucharon las primeras manifestaciones, oyeron aquellas
palabras que decían: "Yo soy Elías el profeta del Primer Tiempo, el de la
transfiguración en el monte Tabor, preparaos porque los Siete Sellos os son
dados a conocer y las puertas del misterio os son abiertas para que podáis
contemplar el camino de vuestra salvación".
02-029.48
En este instante también he sido contemplado junto con Moisés y Elías, por la
mirada espiritual de aquellos que han desarrollado ese preciado don. Unos
asombrados y otros arrepentidos os encontráis ante esta transfiguración, mas
esta luz y esta gracia serán derramadas en todo el orbe.
02-029.49
Moisés: Mirad a vuestro pueblo, es el mismo que condujisteis a través del
desierto en pos de la tierra prometida. Diseminado y errante va por el mundo;
mientras unos han comprendido que la tierra de promisión está en mi seno y a
ella se llega por el amor que enseña mi palabra, otros se han adueñado del
mundo como si fuese su última morada y su única posesión. Estos no creyeron
en el Mesías, ni han sentido la presencia del Espíritu Santo. Volved a ellos
en espíritu y nuevamente señaladles el camino a la tierra prometida, a la
patria celestial, mas si no os creyesen, ¡núblese el sol, la luna pierda su
luz y estremézcase la tierra, porque este pueblo despertará y nunca más se
perderá!
02-029.50
Mi caridad es con la humanidad. En cada alborada les propongo la paz a los
hombres, más ellos no han querido mi amor. Han creado la guerra y ellos mismos
se hacen justicia, por eso será cortada la mala hierba y lavado todo lo impuro
en las aguas del amor y de la regeneración.
02-029.51
Después de la muerte, vendrá la resurrección a la vida verdadera; después de
la guerra, se hará la paz, y pasado el caos brillará la luz en las
conciencias, porque Yo soy la luz del mundo.
02-029.52
Llegará el año de 1950 y para entonces muchos portavoces transmitirán mi
palabra. En otras naciones me escucharán, más en el último día de mi
manifestación, el valle espiritual tendrá su mirada sobre de vosotros: los espíritus
de los moradores de la Tierra, los de vuestros padres, y estarán presentes, los
patriarcas y los justos. Bienaventurados los que sean obedientes a mi Ley,
porque serán juzgados como ovejas del Divino Pastor, más ¡ay de los
desobedientes, porque serán juzgados como machos de cabrío!
02-029.53
Elías, sois la luz. En este tiempo, que es el vuestro, se le ha revelado a la
humanidad que no son tres leyes las que se le han entregado, sino una sola
explicada en tres tiempos, la cual se condensa en dos preceptos: ¡Amar a Dios
sobre todo lo creado y amarse los unos a los otros! Hoy me manifiesto para
recordar a mi pueblo enseñanzas pasadas y también para anunciarles mis nuevas
revelaciones.
02-029.54
En este día en que habéis recordado el instante en que Elías abrió para la
humanidad el Tercer Tiempo al comunicarse por el entendimiento del hombre,
sentid el amor de vuestro Maestro, apartad vuestras amarguras y afirmad vuestros
pasos en el camino de salvación.
02-029.55
Vivid en armonía con mis revelaciones de los Tres Tiempos, y convertid
eternamente vuestra existencia en un caudal inagotable de justicia, de amor y de
sabiduría. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑAZA No. 30 02-030.01 En las enseñanzas que os estoy entregando os he llamado pueblo de Israel o Simiente de Jacob, y a medida que vais comprendiendo mis lecciones, os habéis dado cuenta de que espiritualmente pertenecéis al linaje de aquel antiguo pueblo, escogido entre las naciones de la Tierra, para cumplir con la misión de transmitir a la humanidad mis revelaciones. 02-030.02 La simiente que confié a Jacob, está en el espíritu y no en la materia como los hombres han supuesto falsamente, porque Yo os digo que si la herencia que los primeros patriarcas legaron a Israel, hubiera sido material, aún estuviera dando profetas, emisarios e iluminados; en cambio, ved que aquel pueblo lleva consigo cadenas de miseria espiritual y material, sabiendo que ya no puede esperar la llegada de un Mesías, porque ha comprendido que Aquél que le fuera prometido estuvo en el seno de su pueblo y no fue reconocido. 02-030.03 El espíritu del Israel por la raza está dormido, aletargado en un sueño que ya dura siglos y no puede mirar la verdad, porque ha vivido solamente para los goces del mundo, esperando alcanzar aquí su Tierra Prometida su juicio y su gloria. Mas no pensáis que su sueño será eterno, no, ahora que la miseria, el dolor y la humillación como un nuevo cáliz de amargura ha sido bebido por aquel pueblo, comienza su espíritu a despertar, orientándose con la meditación, y en ella va encontrando que todas las profecías y señales que le anunciaron la llegada del Mesías, se cumplieron fielmente en Cristo. 02-030.04 No está lejano su despertar en la forma más completa, ya se acerca su alborada espiritual; pero antes contemplará destruirse el materialismo de la humanidad a causa de sus ambiciones, de su egoísmo y de sus bajas pasiones. 02-030.05 Cuando ese pueblo se convenza de que el reino de la verdadera paz y de la gracia no se encuentra en la Tierra, entonces buscará a Cristo, al repudiado, al desconocido, para decirle: "Maestro, tenías razón, la libertad sólo se encuentra en los que aman la espiritualidad, porque los que hemos ambicionado los bienes materiales, sólo hemos logrado con ello, ser esclavos". 02-030.06 Cuando de aquellos corazones se eleve hacia Mí esta confesión, haré que surjan entre ellos mis nuevos profetas, quienes les ayudarán a prepararse en el camino de la espiritualidad, que será el de su liberación. No os extrañen que aquellos estacionados en su evolución por siglos, en corto tiempo logren recorrer el camino que otros que les han precedido se han tardado tanto en alcanzar y aun logren sobrepasarlos. No olvidéis que muchos de ellos poseen espíritus que fueron enviados a la Tierra desde los primeros tiempos, y que una vez concluida su restitución, volverán a ocupar su lugar entre los elegidos por el Señor, para llevar la luz a sus hermanos de todas las naciones. 02-030.07 Cuando se encuentren en un mismo camino los que lleven el nombre de Israel por su raza, con los que lo son por el espíritu, unos y otros se unirán, reconociendo que ambos forman parte de aquella bendita simiente que nació con los profetas, con los patriarcas del Primer Tiempo y que fuera regada con la sangre del Redentor, para llegar a florecer en esta era de luz en la que me estáis escuchando. Ahora me tenéis en Espíritu, aunque a veces dudáis de ello diciendo: ¿Cómo puedo creer que el Maestro se comunique con nosotros utilizando un medio tan imperfecto y tan humilde? Mas no es la primera vez que dudáis de mi presencia entre vosotros, también en el Segundo Tiempo los hombres dijeron: ¿Cómo puede ser el Mesías esperado el hijo del carpintero? 02-030.08 Hijos míos, en mis altos designios no podéis penetrar, mas ahora que vengo a esclareceros los misterios que no habéis comprendido, abrid vuestra mente y vuestro corazón, para que conozcáis él por qué de muchas manifestaciones divinas, hasta el punto que a bien tenga revelaros vuestro Señor. 02-030.09 En el Segundo Tiempo, cuando entre mis discípulos o entre las turbas que me seguían, alguien preguntaba si acaso Yo volvería entre vosotros, no tuve motivo alguno para ocultárselo y les declaré que mi retorno sería en un tiempo de grandes pruebas para la humanidad, el cual sería precedido de grandes acontecimientos y trastornos en los distintos órdenes de vuestra vida. 020-030.10 Aquella promesa que os hiciera, la he cumplido, porque no ha faltado ninguna de las señales precursoras, así como tampoco ninguno de los acontecimientos anunciados; sin embargo, la humanidad entregada a su letargo espiritual, ha dejado pasar inadvertidas las señales de mi presencia entre los hombres. 02-030.11 Nadie me esperaba, encontré frío vuestro corazón, apagada la lámpara del amor, estabais durmiendo el sueño de varios siglos. Sólo unos cuantos despertaron ante el llamado del emisario del Señor, que se acercó a vosotros para anunciaros que estaba Yo llamando a las puertas de vuestro corazón. 02-030.12 Mi primera comunicación se verificó una noche mientras la humanidad dormía, igual que aquella en la que me hice hombre para habitar entre vosotros. Si pocos fueron los que en esa ocasión me recibieron, menos aún fueron los que me acompañaron en mi nueva manifestación. Más no toméis mis palabras como un reproche, porque no lo es: Yo soy el amor perfecto que eternamente os vivifica. 02-030.13 He venido a trazaros el camino que ha de conduciros a vuestra salvación, en medio de esta mar anchurosa de maldad; mas han pasado los meses y aun los años desde el instante de mi primera comunicación y desde entonces, uno a uno se han acercado los caminantes en busca de la presencia del Maestro, y hoy no son unos cuantos los que están presentes en mis manifestaciones, ahora forman muchedumbres. 02-030.14 No creáis que todos los que vienen a escucharme están convencidos de esta verdad, no, mientras para algunos esta obra es lo más grande que alienta a su corazón, para otros es algo que no pueden concebir y entonces juzgan, analizan, investigan, y al no encontrar la verdad en la forma en que ellos la desean, me piden pruebas para creer, lo mismo que hiciera Tomás. Entonces les he dicho: no me probéis, bastantes demostraciones os estoy dando de mi presencia, de mi verdad y de mi amor; mas ellos insisten en su petición diciendo: "Si el Maestro en el Segundo Tiempo encontrándose ya en Espíritu se materializó delante de Tomás, para probar su fe, ¿por qué ahora no nos complace a los incrédulos materializándose delante de nosotros, aunque sólo sea por un instante?" 02-030.15 Sí, mis hijos, tendríais razón en pedirme pruebas, si vuestra pequeñez fuese real y vuestra ignorancia cierta; pero lleváis un espíritu evolucionado que no necesita pruebas materiales para creer: lo que debéis hacer es desmaterializaros y así os daréis cuenta de que estáis capacitados para comprender mis nuevas lecciones y de que no es necesario que Yo materialice mi presencia. 02-030.16 Por la esencia de mi palabra, creed en Mí, ella es clara y no os llevará la confusión. Recordad que os dije desde aquel tiempo: el árbol por su fruto es reconocido. Ahora os digo: mi palabra será reconocida por su esencia. 02-030.17 Muchas veces los hombres se han preguntado por qué Jesús aun después de haber sido crucificado se dejó ver de Magdalena la pecadora y después visitó a sus discípulos, y en cambio se ignora que Él hubiese visitado a su Madre, a lo cual os digo, que no era necesario que me manifestara ante María, de la misma manera que empleara con aquellos, porque la comunicación entre Cristo y María fue constante desde antes de que el mundo fuese. 02-030.18 A través de Jesús me manifesté a la humanidad, para salvar pecadores y me dejé contemplar por ellos después de la crucifixión, para avivar la fe de los que me necesitaban; mas en verdad os digo que María, mi, dulce Madre en cuanto hombre, no tuvo mancha que lavar, ni podía carecer de fe, porque Ella sabía quién era Cristo aun antes de ofrecerle su seno maternal. 02-030.19 No fue necesario que humanizara mi Espíritu para visitar a Aquélla que con la misma pureza y mansedumbre con la que me recibió en su seno, con esa misma me devolvió al Reino de donde llegué. Más ¿quién podía saber la forma en la que Yo le hablé en su soledad y la caricia divina con que la envolvió mi Espíritu? 02-030.20 Así doy contestación a los que me han formulado esta pregunta, pensando muchas veces que la primera visita de Jesús, debía de haber sido para su Madre. 02-030.21 Cuán diferente debía de ser la forma en que me manifestara a María, de la que utilicé para hacerme sentir por Magdalena y mis discípulos. 02-030.22 María me sentía en su espíritu. María no llevaba luto por Mí, no lloraba la muerte de Jesús, su dolor era por toda la humanidad, a la que, recibió al pie de la cruz de su Hijo, como un divino presente del Eterno, y por la cual ofreciera la pureza de su cuerpo y de su sangre, para que el Verbo se hiciera hombre. 02-030.23 En cambio, cuando alcancé en el camino de Emmaús a algunos de mis discípulos, viéndome no descubrieron en aquel caminante a su Maestro, hasta que les hice oír mi divina palabra; y cuando Tomás me vio, hizo que le mostrara la herida de mi costado para convencerse de que Aquél a quien él creía muerto, en realidad vivía. Porque Yo para eso he venido, para hacer que unos nazcan y otros resuciten a la fe. 02-030.24 Hoy no he querido tan solo revelaros mi mensaje, sino también he venido a enseñaros la mejor forma de darlo a conocer. 02-030.25 Mientras ha durado el tiempo de mi predicación, he ayudado a vuestro espíritu en su evolución, quitando asperezas, dulcificando caracteres, despertando a los discípulos para que entreguen su corazón a la caridad, al cumplimiento de mi mandamiento que tanto os repetía cuando os decía: "Amaos los unos a los otros". Y aunque el tiempo en que os levantéis a esparcir mi palabra, aún no ha llegado, porque no habéis alcanzado la debida preparación, he concedido a todos aquellos que están bebiendo en esta fuente de salud, de moral y de vida, que comiencen a practicar mis divinas enseñanzas, para que se preparen, fortaleciéndose para la lucha futura, para que con sus buenas obras convenzan a nuevos corazones, los que más tarde serán también labriegos y nuevos sembradores en las tierras del Señor. 02-030.26 Hoy contemplo que mientras unos pecan de temerosos y discretos, otros en cambio se muestran ostentosos y no quiero que toquéis ninguno de esos extremos. No quiero que el temor a los juicios de vuestros semejantes, haga que os ocultéis, porque con ello demostraríais que os falta confianza en mi enseñanza, y si no tenéis fe en el poder que encierra la simiente que vais a entregar ¿cuál será la cosecha de vuestra siembra? 02-030.27 Temed sí, que vuestra mala conducta os afecte ante vuestros hermanos, pero mientras llevéis limpidez en vuestra vida, levantaos con dignidad y predicad mi palabra, dando a conocer mi enseñanza a vuestros semejantes. 02-030.28 No hagáis ostentación de vuestros dones y conocimientos de la verdad que lleváis. Yo os digo, que si eso hicierais, os expondríais a ser sometidos a grandes pruebas por vuestros hermanos. 02-030.29 No os he entregado mi palabra para que la pregonéis por calles y plazas; cierto es que Jesús así lo hizo, mas Él sabía responder a cualquier pregunta y poner a prueba a los que trataban de probarlo. 02-030.30 Vosotros sois pequeños y débiles, no debéis por lo tanto, desafiar la ira de vuestros hermanos. No tratéis de atraer la atención, pensad que nada de particular tenéis; tampoco pretendáis demostrar a la humanidad que todos se encuentran equivocados y que sólo vosotros conocéis la verdad, porque de esa manera nada bueno lograréis en vuestra siembra. 02-030.31 Si queréis evolucionar espiritual y moralmente, no juzguéis los defectos de vuestros hermanos, para no caer en el mismo error, corregid vuestras imperfecciones; orad humildemente ante vuestro Maestro para que os inspiréis en su mansedumbre y recordéis su consejo de que jamás publicaseis vuestras buenas obras, que vuestra mano izquierda no se entere jamás de lo que hubiere hecho la derecha. 02-030.32 También os digo, que no hace falta salir a buscar multitudes para hablarles de mi doctrina, porque mi caridad pondrá a vuestro paso a los necesitados de vuestra ayuda; mas si hubiere momentos en que cumpliendo con mi ley, sintieseis la necesidad de hacer una obra de caridad y no tuvieseis cerca de vosotros a ningún necesitado, no por eso os desesperéis ni dudéis de mi palabra, ésa será la hora precisa en que deberéis orar por vuestros hermanos ausentes, los que recibirán mi caridad si verdaderamente tenéis fe. 02-030.33 No ambicionéis saber más que vuestros hermanos, sabed que todos adquirís el conocimiento según vuestra evolución, si Yo os concediera mi luz sin que tuvieseis méritos, os engrandeceríais y os perderíais en vuestra vanidad, y vuestra sabiduría sería falsa. 02-030.34 Os quiero humildes, mas para serlo ante Mí, también lo debéis manifestar delante de vuestros semejantes. 02-030.35 Discípulos: el amor y la sabiduría nunca están separados, el uno es parte del otro. ¿Cómo es que hay quienes pretenden separar estas dos virtudes? Ambas son la llave que abre las puertas del santuario que os permitirá llegar al conocimiento completo de mi doctrina. 02-030.36 Os he dicho: ¿Queréis tener muchos amigos? Pues usad de la bondad, de la ternura, de la tolerancia y de la misericordia, porque sólo con la ayuda de estas virtudes, podrá brillar vuestro espíritu en el sendero de sus semejantes, dado que todas son expresiones directas del amor. Porque, el espíritu lleva en su esencia más íntima el amor, puesto que es chispa divina y Dios es amor. 02-030.37 Con mi enseñanza vengo a modelaros espiritualmente, con el fin de que asistáis al banquete espiritual en donde podréis saborear los manjares de la sabiduría y del amor perfecto. 02-030.38 Sabed que vuestro destino es vivir como Yo os lo enseñé, es decir, en la humildad, en el amor, en la espiritualidad, dejando que pase por vuestro ser un torrente inagotable de caridad. 02-030.39 En mi enseñanza os muestro un horizonte amplio y si vosotros hacéis de vuestra vida una semejanza de lo que fue la mía, tened por seguro que llegaréis a mi Reino, al descanso verdadero. 02-030.40 Mi obra os asegura la dicha eterna en vuestro espíritu. ¿No habéis escuchado en vuestro corazón una voz dulce y armoniosa que os habla cada vez que hacéis un bien, que proporcionáis un consuelo o que otorgáis generosamente el perdón? ¿Quién es Aquél que así os habla en vuestro interior premiando vuestra bondad? Es vuestro Maestro que no se aparta de sus discípulos. 02-030.41 Con estas lecciones os hago comprender que las virtudes son las únicas que pueden engalanar a vuestro espíritu; también os digo que los errores, las faltas y los malos sentimientos, podréis compararlos a los andrajos con que a veces cubrís a vuestro espíritu. Os quiero limpios y engalanados, porque con harapos de miseria no podréis brillar en el palacio universal de vuestro Padre. 02-030.42 Las buenas obras son el agua cristalina con las que se limpian los espíritus, utilizadla. 02-030.43 Os, hablo así para que comprendáis que estáis fuera de vuestro reino, y que necesitáis volver a él, porque Dios os está esperando. 02-030.44 Quiero hacer de cada hombre un apóstol y de cada apóstol un maestro, porque os amo con amor infinito y antes de que se pierda uno solo de vosotros, preferiría sentir sobre mi Espíritu todo el dolor que existe y que ha existido entre la humanidad. 02-030.45 En vuestro corazón me estáis diciendo: Maestro, ¿tanto nos amáis? Y Yo os digo que vosotros aún no podéis comprender mi amor, pero que debe bastaros saber que cada hijo que vuelve a Dios, es un tesoro que vuelve al Padre. Debo advertiros que todo volverá al seno de Dios. Todos los frutos que de la semilla creadora han brotado, retornarán a su granero. 02-030.46 ¡Oh, discípulos amados!, Preparaos para que con intensa fe anheléis llegar al verdadero templo construido por mi caridad en vuestro interior, porque ahí me encontraréis para acompañaros en vuestro camino de evolución hacia Mí. 02-030.47 Yo soy quien os guía porque soy perfecto, sé siempre a dónde voy y a dónde os llevo. Soy el buen Pastor que os cuida, os acaricia y os ama en tal forma que no titubeé un solo instante para daros con mi sacrificio en la cruz la enseñanza que os conducirá a la Vida Verdadera. 02-030.48 Los hombres creyeron que al quitarle la vida a Jesús destruirían mi doctrina, sin saber que con ello, cooperarían a mi glorificación. 02-030.49 He vuelto a la humanidad y me manifestaré en estos recintos hasta 1950, a través de entendimientos humildes, destinados por Mí para esta misión; comunicado en esta forma esperaré la llegada de los sabios que vendrán a interrogarme y a negarme. 02-030.50 Esta palabra sencilla y humilde en su forma, pero profunda en su sentido, volverá a confundir a los sabios en su soberbia y en su vanidad, y les demostrará que a la doctrina de Cristo, y del Salvador, nadie podrá extinguirla, porque Él es la Vida. 02-030.51 Nadie podrá acabar Conmigo, Yo renazco como surgí, en aquel tiempo, después de que un pueblo me arrojó de su seno, condenándome a una muerte ignominiosa. Mas si ahora aparezco de nuevo en este mundo, es porque os amo a todos. 02-030.52 ¡Oh, sabios, filósofos y doctores! Vosotros sabréis que Yo soy vuestro Señor cuando lleguéis a escudriñarme, porque me veréis contestando a vuestras malas y mal intencionadas preguntas y enmudeceréis ante mis interrogaciones; y cuando os encontréis arrepentidos y cabizbajos, sin que me pidáis pruebas, Yo os las daré, y esas pruebas serán de amor y de perdón. 02-030.53 Soy el único que puede solucionar vuestros conflictos, el que verdaderamente cura vuestros males, acaricia a los niños y bendice a los ancianos; el que al hablar al hombre, acaricia e ilumina su espíritu. Los hombres y los siglos pasarán, más no mi obra Espiritualista Trinitaria. De cierto os digo que esta obra que es mi Ley y mi doctrina, iluminará a la humanidad. No dudéis de mi sabiduría, ni desafiéis mas mi justicia; si Yo aceptase vuestro desafío, me bastaría un débil soplo de mis elementos, para convertir en polvo o en nada vuestra ciencia y vuestras teorías. No me busquéis como Juez, buscadme como Padre, porque Yo soy amor. 02-030.54 ¡Oh, pueblo amado! Que tenéis la misión de difundir mi palabra entre la humanidad hoy petrificada por su materialismo. Aprended a amarla y tened siempre piedad de aquellos que no comprenden mis lecciones de infinito amor. 02-030.55 Cerrad vuestros labios a la murmuración, la mofa, el juicio o la crítica. Envainad esa espada de dos filos que hiere a diestra y siniestra cuando la esgrimís; si queréis luchar en mi nombre, empuñad la espada del amor. 02-030.56 Cerrad vuestros labios, para que no vuelvan a proferir blasfemias ni a causar deshonras; en cambio, abrid vuestros ojos para que descubráis el mal y os apartéis de él; mas no juzguéis a vuestra hermana humanidad, porque formáis parte de ella y adolecéis de sus mismos defectos. Cuando vuestros labios y vuestro corazón se laven en las aguas del arrepentimiento y de las buenas obras, comenzarán a hablar con la verdad de mi palabra, la cual Yo os la inspiraré. 02-030.57 Si hablaseis de mi doctrina sin antes haberos regenerado y preparado, en vez de despertar la fe en los corazones, sólo recibiríais las burlas de quienes están enterados de vuestras faltas. En cambio, si las burlas, las críticas llegan a vuestro corazón, después de que hayáis velado y orado, no lograrán heriros, por que ya os protegisteis con las armas que os di, que son: paciencia, caridad, mansedumbre y amor. 02-030.58 Sed humildes y quienes os amen, lo harán de verdad. Si no habéis alcanzado esa preparación de espíritu y de materia, más os valdría no levantaros a predicar mi palabra, porque no llegaréis a sembrar mi simiente con la limpidez con que Yo os la he entregado y siempre irá mezclada con vuestras imperfecciones. Debéis antes de sembrar, analizar y estudiar mi doctrina para que lleguéis a comprender y a obedecer mi enseñanza. 02-030.59 Cuando sepáis recibir el golpe en la mejilla derecha y en señal de perdón, de amor y de humildad, presentéis la izquierda a vuestro ofensor, ya podéis confiar en que comenzáis a ser mis discípulos. Hasta que surja el perdón entre los hombres, cesarán sus guerras fratricidas y surgirá la unión de todas las naciones. 02-030.60 Con estas enseñanzas quiero evitar que algún día os convirtáis en prevaricadores, que hablando de amor, caridad y espiritualidad, con vuestras obras sembréis todo lo contrario. Os digo esto, porque entre vosotros hay quienes van pregonando que me aman y en su corazón no existe el amor hacia sus hermanos. 02-030.61 Os quiero sinceros espiritual y materialmente para llamaros dignos hijos míos, porque de lo contrario, a vuestro espíritu llegará implacable mi voz llamándoos hipócritas, como llamé en el Segundo Tiempo a la secta de los fariseos que eran la imagen viva de un sepulcro blanqueado por fuera, pulido y cubierto de flores, pero guardando en su interior sólo podredumbre y muerte. 02-030.62 Estoy escuchando a los que me dicen: "Maestro, consideramos que es muy dura la prueba de tener que mostrar la mejilla izquierda a aquél que nos hirió la derecha, mas sin embargo, quisiéramos ser de vuestros discípulos". 02-030.63 ¡Oh pueblo! Que oyendo mi palabra la tomáis siempre en su sentido material, sin deteneros a comprenderla en su significado espiritual. Yo os digo que así como podéis ser tocados en la mejilla, lo podréis ser en el corazón, en vuestra parte moral o también podréis ser tocados en vuestro espíritu. Mas no debéis de creer que esa prueba que os pido sea la más grande que podáis soportar; en este Tercer Tiempo he venido a pediros un poco más, cuando os pregunto en mis cátedras, ¿si el asesino de vuestro padre se viera perseguido por la justicia humana y llamara a vuestras puertas pidiéndoos protección, le concederíais albergue, sin delatarle, en señal de perdón? 02-030.64 Esa es la prueba que ahora pido a todos aquellos que quieran ser los discípulos del Espíritu Santo en este Tercer Tiempo. 02-030.65 Si ponéis en práctica estas enseñanzas, de cierto os digo que os estaréis labrando un galardón, mas no debéis de esperar la recompensa mientras estéis en este mundo; y vuelvo a recomendaros que no juzguéis los actos de vuestros hermanos, porque según fuere vuestro juicio, así será vuestra sentencia. Dejadme la causa a Mí, justa o injusta, conocida o desconocida, que Yo daré a vuestros hermanos lo que a ellos pertenece y a vosotros lo que os corresponda. 02-030.66 Sed humildes en todos los actos de vuestra vida, sentíos ignorantes ante la sabiduría de vuestros semejantes. 02-030.67 Bienaventurado el que se prepare, porque él verdaderamente me escuchará. Bienaventurado el que se purifique y obedezca los mandamientos de su Señor, Porque él me verá. Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. ¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 31 02-031.01
Cerrad vuestros ojos materiales ante esta manifestación y elevad vuestro espíritu
hacia vuestro Creador, porque es con el que deseo conversar. 02-031.02
Os prometí volver entre vosotros y no podía dejar de asistir a esta cita
con vuestro espíritu. 02-031.03
Tened paz, escuchadme con atención y dejad que el cincel de mi palabra, vaya
modelando vuestro espíritu. 02-031.04
Caminasteis mucho en busca de un lugar que os brindara la paz y no lo
encontrasteis, cuando llegasteis por
vez primera a estos humildes lugares para oír mi palabra; no os imaginabais
que en ellos, tan pobres y humildes, fueseis a encontrar la paz que tanto
anhelabais. 02-031.05
Os conquistaré por medio del amor, para ello, os estoy dando mi enseñanza
que es fuente de inagotables bendiciones. Os dejaré esta fuente para que en
ella recibáis a vuestros hermanos, los viajeros, los caminantes, con la
misma solicitud y caridad con la que Yo os he recibido. 02-031.06
No sólo de pan vive el hombre, sino también de mi palabra. Existe en
vosotros hambre y sed que no son materiales, y para reconfortaros buscáis el
agua y el pan del espíritu. Ha sido preciso que el dolor os tocara, para que
comprendieseis las enseñanzas que os di en el Segundo Tiempo. 02-031.07
Algunos me preguntan confundidos: Señor, ¿por ventura el amor humano es ilícito
y abominable ante Ti y sólo apruebas el amor espiritual? Yo os contesto: No
os confundáis. Bien está que al espíritu le corresponda lo más elevado y
puro del amor: pero también en la materia puse un corazón para que amase en
la Tierra y le di al hombre sentidos para que a través de ellos gozara de
todo lo que le rodea. 02-031.08
Yo confié la vida humana a los espíritus, para que viniesen a habitar la
Tierra, y ya en ella poner a prueba su amor a Dios. Para ello dividí a la
naturaleza humana en dos partes, dando la más fuerte a unos y la más frágil
a otros: esas partes fueron el hombre y la mujer. Sólo unidos podrán ser
fuertes y felices, para ello instituí el matrimonio. El amor humano es
bendecido por Mí, cuando está enaltecido por el amor del espíritu. 02-031.09
El amor sentido únicamente por la materia, es propio de los seres
irracionales, porque carecen ellos de la conciencia que ilumina la vida de
los seres racionales. De las uniones plenas de comprensión espiritual,
tienen que brotar buenos frutos y encarnar en ellos espíritus de luz. 02-031.10
Ya es tiempo de que purifiquéis vuestra simiente, para que forméis una
familia que sea fuerte en espíritu y en materia. 02-031.11
Comprendedme mis hijos, interpretad bien mi voluntad, ya se acerca el año de
1950; recordad que es el que Yo he señalado para que finalice esta
comunicación. Quiero encontraros preparados en ese día, porque sólo los
que lo hayan logrado, quedarán firmes en el grado de elevación que hayan
alcanzado. Esos serán los que den verdadero testimonio de Mí. 02-031.12
Sólo los que se hayan espiritualizado sabrán manifestar mi obra en su nueva
forma de comunicación. ¿Más cómo harán para llegar a tener la inspiración
necesaria para recibir mis pensamientos e interpretar mis mensajes
espirituales? Velando y orando. 02-031.13
Quiero que todos alcancen el progreso, que no llegue solamente a unos
cuantos, para que vuestro testimonio sea en bien de la humanidad. Mirad que
si unos pensáis de una manera y otros en forma distinta, sólo llevaréis
confusión a vuestros hermanos. 02-031.14
La esencia de esta palabra no ha variado jamás desde el principio de su
manifestación por conducto de Damiana Oviedo; ¿Mas, dónde se encuentra el
resultado de aquellas palabras? ¿Qué se hizo con ellas? Ocultos se
encuentran los escritos de aquellas cátedras divinas que fueron las primeras
de este tiempo en el que tanto se ha derramado mi Verbo entre vosotros. Es
necesario que esas lecciones salgan a la luz, para que mañana deis
testimonio de cómo fue el principio de esta manifestación. Así llegaréis
a poseer el libro completo de mi palabra en este Tercer Tiempo. Así conoceréis
la fecha de mi primera lección, su contenido y el de la última que os
entregaré en el año de 1950, cuando esta etapa finalice. 02-031.15
Hoy no presentís el caos que habrá en la humanidad después de que mi
palabra haya cesado. ¿Podéis imaginaros el torbellino que tal hecho
desencadenará entre las naciones? Habrá descontrol en los espíritus y
vosotros debéis estar preparados para contrarrestarlo. Pensad que en cada
Era es mayor vuestra responsabilidad, porque en cada nuevo tiempo, ¡Oh
pueblo! Vais teniendo mayor conocimiento de mi Ley. Es muy grande vuestra
heredad y es indispensable que la dejéis en vuestros hermanos, los
necesitados, antes de que abandonéis esta Tierra. 02-031.16
Sensibilizad vuestro corazón para que entendáis mi palabra, porque aún no
la habéis comprendido. Si no os preparáis, ¿Cómo vais a poder recibir y
entender mi enseñanza, cuando mañana os la confíe por inspiración? 02-031.17
Uníos en verdad y en espíritu y así ya no os dividiréis, ni siquiera en
las más grandes pruebas. Un solo Dios, una sola voluntad y una sola palabra
han sido con vosotros, por lo tanto, no podrá surgir en el futuro distinta
ley de la que ahora os he dado. 02-031.18
No debilitéis, pueblo; recordad en todo instante que os he llamado fuerte.
Si Yo no he defraudado vuestra fe y os he probado que la esencia de mi
palabra no es variable, ¿Por qué vosotros habíais de defraudar a vuestros
hermanos dándoles un mal ejemplo? Tiempo es de que vayáis preparando lo que
dejaréis a las generaciones venideras como herencia. 02-031.19
Muchos en el interior de su corazón me dicen: Maestro, ¿Acaso estáis
mirando que vamos a ser infieles? ¿Sería eso posible? Y Yo os contesto lo
mismo que dije a mis apóstoles en el Segundo Tiempo: Velad y orad, para que
no caigáis en tentación. Porque si ahora sólo sois los párvulos que
anhelan convertirse en mis discípulos, vuestra perseverancia os hará
alcanzar una noble expiación. No me ausentaré sino hasta haberos dado mi última
lección al finalizar 1950. 02-031.20
Sentid mi amor cerca de vosotros, confiadme vuestras cuitas, conversad en paz
Conmigo y de cierto os digo, que después os sentiréis confortados. ¿Por qué
llegáis ante Mí temerosos, acaso creéis que he venido a delataros ante
vuestros hermanos? 02-031.21
Escucho que en lo íntimo de vuestro corazón me decís: Maestro, ¿Cómo
hemos de ser recibidos por Vos, si nos encontramos tan manchados por nuestros
pecados y Vos sois la misma perfección? 02-031.22
Os contesto, humanidad: ¿Creéis que al venir a buscaros ignoraba que
estabais manchados? Todo lo sabía, nada ignoro, por eso me he acercado a
vosotros, para entregaros mi lección de amor la cual os salva de toda
acechanza y os ayuda a limpiaros de todo pecado. 02-031.23
¿Por qué los pobres, los parias del mundo, se sienten los más indignos de
mi amor? ¿Acaso porque han oído que soy Rey? Qué lentos sois para entender
las lecciones divinas. ¿No habéis comprendido que si me hice hombre en el
Segundo Tiempo, fue para enseñaros la más grande lección de humildad?
Recordad que vine en Jesús a nacer y a vivir entre los pobres, que con ellos
anduve en los caminos, que visité sus casas y me senté a su mesa, que curé
sus cuerpos enfermos, acaricié a sus hijos, sufrí y lloré con todos. 02-031.24
He aquí al mismo Señor, pero hoy viene en Espíritu. Este Rey no tiene
corona, manto ni cetro, simplemente habito en la perfección y gobierno con
el amor. 02-031.25
¿Para qué había de manifestarme en regios palacios, entre pompas y
ceremonias, si eso no es para Mí? De cierto os digo, que quienes me conciban
entre lujos y esplendores superfluos, tienen su concepto errado de lo que es
mi Divinidad. 02-031.26
Habrá quien se extrañe de que Yo como Cristo, me haya atribuido ahora la
Divinidad y diga ¿Cómo es que Tú, el que dijo en aquel tiempo que venía
tan sólo a ejecutar la voluntad de su Padre, ahora nos hablas como si fueras
el Padre mismo? Y Yo os contesto, comprended que Cristo habló como
Divinidad, puesto que es el Verbo de Dios y hoy os habla nuevamente el Verbo
en Espíritu. Por lo tanto os digo que el Padre, el Verbo y el Espíritu
Santo, son un solo Dios. 02-031.27
Vosotros estáis hechos de materia, en la que he puesto un espíritu y a éste
lo he dotado de una conciencia. ¿Y acaso por ello vais a decir que son tres
personas las que habitan en cada hombre? 02-031.28
Esas tres potencias forman un solo ser, aunque cada una de sus partes se
manifieste de distinta manera. 02-031.29
Cuando en el ser humano haya perfecta armonía entre las tres naturalezas de
que está formado, habrá semejanza con la armonía que existe en Dios,
porque en él existirá una sola voluntad, la de alcanzar la cumbre de su
perfección espiritual. 02-031.30
Pueblo, ha mucho tiempo que os vengo doctrinando para vuestra lucha, mas sólo
van quedando Conmigo los que despojados de ambiciones materiales, han cifrado
su ideal en conocer las enseñanzas espirituales. También entre los que ya
han partido al más allá, hay muchos que me escuchan desde su escala de
evolución. ¡Cuántos de los primeros no han sabido perseverar ni serme
fieles! No quisieron esperar la fructificación de las primeras semillas.
Flaquearon en su fe, dudaron, no presintieron la grandeza que estaba por
desbordarse en los postreros, mas cuando
retornen, atraídos por el clamor y el regocijo de este pueblo, tendrán que
venir a ocupar el último lugar. 02-031.31
Que sirva esta lección a los que hoy, viendo la multiplicación de la
simiente, aún dudan del florecimiento de esta Doctrina. 02-031.32
Desmaterializaos, desde hoy llevad vuestro culto a la máxima sencillez,
preparándoos y disponiéndoos para la comunicación de espíritu a Espíritu,
que tendréis con vuestro Señor. Hoy todavía es necesario que os hable por
conducto de estas materias, para que os afirméis en vuestra fe, y sintáis
que me encuentro cerca de vosotros, en lo más íntimo de vuestro corazón. 02-031.33
Cumplidme pueblo, y Yo os cumpliré. Dad testimonio de Mí y Yo lo daré de
vosotros. Despojaos de todo egoísmo, si es que en verdad queréis formar
parte de mis labriegos que darán a conocer mi palabra entre la humanidad.
Dejad de preocuparos tan sólo de vosotros y comenzad a preocuparos por
vuestros semejantes. Quiero que descubráis el supremo deleite que se alcanza
aliviando el dolor ajeno. 02-031.34
Llevad a vuestros hermanos, en mi palabra de consuelo de luz y amor, el bálsamo
que os he confiado. 02-031.35
Algún día llegaréis a comprender que la sabiduría del espíritu es
superior a la ciencia de la mente, porque la inteligencia humana sólo
descubre lo que su espíritu le revela. Os hago esta advertencia, porque
muchos de vosotros diréis: "¿Cómo voy a curar a los enfermos, si
ignoro la ciencia de curar?" 02-031.36
Tened caridad de vuestros hermanos, tened fe, sabed orar y con esos méritos
haceos dignos de mi gracia y en verdad os digo, que entonces veréis cómo es
posible hacer prodigios. 02-031.37
Si a pesar de mi enseñanza, hay quien dude que esta palabra procede del
Padre, que pregunte a mis labriegos, a este pueblo que me viene siguiendo, y
obtendréis millares de testimonios que le hablen de verdaderos prodigios,
los cuales asombrarían a los hombres de ciencia que los conocieran. 02-031.38
Escuchad: cuando haya dejado de daros mi palabra, este pueblo será sembrador
de mi simiente espiritual, mas Yo os pregunto: ¿Cuál será vuestra
determinación ante los mandatos que de Mí habéis recibido? ¿Estaréis
dispuestos a interpretar fielmente mis inspiraciones? No me prometáis nada
de lo que vais a hacer en aquellos días, mejor seguid escuchando esta
Doctrina y meditad en ella. Hoy estáis unidos en torno al Maestro, mañana,
no sabéis cuántos de vosotros me daréis la espalda, al desobedecer mis
mandatos. 02-031.39
No dejéis que los años pasen inútilmente sobre vosotros, procurad en cada
día dar un paso más hacia adelante, en el sendero espiritual. Caminad con
paso firme, nadie vaya deprisa sólo por sentirse adelante de los demás,
porque su tropiezo sería muy doloroso. 02-031.40
Quiero que lleguéis a ser fuertes por el pensamiento, por la intuición, por
la espiritualidad de vuestras obras, para que en vuestra vida no causéis el
menor dolor y sí os preparéis para aliviar cuantos sufrimientos se
presenten a vuestro paso. 02-031.41
Os he entregado muchas lecciones, ¡oh pueblo! unas más profundas que otras.
Yo hablo a todos mis hijos, a los que van delante y a los postreros. Es que
siempre están llegando nuevos párvulos en busca de esta palabra y como hice
con vosotros, principiaré por entregarles las enseñanzas más sencillas. 02-031.42
Yo pregunto a los postreros: ¿Creéis que no poseéis ninguna misión
espiritual? ¿Os sentís irresponsables ante la humanidad? Si así pensáis,
estáis en un error, porque tan grandes son vuestros dones y vuestros cargos,
como los que veis que poseen éstos de quienes me estoy sirviendo, para daros
mi enseñanza. Ellos también pensaron lo
mismo que vosotros, cuando me escucharon por primera vez y ahora miradles: ¡Cuán
equivocados estaban! 02-031.43
Perseverad en el camino, porque pronto llegaréis a saber todo lo que poseéis
y cuál es la misión que debéis de cumplir en la Tierra. 02-031.44
Comprended que Yo vuestro Dios, no he tenido principio ni tendré fin. Soy
eterno y vengo a revelaros en este tiempo muchos de los misterios de la vida
espiritual. Ese conocimiento os hará que cumpláis con la ley, amando y
siendo fieles a vuestro destino. 02-031.45
Ha llegado el tiempo en que os revele nuevas enseñanzas y esto os parece
como si el Padre, después de una larga ausencia retornase a sus hijos. 02-031.46
Os di el don del libre albedrío, porque vuestro espíritu fue puesto en el
principio de un largo camino, a cuyo final se encuentra la meta de su
purificación y perfección; para alcanzar esa dicha, tendréis que llegar
por los méritos del amor, de la fe y de la perseverancia. 02-031.47
Cuán hermoso es el don del libre albedrío, y qué mal lo ha utilizado el
hombre; mas después de esa larga experiencia, surgirá el espíritu imponiéndose
a las pasiones del mundo y tomará esa bendita libertad únicamente para
glorificar a su Padre. 02-031.48
Las flores brotan de las plantas y me ofrecen su aroma, ése es su destino
del cual no podrían apartarse, porque les falta el espíritu y por lo tanto,
el don de la libertad. Las aves me ofrecen sus cantos, mas no podrían hacer
algo distinto, porque para eso fueron creadas y no poseen libre albedrío. 02-031.49
Cuán grande será vuestro mérito, el día en que vosotros seáis como las
flores o como las aves, a pesar de que el corazón, a causa del libre albedrío,
os quisiera desviar con sus pasiones del sendero de vuestro cumplimiento. Ese
será el tiempo del espíritu, porque ocupará el lugar que le corresponde y
también será el tiempo de la materia cuando ella confiese su inferioridad y
ambos se dejen conducir por la conciencia, la armonía que entonces exista en
el hombre, será la misma que hay en todo lo creado. Mi presencia no sólo
será reconocida, sino aun sentida por la humanidad. 02-031.50
Se acerca el tiempo en que los hombres me ofrezcan el verdadero tributo, en
que dejen de quemar el incienso que desde los primeros días me han venido
ofreciendo, incienso que no siempre me habla de obras puras sino muchas veces
ha venido saturado de la maldad humana. El tributo que sustituirá al
incienso, será vuestro amor, el que llegará hasta Mí. 02-031.51
Sabéis que fuisteis creados a mi imagen y semejanza, y cuando lo decís,
pensáis en vuestra forma humana, os, digo, que ahí no está mi imagen, sino
en vuestro espíritu, el cual para asemejarse a Mí, tiene que perfeccionarse
practicando las virtudes. 02-031.52
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, soy la justicia y el bien y todo ello
proviene del amor divino. ¿Comprendéis ahora cómo deberíais ser para que
fueseis a mi imagen y semejanza? 02-031.53
La razón de haberos creado, fue el amor, el divino anhelo de compartir con
alguien mi poder, y la razón de haberos dotado de libre albedrío, fue también
el amor, quise sentirme amado por mis hijos, no por ley sino por un
sentimiento espontáneo que brotara libremente de su espíritu. 02-031.54
Los hombres, arrastrados por la fuerza de sus pasiones, han descendido tanto
en sus pecados, que habían perdido toda esperanza de salvación, mas no hay
ninguno que no pueda ser salvo; porque el espíritu, cuando se haya
convencido de que las tempestades humanas no cesarán mientras no escuche la
voz de la conciencia, se levantará cumpliendo con mi ley hasta llegar al
final de su destino que no está en la tierra, sino en la eternidad. 02-031.55
Los que creen que es absurda la existencia y piensan en la inutilidad de la
lucha y del dolor, son los que ignoran que la vida es el maestro que modela y
el dolor el cincel que perfecciona. No penséis que Yo hice el dolor para
ofrecéroslo en un cáliz, no penséis que Yo os haya hecho caer. El hombre
cayó en desobediencia por sí mismo, y es por eso que debe levantarse también
por su propio esfuerzo. Tampoco penséis que solamente el dolor os
perfeccionará, no, también practicando el amor llegaréis a Mí, porque Yo
soy amor. 02-031.56
Si os puse en un largo y difícil camino, mirad que en él os voy acompañando;
Os sigo enseñando y ayudando con la cruz, y para daros pruebas de que os
acompaño, llegué a hacerme hombre, para ser visible y tangible; Pero sois
necios en vuestros juicios, dudáis si me contempláis humanizado, diciendo
que no es posible que vuestros ojos puedan mirar a Dios; y si os digo que soy
Espíritu, entonces decís: ¿Cómo es posible conocer lo que no se ve y
creer en ello? 02-031.57
Habéis llegado a un grado de evolución, en el que sabréis comprenderme en
mi esencia divina y sentirme como espíritu. La evolución y la reencarnación
del espíritu, os han ido preparando para recibir mis nuevas lecciones. 02-031.58
Cuando la oscuridad que ha envuelto a la humanidad se disipe y se haga la luz
en los espíritus, sentirán la presencia de una nueva era. Porque Elías ha
vuelto entre los hombres, mas
como éstos no han sabido mirarle, ha sido necesario que manifestase su espíritu
a través del entendimiento humano y de que se mostrase ante los videntes en
aquella visión del profeta Elíseo: Sobre las nubes, en su carro de fuego. 02-031.59
Elías ha venido como precursor en este tiempo para preparar mi llegada; ha
venido como profeta para anunciaros la nueva Era con sus combates y sus
pruebas, pero también
con la
sabiduría de
sus revelaciones.
Viene con
su carro de luz a invitaros a penetrar en él para levantaros sobre
las nubes y llevaros a la mansión espiritual donde reina la paz.
Confiad en él como en el buen pastor, seguidle espiritualmente como
el pueblo siguió a Moisés en el Primer Tiempo; orad para que él os ayude
en vuestro cumplimiento y si lo queréis imitar, hacedlo. 02-031.60.
Elíseo, antes de que Elías
fuera arrebatado por el carro de fuego y llevado a las alturas, le pidió que
su don de profecía y su espíritu, se lo transmitiese para ser como él había
sido en la tierra; Y Elías, en
prueba de que le concedía a su discípulo sus deseos, le dejó su manto y el
espíritu de Elías y su don de profecía fueron en Elíseo como una señal
reveladora de la comunicación espiritual con los hombres y de la reencarnación
del espíritu. 02-031.61
En cada era y en cada revelación divina aparece Elías ante los hombres. 02-031.62
Aún no había llegado el Mesías a la Tierra, faltaba poco para que naciera
en cuanto hombre y el espíritu del profeta ya había encarnado en Juan que
luego fue llamado el Bautista, para anunciar la proximidad del Reino de los
Cielos, que sería la presencia del Verbo entre los hombres. 02-031.63
Cuando más tarde me transfiguré en el monte Tabor, para mostrarme en Espíritu
ante algunos de mis discípulos, Elías vino con Moisés a tomar su lugar
junto a su Señor, dando a entender en esta forma, que él tendría
encomendado en el futuro un tiempo en el cual habría de hacer sentir su
presencia entre la humanidad, despertando al espíritu adormecido de los
hombres a la vida luminosa y perfecta. 02-031.64
Este es el tiempo confiado a Elías para que despierte a la humanidad, él es
el precursor que llegará de pueblo en pueblo, de nación en nación, de
hombre en hombre, para decirles como lo hizo en aquel tiempo Juan en las
orillas del Jordán, cuando les hablaba a las multitudes diciéndoles que se
prepararan porque el reino de Dios ya estaba cerca. Ahora les dirá con su
voz espiritual que penetren en recogimiento, porque la presencia del Señor
como Espíritu Santo es con los hombres. 02-031.65
Cuando Elías haya preparado a la humanidad, aparejando los caminos del Señor,
volverá al Padre. 02-031.66
Cuando eso sea, no le pidáis que os deje su manto como se lo dejó a Elíseo,
porque se ha manifestado espiritualmente, los tiempos han cambiado y debéis
olvidar los símbolos, mas él os dejará como un presente de amor y un
testimonio de que estuvo entre vosotros, el don de la profecía. 02-031.67
Preparaos discípulos, aprended de Mí, para que Yo os envíe entre la
humanidad, a predicar mi manifestación como Espíritu Santo, diciéndoles
como Juan: "Arrepentíos, porque el Reino de los Cielos se ha acercado a
los hombres". ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 32 02-032.01
Preparaos, porque quiero que analicéis la esencia de mi Verbo que he venido
a derramar entre vosotros en este Tercer Tiempo. 02-032.02
Sois todavía los pequeños párvulos, debiendo ser ya los grandes discípulos,
porque habéis vivido en varias encarnaciones. Debisteis ser niños sólo en
el Primer Tiempo, para convertiros en mancebos en el Segundo y llegar a la
madurez en el Tercer Tiempo. 02-032.03
Siempre os he contemplado como a pequeños niños, en vuestra infancia
espiritual caminasteis inocentes, faltos de desarrollo en vuestras facultades
y sentidos, ignorando vuestro principio, después recibisteis mis primeras
lecciones y revelaciones. En el Segundo Tiempo debisteis ser ya los mancebos,
que en plena juventud espiritual vivieran en forma elevada, mas os encontré
agobiados, esclavizados, atados a ritos y tradiciones, y contemplando que no
habíais aprovechado mis lecciones, vine a trazaros con mis ejemplos de
caridad y amor el camino que os llevará a la tierra prometida, preparándoos
para esta etapa de nuevas enseñanzas que prometí venir a daros. Os dije que
fueseis fuertes, que luchaseis para no caer en una nueva esclavitud. ¿Y qué
es lo que hicisteis con mi Doctrina? ¿Por qué habéis olvidado la promesa
que os hice de volver entre vosotros espiritualmente? Estoy en Espíritu como
os lo había ofrecido y no me reconocéis, preguntáis por qué os llamo
Israel, y me pedís pruebas para creer. ¿Por qué habéis caído en idolatría
y en misticismo, confundiendo las prácticas materiales con el culto
espiritual? Os encuentro confundidos por las falsas doctrinas con las que
vuestros hermanos os han apartado del sendero de vuestra evolución, os quejáis
porque os falta la libertad; contemplo lo que habéis sufrido por el cáliz
tan amargo que habéis apurado mas no penséis que Yo os haya castigado, no.
Siempre he querido guiar vuestros pasos para que me améis como Padre y sintáis
mi divina protección. 02-032.04
Han pasado muchos siglos desde el día en que os di mi palabra y mis últimas
recomendaciones a través de Jesús, y hoy aparezco ante vosotros como Espíritu
Santo cumpliéndoos mi promesa. No he venido a humanizarme, vengo en Espíritu
y sólo me contemplarán los que se encuentren preparados. Mientras vosotros
creéis en mi palabra y me seguís, otros no aceptan mi manifestación y la
niegan. He tenido que darles grandes pruebas y gracias a ellas he ido
venciendo su incredulidad. El amor y la paciencia que siempre os he
manifestado, os hacen comprender que sólo vuestro Padre puede amaros y enseñaros
en esta forma. Yo velo por vosotros y hago ligera vuestra cruz, para que no
tropecéis. Os hago sentir mi paz para que caminéis llenos de confianza en Mí.
02-032.05
Siempre habéis sufrido porque no habéis tomado en cuenta mis ejemplos de
humildad, no habéis mirado cuánto es lo que he descendido para hacerme oír
y comprender de vosotros; mas Yo os perdono, porque pertenecéis al primer
pueblo, al primogénito. Vivid mis ejemplos y haced que la humanidad me ame,
que se acerque a Mí, porque los hombres ya no saben buscarme, no sienten mi
presencia, no reconocen mis beneficios y atribuyen a la casualidad mis
prodigios, no confían en Mí y viven tranquilos en medio de su confusión.
Os he dicho que la hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad; sabéis que
gobierno al Universo con mis leyes de amor y que todos los seres me son
obedientes. Sólo el hombre trata de burlar esas leyes sin querer hacer buen
uso de su libre albedrío. 02-032.06
Descansad de vuestras vicisitudes. Hoy estáis agobiados bajo el peso de
vuestros sufrimientos, en vuestro espíritu hay dolor y brota el llanto de
vuestros ojos por el arrepentimiento de vuestras faltas. Habéis sido
desconocidos por seguir mi causa, mas os he dicho, que si os preparáis, podréis
vencer y soportar los juicios de vuestros hermanos con la fortaleza que os
dará la práctica de la caridad. 02-032.07
No en vano os he escogido como instrumentos para esparcir mi palabra, en
vosotros deposito mi confianza, os encargo una delicada misión que es la de
llevar la redención a vuestros hermanos con vuestros ejemplos. La simiente
está en vosotros, es la misma con la que os he hecho vivir desde el
principio. Espero buenos frutos de vuestra siembra como resultado de vuestro
trabajo y de vuestros desvelos. Haced liviana la cruz que lleváis,
cumpliendo con amor la misión que os he encomendado. Terminad vuestra obra,
no temáis a la muerte del cuerpo, pensad que vuestro espíritu no morirá
jamás, solamente se despojará de la materia que le fue concedida como un
instrumento para vivir en la Tierra y la que, una vez terminada su misión,
pagará su tributo a la tierra y vuestro espíritu se libertará para ir en
busca de horizontes sin límites empezando para vosotros una nueva vida en la
que encontraréis la compensación de vuestro trabajo en este mundo. 02-032.08
Desechad costumbres y tradiciones erróneas. Tomad la luz en mi enseñanza
para que vuestra duda se disipe y los misterios se aclaren según sea mi
voluntad. 02-032.09
Os estoy demostrando la vida verdadera del espíritu, para que no viváis
bajo injustas amenazas, que no cumpláis con mi Ley sólo por el temor al
castigo del que os han hablado, los que no han sabido interpretar mi palabra.
Tomad mi ley; no es complicada ni difícil de entender. Todo el que la conoce
y se rige por ella, no se confunde ni da cabida a palabras o pronósticos
falsos, a ideas erróneas ni a malas interpretaciones. Mi ley es sencilla, señala
siempre el camino que debéis de seguir confiad en Mí, Yo soy el camino que
os conducirá a la ciudad blanca, la tierra prometida, la cual tiene abiertas
sus puertas, esperando vuestra llegada. 02-032.10
Me he complacido al entregaros una heredad que no os pertenece solamente a
vosotros, sino a toda la humanidad. Habéis recibido tanto, que estáis en el
deber de dar a todo el que solicite, parte de ese caudal. Llevad la luz a
vuestros hermanos que pagan sus faltas en el cautiverio, consolad a los
enfermos, ungidles con vuestro amor como lo hice en el Segundo Tiempo y veréis
derramado en ellos el bálsamo de mi caridad. Alentad a los tristes, dadles
conformidad y fortaleza. Así practicaréis vuestros dones y os sentiréis
confortados. 02-032.11
Tenéis cerca al mundo de los espíritus virtuosos que vienen en vuestra
ayuda. Pedid con fe y respeto, y recibiréis sus beneficios. Llamadlos sin
distinción ninguna, porque todos han sido preparados por Mí en igual forma,
todos se han hecho dignos de venir en este tiempo en ayuda de la humanidad.
Imitad su ejemplo y estad unidos a ellos en el ideal de progreso. He
permitido a ese mundo espiritual que os enseñe y en la lucha que se
aproxima, serán soldados invencibles y vuestro baluarte. 02-032.12
Mi Ley no es reducida, es infinita y podéis cumplirla en muchas formas. No
os exijo que hagáis obras perfectas, pero debéis de estudiar y
profundizaros en ella para que lleguéis a practicarla. 02-032.13
No quiero que después de escuchar mi palabra durante tanto tiempo, consideréis
perdidos o mal empleados estos momentos. Si perseveráis, llegaréis a
espiritualizaros y entonces seréis como un libro abierto ante vuestros
hermanos. Después de 1950 alcanzaréis mayor grado de elevación. Yo seguiré
comunicándome con vosotros por inspiración y el pueblo recibirá vuestras
palabras como mensajes que Yo le envío. En este tiempo reconoceréis cuán
sabia y profunda fue mi enseñanza. 02-032.14
Después de 1950, año en que terminará mi comunicación bajo esta forma,
grandes pruebas tendrá la humanidad. La naturaleza sufrirá trastornos, todo
se conmoverá, habrá desorganización en todos los órdenes. Preparaos y en
ese tiempo ayudad a los débiles, porque muchos sucumbirán en esas pruebas. 02-032.15
1950, temido por unos y ansiado por otros, está próximo a llegar; muchas
sectas y religiones piensan en esa fecha y esperan los acontecimientos que
aparecerán en torno de ella, para juzgar mi obra. Otros se preguntarán el
porqué del caos mundial y vosotros hablaréis en mi nombre, anunciando que
después de ese caos la humanidad alcanzará la paz anhelada. 02-032.16
Porque Yo no soy insensible a vuestras penas, ellas llegan hasta Mí, y me
hacen padecer. 02-032.17
¿Por qué os miráis como extraños, viviendo en el mismo hogar, que es este
mundo y distinguiéndoos por razas, clases y creencias? Yo os prometo que
borraré las fronteras y acercaré los unos a los otros. Las coronas y los
cetros caerán, el poderío desaparecerá y la riqueza también, porque ya es
tiempo que dejen de existir esas diferencias. Llegará el día en que todos
poseeréis por igual la Tierra. Iréis de un polo al otro, sin que nadie os
lo impida. Desaparecerá la hipocresía, la mala voluntad, la vanidad, para
dar lugar al amor y a la concordia. Y ese lamento que se eleva hasta Mí, por
la viudez, la orfandad, la escasez de pan, la ausencia de paz y la alegría,
se cambiará por un himno de amor y de reconocimiento que brotará de todos
mis hijos. 02-032.18
Vosotros os sentís tranquilos en vuestra nación, porque disfrutáis de paz
y de bienestar; mas os digo que no confiéis demasiado, que no durmáis, sino
que veléis y hagáis méritos, si queréis conservar esa paz. 02-032.19
Labriegos, os estoy tocando en las pruebas como en otro tiempo lo hice con el
paciente Job, mas no penséis que lo hago con el deseo de haceros sufrir, no,
es con el fin de que vuestro espíritu se fortalezca en ese crisol. 02-032.20
No tratéis de mostraros limpios ante Mí, si vuestra conciencia os reclama
vuestras faltas y pecados, es mejor que os confeséis ante vuestro Padre y
dejéis que su palabra, cual
río purificador,
os limpie
de toda
mancha. Entonces os sentiréis dignos de presentaros ante vuestros
hermanos para enseñarles la verdad que contiene mi enseñanza. 02-032.21
Mi paz es en vuestra nación, velad y orad, para que no perdáis esta gracia
por vuestras malas obras. Retened mi paz, atesorad mi sabiduría. ¿No os habéis
dado cuenta de cómo os está acechando la guerra, llamando a vuestras
puertas y tendiéndoos lazos para haceros caer? Mas si sabéis velar, no temáis,
porque Yo os ayudaré para que alcancéis el triunfo en vuestra lucha. 02-032.22
Yo soy Jehová, el que en todos los tiempos os ha librado de la muerte; Yo
soy el Dios único que os ha hablado a través de todos los tiempos. Cristo
fue mi Verbo que os habló a través de Jesús, El os dijo: "Quien
conoce al Hijo conoce al Padre". Y el Espíritu Santo que hoy os habla
también soy Yo, porque un solo Espíritu Santo es el que existe, un solo
Verbo y ése es el Mío. 02-032.23
Escuchad, discípulos: en el Primer Tiempo os di la Ley, en el Segundo os
enseñé el amor con el cual deberíais interpretar, aquellos mandamientos, y
ahora en esta Tercera Era os envío la luz, para que penetréis en el sentido
de cuanto os fue revelado. 02-032.24
¿Entonces, por qué os empeñáis en encontrar tres dioses en donde sólo
existe un Espíritu Divino, que es el Mío? 02-032.25
Yo di la ley a los primeros hombres y sin embargo, a Moisés le anuncié que
enviaría al Mesías. Cristo en quien os di
mi palabra, os dijo cuando ya su misión estaba concluyendo: "Yo
me vuelvo al Padre de donde vine"; también os dijo: "El Padre y
Yo, somos uno solo". Y luego prometió enviaros al Espíritu de Verdad,
el cual vendría a esclarecer según mi voluntad y vuestra evolución, el
misterio de mis revelaciones. 02-032.26
Más ¿quién podrá hacer luz en mis arcanos y explicar esos misterios? ¿Quién
podrá desatar el libro de mi sabiduría, si no soy Yo? 02-032.27
En verdad os digo que el Espíritu Santo, al cual ahora encontráis distinto
a Jehová y a Cristo, no es sino la sabiduría que manifiesto a vuestro espíritu
para haceros entender, contemplar y sentir la verdad. 02-032.28
Hoy os preparo para recibir mi palabra y que ella descienda como el rocío
sobre las plantas sedientas, como agua cristalina que apague la sed de
vuestro espíritu. Yo os recibo como tiernos niños en mi amor de Padre. 02-032.29
Empezáis a dar los primeros pasos en tierra firme, mas si os estacionáis y
más tarde desoís mis mandatos, no cerréis el camino a vuestros hermanos, a
los que vendrán después de vosotros llenos de anhelo de servirme, a los que
se han preparado y me están esperando. Si no aprendéis mi lección, ¿qué
podréis enseñar? Penetrad en mi obra e iluminaos para que podáis
comprenderme, Yo soy el alfa y la omega, principio y fin de toda enseñanza. 02-030.30
En este tiempo os anuncio las pruebas que han de ser; tres cuartas partes de
la tierra desaparecerán, el dolor llamará a todos los hombres y el mundo
sufrirá grandes rigores. Más si os preparáis, por uno de vosotros se
salvará una comarca. La ciencia que el hombre ha alcanzado, no bastará para
curar las enfermedades extrañas que han de aparecer; comprenderéis entonces
que tenéis que elevaros más allá de lo terrestre para sanar y remediar los
males. Israel librará a la humanidad de grandes calamidades, más cuánto es
lo que tenéis que prepararos para cumplir con vuestro destino. Los apóstoles
de este tiempo irán de comarca en comarca llevando la "buena
nueva" y sus dones serán como una fuente inagotable que desborde sus
beneficios en todos los hombres. 02-032.31
Con cada prodigio que les conceda levantarán la fe de nuevos apóstoles y su
misión será grande. ¡Mas ay de ellos si se envanecieran!, Porque perderán
los dones. 02-032.32
Respetad los dones concedidos a vuestros hermanos. Cultivad el árbol que os
he confiado, porque todos sois labriegos de una sola campiña. Mi caridad os
sigue por doquiera, conozco vuestras obras y pensamientos. Velad y orad,
porque la humanidad necesita de vuestra oración para su evolución
espiritual. 02-032.33
Muchos de vosotros creéis contradictorios vuestros sufrimientos con la ley
de amor del Padre porque pensáis: Si soy hijo de Dios, si el Padre universal
y todopoderoso me creó ¿por qué me dejó caer, por qué no me hizo
obediente, bueno y perfecto? 02-032.34
En verdad os digo, que no habéis meditado en lo que pensáis. Lo que creéis
contrario a mis leyes, es precisamente la confirmación de la ley de amor, y
para que mejor lo entendáis, escuchad. En la escala divina hay un número
infinito de seres, cuya perfección espiritual les permite ocupar diferentes
peldaños según el grado de evolución que han alcanzado. Vuestro espíritu
fue creado con atributos adecuados para evolucionar por esa escala de
perfección y llegar hasta determinado fin de los altos designios del
Creador. 02-032.35
El destino de esos espíritus no lo sabéis, mas Yo os digo que es perfecto
como todo lo creado por Mí. 02-032.36
Aún no comprendéis los dones que os dio el Padre, mas no temáis porque más
tarde os daréis cuenta de ellos, y les veréis manifestarse en plenitud. 02-032.37
El número infinito de espíritus que como el vuestro habitan diferentes
moradas, se encuentran unidos entre sí por una fuerza superior que es la del
amor. Fueron creados para la lucha, para su elevación, no para la
inmovilidad. Los que han cumplido con mis mandatos han llegado a ser grandes
en el amor divino. Sin embargo os recuerdo, que aun habiendo alcanzado
vuestro espíritu grandeza, poder y sabiduría, no llegará a ser
omnipotente, ya que sus atributos no son infinitos como lo son en Dios. Sin
embargo, ellos os bastarán para llevaros a la cumbre de vuestra perfección
por el camino recto que os trazó desde el primer instante, el amor de
vuestro Creador. 02-032.38
Al crearos os di el don del libre albedrío, para que por vuestra propia
voluntad me glorificaseis, con el amor y la caridad que derraméis en
vuestros hermanos. 02-032.39
Un espíritu sin libre albedrío, no sería digna creación del Ser Supremo.
Sería un ser inerte, sin aspiraciones a su perfeccionamiento. 02-032.40
Hoy vivís todavía dentro de una vida material debido a la falta de
fraternidad, porque en los dominios de lo espiritual todo vive en perfecta
armonía. 02-032.41
La falta de comprensión con el amor divino provoca el atraso para el espíritu,
que sólo puede evitarse volviendo al camino, al arrepentimiento definitivo y
a la obediencia. 02-032.42
En vuestro mundo actual vuestros hermanos que cultivan la ciencia no os han
conducido a la cumbre de vuestra evolución, os han llevado al dolor, al
abismo, a la soberbia; más en ningún instante os he abandonado, sois
vosotros los que habéis sido lentos para responder a mi llamado de amor. 02-032.43
Por haber abusado de la amorosa y justa libertad que os dio vuestro Padre, os
tenéis que purificar con dolor y lágrimas, de las manchas que imprimisteis
en vuestro espíritu. Sin embargo, el que con resignación restituye sus
errores, alcanzará su evolución y su ascenso será más rápido que su caída.
02-032.44
Por siglos y siglos os he venido dando ejemplos y pruebas de ternura, de amor
divino que a veces han logrado conmover vuestro corazón haciéndoos
exclamar: "Yo os amo, Señor, Yo os admiro". Mas Yo os pregunto: Si
me amáis ¿por qué no me imitáis, poniendo en práctica mis enseñanzas?
¿Por qué os habéis alejado de la vida espiritual, retrasando con ello
vuestra evolución? ¿Cómo os atrevéis a culpar a Dios de vuestras propias
caídas, de vuestro dolor y de vuestra imprudencia? 02-032.45
Hoy que os llamo no todos me escucháis, sin embargo, Yo os prometo que todos
me escucharán y que ninguno de mis hijos se perderá en la eternidad del espíritu.
02-032.46
Unos me buscarán respondiendo a mi amor, otros agobiados por el dolor,
implorarán que mi misericordia detenga su cáliz de amargura. 02-032.47
Os estoy ampliando el mensaje que os di a través de Jesús y aún no queréis
abandonar las inciertas veredas en las que os habéis extraviado. 02-032.48
¿Acaso queréis culparme de todo lo que no viene de Mí y que ha sido
vuestro? Yo os he dicho que sembréis amor, y en vez de ello habéis sembrado
odio. ¿Queréis acaso recoger amor? 02-032.49
Os he enseñado a vivir en paz una vida sencilla, pura y elevada y vosotros
insistís en vivir una constante guerra de odios, materialismo e insanas
ambiciones. 02-032.50
Pedís a Dios casi siempre sin saber lo que pedís, mas vosotros nunca dais a
Dios lo que El os pide para vosotros mismos. 02-032.51
Si os habéis envanecido y extraviado tanto en las enseñanzas divinas, ¿cómo
pretendéis que Dios os dé lo que no sabéis pedir o que rija al universo
conforme a vuestra idea o voluntad? En verdad os digo que el universo no
existiría un segundo si os dejara gobernarlo bajo vuestros caprichos
humanos. 02-032.52
Os he dado una gota más de la esencia divina, más os daré en lecciones
venideras. Pero no toméis mi enseñanza sin analizarla, ella os llenará de
luz para que interpretéis mejor mis revelaciones. 02-032.53
Tomad la esencia de la enseñanza, e interpretadla como os lo dicte vuestra
conciencia y vuestro corazón. 02-032.54
La espiritualidad no se encuentra en textos de religiones o ciencias; se
encuentra en vuestro espíritu que estaría dignamente ocupado si cumpliera
siempre con el precepto que os dice: "Amaos los unos a los otros". 02-032.55
No forméis nuevas filosofías, ni teorías derivadas de esta Doctrina, no
levantéis templos materiales, ni hagáis alegorías o símbolos Yo os daré
todas las revelaciones que os correspondan en estos tiempos. 02-032.56
En verdad os digo que no sois los únicos que poseeréis la verdad, los
ministros de las distintas religiones, los científicos, creyentes e
increyentes todos son en su origen criaturas espirituales de Dios, a quienes
colmaré de gracia durante su jornada. 02-032.57
Invitad humildemente a vuestros hermanos a que estudien mi doctrina de amor,
de caridad y elevación espiritual. No olvidéis que ninguna de vuestras
obras será perfecta si no descansa sobre el amor hacia todo lo que veis y
aun hacia lo que sólo presentís en los instantes de vuestra meditación. 02-032.58
Hay muchas vidas en lo invisible, presentidlas, bendecidlas y amadlas. 02-032.59
No forméis idolatrías, fanatismo, ni jerarquías materiales. No hay más
grandeza que la luz que engalana al espíritu que por su virtud ha alcanzado
la perfección. 02-032.60
Quien ama más, es más grande que aquél que se dice serio por su cargo o su
vanidad. 02-032.61
Recordad a Jesús. 02-032.62
Vuestro entendimiento es más claro en estos tiempos y mi palabra también se
hace más comprensible. 02-032.63
Mi templo es vuestro corazón, su luz es mi amor. La mayor ofrenda que en él
podréis depositar, es la paz de vuestro espíritu, si vivís haciendo el
bien, bendiciendo y amando a vuestros hermanos. 02-032.64
¿De qué os servirían cánticos, oraciones y ritos, si en vuestro interior
sólo ocultaseis bajas pasiones? Tengo sed de vuestro amor, no del incienso.
Menos lágrimas y más luz, es lo que deseo que haya en vuestra existencia. 02-032.65
De todo tendréis que responder y conforme sean vuestras malas obras, más enérgicos
juicios recibiréis de vosotros mismos; porque Yo no os juzgo, eso es falso,
es vuestro propio espíritu en su estado de lucidez vuestro tremendo acusador
y terrible juez. Yo soy el que os defiende contra la turbación, el que os
absuelve y salva porque soy el amor que purifica y perdona. 02-032.66
Nuevas enseñanzas os daré para que entendáis esta lección que es una página
más que os doy para que forméis el "Libro de la Vida Verdadera". 02-032.67
Cumplid con mi ley y por vuestros ejemplos de humildad, de caridad y amor,
estas pequeñas multitudes se multiplicarán y serán tan numerosas, como las
estrellas del firmamento y como las arenas del mar. ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 33 02-033.01
Una vez más el Maestro abre el libro de su enseñanza para explicaros sílaba
por sílaba su doctrina de amor. Si como Padre queréis escucharme, os digo:
He aquí la mesa preparada para que os sentéis a saborear los manjares que
con tanto amor os tengo reservados. 02-033.02
Vengo en espíritu a manifestarme entre mis discípulos. Vosotros llamáis a
este tiempo el de la luz y es que todo espíritu y toda materia han sentido
mi presencia espiritual. 02-033.03
Yo soy la luz y el camino y no todos os dais cuenta de la finalidad de mi
manifestación entre vosotros; En vez de regocijaros con mi divina enseñanza
y mis revelaciones, creyendo que sólo he venido a remediar vuestras
necesidades y aflicciones materiales, permanecéis sordos a mis inspiraciones
y os concretáis a pedir pan, trabajo, dinero o salud, sin comprender que
todo beneficio material os lo concedo por añadidura. 02-033.04
Algunos venís con el corazón lleno de gratitud y regocijo porque habéis
recibido alguna caridad que para vuestra vida terrenal solicitabais y Yo os
bendigo: pero en verdad os digo que son mayores los dones espirituales que
existen en vuestro ser, los cuales ante el estímulo de mi enseñanza,
comienzan a daros sus primeros frutos, y de ello aún no me habéis dado las
gracias. 02-033.05
Abrid vuestro corazón para que sintáis dentro de él todo cuanto os estoy
concediendo. He aquí por qué muchas veces os he dicho que estando Yo entre
vosotros no me habéis sentido. 02-033.06
¿He de volver a hacer las obras que llamáis milagros como en el Segundo
Tiempo, para ser creído? ¿Tendré que dar vista al ciego, movimiento al
paralítico y la vida a Lázaro, para despertar vuestra fe? En verdad os
digo: que en este tiempo, muchos ciegos han visto la luz, muchos tullidos han
caminado y muchos muertos se han levantado a la vida de la gracia. 02-033.07
Dos caminos se presentan de nuevo ante vuestra vista, los mismos que conocéis
desde el principio de vuestra peregrinación. Ancho y florido el uno, el otro
estrecho y sembrado de espinas; vosotros queréis transitar por el camino
estrecho, que es el de la virtud sin abandonar el otro, y esto no es posible.
02-033.08
De cierto os digo que no conocéis mi sendero y que a pesar de sus
innumerables pruebas, en él está la paz, al contrario del camino anchuroso
que brinda placeres dejándoos sólo dolor y hastío en el corazón. 02-033.09
Quiero que vuestro espíritu viva eternamente en mi paz, por eso me
manifiesto ante él para doctrinarle en esta forma. No olvidéis que en este
tiempo habéis vuelto a pactar con vuestro Padre ante el arca de la nueva
alianza. 02-033.10
Es mi voluntad que en los tiempos de dolor que se acerca, permanezcáis
firmes y os levantéis a dar mi enseñanza a vuestros semejantes. Cuando
extendáis entre la humanidad mi palabra y vuestro testimonio, no os desaniméis
ante la duda de vuestros hermanos. ¿Por ventura todos creísteis cuando por
primera vez me escuchasteis? Ahora que poseéis ese cuerpo o envoltura
aprovechadla para cumplir vuestra misión ante la humanidad. ¡Cuántos de
los que habitan en el espacio espiritual quisieran poseer una materia a la
que consideran como una joya! 02-033.11
A vuestro espíritu le digo: Dejaos guiar por la conciencia y a vuestra
materia. Dejaos conducir por el espíritu y entonces mi paz será con
vosotros. Si así lo hacéis vuestro espíritu estará velando como las vírgenes
de la parábola, con su lámpara encendida esperando la llegada del esposo.
Bienaventurados los que vivan velando, porque estarán atentos para recibirme
y cuando llegue para ellos la última hora llamen a la puerta del valle
espiritual, Yo les abriré. 02-033.12
Si trabajáis celosamente, mañana estaréis Conmigo. Preparaos con estas
enseñanzas para que os levantéis imitando a mis discípulos del Segundo
Tiempo y llevéis la luz a vuestros hermanos impartiendo el consuelo a los
atribulados. Despertad de vuestro letargo, porque si vosotros que tenéis la
ley, no comprendieseis mi palabra, ni dieseis testimonio de Mí, llegarán
las pruebas, seréis interrogados, y si no habéis asimilado mi enseñanza,
¿qué responderéis? Entonces seréis juzgados y sentiréis temor y
arrepentimiento recordando que el Maestro os habló amorosa e
incansablemente. Mas si estudiáis y meditáis mi palabra, estaréis
preparados para cuando tengáis que hablar de esta revelación, y los que os
comprendan dirán: En verdad el Divino Maestro estuvo con nosotros. Si a
pesar de vuestro cumplimiento fueseis desconocidos por vuestros hermanos, no
temáis, que Yo reconoceré vuestra labor, y después de que venzáis en las
grandes pruebas, os daré el supremo goce de la paz. 02-033.13
En el futuro muchos os consagraréis a impartir esta enseñanza entre la
humanidad y veréis fructificar vuestra labor y multiplicarse la simiente
divina. 02-033.14
Estoy llamando a todos los caminantes para que oigan mi voz que les invita a
la elevación y a poseer la vida eterna. En este día en que el Verbo Divino
se hace oír, aprovechad su palabra e iluminaos con ella porque en el saber
está la luz y vuestra salvación. 02-033.15
Si mi ley os enseña la moral, la rectitud y el orden en todos los actos de
vuestra vida, ¿por qué buscáis caminos adversos labrándoos con ello el
dolor, y cuando partís al más allá dejando vuestro cuerpo en la Tierra,
lloráis, porque habéis amado mucho esa envoltura? Al sentir que ya no os
pertenece la materia y que tenéis que seguir el camino hasta llegar a Mí,
os he dicho: Hijo mío, ¿qué me hacéis presente? ¿Habéis vivido en la
Tierra cumpliendo mis mandatos? Y vosotros avergonzados y cabizbajos, porque
no lleváis un presente de amor para quien tanto os ama y tanto os ha
concedido, habéis formado cadenas que abruman a vuestro espíritu, y éste,
habiendo perdido la gracia, aparece sin luz, llora y se lamenta, sólo oye la
voz del Padre que le llama, mas como no ha evolucionado ni se siente digno de
llegar a El, se detiene y espera, pasan los tiempos y el espíritu vuelve a
escuchar la voz, y en medio de su pena pregunta quién le habla y esa voz le
dice: Despertad, ¿no sabéis de dónde habéis venido, ni a dónde vais?
Entonces eleva sus ojos, ve una inmensa luz, ante cuyo esplendor se contempla
mezquino, reconoce que antes de haber sido enviado a la Tierra ya existía,
ya era amado por el Padre que es de quien provenía la voz y que ahora al
verle en doloroso trance, sufre por él, conoce que ha sido enviado a
distintas moradas para recorrer el camino de lucha y alcanzar por sus méritos
su galardón, y el hijo pregunta: si antes de ser enviado a la Tierra he sido
vuestra criatura muy amada, ¿por qué no he permanecido en la virtud y he
tenido que descender, que sufrir y trabajar para volver a vos? La voz le ha
contestado: Todos los espíritus han sido sometidos a la ley de evolución y
en ese camino mi Espíritu de Padre los protege siempre, y se complace en las
buenas obras del hijo. Ciertamente os he enviado a la Tierra para que hagáis
de ella una mansión de lucha, de perfeccionamiento espiritual, no un valle
de guerra y de dolor. Os he dicho que os multipliquéis, que no seáis estériles,
y cuando volvéis al valle espiritual no traéis cosecha alguna, sólo lloráis
y venís sin la gracia con que Yo os he revestido; por eso os envío una vez
más y os digo: limpiaos, buscad lo que habéis perdido y labrad vuestra
elevación. El espíritu vuelve a la Tierra, busca un pequeño y tierno
cuerpo humano para descansar en él y dar principio a la nueva jornada;
Encuentra el pequeño niño que le es señalado y lo toma para restituir sus
faltas a mi ley. Con conocimiento de causa viene el espíritu a la Tierra,
sabe que es aliento del Padre y conoce el encargo que de Él trae. 02-033.16
En los primeros años es inocente y conserva su pureza, permanece en contacto
con la vida espiritual, después empieza a conocer el pecado, mira de cerca
el orgullo, la soberbia y la rebeldía de los hombres ante las leyes justas
del Padre, y la carne reacia por naturaleza, empieza a contaminarse con el
mal. Caído en tentación, olvida la misión que trajo a la Tierra y se
levanta haciendo obras adversas a la ley. Espíritu y materia toman los
frutos prohibidos, y cuando han caído en el abismo les sorprende la última
hora. Vuelve el espíritu a encontrarse en el espacio, cansado y doblegado
por el peso de sus culpas. Entonces recuerda la voz que en otro tiempo le
habló, que aún le llama, y después de llorar mucho, sintiéndose perdido
sin saber quién es, recuerda que ha estado ya en aquel sitio, y el Padre que
lo ha creado con tanto amor, aparece en su camino diciéndole ¿Quién sois,
de dónde venís y a dónde vais? El hijo reconoce en aquella voz la palabra
de quien le ha dado el ser, la inteligencia y los dones, al Padre que siempre
le perdona, lo purifica, le aparta de las tinieblas y le conduce a la luz, éste
se estremece porque sabe que está ante el Juez y habla diciendo:
"Padre, mi desobediencia y mis deudas contigo son muy grandes y no puedo
aspirar a vivir en tu morada porque no tengo méritos, hoy que he retornado
al valle espiritual veo que sólo he acumulado faltas, las que debo
restituir". Mas el Padre cariñoso le señala una vez más el camino y
vuelve a encarnar, a formar parte de la humanidad y
entonces el espíritu ya experimentado, con mayor fuerza, doblega la
envoltura para sobreponerse y obedecer los dictados divinos, se entabla la
lucha, combate con los pecados que hacen caer al hombre y quiere aprovechar
la oportunidad que le ha sido concedida para su salvación; lucha de
principio a fin y cuando las canas brillan en su sien y su cuerpo, antes
robusto y fuerte, va doblegándose por el peso de los años y perdiendo energías,
el espíritu se siente fuerte, más desarrollado y experimentado; ¡qué
grande y repugnante le parece el pecado! Se aleja de él y llega al final; ya
sólo espera el momento en que el Padre lo llame, porque ha llegado a la
conclusión de que la ley divina es justa y la voluntad de Dios es perfecta.
Que ese Padre vive para dar vida y salvación a sus hijos, y cuando llegó el
día postrero, palpó en su carne la muerte y no sintió dolor, se apartó
callada y respetuosamente, contemplase en espíritu, y como si tuviese
delante de él un espejo, se miró hermoso y radiante de luz. Entonces la voz
le habló y le dijo: hijo ¿a dónde
vais? Y él que sabía quién era, acercose al Padre, dejó que su luz
invadiera su ser y habló así: ¡Oh Creador, oh amor Universal, vengo a vos
para descansar y entregaros el cumplimiento! La cuenta estaba saldada y el
espíritu se encontraba sano, limpio y sin cadenas de pecados, y vio delante
de él el galardón que le esperaba. Sintió después que se fundía en la
luz de aquel Padre, que su gozo era mayor y contempló una mansión de paz,
una tierra santa y un silencio profundo y quedó descansando en el seno de
Abraham. 02-033.17
Os hablo de las maravillas que encierra la vida espiritual y os presento mi
enseñanza. ¿Queréis cumplir en la Tierra para llegar a Mí, oh pueblo de
Israel, oh humanidad, hija mía? Por méritos penetraréis en el Reino
Celestial, y con la práctica de las virtudes alcanzaréis la paz en la
Tierra. 02-033.18
Habéis encarnado tiempo tras tiempo y en cada reencarnación habéis hecho más
grandes vuestra deuda y restitución. No me culpéis de vuestros sufrimientos
porque Yo no os castigo, vosotros sois los que dictáis vuestra sentencia. 02-033.19
Aquí tenéis el último tiempo para reparar vuestras faltas. 02-033.20
He retornado entre vosotros en virtud de la promesa que os hice, he hecho
pacto con vosotros desde los primeros tiempos y os guiaré hasta el fin.
Porque sois el pueblo que se ha preparado para sentarse a mi mesa. Yo soy el
manjar y el fruto, el pan y el vino. 02-033.21
Incansablemente venís a escucharme para calmar vuestra hambre y sed de
justicia, como en el Segundo Tiempo en que también me siguieron los hombres
hambrientos de amor. Entregué mi palabra en los valles, en las montañas, en
los mares, y en el desierto me siguieron las multitudes; su fe no conocía el
cansancio, su firmeza era inquebrantable, entonces mi piedad se extendía
sobre aquellos hombres y los envolvía en la esencia de mi palabra. Las
madres llevaban en brazos a sus hijos; los hombres abandonaban sus tareas
para escucharme; los ancianos apoyados en su báculo seguían a la multitud. 02-033.22
Fue en una de esas ocasiones, cuando el Maestro realizó el milagro de los
panes y de los peces, como una demostración de que cualquier pan alcanzará
cuando sea repartido con amor y sin distinciones, porque la conformidad y la
fraternidad serán también un sustento. 02-033.23
Los mismos discípulos habían dudado que tan escasas provisiones alcanzaran
a alimentar multitud tan grande, mas cuando vieron realizado el milagro,
avergonzados se dijeron para sí: "En verdad, éste es el Mesías".
02-033.24
Aquí me tenéis nuevamente en el Tercer Tiempo, vengo a entregaros el pan de
la vida eterna del cual comerá la humanidad. 02-033.25
Vengo a daros esta palabra por medio del entendimiento humano; para
comunicarme en esta forma, tuve que esperar la evolución espiritual y mental
del hombre para servirme de él en este tiempo. Mi voluntad se ha cumplido y
este misterio se convertirá en claridad, para todos aquellos que no acierten
por ahora a comprenderlo. 02-033.26
No temáis a los juicios y mofas de las sectas y religiones; ellas son las
que teniendo en sus manos los libros de las profecías no las han
interpretado y por ello no me han sabido esperar. En cambio, vosotros que no
conocíais las profecías que hablaban de mi retorno como Espíritu Santo, me
estabais esperando. Ya ha llegado el Tercer Tiempo y la humanidad no ha
sabido interpretar el evangelio. 02-033.27
Cuántos pueblos van como ovejas sin pastor, mas Yo estoy con vosotros y para
hacerme reconocer, me he manifestado en la pobreza y en la humildad como en
el Segundo Tiempo. Si la humanidad quiere identificarme a través de los que
me siguen, podrá lograrlo; los enfermos, los tristes, los humillados, los
cansados, los hambrientos y sedientos de justicia, los muertos a la fe, son
los que vienen en pos de Mí. 02-033.28
A nadie extrañe el que no haya aparecido en este tiempo en el seno de alguna
iglesia, tampoco en el Segundo Tiempo surgí de religión alguna. 02-033.29
No me encontraré donde exista vanidad, materialismo e idolatría; quiero
manifestarme en el seno de la más grande sencillez y humildad, donde no
existan ritos que os hagan olvidar la esencia de mi Ley; por eso no os extrañe
verme rodeado de menesterosos de rudos y pecadores, porque he puesto en ellos
mi caridad transformándolos en seres útiles, sonándolos para que
conviertan a muchos, y por ellos que sois vosotros, he dado pruebas
manifiestas de mi poder. Mas si a pesar de ello aún dudáis, no temáis,
"que nadie es profeta en su tierra". Mañana vendrán los
extranjeros y os creerán, o iréis a tierras desconocidas y os recibirán,
porque no todos dudan de vosotros; también hay quienes os siguen y se apoyan
en vuestro amor y caridad, sirviéndoos de aliciente y estímulo en la difícil
pendiente del camino. ¿Qué será de aquellos que os siguen y encuentran
fuerzas en vosotros, si llegaseis a flaquear? Cuando os sintáis débiles,
buscadme y os fortaleceré. Si llegáis a encontrar el dolor, no penséis que
os he castigado, sacad de aquella prueba el provecho que encierra para
vuestra evolución. 02-033.30
Con sólo quererlo ya seréis limpios ¿qué mérito tendría que Yo fuera
quien os purificara? Que cada quien restituya sus faltas a mi Ley, eso sí
tiene mérito, porque entonces sabréis evitar en lo futuro las caídas y
errores, porque el dolor os lo recordará. 02-033.31
Si entre la falta cometida y sus naturales consecuencias, se interpusiese un
arrepentimiento sincero, el dolor no os llegará, porque entonces ya seréis
fuertes para soportar con resignación la prueba. El mundo apura un cáliz
muy amargo y Yo nunca le he castigado, mas después de su dolor vendrá a Mí,
que le estoy llamando; para
entonces, los que fueron ingratos sabrán
dar gracias al que sólo bienes ha derramado en su existencia. 02-033.32
Hasta ahora no ha sido el amor humano el que se Imponga en el mundo; ha sido,
como lo fuera desde el principio de la humanidad, la fuerza la que impera y
vence. El que ha amado ha sucumbido víctima de la maldad. 02-033.33
El mal ha extendido su reino y se ha hecho fuerte en la Tierra, y es
precisamente en este tiempo cuando vengo a oponer mis armas a esas fuerzas,
para que el reino del amor y de la justicia se establezca entre los hombres;
antes combatiré, porque para daros la paz de mi Espíritu, es menester que
haga la guerra y destruya todo mal. 02-033.34
El día de justicia ya es entre vosotros, vivos y muertos escucháis en este
tiempo la voz de la conciencia. 02-033.35
Este mundo no es la mansión eterna para vuestro espíritu, si así fuese, no
veríais morir vuestro cuerpo que tanto amáis, no veríais extinguirse la
vida de vuestros padres, de aquellos que os dieron el ser. Todo es
perecedero, nada es estable en este mundo, si aquí todo fuese bienandanza y
placeres, jamás os acordaríais de vuestro espíritu, no pensaríais en los
demás, ni me recordaríais. 02-033.36
Muy largo ha sido el camino de dolor que ha recorrido vuestro espíritu y no
quiero que encontréis dolores más grandes de los que ya habéis conocido;
retornad a Mí en busca de la paz, buscad vuestra perfección y os convertiré
en maestros que enseñen y rescaten a los perdidos en las tinieblas de la
ignorancia. 02-033.37
Hombres que habéis llorado ante mis palabras de perdón, ¿por qué, mostrándome
vuestra diestra manchada con la sangre de vuestro hermano, la justicia aún
no ha llegado a vosotros? No temáis, que vuestro arrepentimiento verdadero
será como un manto que os defienda y mi perdón como agua cristalina que os
fortalezca en vuestra restitución. Mas, ¡ay del que haya matado y no haya
saldado su cuenta! ¡Ay del que haya hurtado, causado deshonra, o no haya
cumplido para con sus padres! Porque entonces la vida y el dolor, como un
sabio juez les juzgará, y como un maestro les enseñará. 02-033.38
Hoy habéis llegado hasta Mí venciendo todos los obstáculos y ansiosos de
escuchar de nuevo mi palabra, porque tenéis el anhelo de convertiros en mis
discípulos, y por eso venís a escuchar y a estudiar mi lección divina. 02-033.39
Sabéis que para regeneraros y encontrar fuerzas para vencer vuestras
pasiones, no hay nada mejor que mi palabra que ilumina vuestro espíritu y
despierta en vosotros el verdadero amor por vuestra limpidez espiritual. 02-033.40
Este es el tiempo en que mi palabra es vertida con mayor extensión para que
no ignoréis lo que os revelo, mas si a veces os hablo en sentido figurado,
es para que grabéis mejor mis lecciones. 02-033.41
Soy la barquilla salvadora que se ha presentado al alcance del náufrago próximo
a perecer; quienes han sido puestos a salvo en la orilla donde está la paz,
sienten después en su interior, él deber de hacer lo mismo con sus
semejantes cuando están en peligro de perderse. 02-033.42
Las naves se han agotado y son muchos los náufragos que piden ayuda. Ved a
la humanidad perdiéndose en los vicios, en la perversidad y en el crimen;
ved a los hombres consagrados a una vida de materialismo y egoísmo; las
mujeres se han familiarizado con el pecado que reina en todas partes, pierden
su virtud y su delicadeza, el hogar que es el templo del hombre, es profanado
porque de él desaparece la luz, el calor y la paz. 02-033.43
Vengo a este planeta y en él busco al espíritu del hombre que es el templo
de Dios, y enciendo en él la fe hablándole de un mundo nuevo, de un mundo
de paz, al cual puede llegar con la regeneración y la fraternidad. Unos
sienten latir con fuerza su corazón y hacen suyo el ideal divino; otros se
quejan de obstáculos y dificultades como pretextos para no seguirme. A éstos
les falta la fe y no han comprendido que quien se aparta de su destino, una y
otra vez tendrá que llegar al mismo punto hasta que haya recorrido todo el
camino. 02-033.44
No os digo que os apartéis de vuestros deberes materiales ni de los sanos
goces del corazón y de los sentidos; sólo os pido que renunciéis a lo que
envenena a vuestro espíritu y os enferma el cuerpo. 02-033.45Quien
vive dentro de la ley, está cumpliendo con lo que le dicta su conciencia. El
que huye de las satisfacciones lícitas para sumergirse en los placeres
prohibidos, aún en los instantes de mayor placer se pregunta por qué no es
feliz ni encuentra paz. Porque de goce en goce va descendiendo hasta perderse
en el abismo, sin encontrar la verdadera satisfacción para su corazón y su
espíritu. 02-033.46
Hay quienes necesitan sucumbir apurando hasta la última gota del cáliz
donde buscaron el placer sin encontrarlo, para que puedan escuchar la voz de
Aquél que eternamente les está invitando al festín de la vida eterna. 02-033.47
Yo recibo la ofrenda de mis discípulos. Elías os ha preparado y ha
intercedido ante Mí, para que vosotros seáis dignos de escuchar mi palabra
y sepáis aprovechar su esencia. Mi promesa es que todo el que me busque en
su tribulación, será consolado. 02-033.48
Es la era del Espíritu Santo en la que estoy comunicándome con el hombre.
De los que me han oído, unos empiezan a reconocerme y otros ya me aman.
Cuando este tiempo de mi comunicación haya pasado, la humanidad sabrá quién
ha venido, reconocerá a Elías como precursor lleno de gracia y potestad, y
al Maestro que ha descendido por amor al género humano. 02-033.49
Discípulos amados, imitadme para que lleguéis pronto al final de vuestra
restitución, donde Elías el pastor que os ha guiado a través de los
tiempos, os presentará ante Mí. 02-033.50
No quiero que los espíritus al desprenderse de esta tierra, se sientan
solitarios o perdidos en la inmensidad del valle espiritual que a todos
espera; por esto Elías os habla y os prepara para ese paso transitorio, y
vosotros debéis dar a conocer a vuestros hermanos a ese Espíritu que es
pastor e intermediario entre el hombre y su Creador. 02-033.51
Estáis contemplando una etapa de rigor y de justicia, todos recogéis ahora
el fruto de vuestra labranza; este tiempo tenía que llegar, escrito estaba,
Yo os previne que oraseis e hicieseis penitencia, y os he encontrado
dormidos, sin recordar mis palabras. Mas Yo velo por vosotros y he venido una
vez más a traeros mi enseñanza que os muestra muy amplios horizontes; si
sabéis comprenderla seréis fuertes y de gran voluntad. Y cuando esta luz
haya penetrado en vuestro espíritu, id hacia los demás y ayudadlos a salir
de su letargo, tened caridad de los que pecan por ignorancia y señaladles el
camino que les conduzca a su salvación. 02-033.52
Los que ayer eran párvulos los estoy convirtiendo en discípulos, y a los
discípulos los acerco más a Mí. A todos os he colocado en una sola escala
y he participado de vuestras tribulaciones. El dolor de la humanidad llega a
Mí, Elías lucha por la unificación de espíritu en los hombres. La nueva
torre de Babel ha crecido en soberbia y división, mas frente a ella Yo
levanto la torre de Israel con bases de humildad y de amor. La lucha será
grande, pero al fin, la virtud abatirá al pecado y la paz se restablecerá.
Entonces los que habían sido débiles serán fuertes; los ciegos abrirán
sus ojos y será el verdadero despertar del espíritu para penetrar en una
vida de evolución. 02-033.53
El oro y el poder que tanto ambiciona el hombre, no le darán la paz a su espíritu,
ni consuelo en su lecho de enfermo, sólo endurecerán su corazón. Cuántas
veces he presentado ante
los ojos
de los acaudalados,
cuadros de
dolor para probar sus sentimientos y han sido indiferentes a la
orfandad, a la miseria y al dolor de sus semejantes, sin comprender que sólo
los he hecho depositarios de bienes materiales para que los repartan con
justicia y caridad. 02-033.54
Hay muchos seres que esperan una mano piadosa que les cure, una palabra de
consuelo o un ejemplo que les redima. El espíritu padece hambre de amor, de
sinceridad y de justicia, y vos, Israel, podéis dar, porque Yo os he
entregado un caudal de bienes espirituales que debéis esparcir. 02-033.55
No todos los tiempos serán de paz para vosotros, por eso, hoy que aún tenéis
libertad, debéis trabajar con afán y preparar con la oración a vuestros
hermanos de otras naciones, ya sabéis que para el espíritu no hay
distancias, y así, el día en que mi doctrina sea llevada por mis
mensajeros, éstos no tropiecen, si no que encuentren amigos, hermanos que
comprendan su misión y les den apoyo y calor. 02-033.56
Aquél a quien le sea encomendado este mensaje, y viva en comunión Conmigo,
le inspiraré obras perfectas y manifestaré mi Espíritu en sus palabras. 02-033.57
Muchos de vosotros, habéis sentido el desprecio de la humanidad por seguir
al Maestro, otros habéis sido rechazados en el hogar de vuestros padres y
otros habéis sido repudiados por vuestra esposa o esposo, mas pensad que Yo
todo lo contemplo y que vuestro sacrificio lo compensaré con creces. 02-033.58
No miréis enemigos sino hermanos en todos los que os rodean. No pidáis
castigo para que deis ejemplo de perdón y no haya remordimiento en vuestro
espíritu. Cerrad vuestros labios y dejad que Yo juzgue vuestra causa. 02-033.59
Sanad a los enfermos, volved la razón a los extraviados; apartad a los espíritus
que nublan la inteligencia y haced que ambos recobren la luz que han perdido.
02-033.60
Orad por las naciones, que Yo velaré por vosotros. Llevad mi palabra a todos
los corazones, después dadme gracias por los beneficios que hayáis
recibido, porque habréis reconocido que la hoja del árbol no se mueve sin
mi voluntad. 02-033.61
De cierto os digo que los que más se han alejado de Mí, se dan cuenta de
que es tiempo de justicia, porque tienen presentimientos e inquietudes. 02-033.62
Mi voz como una trompeta, está llamando y despertando a los espíritus, mas
si la humanidad se hubiese preocupado por estudiar y analizar las profecías
del Primero y Segundo Tiempos, nada de cuanto ahora acontece le sorprendería,
ni le confundiría, porque ya todo estaba pronosticado. 02-033.63
Mi palabra de ayer se cumple hoy, porque antes dejaría de alumbrar el astro
rey, que ella dejare de cumplirse. 02-033.64
Soportad la amargura que os ocasiona la guerra de los pueblos, no claméis
justicia sobre ellos, que bastante amargo es ya su cáliz. Sed
misericordiosos en vuestros juicios, pensamientos y oraciones. 02-033.65
Quienes aún disfruten de alguna paz, tienen el deber de orar para ayudar
espiritualmente a los que sufren los rigores y calamidades de la guerra. 02-033.66
Si en vez de piedad, sentís cólera o desprecio hacia quienes causan tantos
sufrimientos a la humanidad, en verdad os digo que os despojáis de toda
elevación espiritual y de toda comprensión. 02-033.67
Dejad que mi voz encuentre eco en vuestro corazón; llevad a la práctica mi
palabra, esa será la forma de que mi doctrina tome fuerza en la Tierra. Ella
es la luz que se enfrentará a las ideas que han surgido de una humanidad
enferma y decadente. 02-033.68
Toda la justicia, la grandeza y la luz que pueda ambicionar la humanidad para
la evolución de su espíritu, podrá encontrarla en mi doctrina; mas para
que el hombre se detenga a analizar mi enseñanza y se interese por su
contenido, antes tendrá que contemplar el principio de la fructificación de
ella, en la regeneración y virtudes de mis discípulos. 02-033.69
Grandes misterios prometo revelaros cuando viváis en paz, porque entonces
podrá brillar mi luz en vuestro ser. 02-033.70
Todos quisierais ser de los que testifiquen mi verdad y ser en el camino de
la humanidad como un faro para el navegante o una estrella para el peregrino.
02-033.71
Hoy me tenéis entre vosotros por medio de esta comunicación, aprovechad mi
estancia, y de párvulos convertíos en discípulos, para que dignamente podáis
predicar con mi palabra cuando Yo haya cesado de hablar. 02-033.72
Estudiad, velad y orad, sembrad el amor y la caridad entre vuestros hermanos,
para que Yo diga a la humanidad a través de vuestras obras, "Amaos los
unos a los otros". ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 34 02-034.01
Pueblo amado, no esperéis tiempos mejores para revelar este mensaje a la
humanidad, porque no vendrá otro tiempo más apropiado que éste. 02-034.02
Abrid vuestros ojos a la realidad y no soñéis más con las vanidades del
mundo; comprended que vuestra misión es la de dar a conocer mi doctrina por
todos los caminos de la Tierra. 02-034.03
Aquí entre las multitudes, descubro a los futuros emisarios, a los nuevos apóstoles,
a los labriegos que deberán ser incansables en el cumplimiento de su misión.
02-034.04
Unos irán por el oriente, a otros les enviaré por el occidente y la
diferencia de lenguas no será obstáculo para la difusión de mi palabra. 02-034.05
La espada de luz, de amor y de justicia que existe en mi doctrina, abrirá
caminos, destruirá murallas de ignorancia y borrará fronteras. Todo quedará
preparado para la unificación de los pueblos. 02-034.06
Al principio de la lucha unos aceptarán con regocijo la doctrina
Espiritualista Trinitaria Mariana, en cambio otros, viendo en ella una
amenaza para el poder terrenal y para sus erróneas interpretaciones, la
rechazarán y os perseguirán, mas de cierto os digo, que será como si
ellos, con la palma de su mano, quisiesen impedir que el sol diese su luz. 02-034.07
Debo advertiros, que el que rechazara esta palabra me habrá rechazado a Mí,
y el que la aceptare me habrá aceptado a Mí, porque en su esencia me he
manifestado en este tiempo a los hombres, en ella está presente mi Espíritu,
por eso os digo que quien recibiera mi palabra, ése reconocerá mi voz, me
abrirá las puertas de su corazón y me tendrá dentro de sí. 02-034.08
Una hermosa oportunidad de restituir y saldar vuestras deudas os ha ofrecido
mi justicia; no desaprovechéis ni uno solo de los días de vida que os he
confiado. 02-034.09
Sois el hijo pródigo que retornó arrepentido a la casa paterna, y os he
recibido con amor para haceros recuperar vuestra heredad. 02-034.10
Sé quiénes son entre los que llegan llorando ante mi presencia, los
verdaderos arrepentidos, los que lloran sus culpas con lágrimas de
remordimiento sincero y me piden una oportunidad para restituir, lloran por
haber ofendido a su Padre, no lloran por ellos. En cambio, hay otros que
aparentemente sienten pesar de haberme ofendido y lloran, prometen y hasta
juran no volver a pecar, pero al mismo tiempo que prometen, me están
pidiendo nuevos bienes terrenales. Esos son los que pronto han de alejarse de
la casa paterna. 02-034.11
Si logran recibir de Mí lo que buscaban, irán a derrocharlo, si no lo
consiguieron blasfemarán en contra mía. Creen que en la humildad de este
camino sólo hay espinas, y no saben que el que han elegido, es el más
incierto, el más accidentado y azaroso. Piensan que entregados completamente
a los placeres del mundo, podrán aumentar sus caudales y con ello disminuir
sus necesidades, sin darse cuenta que por rechazar el dulce peso de una cruz
espiritual, han echado sobre sus hombros un enorme fardo material, bajo cuyo
peso terminarán agobiados. 02-034.12
Cuán pocos son los que aspiran a vivir en el paraíso de la paz, de la luz y
de la armonía, cumpliendo con amor las leyes divinas. 02-034.13
Muy larga es la senda por la que ha transitado la humanidad y aún prefiere
comer los frutos prohibidos que sólo acumulan penas y desengaños en su
vida. Frutos prohibidos son aquellos que siendo buenos por haberlos creado
Dios, pueden transformarse en nocivos al hombre si éste no se ha preparado
debidamente o los toma con exceso. 02-034.14
El hombre y la mujer toman sin preparación el fruto de la vida y desconocen
su responsabilidad ante el Creador, al traer nuevos seres a encarnar en la
Tierra. 02-034.15
El hombre científico con mano profana corta un fruto del árbol de la
ciencia sin escuchar antes la voz de su conciencia, en la que le habla mi ley
para decirle que todos los frutos del árbol de la sabiduría son buenos, y
que por lo tanto, quien los tome deberá hacerlo inspirando únicamente en el
bien a sus semejantes. 02-034.16
Estos dos ejemplos que os he explicado os enseñan por que la humanidad no
conoce el amor, ni la paz de ese Paraíso interior que el hombre por medio de
su obediencia a la ley debiera llevar por siempre en su corazón. 02-034.17
Para ayudaros a encontrarlo, he venido a doctrinar a los pecadores, a los
desobedientes, ingratos y soberbios, para haceros comprender que estáis
donados con espíritu, que tenéis conciencia, que podéis razonar y
valorizar perfectamente lo que es bueno y lo que es malo, y a mostraros el
sendero que os conducirá al paraíso de paz, de sabiduría, de amor
infinito, de inmortalidad, gloria y eternidad. 02-034.18
Os hablo a vosotros que habéis pecado, porque los justos viven ya en el paraíso
espiritual y los demás seres que carecen de espíritu y por lo tanto de
conciencia, se recrean en su paraíso, que es la naturaleza, donde viven en
perfecta obediencia y armonía con toda la creación. 02-034.19
Hoy he venido a iluminar el sendero por donde deberéis evolucionar y a cuyo
final me encontraréis. No vengo a obligaros, mas sí os prevengo que si desoís
este llamado, no tardaréis en venir por vuestra propia voluntad buscando el
camino de salvación, pero entonces vendréis huyendo de los horrores de
vuestra inhumanidad, de vuestra audacia y de vuestro orgullo. 02-034.20
No llego a vosotros con rigor, sois vosotros los que dais el merecido castigo
a vuestras faltas. 02-034.21
Pueblo: en vuestro corazón dejo la esencia de mi palabra, para que os
alimentéis espiritualmente, porque vuestro corazón es como una flor y su
perfume es la esencia de amor que en él he depositado. No dejéis que esta
flor se marchite, porque pronto perdería su aroma. Delicadas son las flores
de vuestros huertos, pero más delicado es vuestro corazón y aún más, su
esencia divina. 02-034.22
Después de 1950 no recibiréis ya mi palabra a través de estos
entendimientos a quienes habéis llamado portavoces o intérpretes. Unos
partirán de esta Tierra hacia el valle espiritual, otros se quedarán para
recibir las primeras inspiraciones, las señales precursoras de la comunicación
de espíritu a Espíritu. 02-034.23
Cuando esa comunicación comience a desarrollarse entre vosotros, empezaréis
verdaderamente a analizar y a comprender la doctrina que ahora estáis
recibiendo y sabréis a la vez separar mi esencia de todas las imperfecciones
que a mi palabra le hubiese mezclado el portavoz. 02-034.24
Ahora os pregunto: ¿Estáis conformes con ser los pobres de la Tierra, pero
ricos en espíritu? ¿O preferís los placeres del mundo a los conocimientos
de la vida eterna? Os bendigo, porque en vuestro corazón me estáis
diciendo: "Señor, nada es comparable a la gloria de escuchar tu
palabra". 02-034.25
En esta Era os estoy dando un nuevo mensaje: El Tercer Testamento. Muchos han
sido los testigos de esta manifestación, mas en verdad os digo que no seréis
vosotros los que lleguéis a comprender todo el significado de lo que os he
revelado, ni apreciaréis la importancia que encierra este mensaje. 02-034.26
Muchas veces he dado una enseñanza y vosotros la habéis interpretado
equivocadamente porque estáis materializados, y mientras os he hablado de
conocimientos espirituales, vosotros les habéis dado un sentido material.
Vendrán otras generaciones más evolucionadas espiritualmente y al estudiar
las enseñanzas que contienen estas revelaciones, se estremecerán de emoción
espiritual; otras veces se deleitarán con el remanso de paz de mi palabra, y
en otras ocasiones quedarán maravillados de lo que en mis cátedras de amor
encontrarán. Entonces dirán: ¿Cómo es posible que los testigos presénciales
de esta palabra no se hayan dado cuenta de su sentido, de su grandeza y de su
luz? No será la primera vez que esto suceda: también en el Segundo Tiempo,
hablando Yo al corazón de los hombres, éstos no me entendieron, porque sólo
vivían y pensaban para el mundo y para la materia. 02-034.27
Cuando el cuerpo que me sirvió de envoltura en el Segundo Tiempo entró en
agonía y desde la cruz pronuncié las postreras palabras, hubo entre mis últimas
frases una que ni en aquellos instantes, ni mucho tiempo después fue
comprendida: "¿Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado?" 02-034.28
Por aquellas palabras muchos dudaron; otros se confundieron pensando que fue
una flaqueza, un titubeo, un instante de debilidad. Más no han tomado en
cuenta que ésa no fue la última frase, sino que después de ella aún
pronuncié otras que revelaban fortaleza y lucidez plenas: "Padre, en
tus manos encomiendo mi Espíritu" y "Todo está consumado". 02-034.29
Ahora que he vuelto para hacer luz en vuestras confusiones y esclarecer lo
que habéis llamado misterios, os digo: Cuando estuve en la cruz, la agonía
fue larga, cruenta y el cuerpo de Jesús, infinitamente más sensible que el
de todos los hombres, sufría una
agonía prolongada y la muerte no llegaba. Jesús había cumplido su misión
en el mundo, ya había dicho la última palabra y enseñado la última lección;
entonces aquel cuerpo torturado, aquella carne destrozada al sentir la
ausencia del espíritu, preguntó dolorosamente al Señor: "¡Padre,
Padre! ¿Por qué me has abandonado?" Era la dulce y doliente queja del
cordero herido hacia su Pastor. Era la prueba de que Cristo, el Verbo, en
verdad se hizo hombre en Jesús y su padecimiento fue real. 02-034.30
¿Podéis atribuir vosotros a Cristo estas palabras, estando unido al Padre
eternamente? Ahora sabéis que fue un gemido del cuerpo de Jesús, lacerado
por la ceguera de los hombres. Mas cuando la caricia del Señor se posó
sobre aquella carne martirizada, prosiguió hablando Jesús y sus palabras
fueron: "Padre en tus manos encomiendo mi Espíritu". "Todo
está consumado". 02-034.31
¿Cuándo me hablaréis así, humanidad? ¿Cuándo exhalaréis esa dulce
queja que no es reproche, ni duda, ni falta de fe, sino la prueba de amor al
Padre manifestándole que en la hora suprema, queréis sentirle cerca?
Meditad en cada una de mis frases, porque Yo soy la verdad que os fuera
prometida. 02-034.32
Ahora que os estoy doctrinando, me he servido del rudo y del ignorante,
porque los científicos y los sabios me han negado; también he buscado
pecadores para convertirles y enviarles a dar testimonio de mi verdad. Estos,
hijos míos por quienes me estoy manifestando, deben hacerse dignos de esta
gracia, despertando a la luz de la doctrina que van a predicar, para que
lleguen a tener pleno conocimiento de su misión y sepan que sólo dando
ejemplos y mostrando buenas obras serán creídos por sus semejantes. 02-034.33
Este tiempo de enseñanza será propicio para la preparación de las
multitudes. 02-034.34
Mi doctrina es el agua pura y cristalina del río de la vida, con la que os
purificaréis y lograréis la transformación que os haga dignos de llamaros
discípulos del Espíritu Santo. Preparad en mi palabra vuestro corazón y en
verdad os digo, que de él brotará la buena simiente; educad a vuestro espíritu
y entendimiento escuchándome, y vuestras obras, palabras y pensamientos
irradiarán mi verdad. 02-034.35
Cierto es que no sólo vosotros daréis testimonio de Mí porque toda la
Creación es una prueba viviente de mi verdad, pero en esta obra tenéis una
misión que cumplir y una deuda que saldar con vosotros mismos, porque en
verdad os digo que a Mí nada me debéis, sino a vosotros. 02-034.36
Si no dieseis testimonio de vuestro Señor, Yo lo daré, pero lloraréis
amargamente por no haber estado cerca del Maestro en la hora de la lucha. 02-034.37
¿Queréis saber cómo lograréis que vuestro testimonio sea tomado como
verdadero? Sed sinceros con vosotros mismos, nunca digáis que poseéis lo
que no tengáis, ni tratéis de revelar lo que no hayáis recibido. Enseñad
sólo lo que sepáis, testificad únicamente lo que hayáis visto, mas si os
preguntasen algo que no podáis contestar, callad, pero nunca mintáis;
nuevamente os digo, que vuestro "sí" sea siempre "sí" y
vuestro "no" sea siempre "no" y así seréis fieles a la
verdad. Tampoco juréis, porque quien dice la verdad, no necesita de
juramentos para hacerse creer, ya que en sus obras lleva la luz. Dejad que
jure aquél que ha sido falso y que llegado el momento de necesitar ser creído,
tiene que recurrir al nombre de Dios para apoyar sus palabras. Vosotros no
juréis por Dios ni por María, tampoco por vuestros padres ni por vuestra
vida. Vuelvo a deciros que vuestras obras serán las que den testimonio de
vuestras palabras, y unas y otras darán testimonio de Mí. 02-034.38
Si diciendo la verdad os creen, benditos sean aquellos que os crean. Si por
decir la verdad os negasen, hiriesen u os burlasen, dejadme a Mí la causa,
porque la causa de la verdad es mía, entonces Yo os defenderé. Tampoco
intentéis disfrazar la verdad con el velo de la mentira, porque vuestro
juicio será grande. ¿No sabéis de aquél gran templo de Jerusalén en
donde siglos tras siglos los hombres penetraron en busca de fortaleza y de
sabiduría? Pues fue grande mientras su seno fue como un redil de paz para
los espíritus, mas cuando penetró la hipocresía, la mentira y la codicia,
su velo se rasgó y más tarde no quedó de él ni piedra sobre piedra. 02-034.39
Vuelvo a deciros que empecéis a ser sinceros con vosotros mismos, que no
tratéis de engañaros, es decir que comencéis a amar la verdad. Se aproxima
el instante, en que caigan las grandes cabezas del mundo, en que las naciones
sientan mi divina justicia. ¡Cuánto clamor habrá entonces entre los
hombres! Un mundo de falsedades, de errores e injusticias desaparecerá, para
que en su lugar se establezca el Reino de Dios que es justicia y es luz. Para
muchas obras humanas será el fin, mas para el tiempo de la espiritualidad
será el principio. 02-034.40
El mundo que desaparecerá será el mundo de maldad que habéis creado, en el
cual los fuertes oprimen a los débiles; del que ha huido la inocencia hasta
de los niños, en el que los padres desconocen a los hijos y los hijos a los
padres. Este mundo en el que los principios e instituciones más sagradas han
sido profanadas por los hombres, y en el cual unos a otros, en vez de amarse
corno hermanos, se matan. 02-034.41
Para que esta nueva Babel desaparezca, es menester que su maldad sea cortada
de raíz como mala hierba. El dolor será grande, pero en ese cáliz se
purificarán los impuros y abrirán sus ojos los ciegos, la muerte detendrá
la carrera de muchos, mas no será para exterminarles, sino para conducirles
a la verdadera vida. 02-034.42
De las obras malas de la humanidad nada quedará, mas sobre los escombros de
vuestro pasado, Yo haré surgir un mundo nuevo como un gran reino en donde la
humanidad sea como una extensa familia que viva en paz, que ame, que sienta y
piense en mi ley de amor. 02-034.43
Nuevas generaciones poblarán la Tierra y recogerán los frutos de la
experiencia y de la evolución tanto espiritual como material, que sus
antepasados hayan dejado, porque de todo el pasado seleccionarán los buenos
frutos. 02-034.44
Sobre los cultos imperfectos hacia mi Divinidad, se levantará un culto
verdaderamente espiritual, así corno también,
sobre la ciencia materialista de los hombres del presente, se levantará
una nueva ciencia al servicio de la fraternidad, del bienestar y de la paz. 02-034.45
La división de los hombres desaparecerá, y así como en sus discordias se
distanciaron unos de otros, creando idiomas y lenguas para cada pueblo,
cuando la armonía principie a brillar en el mundo, todos sentirán la
necesidad de entenderse con un solo lenguaje, De cierto os digo, que la
caridad de los unos a los otros les facilitará esta obra, porque estará
basada en el mandato que os dice: "Amaos los unos a los otros". 02-034.46
¿Cómo ha de ser justo que la especie humana no se entienda entre sí, si
hasta los animales de una misma especie se comprenden, así sean unos de una
región y otros de otra? 02-034.47
Uníos con amor inspirados en vuestro Padre, y El que es el alfa y la omega
de toda la Creación, os inspirará el lenguaje universal. 02-034.48
Recreaos, recreaos con mi palabra, ella está más allá de la división de
vuestros idiomas, más allá de vuestro principio y de vuestro fin; mas si os
habéis maravillado de la
forma tan
extensa e
inagotable con
que os
he hablado por labios de mis portavoces, sabed que sólo ha sido un
destello de mi luz divina el que he enviado sobre estos entendimientos. 02-034.49
Me preguntáis: "¿Señor, por qué si nos habéis elegido para ser
testigos de esta manifestación, no nos habéis excluido de los sufrimientos
y vicisitudes de la Tierra?" A lo cual, os contesto que es menester que
apuréis aunque sea un poco el cáliz que beben vuestros hermanos, para que
comprendáis sus aflicciones. 02-034.50
Si os he dicho que en este tiempo será destruido todo lo que
el orgullo y la maldad de los hombres ha hecho, ¿no creéis que también
en vosotros haya algo que destruir, que cortar, o que expiar? 02-034.51
Sois agraciados pero a la vez muy tocados por las pruebas, mas si el dolor os
mantiene alerta, debéis pensar que es sólo una gota del acíbar que beben
otros pueblos; al sentir el dolor vuestro corazón se siente movido a orar, y
en ello reconoce intuitivamente una de las misiones que ha traído este
pueblo a la Tierra. 02-034.52
Orad, mis hijos, con pensamientos de luz, de paz y de fraternidad y esas
oraciones no se perderán en el espacio, sino que su esencia los conservará
vibrando en lo espiritual y los conducirá al corazón de aquellos por
quienes hayáis orado. Mas para que vuestra oración sea sentida por vuestros
hermanos, no os familiaricéis con mi palabra, venid con la misma humildad y
fervor de los primeros días, porque vendrá un día en que sintáis
estremecido vuestro ser, y ese día será aquél en el cual os hable por última
vez en esta forma. 02-034.53
¿Para qué creéis que os llamé en este tiempo, multitudes? ¿Por ventura sólo
fue para curar vuestras dolencias o para haceros recobrar la paz perdida? No,
pueblo, si vine a levantaros a la vida verdadera, a encender en vuestro corazón
la fe, a devolver a vuestra faz la sonrisa y a vuestro cuerpo la fortaleza,
fue porque quise prepararos así para que pudieseis levantaros a la lucha;
Pero veo que muchos pensando en sí mismos, asisten a mi cátedra sólo para
buscar la paz de su espíritu, sin querer saber nada de la misión que les
aguarda; otros, una vez que han recibido lo que deseaban, se alejan sin
interesarse por estudiar y comprender el significado de mi doctrina. 02-034.54
Todos habéis sido llamados a tomar parte en esta obra y es por eso que he
vertido mi palabra sobre este pueblo, para que guarde en su corazón, aunque
sea una sola de mis frases. 02-034.55
Mi enseñanza os dice que si vosotros no dieseis a conocer mi palabra entre
la humanidad, las piedras hablarán para dar testimonio de mi verdad y del
tiempo que vivís, mas no esperéis a que sean las piedras las que hablen,
porque ellas lo harán estremeciendo la Tierra, agitando los mares o saliendo
a torrentes por los cráteres de los volcanes. 02-034.56
Mejor será que os preparéis a tiempo, para que cuando este mundo se vea
asolado por las pestes, los males extraños y las aflicciones de toda índole,
vosotros diseminados por todos los caminos de la Tierra, llevéis a los
corazones mi palabra dulce, reconfortante, que lleguéis como tenue brisa a
aquellos que han sido azotados por los huracanes. 02-034.57
Apartad vuestra pereza y aprovechad el tiempo precioso de que hoy gozáis,
porque no sabéis si en los tiempos venideros tengáis calma para poder
estudiar y meditar en mi palabra. 02-034.58
Orad como buenos discípulos y llenad vuestro corazón de nobles propósitos.
No olvidéis que no he venido a distinguiros por razas, clases o religiones,
para que doquiera que vayáis, os sintáis como en vuestra patria y a
cualquiera que encontréis, sea de la raza que fuere, lo consideréis como lo
que realmente es: vuestro hermano. 02-034.59
Os traje esta palabra y os la hice oír en vuestro lenguaje, mas os doy la
misión de que más tarde la traduzcáis a otras lenguas, para que sea de
todos conocida. 02-034.60
De esta manera empezaréis a construir la verdadera torre de Israel aquélla
que espiritualmente unifique a todos los pueblos en uno solo, aquélla que
una a todos los hombres en esa Ley divina, inmutable y eterna que conocisteis
en el mundo en labios de Jesús, cuando os dijo "Amaos los unos a los
otros". 02-034.61
Escudriñad mi palabra hasta que estéis ciertos de su pureza y de su verdad,
solamente así podréis caminar fuertes y permanecer firmes ante la invasión
de ideas materialistas que amenazan al espíritu. Porque el materialismo es
muerte, es tiniebla, es yugo y veneno para el espíritu. Jamás cambiéis la
luz o la libertad de vuestro espíritu por el pan terrenal o por mezquinos
bienes materiales. 02-034.62
En verdad os digo, que quien en mi Ley confíe y persevere en la fe hasta el
fin, nunca le faltará el sustento material, y en los instantes de su
comunicación con mi Espíritu, recibirá siempre por mi caridad infinita el
pan de la vida eterna. ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 35 02-035.01
Benditos sean los que me piden con humildad y fe para el progreso, de su espíritu,
porque ellos recibirán lo que soliciten de su Padre. 02-035.02
Benditos los que saben esperar, porque a sus manos llegará mi caridad en el
instante oportuno. 02-035.03
Aprended a pedir y también a esperar, sabiendo que nada escapa a mi caridad;
confiad en que mi voluntad se manifieste en cada una de vuestras necesidades
y pruebas. 02-035.04
El hijo tiene derecho a pedir a su Padre lo que esté dentro de su ley de
justicia y amor, y el Padre a su vez, tiene el deber de atender al hijo. 02-035.05
Yo os digo que los que aquí en la Tierra acaten mi voluntad, cuando estén
en espíritu gozarán de mi amor. 02-035.06
Cuando el peso de vuestra cruz os agobie, invocad a vuestro Cirineo y al
instante vendré en vuestra ayuda. 02-035.07
Orad en los momentos de prueba, con una oración breve pero limpia y sincera,
y os sentiréis confortados, y cuando logréis estar en armonía con vuestro
Señor, podré deciros que mi voluntad es la vuestra y vuestra voluntad es la
mía. 02-035.08
No sólo oréis cuando os encontréis atravesando por alguna prueba dolorosa,
orad también cuando estéis en paz, porque entonces será cuando vuestro
corazón y pensamiento puedan ocuparse de los demás. Tampoco pidáis
solamente por los que os han hecho bien o por aquellos que no os hayan
causado ningún daño, pues ello, siendo meritorio, no lo es tanto como si
veláis por los que en alguna forma os hubiesen causado prejuicios. 02-035.09
¿Pensad que Yo, vuestro Maestro, he sido Cirineo y Salvador de los mismos
que ante Pilatos gritaron? ¡Crucificadle! ¡Crucificadle! También vosotros
podéis ayudar a vuestros hermanos a llevar con resignación su cruz, con
oraciones, pensamientos, palabras y aun en forma material; así podréis
hacer más llevadera la restitución del que va agobiado bajo el peso de su
dolor o de su lucha. 02-035.10
Este es un tiempo propicio para que seáis caritativos, por lo tanto, orad,
pedid y trabajad, los campos son fértiles y os esperan.
02-035.11
Pedid la paz para las naciones, atraedla con vuestras oraciones; enviad bálsamo
a través de vuestros pensamientos y transmitid luz al entendimiento de
vuestros hermanos. De cierto os digo que vuestras peticiones jamás dejarán
de ser escuchadas y atendidas por vuestro Padre. 02-035.12
Estad preparados, porque muchos van a negar que Yo me he comunicado por el
entendimiento del hombre, mas vosotros les diréis que no es la primera vez
que esto acontece, que Dios ha hablado a través del hombre en las Tres Eras,
que desde el principio de los tiempos todas las profecías, inspiraciones y
revelaciones dadas a la humanidad, han sido voces divinas recibidas por
mediación humana, que han guiado a los hombres de todos los tiempos. 02-035.13
Quienes nieguen, contradigan o escandalicen por vuestro testimonio, será
porque ignoran lo que es la comunicación espiritual, así se nombren sabios
en la Tierra. 02-035.14
Es mi voluntad que por este pueblo que ha sido testigo de mi comunicación
bajo esta forma, sepa la humanidad que el hombre desde su origen, estuvo
destinado a comunicarse con su Padre Celestial, a servirle de portavoz en
este planeta, y que si en los tiempos pasados fueron aislados los casos de
los hombres por cuyos labios habló el Señor, ahora vivís un tiempo en el
cual la humanidad, de generación en generación, alcanzará mayor perfección
y claridad al comunicarse de espíritu a Espíritu con el Padre. 02-035.15
Vosotros anunciaréis que para ese tiempo los hombres todo lo consultarán
con su Señor, para llevar a cabo sus obras en el mundo, dentro de los
preceptos de la ley divina. El padre de familia hablará a sus hijos con
palabras que el Señor ponga en sus labios; los maestros enseñarán bajo una
inspiración superior; los gobernantes sabrán transmitir a sus pueblos la
voluntad de Dios; los jueces se sujetarán a los dictados de su conciencia
que es la luz de Aquél que todo lo sabe, y por lo tanto, es el único capaz
de juzgar con perfección. Los médicos confiarán primero en el poder divino
y su palabra y su bálsamo vendrán del Señor. Los hombres de ciencia
comprenderán la misión tan delicada que han traído a la Tierra, y por su
preparación espiritual recibirán las divinas inspiraciones. Finalmente,
todos los que hayan traído al
mundo la misión de conducir espíritus por la senda de evolución, sabrán
elevarse para recibir mis revelaciones y llevarlas al corazón de las
multitudes con la luz y la pureza con que las recibieron. 02-035.16
Os hablo de una era que vendrá y que vosotros debéis anunciarla y
profetizarla con la certeza de que llegará; mas si vuestros, hermanos se
burlasen de vuestra profecía, no temáis, que también Juan el apóstol,
cuando dio a conocer lo que en su comunicación con el Padre había recibido,
fue burlado y hasta juzgado como enajenado; sin embargo, llegó la hora del
cumplimiento de todo aquello que parecía imposible a unos, extraño e
incomprensible a otros. 02-035.17
El tiempo que hoy vivís, es precisamente en el que se está cumpliendo
cuanto dije por boca de aquel vidente, profeta y portavoz del Maestro. 02-035.18
Por su videncia fue perseguido, atormentado y desterrado aquel apóstol del
amor y de la verdad. Mas no le faltó mi protección contra sus perseguidores
y verdugos, por lo que os digo que no temáis, que si por esta causa os
llevasen a presidio, Yo os pondré en libertad; si os negasen el trabajo o el
pan, Yo os sustentaré. Si os humillasen o calumniasen, Yo os ensalzaré y os
haré justicia, y si os diesen muerte, Yo os resucitaré a la verdadera vida.
02-035.19
Por eso siempre os digo que debéis prepararos por medio de la oración, para
que podáis extender esta profecía y entregar este testimonio con el corazón
lleno de mansedumbre, de valor y de fe en el amor a vuestros hermanos. 02-035.20
Todo lo que bajo esa preparación hiciereis en mi nombre, tendrá que dar
buenos frutos y veréis realizarse cuanto hayáis anhelado. 02-035.21
Así como a los hombres de los tiempos pasados les cumplí todas mis
promesas, así a vosotros también os las cumpliré. 02-035.22
Estáis viviendo tiempos de angustia en los que los hombres se purifican
apurando su cáliz de amargura; mas aquellos que han escudriñado las profecías,
ya sabían que el momento estaba próximo a llegar, aquél en que las guerras
se desatarían por doquiera al desconocerse las naciones. 02-035.23
Todavía falta que las enfermedades extrañas y las epidemias aparezcan entre
la humanidad, confundiendo a los científicos; y cuando el dolor llegue a su
máximo a los hombres, aún tendrán fuerzas para gritar: ¡Castigo de Dios!
Mas yo no castigo, sois vosotros los que os castigáis al apartaros de las
leyes que rigen a vuestro espíritu y materia. 02-035.24
¿Quién ha desatado y provocado las fuerzas de la naturaleza sino la
insensatez de los hombres? ¿Quién ha desafiado mis leyes? La soberbia de
los hombres de ciencia. Mas de cierto os digo, que este dolor servirá para
arrancar de raíz la mala hierba que ha crecido en el corazón de la
humanidad. 02-035.25
Los campos se cubrirán de cadáveres, los inocentes también
perecerán, unos morirán por el fuego, otros por el hambre y otros
por la guerra. La Tierra se estremecerá, los elementos se conmoverán, las
montañas arrojarán su lava y los mares se encresparán. 02-035.26
Yo dejaré que los hombres lleven su perversidad hasta un límite, hasta
donde se los permita su libre albedrío, para que horrorizados ante su propia
obra, sienten en su espíritu el verdadero arrepentimiento. 02-035.27
Vosotros, humildes discípulos, hombres que aunque estáis llenos de
imperfecciones, sentís amor por vuestros hermanos; contrarrestad la
influencia de las pasiones desatadas por la guerra, con pensamientos de paz,
con oraciones saturadas de luz espiritual, con palabras de fraternidad y con
obras que encierren verdad y caridad; debéis estar preparados, porque al
final de la guerra, cuando esta contienda termine, vendrán de lejos las
multitudes en busca del bálsamo para el cuerpo y para el espíritu. 02-035.28
"No nos dejéis cuando esa hora llegue, oh Maestro", me dice este
pueblo. A lo cual Yo os contesto que no os puedo dejar, porque en todo lo
creado me encuentro presente. 02-035.29
Hablaré a los hombres a través de los elementos, de los mares surgirá mi
voz y de un confín al otro de este planeta, se sentirán tocados los espíritus
por la luz de Aquél que es el único que con verdadera ternura puede
deciros: "Amaos los unos a los otros". 02-035.30
Este precepto se convertirá para muchos en su juez, otros lo sentirán en su
corazón como una herida abierta y para otros será como un guardián que no
los dejará dormir para su cumplimiento. 02-035.31
Ya veis que no podré apartarme de vosotros, como lo dijo hace tiempo uno de
mis profetas, que en este tiempo mi Espíritu estaría derramado sobre toda
carne y sobre todo espíritu. 02-035.32
Doquiera que vayáis, Yo seré delante de vosotros. Doquiera que me busquéis,
me encontraréis. Doquiera que poséis vuestra mirada me contemplaréis, mas
no quiero anunciaros tan sólo amarguras y presagios de grandes tribulaciones
con mi palabra de este día. Si os hablo de todo ello, es para dejaros
velando y orando, para que no os sorprendan las pruebas en el instante en que
éstas lleguen a vosotros. 02-035.33
Así como os he anunciado la guerra y los desastres que deparan a la
humanidad, también os digo que llegará un día en el cual todas las
naciones de la Tierra disfrutarán de paz, en el que los hombres se amarán
en Mí, y su vida, su trabajo, sus obras en el mundo, serán el culto
agradable que como incienso perfumado se eleve de este planeta hacia Mí. 02-035.34
Me preguntáis: "Señor, ¿hasta cuándo llegará ese tiempo?" Y Yo
os respondo: Cuando la humanidad se encuentre desmanchada por el dolor, el
arrepentimiento, la regeneración y la práctica del bien. 02-035.35
Al cumplir el espíritu de la humanidad con el pacto que tiene celebrado con
su Padre, Yo cumpliré a mi vez hasta la última de mis promesas, abriré mi
arcano y lo desbordaré sobre mis hijos en sabiduría, en paz y en
revelaciones. 02-035.36
Mientras transitéis por este mundo, velad y orad, pueblos; preparaos de espíritu
y de materia, porque pronto os enviaré por los caminos a hablar de mi
verdad. 02-035.37
Preparad a vuestro espíritu con la práctica de la oración, de la caridad y
de la humildad que mi doctrina os enseña, y preparad también vuestro
cuerpo, apartando de él los vicios, los malos hábitos y doblegándolo hasta
hacer de él un perfecto colaborador del espíritu. Una vez que estéis
preparados, veréis con cuánta claridad aparece el camino ante vosotros. Por
eso os digo que la vida del espíritu desde su partida del seno divino hasta
su retorno, es una escala de evolución. 02-035.38
El Padre al formaros os puso en el primer peldaño de esa escala, con el fin
de que recorriendo ese camino, tuvieseis ocasión de conocer y comprender
verdaderamente a vuestro Creador. Pero ¡cuán pocos iniciaron la jornada
ascendente partiendo del primer escalón! Los más se unieron en su
desobediencia, en su rebeldía, haciendo mal uso del don de la libertad y
desoyendo los dictados de la conciencia, dejándose dominar por la materia,
para crear con sus vibraciones una fuerza, la del mal, y cavar un abismo
hacia donde su influencia tuvo que arrastrar a sus hermanos, que entablaron
una lucha cruenta entre sus flaquezas y perversidades, y su anhelo de elevación
y de pureza. 02-035.39
Qué diferente hubiera sido la vida que hubierais llevado en la Tierra, si
hubieseis perseverado en el bien y en la justicia, porque en ella habríais
cosechado los frutos de mi amor. Sin embargo, no estáis perdidos ni os he
proscrito de mi Reino, prueba de ello es que cuando llegué a vosotros,
humanizando mi presencia, descendí hasta el mundo que habéis creado con
tantos errores e imperfecciones. 02-035.40
Aquí en este mundo, para demostraros que os amo a pesar de vuestros desvíos
y de vuestra ingratitud, os di mi sangre y mi cuerpo. 02-035.41
Mi ley inmutable que os di en los primeros tiempos, las exhortaciones al bien
de los profetas, mi doctrina y cada uno de mis mensajes, son la luz
espiritual que a través de la conciencia ha recibido el hombre y estaría
fundido su espíritu con el mío, si se hubiese conservado en la ley y en la
pureza desde el principio de su evolución. 02-035.42
La lujuria de los hombres, su ignorancia, su falta de elevación espiritual,
sus padecimientos causados por sus errores, hicieron que el Padre descendiese
para venir a rescatarles, mostrándoles el libro de la sabiduría que habían
despreciado por los placeres del mundo y a señalarles nuevamente el camino
verdadero. 02-035.43
Muchos siglos han pasado y muchas veces han tenido que volver al mundo los
seres, y aún no comprenden la esencia de mi ley ni la naturaleza de su
propio espíritu. 02-035.44
Aún me estoy manifestando a los hombres en forma humanizada, aunque también
os digo, que lo que en este tiempo vengo revelando, es la lección que elevará
a los espíritus a esa escala de que os hablo, desde la cual conocerán y
podrán recuperar todo error, reconstruir lo destruido y recuperar cuanto habían
perdido. 02-035.45
En mi divina siembra no se pierde una semilla, a pesar de que las caídas de
los hombres hayan retardado su florecimiento y fructificación espiritual. 02-035.46
En este tiempo la Tierra es removida con gran dolor de la humanidad, mas es
necesario que Yo encuentre mi semilla para apartarla de la cizaña. 02-035.47
¿Cuál fue la causa de vuestro pecado y de vuestra desobediencia a mi ley? 02-035.48
Escuchad discípulos: Antes de que surgierais a la vida, Yo ya existía y en
mi Espíritu estaba latente el vuestro. Mas no quise que heredaseis mi Reino
sin haber hecho méritos; no quise que poseyeseis lo existente sin saber quién
os había creado, ni quise que os marchaseis sin rumbo, sin destino y sin
ideal. 02-035.49
Por eso os di la conciencia, para que os sirviese de guía; os concedí el
libre albedrío para que vuestras obras tuvieran verdadero valor ante Mí. Os
di espíritu, para que él anhelara siempre elevarse hacia lo luminoso y
puro. Os di el cuerpo para que por medio del corazón tuvieseis sensibilidad
para lo bueno y para lo bello, y para que os sirviese de crisol, de prueba
constante y también de instrumento para habitar en el mundo material. La
Tierra ha sido escuela para vuestro espíritu, en ella nunca ha faltado la
presencia del Divino Maestro; la vida humana ha sido libro de profunda
sabiduría para el espíritu encarnado. 02-035.50
Cuando el espacio se iluminó por vez primera con la presencia de los espíritus,
estos titubeantes y balbucientes como niños, no teniendo la elevación ni la
fuerza para sostenerse en las moradas de la alta espiritualidad, sintieron la
necesidad de un báculo, de un punto de apoyo para sentirse fuertes y les fue
dada la materia y un mundo material. Mas en su nuevo estado, fueron
adquiriendo experiencia y conocimientos. 02-035.51
No os habéis dado cuenta aún de la misión que debéis cumplir en este
tiempo entre la humanidad, mas Yo con mi palabra os haré conocer vuestra
lucha y la forma en que podréis llegar a la meta. 02-035.52
Vuestro cerebro es pequeño y no alcanza por sí solo a comprender el valor
de los dones que poseéis, ni la trascendencia de la obra que el Padre, a
través de este pueblo, tendrá que llevar a cabo entre la humanidad. 02-035.53
Mi voluntad sabia y poderosa, prepara los caminos por donde habrán de
levantarse mis emisarios, mis discípulos, mis profetas, con la buena nueva
de la manifestación de mi Palabra, para que a la vez preparen los caminos
por donde habrán de llegar al seno de vuestra nación, las grandes caravanas
de hermanos vuestros que llamáis extranjeros. 02-035.54
Esas caravanas en apariencia vendrán buscando el pan del cuerpo y la paz
para el corazón mas Yo sé que será su espíritu el que venga en pos del
cumplimiento de mi promesa, la cual está guardada en el fondo de cada espíritu.
02-035.55
De lejanas comarcas y naciones veréis llegar a vuestros hermanos en busca de
liberación para su espíritu. De aquella antigua Palestina, llegarán también
en multitudes, como cuando cruzaron el desierto las tribus de Israel. 02-035.56
Largo y doloroso ha sido su peregrinaje desde que rechazó de su seno a Aquél
que le vino a ofrecer su reino como una nueva herencia, mas ya se va
acercando al oasis en donde descansará y meditará en mi palabra, para que
después, fortalecido en el reconocimiento a mi ley, prosiga la ruta que le
señala su evolución por tanto tiempo olvidada. Entonces oiréis que muchos
dirán que vuestra nación es la nueva Tierra de Promisión, la Nueva Jerusalén;
mas vosotros les diréis que aquella tierra prometido se encuentra situada más
allá de este mundo y que para llegar a ella habrá que hacerlo en espíritu,
después de haber cruzado el gran desierto de las pruebas de este tiempo.
También les diréis que esta nación es tan sólo un oasis en medio del
desierto; mas debéis entender, pueblo, que el oasis deberá dar sombra a los
caminantes fatigados, además de ofrecer sus aguas cristalinas y frescas a
los labios resecos por la sed a los que en él se refugien. 02-035.57
¿Cuál será esa sombra y esas aguas de las que os estoy hablando? Mi
doctrina, pueblo, mi divina Enseñanza de caridad. ¿Y en quién he
depositado este caudal de gracia y de bendiciones? En vos, pueblo, para que
vayáis despojando vuestro corazón de todo egoísmo y podáis mostrarlo como
un espejo limpio y en cada una de vuestras obras. 02-035.58
¿No se llenaría de gozo vuestro espíritu y corazón, si por vuestro amor
se lograra convertir a la Doctrina Espiritualista Trinitaria Mariana, aquel
pueblo tan apegado a sus tradiciones y espiritualmente estacionado? ¿No habría
gozo entre vosotros, si el antiguo Israel se convirtiera por conducto del
nuevo Israel, o sea que el primero alcanzara gracia por el postrero? Hasta
ahora, nada ha convencido al pueblo judío de que debe romper antiguas
tradiciones para alcanzar su evolución moral y espiritual. Es el pueblo que
cree estar cumpliendo con las leyes de Jehová y de Moisés, pero que en
realidad aún sigue adorando a su becerro de oro. Está próximo el tiempo en
que ese pueblo errante y diseminado por el mundo, deje de mirar hacia la
tierra y eleve sus ojos hacia el cielo, en busca de Aquél, que desde el
principio les fuera prometido como su Salvador y al cual desconoció y dio
muerte porque le creyó pobre y sin bien alguno. 02-035.59
Ya viene la hora en que aquella cruz que por sentencia me dieron, se torna en
vara de justicia sobre cada uno de aquellos espíritus hasta que por fin sus
labios exclamen: "Jesús fue el Mesías". 02-035.60
Ellos, en su pobreza espiritual, en su miseria y en su dolor me buscarán, y
sorprendidos quedarán cuando vean que Aquél que les parecía no poseer nada
en el mundo, lo posee todo y que aquellos tesoros y aquel Reino del que tanto
les hablara, eran una verdad, y comprenderán que nada del mundo, ningún
tesoro, ningún caudal, podrá ser comparable con la paz del espíritu. 02-035.61
Si ese pueblo me volvió la espalda, Yo en cambio le espero, porque podrán
los hombres faltar a su palabra y aún a sus pactos, pero Yo soy inmutable y
jamás faltaré a mis promesas. 02-035.62
Si a él se le dijo que Yo sería su Salvador, Yo le salvaré, si se le dijo
que Yo le llevaría a mi reino, a mi reino le llevaré. ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 36 02-036.01
Ante la ternura de mi palabra la contrición llega al espíritu que se ha
apartado del sendero de evolución. La dulzura de mis frases hace llorar al
hombre, porque supone que sus pecados no merecen ser perdonados. 02-036.02
Yo consuelo al que se arrepiente sinceramente, perdono sus faltas y le ayudo
a restituir el mal causado. Sabed que el que no se arrepiente no llega a Mí,
porque sólo del arrepentimiento puede surgir la regeneración, la enmienda y
la purificación. Sabed también que sólo los espíritus purificados pueden
llegar a mi presencia. ¿Mas cómo podríais arrepentiros verdaderamente, si
no conocíais la magnitud de vuestras faltas? He tenido que venir a los
hombres, para hacerles comprender lo que significa ante la Divina Justicia,
arrebatar la vida a un semejante, destruir la fe, engañar a un espíritu,
traicionar un corazón, profanar la inocencia, causar una deshonra, despojar
a un hermano de lo que es suyo, mentir, humillar y tantas imperfecciones que
pasaban inadvertidas a vosotros, porque os habíais familiarizado con todo
ello. Mas llegó mi palabra de amor y en su esencia encontrasteis la
presencia de una justicia perfecta, que a través de vuestra conciencia os
hacía reconocer cada una de vuestras malas obras, analizar vuestro
pensamiento y os recordaba vuestro cumplimiento espiritual que ya habíais
olvidado. 02-036.03
Fue entonces cuando comprendisteis la magnitud de vuestras faltas, la
trascendencia de vuestros errores que antes os parecía que carecían de
importancia, y fue cuando valorizasteis la intensidad de muchos sufrimientos
y dolores que habíais causado. Entonces sentisteis vergüenza de vosotros
mismos, os sentisteis mirados por Mí en toda vuestra desnudez y con todas
vuestras manchas. Por eso fue que al escuchar mi palabra llena de ternura, de
paz y de pureza, os sentisteis por un momento indignos de mi amor. Mas luego
escuchasteis que precisamente fue a vosotros a quienes vine a buscar, y
vuestro corazón, lavándose en su llanto como una demostración de que
estabais arrepentidos, de que queríais purificaros y servirme, emprendió la
jornada de su evolución espiritual. 02-036.04
Es imposible que uno de mis hijos me olvide llevando en su espíritu la
conciencia que es la luz de mi Espíritu, por la cual tarde o temprano tiene
que reconocerme. 02-036.05
Para unos es fácil penetrar al significado de mi palabra y encontrar ahí la
luz, mas para otros mi palabra es un enigma. 02-036.06
Yo os digo, que no todos podrán en este tiempo comprender la espiritualidad
de mi mensaje, los que no lo logren tendrán que esperar nuevos tiempos para
que su espíritu abra los ojos, a la luz de mis revelaciones. 02-036.07
Jamás he venido envuelto en misterio ante los hombres. Si os he hablado en
sentido figurado para revelaros lo divino o representar en alguna forma
material lo eterno, ha sido para que me comprendáis, pero si los hombres se
detienen a adorar formas, objetos o símbolos, en lugar de buscar el sentido
de aquellas enseñanzas, es natural que se estacionen por siglos y en todo
contemplen misterios. 02-036.08
Desde los tiempos de la estancia de Israel en Egipto, en que mi sangre fue
representada por la de un cordero, ha habido hombres que sólo viven de
tradiciones y de ritos, sin comprender que aquel sacrificio fue una imagen de
la sangre que Cristo vendría a derramar para daros la vida espiritual.
Otros, creyendo alimentarse con mi cuerpo, comen panes materiales, sin querer
comprender que cuando di a mis discípulos el pan en el Cenáculo, fue para
darles a comprender que quien tomaré la esencia de mi palabra como sustento,
se habría alimentado de mí. 02-036.09
Cuán pocos son los que en verdad saben entender mis divinas lecciones, y éstos
pocos son los que las analizan con el espíritu. Mas tened en cuenta, que la
divina revelación no os la he traído en una sola vez, sino que os la he ido
aclarando en cada una de mis lecciones. 02-036.10
Si en ocasiones os habéis confundido y sobre una errónea interpretación
habéis acumulado otras, es natural que ahora no comprendáis con claridad ni
deis el justo análisis a la enseñanza espiritual del Tercer Tiempo. 02-036.11
Es menester que comencéis a derribar vuestros ídolos, a destruir vuestras
confusiones pasadas y a ordenar vuestros pensamientos, para que os deis
cuenta de que el Padre, desde los primeros tiempos siempre ha venido a
hablaros del espíritu, y aunque El haya tomado muchas veces imágenes
materiales para doctrinaros, siempre se ha referido a la vida espiritual. 02-036.12
Despertad de vuestro sueño humanidad, dejad que vuestro espíritu escudriñe
mi palabra, porque de cierto os digo, que si estudiáis bien una de mis
lecciones y la comprendéis, habréis penetrado en la esencia de mis
revelaciones. 02-036.13
Recordad la lección en la que os dije: "Pedid, pedid que se os dará".
Ahora vengo a deciros: "aprended a pedir" 02-036.14
Si os digo ahora que debéis aprender a pedir, es porque anteriormente
vuestra petición era incompleta y egoísta, sólo os acordabais de pedir
para vosotros o para los vuestros. Mi lección de ahora viene a deciros que
debéis aprender a sentir las penas de los demás; sabed vivir y sentir los
dolores y sufrimientos de vuestros semejantes, las desgracias que afligen a
vuestros hermanos; que debéis aprender a entender a quien lleva oculta una
herida y a sentir los sufrimientos de aquellos que, por estar distantes, no
podéis contemplar. Entre estos últimos debéis de considerar a los que
habitan otros pueblos y naciones, a los que moran en otros mundos o en el más
allá. No temáis si algún día os olvidáis de vosotros y sólo os acordáis
de los demás, porque nada habréis perdido. Sabed que quien ora por los demás,
lo está haciendo por sí mismo. 02-036.15
Cuánto gozo dais a mi Espíritu, cuando veo que eleváis vuestro pensamiento
buscando a vuestro Padre, os hago sentir mi presencia y os inundo de paz.
Buscadme, habladme, no os importe que vuestros pensamientos sean torpes para
expresar vuestra petición, Yo sabré comprenderlos. Habladme con la
confianza con que se habla a un Padre; confiadme vuestras quejas, como lo haríais
con el último de vuestros amigos. Preguntadme lo que no sepáis, todo lo que
ignoréis y Yo os hablaré con palabra de Maestro; pero orad, para que en
aquel bendito instante en que vuestro espíritu se eleve hacia Mí, recibáis
la luz, la fuerza, la bendición y la paz que os concede vuestro Padre. 02-036.16
Por medio de la oración tengo reservadas muchas revelaciones al espíritu
para el futuro. Perfeccionaos en esta comunicación y lograréis alcanzar
perfección en vuestras peticiones, es decir, aprenderéis a pedir. 02-036.17
Cuando vuestro espíritu se presente en el valle espiritual a rendir cuentas
de su estancia y de sus obras en la Tierra, por lo que más os preguntaré
será por todo aquello que hayáis pedido y por lo que hayáis hecho en favor
de vuestros hermanos. Entonces os acordaréis de mis palabras de este día. 02-036.18
El fin de una era y el principio de otra, ha ocasionado esta crisis y este
caos que padecéis; es lo mismo que acontece a un enfermo grave, cuando se
acerca el alivio; más parece que es la muerte la que ha llegado. 02-036.19
Cuanto mayor sea esta crisis entre la humanidad, mayor será después su
salud; en verdad os digo que así será y que hace millares de años que os
lo había anunciado. Ahora debéis prepararos, fortaleceros en la fe y
disponeros a la batalla. 02-036.20
A vosotros que frecuentemente estáis escuchando esta palabra, os digo: Velad
y orad, porque se acerca para todos un tiempo de gran tribulación, tiempo en
el que no valdrá a los hombres todo su poder, su oro, ni su sabiduría para
contener el peso de la divina justicia. En esos días seréis testigos de
acontecimientos que a los orgullosos y engrandecidos les parecerán absurdos
e ilógicos, porque se dará el caso de que los sabios recurran a los que han
tenido por ignorantes, en el que los ricos y poderosos busquen a los
menesterosos, porque en ellos habrá más comprensión y serenidad ante las
pruebas, más caridad y riquezas espirituales. 02-036.21
Algunos me dicen en su corazón: "Maestro, yo no he tenido que esperar
esos tiempos de dolor que anunciáis, porque toda mi vida ha sido de pruebas
dolorosas". A lo cual Yo os digo: Bienaventurados vosotros que os habéis
templado en el sufrimiento, porque cuando esos días lleguen ya no lloraréis
y sí en cambio, sabréis dar valor y consuelo a los que no conocían esa
tribulación. 02-036.22
De cierto os digo, que si la mayoría de los hombres beben hoy el cáliz de
amargura, es porque el soldado solamente se forja en el combate, y os estoy
diciendo que se aproxima la contienda final, la gran batalla. No vayáis a
cerrar vuestros ojos ni vuestros oídos en aquellos instantes, al dolor de
vuestros hermanos, ni intentéis esconderos de la muerte, porque en verdad os
digo, que donde los hombres de poca o ninguna fe vean el final, ahí estará
el principio, donde crean ver la muerte estará la vida, porque Yo estaré
presente para cubriros con mi amor y ayudaros a entrar en ese mundo que vais
a restaurar. 02-036.23
De todo vengo a preveniros para que nada os sorprenda; vosotros buscad los
medios de prevenir y exhortar a
los demás a la preparación, a la oración, a la enmienda y a la vigilia. 02-036.24
Recordad que Yo soy el Verbo del Padre, que la esencia divina que en esta
palabra recibís, es luz de ese Espíritu Creador, que en cada uno de
vosotros he dejado una parte de mi Espíritu. Mas al contemplar la pobreza
que envuelve al grupo que ahora me escucha y la humildad del aposento en el
cual os reunís, en silencio me preguntáis: "Maestro, ¿por qué no
elegiste para tu manifestación en este tiempo a alguno de esos grandes
templos o iglesias, en donde podrían haberte ofrecido ricos altares y
ceremonias solemnes dignas de Ti? 02-036.25
Yo contesto a esos corazones que así piensan de su Maestro: No han sido los
hombres, los que me han traído hasta esta pobreza, he sido Yo, quien ha
elegido para mi manifestación la humilde estancia en el pobre suburbio de
vuestra ciudad, para haceros comprender con ello, que no es el tributo
material, ni la ofrenda exterior, la que Yo vengo a buscar entre vosotros,
que por el contrario, si he vuelto, ha sido para predicar una vez más la
humildad, para que encontréis en ella la espiritualidad. 02-036.26
Rehúyo todo lo que sea vanidad y pompa humana, porque a mi Espíritu sólo
llega lo que es espiritual, lo que es noble y elevado, lo limpio y eterno.
Recordad que dije a la mujer de Samaria "Dios es Espíritu y es
necesario que le adoren en espíritu y en verdad". Buscadme en lo
infinito, en lo puro y allí me encontraréis. 02-036.27
De las ofrendas materiales que la humanidad me ofrece, sólo recibo la buena
intención, cuando ésta en verdad es buena, porque no siempre una ofrenda
representa una intención elevada y noble. Cuántas veces los hombres me
presentan su ofrenda para cubrir sus maldades o para exigirme algo en cambio.
Por ello os digo que la paz del espíritu no se compra, que sus manchas no se
lavan con la riqueza material, así pudieseis ofrecerme el mayor de los
tesoros. 02-036.28
Arrepentimiento, pesar por haberme ofendido, regeneración, enmienda,
reparación de las faltas cometidas, todo ello con la humildad que os he enseñado,
y entonces sí estarán los hombres presentándome las verdaderas ofrendas
del corazón, del espíritu y del pensamiento, que son infinitamente más
agradables a vuestro Padre, que el incienso, las flores y las lámparas. 02-036.29
¿Por qué ofrecerme lo que Yo he hecho para vosotros ¿Por qué me dais
flores, si vosotros no las hacéis? En cambio si me presentáis obras de
amor, de caridad, de perdón, de justicia, de ayuda hacia vuestros
semejantes, ese tributo sí será espiritual y se elevará al Padre como una
caricia, como un ósculo que desde la Tierra, los hijos enviarán a su Señor.
02-036.30
Mi manifestación a través del entendimiento humano es humilde y sencilla,
así como la forma en que me expreso; sin embargo, os hace estremecer y
comprendéis un pasado que vuestro espíritu ya conoce, y os hace mirar con
claridad los acontecimientos que pertenecen al futuro. Es por eso que
permanecéis embelesados escuchándome, porque nadie como este Maestro sabe
leer en los corazones. 02-036.31
De distintas comarcas llegáis para acogeros a la sombra bienhechora del árbol
corpulento que está invitando a todos los caminantes a refrescarse bajo su
follaje; mas os digo, que ya está cercano el tiempo en el que lleguen a esta
nación hombres de tierras lejanas. 02-036.32
La intuición y el presentimiento serán los que guiarán a aquellos hacia
vosotros, vendrán en busca de vuestro testimonio y de vuestra paz, a muchos
de ellos les bastará una palabra de las que Yo os enseñe, para levantarse
al cumplimiento como verdaderos apóstoles del espiritualismo. 02-036.33
¡Ay de este pueblo si no estuviese preparado para recibir al forastero con
su corazón amoroso, porque de sus ciudades no quedará ni piedra sobre
piedra, corno aconteció con Jerusalén! 02-036.34
¿No os habéis dado cuenta de que vuestra purificación es para haceros
dignos de recibir mis lecciones las que debéis de participar a los que
vengan a llamar a vuestra puerta? ¿No habéis grabado en vuestra mente que
Yo quiero que en este tiempo de tempestades, de guerras, de pasiones, seáis
vosotros la barquilla salvadora que cruce serenamente entre las olas de
maldad, rescatando a vuestros hermanos? 02-036.35
Bienaventurado el que se prepara por que él me escuchará de espíritu a Espíritu.
02-036.36
Orad por vuestros hermanos de esta nación en que habitáis, para que sean
pacientes con las pruebas y alcancen su purificación. Un gran destino
espiritual ha traído este pueblo sobre la Tierra y para cumplirlo es
indispensable que esté limpio, preparado y alerta. 02-036.37
Comprended que no debéis mezclar lo superfluo con las enseñanzas de mi
doctrina, debéis darla a conocer con la misma pureza con que la habéis
recibido de Mí. Extended mi enseñanza por medio de ejemplos y testimonios,
por comarcas, aldeas y provincias y haced que en ella también se fortalezcan
vuestros hermanos; Este pueblo debe multiplicarse, prepararse y vivir con
espiritualidad, porque con sus obras, llegará a ser el defensor de esta
verdad. 02-036.38
Haced méritos, oh pueblo, y lograd que por esos méritos alcancen esta
gracia, aquellos que mañana os reciban en su hogar o aquellos a quienes tengáis
que recibir en el vuestro. 02-036.39
Enseñadles a analizar y comprender que hoy he venido en espíritu a
comunicarme por medio de materias torpes y pecadoras; nadie quiere ver a Dios
en este cuerpo humano. Que escuchen la palabra, porque en ella está la
esencia divina, aquella que procede de mi Espíritu. La palabra es el Verbo y
el Verbo Soy Yo, el que os habla desde el infinito. 02-036.40
El Verbo es amor y es sabiduría que se manifiesta en palabra. Oíd esta voz,
multitudes, y no os aletarguéis, porque os encontráis en el santuario de mi
Divinidad. Tendréis que regeneraros, si no limpiáis vuestro entendimiento,
no podréis analizar mi enseñanza. 02-036.41
Bienaventurados los que van esforzándose por cumplir con mi Ley, porque, en
ellos pronto brillará la luz de la sabiduría. 02-036.42
Bendito el que lucha por el perfeccionamiento de su espíritu, porque él se
ha inspirado en el más alto ideal que pueda alcanzar un hijo de Dios. 02-036.43
Estoy puliendo vuestros corazones, porque de ellos haré brotar agua de vida
para los sedientos. 02-036.44
Llegada la hora de vuestro cumplimiento, no hagáis obras según vuestra
voluntad, ni queráis añadir a mi palabra o a mi obra vuestras ideas
imperfectas, porque caeríais en profanación y adulterio borrando vuestras
buenas obras del “Libro de la Vida Verdadera”. 02-036.45
Os revestiréis de mi verdad y penetraréis en los hogares; haréis escuchar
mi palabra y se hará la paz. 02-036.46
Unas veces seréis reconocidos como emisarios o labriegos de la doctrina
Espiritualista Trinitaria Mariana; en cambio, habrá ocasiones en que seréis
arrojados a la calle, calumniados o acusados de impostores; mas no temáis,
que si a vosotros os juzgasen, también a ellos les llegará el instante de
su juicio, y si cuando les hablasteis, no lograron abrir los ojos a la
verdad, cuando estén bajo mi juicio, recordarán vuestras palabras y
contemplarán la luz. 02-036.47
Cuando el espíritu de algún gran pecador se desprende de esta vida material
para penetrar en el valle espiritual, se sorprende al comprobar que el
infierno, como él lo imaginaba, no existe, y que el fuego del cual se le
habló en los tiempos pasados, no es sino la esencia de sus obras al
encontrarse ante el juez inexorable que es su conciencia. 02-036.48
Ese juicio eterno, esa claridad que se hace en medio de las tinieblas que
envuelven a aquel pecador, queman más que el fuego más ardiente que
pudieseis concebir, mas no es una tortura preparada de antemano como un
castigo para el que me ofendió, no, esa tortura proviene del conocimiento de
las faltas cometidas, del pesar de haber ofendido a quien le dio la
existencia, de haber hecho mal uso del tiempo y de cuantos bienes recibió de
su Señor. 02-036.49
¿Creéis que deba Yo castigar a quien con sus pecados me ofendió, cuando Yo
sé que el pecado ofende más a quien lo comete? ¿No miráis que el pecador
es a sí mismo a quien se hace mal y que no voy Yo a aumentar con su castigo
la desgracia que se ha labrado? Solamente dejo que se mire a sí mismo, que
oiga la voz inexorable de su conciencia, que se interrogue y se responda, que
recobre la memoria espiritual que a través de la materia había perdido y
recuerde su principio, su destino y sus promesas; y ahí en ese juicio, tiene
que experimentar el efecto del fuego que extermine su mal, que le funda de
nuevo como el oro en el crisol, para apartar de él lo nocivo, lo superfluo y
todo lo que no es espiritual. 02-036.50
Cuando un espíritu se detiene a escuchar la voz y el juicio dé su
conciencia, de cierto os digo, que en esa hora se encuentra ante mi
presencia. 02-036.51
Ese momento de quietud, de serenidad y claridad, no llega al mismo tiempo a
todos los espíritus; unos penetran pronto en aquel examen de sí mismos, y
con ello se evitan muchas amarguras, porque en cuanto despiertan a la
realidad y reconocen sus errores, se preparan y disponen para reparar hasta
la última de sus malas obras; otros ofuscados, ya sea por el vicio, por algún
rencor o por haber llevado una existencia de pecados, tarda en salir de su
ofuscación; otros más insatisfechos, creyendo haber sido arrebatados de la
Tierra antes de tiempo, cuando todo les sonreía, imprecan y blasfeman,
retardando así él poder librarse de su turbación, y como éstos, hay un
gran número de casos que solamente mi sabiduría conoce. 02-036.52
Tampoco existen lugares creados por Mí expresamente para la expiación de
las faltas cometidas por mis hijos. Yo os digo que no existe un mundo en
donde no haya depositado mis maravillas y bendiciones. 02-036.53
¿No decís que este mundo en que habitáis es un valle de lágrimas o sea un
valle de expiación? ¿Y quién lo hizo valle de lágrimas, Dios, o los
hombres? Yo lo formé a imagen del paraíso celestial, sembrándolo de
maravillas y complacencias, pensando hasta en lo más pequeño e
insignificante para haceros felices, y sin embargo, dentro de un mundo
formado así, para el bienestar y el adelanto, para el deleite y la elevación
espiritual de la humanidad, los hombres sufren, lloran, se desesperan y se
pierden. 02-036.54
Mas vuelvo a deciros que Yo no hice este mundo para el dolor dé los hombres;
los mundos son lo que sus moradores quieren
que sean. Ved cuanto ha deformado la verdad el hombre con sus malas
interpretaciones, cuán distinto ha interpretado el sentido figurado con el
que se le ha revelado la vida espiritual. 02-036.55
Ni oscuridad, ni fuego, ni cadenas existen en el inmenso valle espiritual. 02-036.56
Remordimientos y torturas que provienen de la falta de saber, sufrimiento por
carecer de espiritualidad para disfrutar aquella vida, esto y más existe en
la expiación de los espíritus que llegan manchados o sin preparación a los
umbrales de la vida espiritual. Ved cómo el pecado, las imperfecciones o la
perversidad de los hombres, no puedo tomarlos como ofensa hecha al Padre,
sabiendo que el mal se lo hacen los hombres a sí mismos. 02-036.57
Tampoco la tierra se ha manchado; ella es tan buena y tan limpia como cuando
brotó del Padre, por eso no os pediré que le devolváis su pureza, ya que
ella no se ha apartado de su destino, de ser madre, albergue y hogar para los
hombres; en cambio, a la humanidad sí le pediré que se arrepienta, que se
regenere, que purifique su espíritu y su cuerpo, en una palabra, que retorne
a su pureza original, ostentando además en su espíritu, la luz conquistada
a través de la evolución, de la lucha y de la práctica de la virtud. 02-036.58
Deteneos en esta página, discípulos, no volváis la lección de este libro
sin antes haberla grabado en vuestra mente y de haber meditado largamente en
ella. En verdad os digo, que os servirá en esta vida y os facilitará el
camino en aquella que os espera. 02-036.59
La lección os la he dado en partes, a través de tiempos y de eras. Hoy os
parece que lo que os estoy enseñando será lo último, porque en vuestra
mente no concebís mayor perfección en una doctrina espiritual, sin embargo,
mi última palabra no es ésta, ni tampoco que esta manifestación dada a
través del entendimiento humano, sea la última lección; y para que no penséis
más en esto, ahora os digo que mi última palabra, mi última lección,
nunca llegará a vosotros, siendo Yo el Verbo Eterno, es natural que Yo os
hable y os ilumine eternamente porque no tengo principio ni fin. ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 37 02-037.01
En todos los tiempos han existido entre la humanidad, hombres de gran luz
espiritual, hombres que han venido a iluminar el camino de evolución de sus
semejantes. 02-037.02
¿De dónde han venido a la Tierra esos seres? ¿Acaso de mundo inmediato en
el cual habitan los que han de volver a este planeta? No, pueblo, Yo os digo
que por el saber y la bondad de los seres podréis deducir el mundo del cual
han venido. 02-037.03
Los grados de elevación espiritual son una escala infinita en la eternidad,
pero ese recorrido hacia la perfección está formado por siete etapas, de
las cuales tenéis un reflejo en la vida humana, la que también está
dividida en siete grados de evolución. 02-037.04
Todas las partes del hombre deberán desarrollarse y evolucionar para
alcanzar la luz que deben tener y lograr la verdadera espiritualidad. 02-037.05
Su materia, su mente, su moral, su espíritu y todo su ser, deben pasar por
esas siete grandes lecciones, por esas siete pruebas, de las cuales saldrá
purificado, lleno de luz, de serenidad, de fortaleza, de conocimiento y de
experiencia. Entonces estará en condiciones de comprender que en su espíritu
existe el reino de Dios. 02-037.06
La obediencia a la voluntad divina, la sensibilidad para saber interpretar la
inspiración espiritual, la comunicación con el Padre y con el mundo
espiritual a través del pensamiento, son los adelantos en vuestra evolución
que os tiene reservados el nuevo tiempo. 02-037.07
Ya tuvo la humanidad épocas en las cuales vivió para el placer material,
otras en las que fue tras el poder, el dominio y las riquezas temporales;
otras en que desarrolló algunos sentidos buscando la belleza de todo lo que
le rodeaba; otras en que buscando la paz del espíritu, penetró por
la senda de la religión, y otras en que ha querido hacer de esta Tierra su
reinado, de esta vida su eternidad y de la materia su dios. 02-037.08
Este es un tiempo decisivo para la vida del hombre, y si observaseis con
detenimiento, descubriríais en todos los órdenes, en todos los elementos y
fuerzas, una lucha gigantesca, una gran batalla. 02-037.09
Es el fin de una etapa, humanidad; mas no sabéis en qué instante se inicie
el nuevo tiempo, eso sólo yo os lo diré, Yo, el Cordero que desata los
Sellos. Aún vivís el tiempo de la sexta revelación, en el que los,
acontecimientos se suceden en cumplimiento de las profecías. 02-037.10
Cuántas religiones, cuántas sectas y doctrinas van a caer bajo la espada de
luz de mi verdad y cuántas ciencias y teorías van a quedar sepultadas en el
olvido, cuando el nuevo día asome y se haga el silencio y la paz en los
corazones y haya verdadera oración y espiritualidad en los hombres. 02-037.11
No serán las religiones las que se unan, porque sus diferencias no se lo
permiten; serán los hombros los que se unan en la ley de amor, de justicia y
de verdad que solamente procede de Dios. 02-037.12
Esta humanidad indiferente a toda inspiración divina, no se da cuenta de que
está en los umbrales del tiempo más trascendental para su espíritu, mas ya
despertará de su letargo cuando contemple los anuncios que aún faltan de mi
presencia entre los hombres, porque todos tendréis que estar velando cuando
el Séptimo Sello se abra para entregaros su luz. 02-037.13
Por ahora con mi palabra estoy preparando a este pueblo para que se levante
inspirado en la verdad, enseñando a sus hermanos las lecciones de amor de mi
doctrina. 02-037.14
Alimentaos sólo de verdad y rechazad todo lo que no encierra pureza y de
vosotros brotarán los hijos de la luz. 02-037.15
Dejad que la niñez vea en vosotros elevación espiritual para que tenga en
esta vida una senda segura que seguir. 02-037.16
Velad por todos los niños a quienes pueda vuestro corazón brindar un latido
de amor, un pensamiento de ternura y habréis hecho con ellos caridad con
vuestras obras enseñad el amor a toda la humanidad. 02-037.17
Yo velaré por todos aquellos por quienes no podáis velar y no permitiré
que la mala simiente que los hombres cultivan en este tiempo contamine y
confunda a aquellos espíritus. 02-037.18
Yo soy quien envía a los espíritus a encarnar de acuerdo con la ley de
evolución y en verdad os digo, que no serán las influencias de este mundo
las que hagan variar mis planes divinos, porque por sobre todas las
ambiciones de poder se hará mi voluntad. 02-037.19
Cada ser humano trae una misión a la Tierra, su destinó está trazado por
el Padre y su espíritu ungido por mi caridad. En vano los hombres hacen
ceremonias y ungen a los pequeños; de cierto os digo, que en ninguna edad
material, serán las aguas las que purifiquen al espíritu de sus faltas a mi
ley. Y si Yo envío a un espíritu limpio de todo pecado, ¿de qué mancha le
purifican los ministros de las religiones con el bautizo? 02-037.20
Tiempo es de que comprendáis que el origen del hombre no es un pecado, sino
que su nacimiento es el resultado del cumplimiento de una ley natural, ley
que no sólo el hombre cumple, sino todas las criaturas que forman la
naturaleza. Comprended que os he dicho el hombre y no su espíritu; el hombre
tiene mi potestad para crear seres semejantes a él, mas, los espíritus solo
brotan de Mí. 02-037.21
Crecer y multiplicarse es ley universal; lo mismo brotaron los astros de
otros astros mayores, que la semilla se multiplicó y jamás he dicho que en
ese hecho hayan pecado u ofendido al Creador. ¿Por qué vosotros al cumplir
con ese divino mandato, habíais de ser después juzgados como pecadores?
Comprended que el cumplimiento de la ley jamás podrá manchar al hombre. 02-037.22
Lo que mancha al hombre y aparta el espíritu del camino de evolución, son
las bajas pasiones, el libertinaje, el vicio, la lujuria, porque todas ellas
van en contra de la ley. 02-037.23
Estudiad y escudriñad hasta que encontréis la verdad, y así dejaréis de
llamar pecado a los mandatos del Creador de la vida y podréis santificar la
existencia de vuestros hijos con el ejemplo de vuestras buenas obras. 02-037.24
Cuando recordáis que os he dicho que Yo vengo de lo infinito, vuestro pecho
suspira tristemente pensando en la distancia que os separa de vuestro Padre,
entonces esforzáis vuestra mente para elevarla hacia Mí, y a través de
ella, a vuestro espíritu, hasta donde imagináis que existe la morada
divina. A veces quedáis satisfechos con vuestra oración, pero hay ocasiones
en que no quedáis conformes porque os ha quedado la impresión de que no
lograsteis llegar al sitio donde habita el Espíritu Divino. 02-037.25
Escuchad, discípulos: Ese infinito de que os hablo, nunca lo podréis medir
con vuestra mente. Ese infinito os habla de ternura, de luz, de pureza, de
sabiduría, de amor, de perfección, porque todo ello no tiene principio ni
fin, ya que son atributos de Dios. 02-037.26
Dicho esto, comprended cuándo en mi palabra os hablo de mi amor hecho hombre
y mi ternura hecha mujer. 02-037.27
Yo no tengo un sitio determinado o limitado para habitar en el infinito,
porque mi presencia está en todo lo que existe, lo mismo en lo divino, que
en lo espiritual o en lo material. De Mí no podréis decir en qué dirección
está mi reino, y cuando elevéis vuestra mirada a las alturas, señalando
hacia los cielos, hacedlo sólo como algo simbólico, porque vuestro planeta
gira sin cesar y en cada movimiento os presenta nuevos cielos y nuevas
alturas. 02-037.28
Con todo esto quiero deciros que entre vosotros y Yo, no existe ninguna
distancia y que lo único que os separa de Mí son vuestras obras ilícitas
que ponéis entre mi Ley perfecta y vuestro espíritu. 02-037.29
Mientras mayor sea vuestra limpidez, más elevadas vuestras obras y más
constante vuestra fe, me sentiréis más próximo, más íntimo, más
accesible a vuestra oración. 02-037.30
Así como también cuando más os apartéis de lo bueno, de lo justo, de lo
licito y os entreguéis al materialismo de una vida obscura y egoísta, tendréis
que sentirme cada vez más distante de vosotros; conforme vuestro corazón se
vaya apartando del cumplimiento de mi Ley, más insensible será a Mí divina
presencia. 02-037.31
Comprended por qué he venido en este tiempo a manifestar mi palabra en esta
forma y a prepararos para la comunicación de espíritu a Espíritu. 02-037.32
Vosotros, creyéndome infinitamente distante, no supisteis venir a Mí, Yo os
he buscado para haceros sentir mi divina presencia y demostraros que entre el
Padre y sus hijos no hay espacios, ni distancias que les separen. 02-037.33
Comprended también que si me he comunicado a través de vuestro
entendimiento, acortando aquella distancia espiritual que os separa de Mí,
ha sido una gracia que os ha concedido vuestro Padre, una prueba más de su
misericordia, en atención a vuestra pequeñez y a vuestra falta de
espiritualidad. 02-037.34
Por esa razón, este tiempo de gracia de mi comunicación por el
entendimiento de estos portavoces, será breve, porque no es un don que hayáis
logrado por vuestra espiritualidad y méritos para que pueda formar parte de
vuestras conquistas espirituales. Vuelvo a deciros que ha sido una gracia que
os he concedido, y que una vez que haya finalizado 1950, haré cesar esta
forma de comunicación, en espera de que con vuestros méritos volváis a
sentirme más próximo a vosotros en la comunicación de espíritu a Espíritu.
02-037.35
Esa nueva comunicación será profundamente espiritual, sencilla, natural,
pura y perfecta. Ella señalará el principio del fin de todo culto
imperfecto, idólatra, fanático, oscuro y abrirá el santuario de vuestro
ser, para que en él more mi Espíritu por la eternidad. 02-037.36
No habrá éxtasis exterior, ni misticismo, ni ostentación de ninguna
especie, sólo habrá limpidez, respeto y verdad, en una palabra:
Espiritualidad. 02-037.37
Pensad en todas las maravillas que puede encerrar para vosotros el
cumplimiento de esta promesa y disponeos a empezar a hacer méritos para que
con ellos lleguéis a conquistar esa gracia que os reservo y que vendrá a
formar parte de vuestra vida misma, por lo que ya no habrá como ahora, una
fecha señalada para su término, porque siendo algo esencialmente divino,
tendrá que ser vuestro eternamente. Entonces comprenderéis cuál es la
aproximación del reino de los cielos entre la humanidad. 02-037.38
Ahora os digo: Trabajad en la Tierra, pero hacedlo con fe con verdadero amor
hacia vuestros hermanos y no os faltará el sustento. 02-037.39
Si las aves que no hilan ni siembran, jamás carecen de abrigo ni de
alimento, ¿por qué vosotros vais a carecer de mi caridad siendo los bien
amados? Sería necesario que vuestra maldad e ingratitud os llevaran a
rechazar mis beneficios para que perecieseis de hambre o de frío. 02-037.40
Yo soy la vida, el calor y la luz. Yo soy el pan y el agua cristalina y he
venido, de nuevo a resucitar muertos y a despertar a los que viven en
tinieblas a una vida de luz. 02-037.41
Ha mucho tiempo que está profetizado que todo ojo me verá, y Yo estoy
presente, dispuesto a dejar contemplar mi verdad por la humanidad. 02-037.42
¿Qué les falta a los hombres para poder verme, sentirme y comprenderme?
Espiritualidad. La espiritualidad sensibiliza al hombre, tanto en su espíritu,
como en su materia. Cuando se haya purificado y de su corazón se eleva la
verdadera oración hacia Mí, por vez primera me sentirá delante de él,
percibirá mi ternura, se sentirá bañado en mi amor infinito y exclamará:
"He visto al Señor, le he sentido dentro de mi corazón". 02-037.43
Si encontrar en la Tierra un justo, le tomaría como instrumento para daros
enseñanzas y ejemplos a través de él, pero de cierto os digo, que en toda
la redondez de la Tierra no he encontrado un justo. 02-037.44
¿En dónde están los justos del Primero y Segundo Tiempos, para que
pudieseis analizar su virtud, su fidelidad y celo en el cumplimiento de mi
Ley su fe y su fortaleza? Ellos viven en el reino espiritual, y aunque
trabajan para vosotros, no les veis ni les sentís, porque vuestra
materialidad es todavía el espeso velo que no os deja contemplar lo
espiritual. 02-037.45
Vais como náufragos, azotados, por las furiosas olas de las pasiones,
envueltos en las sombras de una noche muy larga; en medio de esa tempestad me
he presentado y mi caridad ha sido como un faro que ilumina la ruta que os
conduce al puerto salvador 02-037.46
Más ¿acaso pensáis que vengo a dar a vuestro espíritu el don de poder
mirar más allá de esta vida material? No, pueblo, no
vengo a concederos un don
nuevo, ni un nuevo atributo, todo lo traéis desde vuestro principio, mas debéis
comprender que sólo ha brillado en vuestro ser aquello que habéis
desarrollado y utilizado, en cambio lo que habéis olvidado, descuidado o
ignorado, ha permanecido oculto, aunque latente, porque lo que doy nunca os
lo quito. 02-037.47
Muchas potencias ocultas, han permanecido dormidas en vuestro ser, en espera
de que mi voz venga a despertarlas. Mas ya llegó el tiempo de la resurrección,
en el que escucharéis todos la misma voz que oyó Lázaro más allá de esta
vida, cuando le dije: "Levántate y anda". 02-037.48
Bienaventurado el que ha sabido esperar mi llegada, porque su despertar será
completo y su espiritualidad le permitirá ver todo lo que contiene el nuevo
mensaje. 02-037.49
Trabajad con amor, lo mismo en lo material que en lo espiritual y tendréis
mi paz. Aprended a ser perseverantes hasta lograr recoger el fruto de
vuestros sacrificios y de vuestras luchas. 02-037.50
Amad para que logréis alcanzar vuestra evolución espiritual, porque Yo os
pregunto, humanidad: ¿Qué habéis hecho de vuestro espíritu? Espíritus:
¿Qué habéis hecho de la materia que os he confiado? Ni unos ni otros podréis
responderme, porque estáis muy lejos de daros cuenta de la gravedad de
vuestras faltas y de vuestras flaquezas. Sólo yo puedo juzgar vuestras obras
y por eso os envío este rayo de luz para que os miréis en el espejo de mi
verdad, iluminados por vuestra conciencia. 02-037.51
¿Habéis olvidado que vuestro espíritu está sujeto a la ley de evolución
de la que no debéis de huir? ¿Qué fue de la esencia primera que deposité
en vuestro corazón, que es la semilla de amor, de vida y elevación? Ya no
entendéis estas palabras, tal parece que os hablo en un idioma desconocido
para vosotros. 02-037.52
Amar fue el fin para el que fuisteis creados. Amar a vuestro Padre y en Él a
todos vuestros hermanos; He ahí la ley, y eso es precisamente lo que habéis
olvidado y borrado de vuestro espíritu. 02-037.53
A cada paso la vida os hace sentir y pagar con intenso dolor vuestros
errores, pero en vez de deteneros a meditar y a reconsiderar vuestros hechos,
dejáis que vuestro corazón se endurezca y se envenene más. 02-037.54
No habéis querido escuchar a las voces que se han acercado a vosotros para
deteneros en vuestra insensata carrera y habéis llegado a la orilla del
abismo en donde estáis próximos a caer arrastrando con vosotros a vuestros
hermanos. 02-037.55
¿Quién de vosotros puede imaginar cómo es el fondo de ese abismo que con
tanto odio y perversidad habéis abierto? Nadie, nadie puede imaginar las
tinieblas ni el dolor acumulado durante siglos, milenios y eras en ese
inmenso cáliz de amargura. 02-037.56
Yo pregunto a los hombres de este tiempo, que se consideran los más
adelantados en toda la historia de este mundo. ¿No habéis encontrado con
todo vuestro talento, una forma de hacer la paz, de alcanzar el poder y de
lograr la riqueza, que no sea matando a vuestros semejantes, destruyendo o
esclavizándolos? ¿Creéis que vuestro adelanto sea verdadero y real, cuando
moralmente os arrastráis por el cieno y espiritualmente vagáis entre
sombras? Yo no combato la ciencia, puesto que Yo mismo la he inspirado al
hombre; lo que censuro es el fin para el que a veces la aplicáis. 02-037.57
Os quiero grandes de entendimiento, sabios en las enseñanzas de que os he
rodeado; pero teniendo siempre por faro a vuestra conciencia en todos
vuestros pasos en la vida. Entonces veréis no sólo desarrollarse las
virtudes en vuestro espíritu, sino que también contemplaréis cómo llega
la salud y la fortaleza a vuestra materia. 02-037.58
Recordad que os dije: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda
palabra de Dios", queriendo enseñaros con ello que en vuestro ser
existe una naturaleza a la cual no podréis conformar tan sólo con lo que en
este mundo poseéis, sino que tendréis que buscar para satisfacerle, aquello
que existe más allá de lo material, es decir, de lo que sólo se encuentra
en la región perfecta de donde procede el espíritu: Dios. 02-037.59
Mi luz no os ha faltado un instante, pero sois como las frías losas que
cubren los sepulcros, que por momentos se tibian para luego volver a
enfriarse. 02-037.60
Mi poder y mi paciencia son inagotables y si queréis que al borde del abismo
os dé una prueba más de amor, os lo concederé, pero debo deciros que en
ese infinito amor que voy a demostraros una vez más, estará presente mi
justicia sabia e inexorable. 02-037.61
Para ayudaros debéis tener confianza en Mí, mas estad alerta y prevenidos
para la lucha. Sed los guerreros, pero no de los que destruyan la vida de
vuestros semejantes, sino de los que construyan con amor, con moral, con paz,
con buenas obras. 02-037.62
No permitáis que las necesidades o la opresión os hagan retroceder hacia la
materialidad; por el contrario, levantaos llenos de espiritualidad ante las
acechanzas y las pruebas. De cierto os digo que si sabéis aprovechar esas
pruebas y vicisitudes, por medio de ellas podréis elevaros a una vida
superior, haciéndoos fuertes, nobles, fervientes discípulos del amor de
vuestro Padre. 02-037.63
A los hombres y mujeres que como padres de familia se presentan delante de mi
cátedra, les digo que se revistan de fortaleza, de luz y de paz, porque
grandes acontecimientos se aproximan a la Tierra y deben permanecer serenos
en su puesto. 02-037.64
Buscad siempre lo que dé honra y fortaleza a vuestros hijos y apartad de su
camino los errores que pudieran constituir para ellos un tropiezo. 02-037.65
No he olvidado las promesas que me hicisteis de apartaros de la materialidad
para reintegraros al camino espiritual que es la ley del amor y de la caridad
que siempre está iluminado por la luz de vuestra conciencia. 02-037.66
Es necesario que una vez que hayáis afirmado vuestros pasos en este sendero,
os olvidéis de vosotros mismos, para fijar vuestra atención en las
necesidades de vuestros hermanos. 02-037.67
Entonces veréis que en todos aquellos que dejasteis pasar con indiferencia,
había un cáliz amargo, una herida o una pesada cruz. 02-037.68
¡Cuántos corazones hay que calladamente van llorando sus penas sin que
nadie lo note! ¡Cuántas amarguras se ocultan tras de una sonrisa que
vosotros no sabéis comprender! Pero Yo, que siento cada angustia y cada
dolor, que leo los corazones, os digo: Preparaos para que desarrolléis la
intuición y podáis leer en el interior de vuestros hermanos, porque no
siempre los corazones se abrirán ante vosotros para mostraros su dolor. 02-037.69
Para esas quejas ocultas, para ese llanto interior, para esa tristeza que no
se muestra en la faz de los que sufren, es necesario penetrar en los
corazones, lo que sólo se logra con la espiritualidad que hace que florezca
en vosotros la caridad. 02-037.70
¡Ah, sí supieseis que es mucho lo que podéis dar y hacer en medio de
vuestra pobreza! Pero todavía estáis tan materializados, que muchos creéis
que sólo con dinero podéis hacer buenas obras; por eso he tenido que venir
a vosotros para deciros que no es justo que vayáis llorando de dolor, de
hambre y de miseria, sin daros cuenta de que vais doblegados por el peso del
tesoro que lleváis, sin percataros de ello. 02-037.71
No, no es sólo el fardo de vuestros pecados lo que os agobia, humanidad; es
que vuestra materia, debilitada cada vez más en las pasiones y luchas de
esta vida, es incapaz de resistir la fuerza, la potencia de su propio espíritu,
el cual pugna por liberar a su materia de sus flaquezas. 02-037.72
Recordad la noche en que nací en cuanto hombre; era fría y obscura, pero no
tanto como es el corazón de la humanidad en este tiempo. Aquella noche,
mientras mi Espíritu se llenaba de gozo por haber llegado a morar entre los
hombres, éstos dormían con sueño profundo, insensibles a mi presencia,
ignorando que había llegado el Prometido. Ahí empezó mi calvario. 02-037.73
Fue la paja la que sirvió de cuna al recién nacido y el calor de las
humildes bestias, el único que aquella familia tuvo en el instante de mi
advenimiento. 02-037.74
Vosotros creéis que la Naturaleza es insensible a las manifestaciones
divinas, mas éste es un error humano, porque fuera de vosotros, todo lo
creado, desde lo más grande hasta lo más pequeño, está sujeto a mi ley de
la que no podrán apartarse. Sólo el hombre que ha sido formado distinto a
todas las criaturas, porque tiene espíritu, conciencia y libre albedrío, es
quien permanece insensible a mi Divinidad. 02-037.75
¿Por qué vosotros habéis endurecido a tal grado vuestro corazón que no
sentís la presencia, ni escucháis la voz de vuestro Padre? Por razón de
vuestro libre albedrío. Ahora no vine en cuanto hombre y sin embargo, he
sentido el frío del corazón falto de amor con que me ha recibido la
humanidad. 02-037.76
No penséis que sólo en este punto de la Tierra, en donde se escucha esta
palabra, sea el único lugar en donde me hago presente a mis hijos, porque en
verdad os digo que mi manifestación es universal en diversas formas. 02-037.77
Elías, habiéndose manifestado entre vosotros como Precursor de mi
comunicación por el entendimiento humano, no sólo vino a este país donde
habitáis; él pasó de un lugar a otro de la tierra anunciando el nuevo
tiempo, anunciando la aproximación del Reino de los Cielos. 02-037.78
De todas partes surgieron voces que os anunciaban mi llegada: la naturaleza,
estremecida conmovió la Tierra; la ciencia se abismó ante nuevas
revelaciones; el valle espiritual se precipitó sobre los hombres; y a pesar
de ello, la humanidad permaneció sorda ante aquellas voces, heraldos de una
nueva era. 02-037.79
Un torrente de luz divina descendió para sacar de sus tinieblas a los
hombres, pero éstos, egoístas y materializados, lejos de aspirar al
perfeccionamiento del espíritu, al mejoramiento moral de su vida en la
Tierra, tomaron aquella luz para labrarse tronos y glorias, comodidades y
placeres de la materia y cuando lo creyeron necesario, armas para destruir la
vida de sus semejantes. Sus ojos se cegaron bajo la intensidad de mi luz, y
su vanidad les ha perdido, mas Yo os digo que por la misma luz, encontrarán
la verdad, descubrirán el camino y se pondrán a salvo. 02-037.80
Los que han sabido recibir en su entendimiento esta luz, y la han tomado como
un divino mensaje, han hecho que su conciencia guíe sus pasos y norme sus
obras, porque han tenido el presentimiento de que "El Señor ha vuelto y
de que está con los hombres". 02-037.81
Los representantes de las diversas sectas y religiones no han querido
recibirme, su corazón, su dignidad y su falsa grandeza les impide aceptarme
en Espíritu; por eso, en este tiempo se han formado en toda la Tierra
grupos, hermandades y congregaciones de aquellos que sienten la presencia del
nuevo tiempo, de los que buscan la soledad para orar y recibir las
inspiraciones del Señor. 02-037.82
Vosotros, hijos míos, sois de esas multitudes que se han ido formando bajo
la luz de una inspiración divina, aunque debo deciros que por gracia,
vosotros tenéis esa inspiración convertida en palabra humana; por ello debéis
velar, orar y meditar mucho para que no caigáis en confusión o desviéis la
finalidad de esta doctrina espiritual. 02-037.83
¿Qué podría perderos en el camino? La vanidad, pueblo. 02-037.84
En verdad os digo, que esta inspiración triunfará entre los humildes, entre
los caritativos y entre los que anhelan la verdad, la justicia y la paz. 02-037.85
La paz y la fortaleza que alcancéis en la oración os hará diligentes e
infatigables sembrando el bien, levantando a los caídos, encendiendo la fe y
siendo la bendición y el consuelo entre todos los pueblos de la Tierra. ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 38 02-038.01
Recibo a los postreros y derramo en ellos la misma luz que entregué a los
primeros para que se levanten y den a conocer mi doctrina. 02-038.02
Corto es el tiempo en que aún escucharéis mi palabra, pues os he anunciado
que en 1950 os dejaré de hablar, y después de este tiempo no resonará mi
voz a través del entendimiento humano. El que la oyó y creyó, se sentirá
satisfecho y fuerte, mas el que habiéndole escuchado la puso en duda, se
confundirá. En cambio muchos que nunca me escucharon, buscarán a mis discípulos
para preguntarles lo que aprendieron del Maestro. 02-038.03
Buscad la luz y quien la posea, ayude a encontrarla a todos los que en
tinieblas caminan, porque quien lleva confusión durante esta vida, al
penetrar en el valle espiritual, su turbación es mayor. Por eso en los tres
tiempos he estado ayudando a todos mis hijos mostrándoles el sendero por
donde deben elevarse por medio de la evolución de su espíritu. 02-038.04
De la vida del espíritu os he revelado todo lo que vais pudiendo comprender,
hoy vengo a mostraros una página más profunda de ese conocimiento. 02-038.05
Este es el tiempo en que os profeticé que todo ojo me vería. Todo espíritu
me escuchará y cuando esta doctrina haya sido comprendida por la humanidad,
no volverán los hombres a caer en idolatría, ni en fanatismo, porque habrán
aprendido a elevar su espíritu hacia Mí, con la sencillez y la pureza que
da la espiritualidad. 00-038.06
Lentamente va despertando el espíritu de la humanidad al escuchar en la voz
de su conciencia el eco de la campana celestial; es el espíritu de Elías,
es la voz del que clama en el desierto, enviado invisible de este tiempo,
quien como un pastor, llama con amor a sus ovejas para que con mansedumbre
penetren en el redil de paz que les espera. 02-038.07
Quien juzgue extraño que Yo deje mi reino por venir en busca de pecadores,
de cierto no me conoce. Dejo a los justos, porque ellos están a salvo y todo
lo poseen, vengo hacia los desheredados, los perdidos y los manchados porque
también son mis hijos, a quienes amo como a los justos y porque quiero
llevarles a mi morada para que gocen de su Padre. 02-038.08
Si sólo amase a los justos y a los pecadores los despreciara ¿consideraría
vuestra conciencia que el Padre obraba con justicia? 02-038.09
Os estoy enseñando la forma en que debéis lavar vuestras manchas y
justificaros ante Mí, haciendo el bien a vuestros hermanos y practicando la
caridad en sus diversas formas. Hoy mismo podéis participar de lo que habéis
aprendido; también podéis visitar a los enfermos y ungirles con vuestro
amor en mi nombre, que en vuestra fe hallaréis la potestad para curar y
vuestra caridad será el mejor bálsamo. Nadie dude de sí tendrá don para
hacerlo o no. 02-038.10
No temáis hacer la caridad porque os consideréis pobres. En el Segundo
Tiempo, estando Jesús con sus discípulos, les mostró este ejemplo.
"Un publicano penetró en el templo y dejó una moneda como limosna,
después un fariseo bien ataviado, depositó siete monedas, dejándolas caer
una a una para que fuese contemplada su obra y todos viesen que su dádiva
era grande. Más tarde, una mujer enferma y pobre se postró a orar y luego
depositó dos monedas de poco valor que eran todo lo que poseía. Jesús les
dijo a sus discípulos: Mirad, quien creyó dar más dio menos y ésta que
dio menos ha dado más, porque dio todo lo que tenía y con ello el pan que
había de comer ese día". 02-038.11
A vosotros que me escucháis os haré comprender cuánto lleváis con
vosotros, para que nunca os sintáis menesterosos ante los verdaderos
necesitados. 02-038.12
Vosotros sois de los que en otros tiempos se dijo que viviríais en el tiempo
del Espíritu Santo. Esta es la era de la luz en que todo espíritu abrirá
los ojos a la verdad. Ya mi hoz comenzó a cortar la cizaña de raíz. No os
extrañéis de que Yo haya venido, cuando el mundo está ocupado en guerras;
así estaba predicho. 02-038.13
Tanta luz ha contemplado el hombre a través de la ciencia que se ha cegado,
mas pasada esa confusión, con mi caridad distinguirán el verdadero camino y
en él me encontrarán rescatando y salvando a los Perdidos como hace el
pastor con las ovejas descarriadas. 02-038.14
No me he humanizado entre vosotros en este tiempo, sólo he venido como luz
que desde mi reino envío a vuestro espíritu. Desde el infinito os estoy
inspirando, para que el mañana vuestro espíritu pueda elevarse hasta Mí en
su oración. 02-038.15
Hoy debéis hacer que con vuestra preparación vuestro espíritu se purifique
y sienta mi presencia entre vosotros Espiritualmente
para que sepáis recibir lo que pidáis, que nunca será demasiado para Mí.
No olvidéis las necesidades de vuestro espíritu abrumado por las exigencias
de vuestra materia. Ved que lo que más falta os hace, es la enseñanza
divina y ahora que ella se está desbordando en esta forma, buscadla,
analizadla y ponedla en práctica con obras de amor hacia vuestros hermanos. 02-038.16
Quiero contemplar en vosotros comprensión para mi doctrina y enmienda en
vuestra vida, que esta obra que he venido a revelaros la guardéis cual joya
de infinito valor, que no os envanezcáis de poseer esta gracia, ni la neguéis
a ningún necesitado y mucho menos que lucréis con ella. 02-038.17
En verdad os digo que el templo del Sexto Sello no será jamás mercado ni
cueva de ladrones. Este santuario que está en lo espiritual, tiene abiertas
sus puertas para que en él penetren todos mis hijos. Ahí, el pecador
encontrará salvación, desaparecerán los odios, la sed de venganza y las
malas inclinaciones. 02-038.18
Estáis siendo preparados para que prediquéis esta buena nueva con verdadera
fe y valor. Quiero también que la interpretación que deis de mi palabra sea
justa, para que vuestra práctica sea limpia. No quiero que entre mis discípulos
haya fanáticos, puritanos ni místicos, sino que la elevación de vuestro
espíritu sea interior y todos vuestros actos exteriores sean sencillos y
naturales. Que cuando este pueblo se multiplique como las estrellas del cielo
y como las arenas del mar, sea de verdaderos discípulos de mi enseñanza
espiritual, para que sean los explicadores de la palabra que escucharon, y
los que con sus obras testifiquen la verdad de mi doctrina. 02-038.19
No temáis al tiempo en el que tendréis que hablar; no desconfiéis de Mí
ni aun de vosotros, os he dicho: Que en la hora de la prueba no vais a pensar
lo que vais a decir, que os bastará vuestra fe y elevación, para que mi luz
divina hable por vuestros labios. Si los hombres os piden explicación o análisis
de la inspiración que habéis tenido, también Yo os haré comprender la
verdad de mis revelaciones, para que la podáis explicar a vuestros hermanos.
Entre los emisarios irán mis profetas con la misión de despertar a los
pueblos, mas no harán lo que el profeta Jonás, que habiendo ido a amonestar
a un pueblo pagano y pecador, anunciándoles calamidades, sufrimientos,
plagas y enfermedades si no se regeneraban. Cuando llegó el tiempo del
cumplimiento de su profecía, con gran sorpresa contempló que sus palabras
no se habían realizado, porque en lugar de calamidades como él había
anunciado, aquel pueblo gozaba de paz, de salud y bienandanza. Entonces el
profeta avergonzado, retirose a la soledad y ahí, hablando a su Señor le
dijo: ¿Por qué la palabra que en mi boca pusisteis no se ha cumplido? He
aquí, que ante aquellos hombres en vez de pasar por vuestro profeta, pasó
por un impostor. Mas entonces escuchó la voz del Padre que le respondía así:
Yo os envié a que anunciarais las pruebas que habrían de acontecer si
aquellas multitudes eran sordas a mi palabra, mas os escucharon y se
arrepintieron; derrumbaron sus falsos dioses y se postraron para adorarme,
lloraron reconociendo sus faltas y con temor esperaron mi justicia. 02-038.20
Yo les contemplé preparados y en vez de aflicciones les envié alegría y
paz. ¿Creéis que Yo sólo por cumplir vuestra palabra, según vos la entendéis,
había de herir a miles? Si vos no sentís a uno, Yo siento a todos. La
palabra que disteis, fue para que se regeneraran y con ello evitaran
vicisitudes, ellos se arrepintieron y por eso helos ahí llenos de júbilo y
de fe en el Dios verdadero. 02-038.21
Tened presente estas lecciones, discípulos, que son ejemplos que os serán
útiles en vuestro camino. En vosotros existen los dones de videncia, sueños
proféticos e intuición para que miréis iluminado siempre vuestro sendero y
pongáis alerta a vuestros hermanos. 02-038.22
Vuestra misión es prevenir, despertar, anunciar, mas tened en cuenta, que si
vuestros hermanos oran, entonces podrán variar los acontecimientos, mas no
por ello os vais a sentir defraudados, ni vais a perder la fe. Vuestro
destino se reduce a evitar penas y a proporcionar paz, si con vuestros dones
lográis este resultado, debéis estar satisfechos. Velad por la paz de la
humanidad, formad entre todos un santuario en cuyo interior puedan vuestros
hermanos encontrar salvación, paz e inspiración. 02-038.23
Venid y comed de este pan que es mi palabra, para que mientras alimentáis
con mi gracia a vuestro espíritu, Yo calme mi sed de amor entre vosotros.
Cuando habéis amado a vuestros hermanos, me habéis amado a Mí. Cuando habéis
perdonado a vuestros enemigos, os habéis reconciliado conmigo y venís a
depositar en el altar de vuestra fe, la ofrenda de vuestros méritos, ofrenda
siempre grata a mi Divinidad. 02-038.24
Oíd: Yo soy quien os formó a mi imagen y semejanza. Yo soy el único Dios,
nadie ha existido antes que Yo, mi Espíritu no fue creado, soy eterno,
siempre he sido y siempre seré. 02-038.25
Os he revelado mi existencia y la Trinidad que existe en Mí. Esa Trinidad
que reconocéis en el Padre que es Jehová, quien os entregó la ley en el
Primer Tiempo; en el Verbo que, a través de Jesús, os enseñó el amor en
el Segundo Tiempo y en el Espíritu Santo que os llena de luz y sabiduría, y
os explica todas las revelaciones en este Tercer Tiempo, en que vibra en todo
espíritu y se comunica entre vosotros a través del entendimiento humano. 02-038.26
El Padre anunció por boca de sus profetas la llegada de Cristo, y Jesús
anunció la manifestación del Espíritu Santo, del Espíritu de Verdad. Son
las tres fases con las cuales me he mostrado a la humanidad, la ley, el amor
y la sabiduría. Tres potencias y un solo Dios, tres potencias y una sola
voluntad, un solo amor. 02-038.27
Si el Padre es eterno, el Hijo lo es también porque el Verbo Divino que habló
en Jesús siempre ha sido en el Padre, es eterno el Espíritu Santo porque es
la sabiduría de Dios que siempre ha estado en Él. Pues bien, si al hombre
lo formé a mi imagen y semejanza, quiere decir que en él existe la imagen
de esa Trinidad, en él puse las tres potencias, o sean: carne, espíritu y
conciencia. Un solo ser formado de tres naturalezas: La material, el cuerpo;
La espiritual, el espíritu y la divina, la conciencia. 02-038.28
En lo más elevado de vuestro espíritu brilla una chispa de mi inteligencia
divina que es vuestra conciencia, por lo que sois, en verdad, hijos de mi Espíritu.
02-038.29
De la dicha de ser padre, quise que participaras y os hice padres de los
hombres para que forjaseis seres semejantes a vosotros en los que encarnarían
los espíritus que Yo os enviara. Si en lo divino y eterno existe el amor
maternal, quise que en la vida humana existiese un ser que lo representara y
ese ser es la mujer. 02-038.30
En un principio el ser humano fue dividido en dos partes, creando así los
dos sexos, el uno, el hombre, el otro, la mujer; en él fuerza, inteligencia,
majestad; en la otra ternura, gracia, belleza. El uno, la simiente, la otra,
la tierra fecunda. He ahí dos seres que sólo unidos podrán sentirse
completos, perfectos y felices, porque con su armonía formarán una sola
carne, una sola voluntad y un solo ideal. 02-038.31
A esa unión, cuando es inspirada por la conciencia y por el amor, se le
llama matrimonio. 02-038.32
La ley del matrimonio descendió como una luz que habló a través de la
conciencia de los primeros, para que reconociesen que la unión del uno con
la otra, significaba un pacto con el Creador. El fruto de esa unión fue el
hijo, en el que se fundieron la sangre de sus padres como una prueba de que
lo que atareis ante Dios, en la Tierra no podrá ser desatado. 02-038.33
Esa dicha que el padre y la madre sienten cuando han dado un hijo al mundo,
es semejante a la que el Creador experimentó cuando se hizo Padre dando vida
a sus hijos muy amados. Si después, por conducto de Moisés os entregué
leyes para que supieseis elegir la compañera y no codiciaseis la mujer de
vuestro prójimo, fue porque la humanidad, en virtud de su libre albedrío,
se había perdido en las veredas del adulterio y de las pasiones. 02-038.34
Pasados los tiempos, vine en Cristo al mundo y con mi dulce enseñanza que es
siempre ley de amor, elevé al matrimonio y con ello la moral y la virtud
humana. Hablé en parábolas para hacer inolvidable mi palabra, e hice del
matrimonio una institución sagrada. 02-038.35
Ahora que me encuentro nuevamente entre vosotros, os pregunto, hombres y
mujeres: ¿Qué habéis hecho del matrimonio? ¡Cuán pocos podrán contestar
satisfactoriamente! Mi institución sagrada ha sido profanada, de aquella
fuente de vida, brota muerte y dolor. Sobre la blancura de la hoja de esa
ley, están las manchas y las huellas del hombre y la mujer. El fruto que
debiera ser dulce, es amargo, y el cáliz que beben los hombres es de hiel. 02-038.36
Os apartáis de mis leyes y cuando tropezáis, os preguntáis angustiados. ¿Por
qué será tanto dolor? Porque siempre los instintos de la carne han desoído
la voz de la conciencia. Ahora Yo os pregunto: ¿Por qué no tenéis paz, si
os he entregado todo lo necesario para que fueseis felices? 02-038.37
Yo he puesto en el firmamento un manto azul para que bajo él construyeseis
vuestros nidos de amor, para que ahí, alejados de las tentaciones y
complicaciones del mundo vivieseis con la sencillez de las aves, porque en la
sencillez y en la limpia oración, pueden sentirse la paz de mi reino y la
revelación de muchos misterios. 02-038.38
Varones, cuando la compañera que habéis elegido es como tierra estéril que
no os ha dado frutos, habéis ido en busca de nueva tierra, olvidando que debéis
ser conformes con vuestro destino y vuestra restitución. ¿Por qué culpáis
al destino de vuestras pruebas y sufrimientos que encontráis en vuestro
matrimonio, si vosotros mismos elegisteis ese camino? 02-038.39
Todo el que se une en matrimonio ante mi Divinidad, aun cuando su unión no
esté sancionada por ningún ministro, hace un pacto conmigo, pacto que queda
anotado en el libro de Dios, en donde están anotados todos los destinos. 02-038.40
¿Quién podrá borrar de ahí esos dos nombres entrelazados? ¿Quién podrá
en el mundo desatar lo que en mi ley ha sido unido? 02-038.41
Si Yo os desuniere, estaría destruyendo mi propia obra. Cuándo me habéis
pedido ser unidos en la Tierra y os lo he concedido, ¿por qué faltáis
después a vuestras promesas y desmentís vuestros juramentos? ¿Por ventura
no es una burla a mi ley y a mi nombre? 02-038.42
A vosotras, mujeres estériles, el Maestro os dice: mucho habéis deseado y
pedido que vuestro vientre se convierta en fuente de vida y habéis esperado
que al anochecer o al amanecer, se escuchara en vuestras entrañas el latir
de un tierno corazón; pero los días y las noches han pasado y sólo
sollozos han brotado de vuestro pecho porque el hijo no ha llegado a llamar a
vuestras puertas. 02-038.43
¡Cuántas de vosotras que me estáis oyendo y que habéis sido desahuciadas
por la ciencia, tendréis que dar fruto para que creáis en mi poder!, Y por
ese prodigio muchos me reconozcan; velad y aguardad. No olvidéis mis
palabras. 02-038.44
Padres de familia, evitad errores y malos ejemplos; No os exijo perfección,
solamente amor y caridad para con vuestros hijos. Preparaos de espíritu y
materia, porque en el más allá, las grandes legiones de espíritus esperan
el instante para encarnar entre vosotros. 02-038.45
Quiero una nueva humanidad que crezca y se multiplique no sólo en número
sino en virtud, para que contemplen cercana la ciudad prometida y sus hijos
alcancen a morar en la nueva Jerusalén. 02-038.46
Quiero que se llene la Tierra de hombres de buena voluntad, que sean frutos
de amor. 02-038.47
Destruid la Sodoma y Gomorra de este tiempo, no dejéis que vuestro corazón
se familiarice con sus pecados, ni imitéis a sus moradores. 02-038.48
De esta manera os estoy preparando en el Tercer Tiempo, porque las
muchedumbres que os he anunciado llegarán. 02-038.49
Tomad cada quién la parte que os corresponda y oíd mi enseñanza en una parábola.
02-038.50
"Encontrábase delante de Dios un espíritu lleno de luz, pureza e
inocencia que dijo a su Señor: Padre, decidme cuál es mi misión, porque
deseo serviros. Y el Señor con dulzura le respondió: Esperad, voy a unir en
el mundo a un hombre y a una mujer y de su unión nacerá un hijo en el cual
encarnaréis, para que siendo hijo del hombre recojáis experiencia en las
pruebas del mundo y sintáis de cerca la ternura de una madre y la caricia de
un padre. 02-038.51
Regocijose el espíritu y esperó. Entre tanto el Señor unió un varón a
una mujer con lazos de amor y así les envío por el camino de la vida. 02-038.52
Un nuevo ser germinó en el seno de la mujer y entonces Dios envió a aquel
espíritu a encarnar en aquel cuerpo y al noveno mes contempló la luz del
mundo. La madre sonreía de felicidad y el padre le contemplaba con orgullo.
Aquel hijo era la obra de ambos, era el fruto de su amor. La mujer se sintió
fuerte y el hombre se sintió semejante en algo a su Creador. Los dos se
dedicaron a cultivar a aquel tierno corazón. 02-038.53
El espíritu que animaba al hijo sonreía al contemplar la dulce mirada de su
madre y la faz severa y a la vez cariñosa del padre. 02-038.54
Pasó el tiempo y el padre en su lucha alejose del nido de amor y tomando
caminos torcidos se internó hasta perderse, dejando en los zarzales jirones
de su vestidura, comiendo frutos venenosos y deshojando las flores que a su
paso hallaba. Al sentirse enfermo y abatido recordó a los seres que había
abandonado, intentó retornar en busca de ellos, mas las fuerzas le faltaron.
Entonces, sacando fuerzas de flaqueza, arrastrándose y tropezando por el
largo camino, llegó a las puertas del hogar, la esposa le recibió en sus
brazos con lágrimas en sus ojos, el hijo estaba enfermo y agonizaba. 02-038.55
Al contemplar el padre a su hijo agonizante imploró a la caridad divina su
alivio, mesó desesperado sus cabellos y blasfemó. Mas aquel espíritu
desprendiese de su cuerpo y se fue al más allá. Los padres quedaron
desolados haciéndose mutuamente responsables de la desgracia que los afligía,
él por haberse alejado, ella por no haberlo sabido retener. 02-038.56
Cuando aquel espíritu llegó a la presencia del Creador, le dijo:
"Padre, ¿por qué me habéis apartado de los brazos de aquella dulce
madre a quien mi ausencia ha dejado sollozante y desesperada?" A lo que
el Señor le respondió: esperad, aguardad, que nuevamente volveréis al
mismo seno cuando aquellos hayan reconocido sus faltas y comprendido mi Ley. 02-038.57
El hombre y la mujer continuaban unidos, solitarios, interiormente
arrepentidos de sus faltas, cuando nuevamente fueron sorprendidos por el
anuncio de un nuevo hijo. Dios hizo retornar al espíritu nuevamente en aquel
seno diciéndole: sed en aquel cuerpo que se prepara para la vida y recreaos
de nuevo en aquel regazo. 02-038.58
Los padres que daban por perdido al primogénito, no sabían que había
vuelto a su seno; mas el vacío que el primero dejó, lo llenó el segundo,
volvió la alegría y la paz al seno de aquel hogar, volvió a sonreír la
madre y a recrearse el padre. 02-038.59
Ahora el varón temía apartarse de los suyos y procuraba rodearles de amor,
permaneciendo cerca de ellos. Pero el tiempo le hizo olvidar su pasada
experiencia e inducido por los malos amigos, cayó en el vicio y en la
tentación. La mujer le reclamaba y comenzó a repudiarle; el hogar fue
convertido en un campo de batalla. Pronto el varón cayó vencido, enfermo y
debilitado, mientras la mujer dejando al hijo en la cuna, se levantaba en
busca del pan para el inocente y del sustento para aquel compañero que no
sabía amarla ni cuidarla. Ella sufría humillaciones y blasfemias,
atravesaba por peligros y desafiaba los instintos de los hombres de mala fe.
Y en esa forma llevaba el pan de cada día a los labios de los suyos. 02-038.60
Dios tuvo caridad del espíritu inocente y antes de que abriera sus ojos a la
razón, volvió a llamarle. Y cuando el espíritu fue ante su Señor, le dijo
lleno de dolor. Padre, nuevamente me habéis arrancado de los brazos de
aquellos a quienes amo, mirad cuán duro es mi destino, hoy os pido me dejéis
ya sea en el seno de ellos o en el vuestro por siempre, mas no me hagáis ya
caminar, estoy cansado. 02-038.61
Cuando el varón volvió de su letargo, contempló un nuevo cuadro de dolor,
la esposa lloraba sin consuelo a la cabecera del lecho donde yacía muerto el
segundo hijo. Quiso el hombre arrancarse la existencia mas la esposa le
detuvo diciéndole: no atentéis contra vuestra vida, detened vuestra mano,
mirad que nosotros mismos somos la causa de que Dios se lleve a nuestros
hijos. El varón se serenó reconociendo que había luz en aquellas palabras.
Un día y otro fueron trayendo la calma a aquellos corazones, que recordaban
con dolor a los hijos que partieron, que habían sido la alegría de aquel
hogar que después se hundió en la desolación. 02-038.62
El espíritu preguntó entonces a su Señor: "Padre, ¿nuevamente vais a
enviarme a la Tierra?" "Nuevamente, le dijo el Señor, y cuantas
veces sea necesario, hasta pulimentar aquellos corazones". Cuando volvió
a encarnar, su cuerpo estaba enfermo porque su madre se encontraba enferma y
su padre también. Desde su lecho de dolor, aquel espíritu se elevaba al
Padre en demanda de alivio. Esta vez no había contemplado la luz del mundo,
no había sonrisas en los labios de sus padres, solamente llanto. La madre
lloraba desde el amanecer hasta el anochecer junto a la cuna del infante
mientras el padre arrepentido, sentía que a su corazón lo taladraba el
dolor al ver que el hijo había heredado sus propias lacras. 02-068.63
Breve fue la estancia del espíritu en aquella carne enferma, retornando
nuevamente a la presencia del Señor. 02-038.64
Volvió la soledad entre los esposos, pero el dolor les había unido como
nunca, sus corazones se amaban y se prometieron caminar unidos hasta el fin
de la jornada. El varón cumplía con sus deberes, ella cuidaba a su esposo,
y ambos se sanaban de sus males. 02-038.65
Creían difícil que Dios volviera a concederles un hijo más, y he ahí, que
cuando el Señor contempló que la salud corporal y espiritual florecía en
aquellos seres, les envío a aquel espíritu, como un premio a la abnegación
de la una y a la enmienda del otro, y del seno de la mujer brotó un
cuerpecito fragante como un capullo, que inundó de felicidad y de paz a
aquel hogar. 02-038.66
El varón y la mujer postrados llorando de dicha, dieron gracias a su Señor,
mientras aquel espíritu sufrido y obediente sonreía a través del hijo
diciendo a Dios: Señor, no me apartéis más de mis padres, hay paz en mi
hogar, hay amor en sus corazones, hay calor en mi cuna, hay leche y miel en
el seno de mi madre, hay pan en la mesa, y en mi padre hay caricias y en sus
manos herramientas de trabajo. Bendícenos. Y el Señor con regocijo en su
Espíritu, les bendijo y los dejó unidos en un solo cuerpo, en un solo corazón
y en una sola voluntad. 02-038.67
Hoy os digo: bebed de este vino, de mi enseñanza y brindad, porque cuando os
reunís con vuestro Padre hay fiesta en la casa del Señor. 02-038.68
Cuántos de vosotros resucitáis al escuchar mi palabra en este tiempo.
Estabais muertos a la fe, pues mientras a unos les habían desahuciado los
doctores del mundo, a otros les habían negado la comunión los sacerdotes. 02-038.69
Abristeis vuestro corazón al sentir que mi palabra sanaba al enfermo,
perdonaba con dulzura al pecador, y el Maestro a todos ofrecía el pan de
vida eterna. 02-038.70
Ríos de maldad habéis contemplado a vuestro paso; Pantanos de fango y
tierras estériles que nadie ha sabido fertilizar. 02-038.71
Habéis visto cómo los campos que ayer fueron fecundos y ofrecieron al mundo
sus abundantes frutos de paz y felicidad, hoy están convertidos en campos de
sangre, de destrucción y de muerte. 02-038.72
Es menester que el Padre se acerque a sus hijos, Yo soy el rocío que en el
silencio de la noche desciende sobre los campos y cae en las corolas de las
flores, mas las flores que se han secado, los corazones que han muerto a la
esperanza, no saben sentir mi amor. 02-038.73
Discípulos: Ved que con mi enseñanza he despertado en vuestro corazón el
sentimiento de caridad para que hagáis vuestras las aflicciones de la
humanidad y no seáis indiferentes a sus conflictos, a sus pruebas y
tragedias. 02-038.74
Uníos en pensamiento y orad por vuestros hermanos, Yo entenderé vuestras súplicas
y premiaré vuestros deseos. Aún sois débiles para olvidar vuestras penas o
preocupaciones para pensar en los demás. Yo os digo: Aceptad esas pruebas
con valor y confianza en vuestro Señor, ellas no se apartarán de vuestro
paso ni se resolverán con vuestra rebeldía o inconformidad. En cambio, con
elevación espiritual, con fe, con serenidad, venceréis las más terribles
pruebas. Cada abrojo, cada abismo que salvéis, dejará en vuestro espíritu
un destello de luz. Quien sabe recibir con preparación sus pruebas, siente
que sus momentos de dolor, que para otros parecerían eternos, se acortan. 02-038.75
Esta vida es vuestra calle de amargura, donde a veces caéis y donde también
sentís que no vais solos con vuestra cruz, porque un Cirineo invisible y
dulce os va levantando cada vez que os doblegáis, vencidos por el peso de
vuestro destino. Si el lobo se ha acercado a vosotros. Yo le he apartado. Si
los gentiles y los escudriñadores han penetrado en el seno de vuestras
reuniones para encontrar faltas y acusaros de ellas, Yo os he cubierto con mi
manto de ternura y he cerrado los labios de aquellos. Cuando los hombres os
han sometido a prueba con sus preguntas, he puesto prematuramente la voz del
Espíritu Santo en vuestros labios, ya que aún no os habéis preparado para
convencerles con palabras de luz. 02-038.76
No vengo a reprenderos, mas buscad en la dulzura de mi palabra la esperanza,
la corrección y aun el juicio. ¿Qué sería de vosotros si Yo viniese a
adularos en vuestra imperfección y a ensalzaros en vuestros pecados? ¿No es
eso por ventura lo que hacen con los príncipes del mundo? Siempre os he
alentado cuando os veo buscar con ahínco vuestro adelanto espiritual, cuando
vais en pos del enfermo, sin consultar la hora, ni fijaros si el tiempo es
inclemente, y cuando delante de jueces os habéis encontrado, permanecéis
serenos y dais testimonio de Mí con palabras de verdad. 02-038.77
Así habéis aprendido que los corazones son las tierras que tendréis que
cultivar y que mientras más extensas sean las campiñas, mayores tendrán
que ser vuestros cuidados; y que lo que habéis sembrado, no lo podréis ya
abandonar. 02-038.78
Entre vosotros se encuentran los que iréis a otras naciones en busca de
nuevas tierras donde sembrar. Yo os he dado el idioma universal con el cual
os sabréis entender unos y otros, no el lenguaje florido que pronuncian los
labios humanos, sino aquél que expresa el espíritu a través del amor. 02-038.79
Para otros no será necesario emprender estas largas jornadas, les bastará
prepararse para entregar la caridad a los más próximos, así como hacer luz
en los espíritus desencarnados que turbados se encuentran. ¡Ay del que
cerrase sus puertas al llamado de esas legiones de menesterosos porque ellos
en su turbación no sabrán perdonar! 02-038.80
El discípulo diligente me bendice a cada paso porque siente ligero el peso
de su cruz y se deleita sirviéndome, el perezoso se siente privado de su
libertad y agobiado por un fardo muy pesado. A nadie vengo a encadenar ni a
convertir en esclavo, por el contrario, he venido a daros la verdadera
libertad para que ni el presidio ni la muerte puedan encadenaros, sino que ahí
donde muchos se han considerado perdidos, levantéis vuestro espíritu en la
escala infinita de evolución. 02-038.81
Discípulos: ¿Estáis dispuestos a perdonar a
aquellos que os ofenden? ¿Quiénes son vuestros enemigos? En verdad
os digo, que a vuestros hermanos no debéis llamarles enemigos, Yo no os envío
en contra de la humanidad, sino en contra de su pecado y de su ignorancia. ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 39 02-039.01.
Yo soy la paz que desciende a vosotros, porque en el mundo sólo contemplo
caos. 02-039.02
Velad y orad, haced el bien y con la práctica de la caridad destruiréis la
guerra. 02-039.03
El árbol de la ciencia, según le cultivaron los hombres, se encuentra dando
un fruto amargo a la humanidad, mas Yo voy a daros el agua cristalina del
amor, para que la reguéis y veáis cuán diferentes van a ser los frutos que
ese mismo árbol va a producir. 02-039.04
Antes de que descubráis en mi
enseñanza el secreto para cultivar el árbol de la ciencia, éste será
azotado por fuertes huracanes que harán caer hasta el último de sus malos
frutos y lo dejarán limpio. 02-039.05
Después de ese vendaval, comenzaréis a ver brillar en vuestro espíritu una
nueva luz, la cual se reflejará en todas las sendas de vuestra vida. 02-039.06
Estáis viviendo el tiempo del juicio, recordad cuántas veces os he dicho
que la hoz de mi justicia divina incansablemente corta la mala hierba. 02-039.07
Mi justicia toca lo mismo a la ciencia, que a las religiones o a los hombres
del poder; nada quedará sin ser escudriñado por mi mirada o pesado en mi
balanza. Desde el principio de la humanidad el pecado ha sido sentenciado a
morir y mi palabra tendrá que cumplirse. 02-039.08
Vos pueblo, cuando miréis en la Tierra señales de estos acontecimientos,
elevaos en oración a Mí, reuníos con vuestra familia formando un solo
pensamiento y enviad vuestro espíritu como mensajero de mi amor hacia
vuestros hermanos necesitados de paz. 02-039.09
No dudéis del poder de la oración, porque si practicando la caridad no
tuvieseis fe, nada podréis dar a vuestros hermanos. 02-039.10
¿No os he enseñado que hasta los elementos desatados pueden escuchar
vuestra oración y apaciguarse? Si ellos obedecen a mi voz, ¿por qué no han
de obedecer la voz de los hijos del Señor cuando ellos se hayan preparado? 02-039.11
Desde el tiempo en que estuve con vosotros en el mundo, os enseñé a orar
para que en los momentos de prueba, supieseis comunicaros con vuestro Padre,
y tomando fuerza de Él, cumplieseis con vuestra misión de amor y caridad
entre la humanidad. 02-039.12
La oración es una gracia que Dios ha entregado al hombre para que le sirva
de escala para elevarse, de arma para defenderse, de libro para instruirse y
de bálsamo para ungirse y sanar de todo mal. 02-039.13
La verdadera oración ha desaparecido de la Tierra, los hombres ya no oran, y
cuando intentan hacerlo, en vez de hablarme con el espíritu, lo hacen con
los labios, empleando palabras vanas, ritos y artificios. ¿Cómo van a
contemplar prodigios los hombres, empleando formas y haciendo prácticas que
no enseñó Jesús? 02-039.14
Es menester que vuelva la verdadera oración entre los hombres, y soy Yo
quien nuevamente viene a enseñárosla. 02-039.15
Bendito el que inspirado en su amor hacia los demás, les sirva de peldaño
en su elevación hacia Mí, porque cuando él abra sus ojos para contemplarse
a sí mismo, se verá cerca de su Padre. 02-039.16
No preguntéis qué es lo que debéis hacer para que sepáis que habéis
cumplido con vuestra misión, porque mi ley se reduce a que os améis los
unos a los otros. Comprended que cada día de vuestra vida os brinda una
oportunidad para que practiquéis, ese divino mandamiento. 02-039.17
Cada quien en su camino puede cumplir con la misión de amar; El que guía
espíritus, el que instruye, el hombre de ciencia, el que gobierna, él padre
de familia, todos podéis servir a vuestros semejantes inspirados en mi máxima
que os dice: "Amaos los unos a los otros". 02-039.18
Todo será limpio, todo será renovado, para que las nuevas generaciones
encuentren la Tierra preparada para el cumplimiento de su gran misión
espiritual. 02-039.19
No escojáis a quienes debéis amar, amad a todos sin distinción. El amor
espiritual no puede tener preferencias. 02-039.20
El amor que os enseño, está más allá del amor por los vuestros, del amor
a la patria y a vosotros mismos. 02-039.21
No temáis no poder ser útiles en esta obra de amor pensando en vuestra
pobreza material. Espiritualizaos y no necesitaréis de los bienes de la
Tierra para poder hacer el bien a vuestros semejantes. Ved cómo de entre
este pueblo de menesterosos y humildes, he entresacado a mis labriegos,
convirtiéndolos en consejeros, doctores y confidentes de los que sufren, y
que a ellos se acercan en demanda de consuelo y de paz. 02-039.22
De su amor ha brotado inagotablemente el bálsamo de curación, de sus
labios antes torpes, ha surgido la palabra de luz que orienta, que
regenera, conmueve y convence. ¿Y qué es lo que creían llevar en su corazón
estos labriegos antes de que Yo les descubriera su herencia? Nada, se sentían
parias, incapaces de practicar la caridad y de conducirse por sí mismos. 02-039.23
Mirad cómo ante la humildad de estos labriegos, se presentan los ricos a
pedir caridad, los doctores a consultarles sus problemas sin solución y los
que se han cultivado en el sendero del conocimiento teólogo o filosófico
llegan para aprender la primera lección. ¿No os maravilla este prodigio
realizado entre vosotros? Entonces ya lo sabéis pueblo y lo sabréis
humanidad, el poder y los caudales de la Tierra no bastarán para labraros la
paz, para haceros útiles los unos a los otros haciéndoos la caridad
materialmente si no aprendéis a amar. 02-039.24
Cuando haya amor en vuestro espíritu y lo hagáis sentir a vuestros
semejantes, entonces veréis realizarse los prodigios. Empezad a practicar la
virtud los que hayáis permanecido insensibles o alejados de la caridad, del
amor, del bien, que son la esencia de una vida espiritual, y cuando alguien
llegue a vuestras puertas agobiado de sed, de fatiga y de hambre, sentadlo a
vuestra mesa sin consultar si en la cesta hay pan suficiente preguntad a
vuestro corazón si al invitar al caminante a vuestra mesa, lo hacéis con
amor sincero, con verdadera caridad, si así es, veréis el pan multiplicado,
todos quedaréis satisfechos y en el corazón del caminante se encenderá una
llama de fe, para darme gracias y bendecidme. Ese, en su vida, tendrá que
hacer lo mismo que con él hicisteis, porque le enseñasteis una lección de
amor al alcance del más escaso de entendimiento. 02-039.25
Sed humildes, recordad que Yo vuestro Dios, nací en la humildad y más tarde
cubrí mi cuerpo con humilde túnica. ¿Por qué vosotros soñáis siempre
con buenos atavíos y hasta llegáis a desear las regias vestiduras? 02-039.26
Vuestro reino tampoco es de este mundo, esta vida es como un campo de batalla
a donde venís a hacer méritos para penetrar después triunfantes en la
tierra conquistada y recibir en ella vuestro galardón. 02-039.27
No dejéis jamás la cruz en mitad del camino, no abandonéis vuestra misión,
Porque sería tanto como sí en una batalla arrojaseis vuestras armas,
huyendo cobardemente de la lucha y renunciaseis al triunfo que aguardaba a
vuestro espíritu. 02-039.28
Soy el camino perfecto, en mi paso por la Tierra os legue con mi ejemplo el
"Libro de la Vida Verdadera", con cuyas enseñanzas aprenderéis a
luchar para vencer en todas las batallas; mi espada de amor luchó sin tregua
contra el mal y la ignorancia de la humanidad. Mis armas no fueron homicidas,
Yo no os traje la muerte, sino la vida eterna. Mi mansedumbre exasperaba y
confundía a los que me ofendían, mi amoroso perdón vencía la dureza de su
corazón, mi muerte en cuanto hombre les resucitó a la vida de la gracia. ¿No
recordáis que el Mesías prometido había sido anunciado como un guerrero
invencible? 02-039.29
Es tiempo de que el amor, el perdón y la humildad, surjan del corazón de la
humanidad como armas verdaderas, que se opongan al odio y al orgullo.
Mientras el odio encuentre odio y el orgullo tropiece con el orgullo, los
pueblos se extinguirán y en los corazones no habrá paz. 02-039.30
La humanidad no ha querido comprender, que su felicidad y su progreso sólo
puede encontrarlos en la paz, y va tras de sus ideales de poderío y de falsa
grandeza derramando sangre hermana, arrancando vidas y destruyendo la fe de
los hombres. 02-039.31
El hombre con su orgullosa ciencia está desafiando mi ley; y os digo que una
vez más lucharé contra su pecado, mas el hombre no encontrará en Mí a un
Juez orgulloso y soberbio, Porque ésos son defectos humanos, ni sentirá
sobre sí el peso de una venganza, porque las bajas pasiones son propias de
vuestra imperfección; encontrará a un Juez inexorable y a un Maestro enseñándole
una gran lección de amor. 02-039.32
No todos queréis guerras, ni alimentáis odio ni orgullo para los inocentes,
para los de buena voluntad y fe. Yo daré señales cuando las guerras estén
a punto de desatarse, para que velen y oren, porque con su oración y con su
vigilia serán invulnerables a las armas homicidas. 02-039.33
Del oriente al occidente se levantarán las naciones desconociéndose y del
norte hacia el sur también se levantarán para encontrarse todas en la
encrucijada, con cuyo choque se producirá una inmensa hoguera en la que
arderá el odio, se extinguirá el orgullo y se consumirá la mala hierba. 02-039.34
Es necesario que las nuevas generaciones encuentren una tierra limpia, para
que florezca la paz y el amor; pero antes desaparecerá hasta la última
huella del crimen de Caín, cuya herencia aún lleva consigo la humanidad. 02-039.35
Vosotros que estáis bajo el efluvio de mis lecciones, ¿encontráis que en
todo ese dolor que se avecina, haya castigo o venganza divina? No, me decís,
es el fruto que hemos cultivado y que vamos a recoger. 02-039.36
Yo siempre tengo caridad de mis hijos, porque sois muy pequeños para
comprender todo el mal que os hacéis; por eso me acerco a vosotros, y
materializando mi palabra os envío mis mensajeros a amonestaros, a
preveniros de vuestro mal camino, pero, ¿cuándo habéis atendido a mis
llamados? Nunca, de ahí el motivo por el que está sufriendo la humanidad. 02-039.37
Pueblo amado, no seáis un simple espectador ante el caos que contemplaréis,
porque tendréis que responderme de la paz y de la fortaleza que habéis
recibido. 02-039.38
Esa paz y esa fuerza son para que oréis, para que vuestro cerebro no se
ofusque y os mostréis diligentes e infatigables haciendo el bien,
encendiendo la fe y esparciendo consuelo entre la humanidad. 02-039.39
Discípulos amados: extended mi doctrina entre vuestros hermanos. Yo os
encargo que habléis con claridad, tal como os he enseñado. Estudiad
cuidadosamente todas las partes de esta Obra, porque de cierto os digo, que
mañana seréis interrogados por vuestros hermanos. Yo sé que vendrán a
preguntaros qué concepto tenéis de la Trinidad de Dios, de la Divinidad de
Cristo y de la pureza de María, y es menester que os encontréis fuertes
para que salgáis avante en esas pruebas. 02-039.40
Sobre la Trinidad diréis: que no son tres personas distintas las que existen
en Dios, sino un solo Espíritu Divino, el cual se ha manifestado en tres
fases distintas a la humanidad, y ésta en su pequeñez para penetrar en lo
profundo, creyó mirar tres dioses donde sólo existe un solo Espíritu. Por
lo tanto, cuando escuchéis el nombre de Jehová, pensad en Dios como Padre y
como Juez. Cuando penséis en Cristo, mirad en Él a Dios como Maestro, como
Amor, y cuando tratéis de comprender de donde procede el Espíritu Santo,
sabed que no es otro que Dios manifestando su sabiduría a los discípulos,
que más han adelantado. 02-039.41
Si Yo hubiera encontrado a la humanidad de los primeros tiempos tan
evolucionada espiritualmente como ésta de hoy, me habría manifestado
delante de ella como Padre, como Maestro y como Espíritu Santo, y entonces
los hombres no habrían visto tres dioses donde sólo existe uno. Pero no se
encontraban capacitados para interpretar mis lecciones y se hubiesen
confundido y apartado de mi senda, para seguir creando dioses accesibles y
pequeños, según su imaginación. 02-039.42
Ya sabéis la causa por la que el Padre se ha manifestado por etapas, y también
sabéis el error de los hombres sobre el concepto de la Trinidad. 02-039.43
En mi Espíritu divino existe un número infinito de fases y atributos. Mas
por haberme mostrado en tres formas a través de tres eras, os he nombrado
Trinitarios y ahora ya me reconocéis en esas tres revelaciones y las sabéis
unir en una sola, mirando en ella a un solo Dios que lo mismo puede,
manifestarse hoy como Juez, que mañana como Maestro y más tarde como Padre
de infinita sabiduría y bondad. 02-039.44
Ya no tratéis de darme forma material en vuestra mente, porque no existe
forma en mi Espíritu, como no tiene forma la inteligencia, el amor, ni la
sabiduría. 02-039.45
Os digo esto, porque muchos me han representado en la forma de un anciano
cuando piensan en el Padre, y Yo no soy un anciano porque estoy fuera del
tiempo, mi Espíritu no tiene edad. 02-039.46
Cuando pensáis en Cristo, al instante formáis en vuestra mente la imagen
corpórea de Jesús y Yo os digo, que Cristo, el Amor Divino encarnado, mi
Verbo hecho hombre, en cuanto dejó la envoltura corpórea, se fundió en mi
Espíritu, del cual había brotado. 02-039.47
Mas cuando habláis del Espíritu Santo; utilizáis el símbolo de la paloma
para tratar de imaginarlo con alguna forma, y Yo os digo que el tiempo de los
símbolos ha pasado, y que por esta razón cuando os sintáis bajo la
influencia del Espíritu Santo, lo recibáis como inspiración, como luz en
vuestro espíritu, como claridad que viene a disipar incertidumbres,
misterios y tinieblas. 02-039.48
Si os digo que Cristo es el amor del Padre, comprended que Cristo es divino.
¿Qué de extraño hay en que Dios haya hecho encarnar su amor, para
manifestarlo a un mundo carente de espiritualidad? ¿No es esto una prueba de
caridad perfecta entregada a los que no pudiendo ir al Padre, son buscados
por Él? 02-039.49
Ahora bien, quiero enseñaros que Cristo no es menos que Yo ni que está
después de Mí, porque si Él es el Amor, ese amor ni está después ni está
antes de ninguna otra potencia, está unido y fundido en todas, formando lo
Absoluto, lo Divino, lo Perfecto. 02-039.50
¿Y qué queréis que os diga de María que fue enviada por el Señor a la
Tierra para servir de Madre a Jesús, en cuyo cuerpo se había de manifestar
el Verbo? 02-039.51
En verdad os digo: que Ella fue la ternura divina encarnada, por ello cuando
en su estancia escuchó las palabras del Mensajero del Señor, anunciándole
que en su seno concebiría al Mesías, en su corazón no hubo duda ni rebeldía
ante lo que Ella sabía que era voluntad divina. Su ejemplo fue de humildad y
de fe, su obra fue callada y sublime, por eso fue la única capaz de cumplir
aquel mensaje celestial y de aceptar aquel sublime destino sin vanidad. 02-039.52
Jesús vivió su niñez y juventud al lado de María, y en su regazo y a su
lado gozó de su amor maternal. La ternura divina hecha mujer endulzó al
Salvador los primeros años de su vida en el mundo, ya que llegada la hora,
había de beber tanta amargura. 02-039.53
¿Cómo es posible que haya quien pueda pensar que María, en cuyo seno se
formó el cuerpo de Jesús y a cuyo lado vivió el Maestro, pudiese carecer
de elevación espiritual, de pureza y santidad? 02-039.54
El que me ame, antes tendrá que amar todo lo mío, todo lo que amo Yo. 02-039.55
Estas enseñanzas de amor y caridad, las debéis de dar a conocer a vuestros
hermanos. Es necesario que sepáis que no es indispensable que toda la
humanidad me escuche en la forma en que a vosotros me manifiesto. Me basta
que este pueblo presencie y escuche estas enseñanzas para que sea después
mi testigo y emisario ante sus hermanos. 02-039.56
Si esta forma de comunicación fuese la más elevada que los hombres pudiesen
alcanzar, entonces la daría a conocer en toda la Tierra, y una vez
establecida, no tendría fin; pero como esta comunicación a través del
portavoz humano es solamente la preparación para la comunicación perfecta
de espíritu a Espíritu, le he concedido un lapso de tiempo, marcándole el
instante de su término que será 1950. 02-039.57
Estas multitudes que año por año han asistido a la Cátedra de su Maestro,
son las destinadas a extender este mensaje entre la humanidad, después de
que hayan dejado de escuchar mi palabra. 02-039.58
No deberán levantarse a doctrinar antes de mi partida porque es necesario
que escuchen, mis últimas enseñanzas, que serán las más profundas y por
lo tanto las que los dejen fuertes y preparados para la lucha. 02-039.59
Todos, desde las congregaciones más antiguas, hasta los que comienzan a
reunirse en los recintos más recientes, han escuchado de Mí, que esta
comunicación cesará al finalizar el año de 1950, que es mi voluntad divina
que así sea, y que el pueblo en ninguna forma deberá oponerse a lo
dispuesto por el Padre. 02-039.60
Pretender hacerme esperar un tiempo más entre vosotros sería necio, sería
negarle al Padre su perfección y su justicia y sería negar que he sido Yo,
el inmutable, quien os ha hablado. 02-039.61
Os digo esto porque aunque en estos instantes ninguno se siente capaz de
consumar esa profanación, Yo sé que en los momentos decisivos, en la hora
amarga y triste de mi despedida, no faltará un traidor en mi mesa, un débil
que arroje lejos de sí el pan que por mucho tiempo lo alimentó y con un
falso beso de amor me entregué al escarnio y a la burla de la humanidad. 02-039.62
¿Quién creéis que se comunique por estos entendimientos, cuando haya
cesado el tiempo de mi comunicación? ¿Por ventura queréis hacerme partícipe
de vuestra desobediencia? 02-039.63
Pensad que una desobediencia vuestra, originaría más tarde la confusión
entre la humanidad; que una profanación de tal magnitud fomentaría el caos
entre las multitudes, nadie creería en mi manifestación como Espíritu
Santo, todos perderían la fe. 02-039.64
Desde ahora os digo: que los que quieran hacer creer que me sigo comunicando
por su conducto, después del tiempo fijado por Mí, serán negados y
llamados impostores y quien se comunique por sus entendimientos será llamado
falso Cristo; mas los videntes que hiciesen causa común con aquel engaño,
serán llamados falsos profetas. 02-039.65
Pueblo: Fortaleceos en todo lo que hoy os digo, para que cuando llegue la
hora de prueba, sepáis permanecer firmes, unidos a mi ley, respetando mi
voluntad, porque con vuestra conducta daréis el mayor testimonio de que habéis
creído que esta palabra es la suprema verdad. Quien hiciese lo contrario, me
habrá negado. 02-039.66
Bienaventurados los que permanezcan fieles a mi palabra, porque a ellos
llegado el tiempo les tomaré como emisarios y testigos de este mensaje
divino, que a través de mi comunicación por el entendimiento humano deje a
la humanidad, como una lección precursora para la verdadera comunicación de
espíritu a Espíritu con vuestro Padre. 02-039.67
Hoy busco a vuestro espíritu porque la morada espiritual reclama su
presencia. 02-039.68
No habéis podido elevaros porque cada imperfección vuestra es un eslabón
de esa cadena que os ata a las posesiones terrenales, impidiéndoos vibrar en
las regiones que le corresponden al espíritu. 02-039.69
¿Qué os labraréis para después de esta vida? ¿Acaso pensáis que vuestro
espíritu puede penetrar con planta firme en una morada donde sólo la
espiritualidad es su luz y su sostén? 02-039.70
Escuchad esta palabra, analizadla y comprenderéis que ella viene a ayudaros
a despojaros de todo lo superfluo, porque esas influencias no dejan en
libertad a vuestro espíritu. 02-039.71
Aquí ante mi presencia, despojad a vuestro espíritu de todas las impurezas
y dejadle libre. No temáis, porque no vais a descubrirme ningún secreto, Yo
os conozco mejor que vosotros mismos. Confesaos íntimamente Conmigo, Yo sabré
comprenderos mejor que nadie y podré absolveros de causas y deudas porque
soy el único que puede juzgaros. Mas cuando os hayáis reconciliado con
vuestro Padre y en vuestro ser escuchéis el himno de triunfo que entone
vuestro espíritu, sentaos en paz a mi mesa, comed y bebed los manjares del
Espíritu, que en la esencia de mi palabra se encuentra. 02-039.72
Cuando os levantéis de la mesa para volver a vuestras diarias faenas, no
olvidéis que en cada uno de vuestros pasos está presente mi ley y que mi
mirada os contempla. Con esto quiero deciros, que no sólo os preparéis de
espíritu y entendimiento cuando penetréis a estos recintos a escuchar mi
Palabra, sino que ese temor de ofenderme que mostráis en estos lugares, os
acompañe a todas partes y en todo tiempo. 02-039.73
Tenéis mi palabra en vuestra conciencia, para que a ella le consultéis si
vais caminando dentro del sendero del cumplimiento. 02-039.74
A todos los que me escuchan les doy la misma palabra, ni al pobre le doy más
por ser menesteroso, ni al rico le doy menos; de cierto os digo que en espíritu
todos estáis necesitados. 02-039.75
A todos os amo por igual, no contemplo diferencias de clases, de razas, de
idiomas o de credos, ni siquiera diferencia de sexos, Yo hablo para el espíritu,
a el es a quien busco y al que he venido a doctrinar para guiarlo con la luz
de mi enseñanza a la “tierra prometida”. ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 40 02-040.01
Para que el Verbo de Dios habitara entre la humanidad, y le mostrara el
camino de su restitución con los sublimes ejemplos de su amor, todo lo
preparó vuestro Padre. 02-040.02
Primero inspiró a los profetas que habían de anunciar la forma en que el
Mesías vendría al mundo, cuál sería su obra, sus padecimientos y su
muerte en cuanto hombre, a fin de que cuando Cristo apareciese en la Tierra,
el que conociese las profecías, le reconociera al instante. 02-040.03
Siglos antes de mi presencia a través de Jesús, el profeta Isaías dijo:
Por lo tanto el Señor os dará esta señal "He aquí que la virgen
concebirá y dará a luz un hijo que se llamará Emmanuel" (Que quiere
decir "Dios con nosotros"). Con esta profecía entre otras anunció
mi llegada. 02-040.04
David, muchos siglos antes de mí advenimiento, cantaba con salmos llenos de
dolor y sentido profético, los sufrimientos del Mesías durante la crucifixión.
En aquellos salmos habla de una de mis siete palabras en la cruz, anuncia el
desprecio con que las multitudes me habían de conducir al sacrificio, las
frases de burla de los hombres al oírme decir que en Mí estaba el Padre, la
soledad que había de experimentar mi cuerpo ante la ingratitud humana, todos
los tormentos a que habría de ser sujeto y hasta la forma en que echarían
suertes sobre mi vestidura. 02-040.05
Cada uno de mis profetas vino a anunciar mi llegada, a preparar los caminos y
a dar señales precisas para que llegado el día nadie se confundiese. 02-040.06
En Nazareth vivía una flor de pureza y de ternura, una virgen desposada,
llamada María que era precisamente la anunciada por el profeta Isaías, para
que de su seno surgiese el fruto de la Vida Verdadera. Hasta ella llegó el
enviado espiritual del Señor para comunicarle la misión que traía a la
Tierra, diciéndole: "Salve muy favorecida, el Señor es contigo,
bendita Tú entre las mujeres". 02-040.07
La hora de ser revelado el divino misterio, había llegado, y todo lo que
sobre la presencia del Mesías, del Salvador, del Redentor, se había dicho,
estaba próximo a cumplirse. Pero cuán pocos fueron los corazones sensibles
a mi presencia. Cuán pocos los espíritus que estuvieron preparados, para
reconocer en la luz de mi verdad al reino de los cielos. 02-040.08
Los hombres en su mayoría materializados por sus ambiciones, sujetándolo
todo a sus conocimientos y experiencias humanas, tratando de comprobar lo
espiritual por medio de su ciencia material, tuvieron que confundirse ante lo
incomprensible y acabaron negándome. 02-040.09
Pocos fueron los que me amaron y siguieron y muchos los que me desconocieron.
02-040.10
Los que me amaron, fueron los que reconocieron mi presencia a través de la
sensibilidad espiritual y de la fe. Dones superiores a la razón humana, a la
ciencia y a la inteligencia. 02-040.11
A cada paso me escudriñaban. Todos mis actos y palabras fueron juzgadas con
mala intención, las más de las veces se confundían ante mis obras o
pruebas, porque sus entendimientos no eran capaces de comprender lo que sólo
el espíritu puede concebir. 02-040.12
Si oraba, decían: ¿Para qué ora si dice estar lleno de poder, y sabiduría?
¿Qué puede necesitar o pedir? Y si no oraba, decían que no cumplía con su
culto. 02-040.13
Si veían que no llevaba a mis labios algún sustento, mientras mis discípulos
comían, juzgaban que Yo estaba fuera de las leyes instituidas por Dios, y si
me veían tomar alimento se preguntaban, ¿qué necesidad tenía de comer
para vivir, quien decía ser la vida? No comprendían que Yo había venido al
mundo a revelarles a los hombres, cómo debería vivir la humanidad después
de una prolongada purificación, para que brotara de ella una generación
espiritualizada, que estuviera por sobre las miserias humanas, de las
necesidades imperiosas de la carne y de las pasiones de los sentidos
corporales. 02-040.14
Muchos siglos han pasado después de que con mi presencia iluminé a la
humanidad y cuando tratan de comprender la verdad sobre la concepción de María,
sobre mi naturaleza humana y mi esencia espiritual, su mente turbada no ha
podido comprender, ni su corazón envenenado ha concebido aquella verdad. 02-040.15
Esa mente y ese corazón, liberados por un instante de sus tinieblas, dejarán
escapar a su espíritu a las regiones de la luz, en donde se sentirá
iluminado por una claridad superior, que no será la de su razón ni la de su
ciencia. 02-040.16
Entonces sabrán por el espíritu ya evolucionado, la verdad que su pequeño
y limitado entendimiento no pudo revelarles. 02-040.17
Porque sí los hombres; supiesen sentir y comprender todo el amor que mi Espíritu
derrama sobre ellos a través de la naturaleza, todos serían buenos. Pero
unos son ignorantes y otros son ingratos. 02-040.18
Sólo cuando los elementos manifiestan mi justicia es cuando se estremecen,
mas no porque comprendan que es la voz de mi justicia la que les habla, sino
porque temen por su vida o por sus bienes terrenales. 02-040.19
Desde el principio de la humanidad hasta el presente, mi justicia se ha hecho
sentir en los hombres por medio de los elementos, ya que en su rudeza de los
primeros tiempos y en su materialismo del tiempo presente, sólo son
sensibles a las pruebas materiales. 02-040.20
¿Hasta cuándo va a evolucionar la humanidad, para que comprenda mi amor y
sienta mi presencia por medio de la conciencia? Cuando la humanidad escuche
mi voz que la aconseja y cumpla con mi ley, será indicio de que han pasado
para ella las eras de materialismo. 02-040.21
Por ahora aún tendrán que ser tocados por los elementos en muchas formas,
hasta ser convencidos de que existen fuerzas superiores ante las cuales el
materialismo del hombre es muy pequeño. 02-040.22
La Tierra se estremecerá. El agua lavará y el fuego purificará a la
humanidad. 02-040.23
Todos los elementos y fuerzas de la naturaleza se harán sentir sobre la
Tierra, en donde los seres humanos no han sabido vivir en armonía con la
vida que les rodea. 02-040.24
Con ello la naturaleza no busca la destrucción de quienes la profanan, sólo
busca la armonía entre el hombre y todas las criaturas. 02-040.25
Si cada vez se manifiesta mayor su justicia, es porque las faltas de los
hombres y su falta de armonía con las leyes es mayor también. 02-040.26
Yo os dije que la hoja del árbol no se movía sin mi voluntad, y ahora os
digo que ningún elemento obedece a otra voluntad que no sea la mía. 02-040.27
También os digo que la naturaleza puede ser para los hombres lo que ellos
quieran. Una madre pródiga en bendiciones, en caricias y sustento, o un
desierto árido en donde reinen el hambre y la sed. Un maestro de sabias e
infinitas revelaciones sobre la vida, el bien, el amor y la eternidad, o un
juez inexorable ante las profanaciones, desobediencias y errores de los
hombres. 02-040.28
Mi voz de Padre dijo a los primeros hombres, bendiciéndolos:
"Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, sojuzgadla, y señoread
en los peces de la mar, en las aves del cielo y en todas las criaturas que se
muevan sobre la tierra". 02-040.29
Sí, humanidad, Yo formé al hombre para que fuese señor y tuviese potestad
en el espacio, en las aguas, en toda la tierra y en los elementos de la
creación. Mas he dicho: "Señor", porque los hombres creyendo señorear
con su ciencia la Tierra, son esclavos; creyendo dominar las fuerzas de la
naturaleza, se convierten en víctimas de su impreparación, de su temeridad
e ignorancia. 02-040.30
El poder y la ciencia humanas han invadido la Tierra, los mares y el espacio,
pero su poder y su fuerza no armonizan con el poder y la fuerza de la
naturaleza, la que como expresión del amor divino, es vida, es sabiduría,
es armonía y es perfección. En las obras humanas, en su ciencia y en su
poder se manifiestan solamente el orgullo, el egoísmo, la vanidad, la
maldad. 02-040.31
Pronto la fuerza de los elementos despertará a la humanidad. Los hombres por
medio del cáliz del dolor, saldrán del materialismo, para contemplar la luz
de la verdad, que les mostrará el camino por donde debían haber alcanzado
la sabiduría y el verdadero poder. 02-040.32
Nunca será tarde para el arrepentimiento, para la reparación de un error o
la regeneración de un pecador. Las puertas de mi Reino estarán abiertas
siempre, esperando al hijo que al fin, después de mucho caminar a su libre
albedrío, abrirá sus ojos a la luz y comprenderá que no existe libertad más
perfecta y maravillosa, que la del espíritu que sabe cumplir con la voluntad
de su Padre. 02-040.33
Libertad infinita dentro del amor, del bien, de la justicia y lo perfecto. 02-040.34
Para cumplir con mi ley, debéis orar, siempre elevando vuestro espíritu
hacia vuestro Padre. 02-040.35
He visto que para orar buscáis de preferencia la soledad y el silencio, y
hacéis bien en ello cuando tratéis de buscar la inspiración por medio de
la oración, o cuando queráis darme gracias, mas también os digo que debéis
practicar la oración en cualquiera que sea la condición en que os encontréis,
con el fin de que sepáis invocar mi ayuda en los trances más difíciles de
vuestra vida, sin perder la serenidad, el dominio sobre vosotros mismos, la
fe en mi presencia y la confianza en vosotros. 02-040.36
La oración puede ser larga o breve, según sea necesario. Podréis, si así
lo deseáis, pasar horas enteras dentro de aquel deleite espiritual, si
vuestra materia no se fatiga o si algún otro deber no reclama vuestra atención.
Y puede ser tan breve que se concrete a un segundo, si os encontráis sujetos
a alguna prueba que de pronto os haya sorprendido. 02-040.37
No son las palabras con que vuestra mente trate de formar la oración lo que
llega a Mí, sino el amor, la fe, o la necesidad con la que os presentéis
ante Mí, por eso os digo que habrá casos en que vuestra oración sea de un
segundo, porque no habrá tiempo a formular pensamientos, frases e ideas,
como acostumbráis. 02-040.38
Doquiera podréis invocarme, porque para Mí, es indiferente el sitio, ya que
lo que busco es a vuestro espíritu. 02-040.39
Si a vosotros os agrada orar en el campo, o sentís mayor recogimiento en
estos recintos, o preferís vuestra alcoba, hacedlo donde os sintáis más
cerca de vuestro Padre, pero no olvidéis que para Mí, que estoy en todas
partes, el lugar para comunicarme con vuestro espíritu es indiferente. 02-040.40
No siempre oráis con la misma preparación, de ahí que tampoco experimentéis
siempre la misma paz o la misma inspiración. 02-040.41
Hay ocasiones en que lográis inspiraros y elevar el pensamiento, y hay otras
en que estáis completamente indiferentes. ¿Cómo queréis recibir siempre
en la misma forma mis mensajes? Debéis educar vuestra mente y aun a vuestro
cuerpo a colaborar con el espíritu en los momentos de la oración. 02-040.42
El espíritu siempre está dispuesto a comunicarse conmigo, pero requiere de
la buena disposición de la materia para poder elevarse y liberarse en
aquellos instantes, de todo cuanto en su vida terrestre le rodea. 02-040.43
Esforzaos por lograr la verdadera oración, porque quien sabe orar lleva en sí
la llave de la paz, de la salud, de la esperanza, de la fuerza espiritual y
de la vida eterna. 02-040.44
El escudo invisible de mi ley le protegerá, contra las acechanzas y
peligros, llevará en sus labios una espada invisible para abatir a cuantos
adversarios se opongan a su paso; un faro de luz alumbrará su ruta en medio
de las tormentas; un prodigio constante estará a su alcance siempre que
necesite de él, ya sea para sí mismo o para beneficio de sus hermanos. 02-040.45
Orad, practicad ese sublime don del espíritu, porque esa fuerza será la que
mueva la vida de los hombres del futuro, aquellos que alcanzarán en materia
la comunicación de espíritu a Espíritu. 02-040.46
Los padres de familia se inspirarán a través de la oración para conducir a
sus hijos. 02-040.47
La salud la recibirán los enfermos por medio de la oración. Los gobernantes
resolverán sus grandes problemas, buscando la luz con la oración, y el
hombre de ciencia recibirá las revelaciones también por medio del don de la
oración. 02-040.48
Buscad ese mundo de luz espiritual, ejercitaos en la oración del espíritu,
perfeccionad esa forma hasta donde podáis y transmitid a vuestros hijos ese
conocimiento, confiando en que ellos darán un paso más allá de donde hayáis
llegado vosotros. Para ayudaros en vuestra oración, con sencillez vengo a
explicaros mi doctrina, aclarando las revelaciones que os entregué en los
tiempos pasados. ¿Sabéis por qué podéis comprender mejor mi palabra?
Porque vuestro espíritu ha evolucionado. 02-040.49
Pronto hablaréis de mi doctrina a la humanidad, dando pruebas de que habéis
comprendido la lección, que predicáis, apoyando vuestras palabras con
vuestras buenas obras. En verdad os digo, que ante vuestro ejemplo aun los más
reacios se convencerán de la verdad de esta doctrina. 02-040.50
Uno solo de mis discípulos que haya desarrollado sus dones espirituales y
que haya fortalecido su corazón en la práctica de la caridad, resistirá
todas las pruebas a que la humanidad quisiera someterle, porque si ha logrado
expresar con esencia y verdad mi palabra y ha convertido su corazón en
venero inagotable de amor y caridad hacia sus hermanos, quiere decir que ha
orado y por su virtud se encuentra en el sendero de la espiritualidad. Ese
discípulo está preparado para dar testimonio de Mí. 02-040.51
Ahora que aún faltan algunos años para que termine mi manifestación bajo
esta forma, guardad en vuestro corazón mi palabra y aprended de Mí. Si así
lo hacéis en el camino de vuestra lucha, sabréis cuándo debéis hablar a
vuestros hermanos y cuándo tendréis que doctrinar con vuestro silencio. 02-040.52
Llevaréis la confianza absoluta en mi ayuda divina y la fe inquebrantable en
que lo que vais a hacer o a entregar; tendrá un buen resultado, porque estaréis
cumpliendo con mi ley. 02-040.53
De esa confianza y de esa fe, dependerá la eficacia de vuestras palabras y
obras. 02-040.54
No siempre podréis hablar, pero si en todas las ocasiones pondréis a prueba
el desarrollo de los dones de vuestro espíritu. 02-040.55
Preparaos y bastará vuestra presencia en un momento de prueba, para que la
luz brille en los entendimientos, la tempestad se torne en paz y vuestra
oración espiritual hará el prodigio de que un manto de caridad y de ternura
se manifieste sobre aquellos por quienes oréis. 02-040.56
Vuestra buena influencia será sobre lo espiritual y sobre lo material. No os
concretaréis a luchar solamente contra elementos visibles, sino también
contra lo invisible. 02-040.57
Si la luz de mi Espíritu ha iluminado al hombre de ciencia para que descubra
el origen de los males del cuerpo, a lo que llamáis enfermedad, también os
ilumina a vosotros para que descubráis con vuestra sensibilidad espiritual
el origen de todos los males que aquejan la vida humana, así sean los que
turban al espíritu, como a los que ofuscan la mente o atormentan al corazón.
02-040.58
Hay fuerzas invisibles a la mirada humana e imperceptibles a la ciencia del
hombre, que influyen constantemente en vuestra vida. 02-040.59
Las hay buenas y las hay malas, las unas os dan la salud y las otras os
provocan enfermedades; Las hay luminosas y también oscuras. 02-040.60
¿De dónde surgen esas fuerzas? Del espíritu, discípulos, de la mente y de
los sentimientos. 02-040.61
Todo espíritu encarnado o desencarnado, al pensar, emana vibraciones; todo
sentimiento ejerce una influencia. Podéis estar seguros de que el mundo está
poblado de esas vibraciones. 02-040.62
Ahora podréis comprender fácilmente que donde se piensa y se vive en el
bien, tienen que existir fuerzas e influencias saludables y que donde se vive
fuera de las leyes y normas que señala el bien, la justicia y el amor,
tienen que existir fuerzas maléficas. 02-040.63
Unas y otras invaden el espacio y luchan entre sí, influyen en la
sensibilidad de los hombres, y si éstos saben distinguir, toman las buenas
inspiraciones, y rechazan las malas influencias; pero si son débiles y no
están preparados en la práctica del bien, no podrán hacer frente a esas
vibraciones y estarán en peligro de convertirse en esclavos del mal y de
sucumbir bajo su dominio. 02-040.64
Esas vibraciones lo mismo brotan de espíritus encarnados que de seres
desencarnados, porque lo mismo en la Tierra que en el más allá existen espíritus
buenos y espíritus turbados. 02-040.65
En este tiempo es mayor la influencia del mal que la del bien; por lo tanto,
la fuerza que domina en la humanidad es la del mal, del que se derivan el egoísmo,
la mentira, la lujuria, el orgullo, el placer de hacer daño, la destrucción
y todas las bajas pasiones. De ese desequilibrio moral provienen las
enfermedades que atormentan al hombre. 02-040.66
No tienen los hombres armas para combatir contra esas fuerzas. Han sido
vencidos y llevados prisioneros al abismo de una vida sin luz espiritual, sin
alegría sana, sin aspiraciones por el bien. 02-040.67
Ahora que el hombre cree encontrarse en la cumbre del saber, es cuando ignora
que está en el abismo. 02-040.68
Yo que conozco vuestro principio y vuestro futuro en la eternidad, di a los
hombres desde los primeros tiempos armas con las que pudieran luchar contra
las fuerzas del mal; Pero las despreciaron, prefirieron la lucha del mal
contra el mal en la que nadie triunfa, porque todos resultarán vencidos. 02-040.69
Escrito está que el mal no prevalecerá, lo que quiere decir que al final de
los tiempos será el bien el que triunfe. 02-040.70
Si me preguntáis cuáles fueron las armas con las que doté a la humanidad
para luchar contra las fuerzas o influencias del mal, os diré que fueron la
oración, la perseverancia en la ley, la fe en mi palabra, el amor de los
unos para los otros. 02-040.71
Ahora he tenido que manifestarme a esta humanidad espiritualmente, para
explicarle palabra por palabra el origen del bien y del mal y la forma de
luchar para triunfar en la gran batalla del Tercer Tiempo. 02-040.72
Vengo a poneros alerta haciendo sensible a vuestro espíritu, para que aprendáis
a recibir todo lo bueno que a vosotros llegue y a rechazar y combatir lo
malo. 02-040.73
Nadie se mofe de cuanto digo, porque con su burla dará a conocer su enorme
ignorancia. 02-040.74
Sabéis que fueron burlados todos los enviados que habéis tenido,
precursores de una revelación espiritual o científica, y sin embargo,
tiempo después, la humanidad tuvo que aceptar sus revelaciones, convencida
de la verdad que predicaron. 02-040.75
¿Sabía el hombre de la antigüedad en qué forma se verificaba el contagio
de alguna enfermedad, o cuál era la causa de la propagación de una
epidemia? No, la ignoraban, de aquella ignorancia surgieron las
supersticiones y los cultos misteriosos. Pero llegó un día en que la
inteligencia del hombre iluminada por la luz del Creador, descubrió la causa
de sus males físicos y comenzó a luchar por encontrar la forma de recuperar
la salud. Entonces, lo que había sido oculto e invisible al hombre de
ciencia, llegó a serle comprensible, con lo que la humanidad adquirió un
conocimiento que los hombres de los tiempos pasados no tuvieron. 02-040.76
En la misma forma llegarán a conocer el origen y la influencia de las
fuerzas del bien y del mal sobre la humanidad; y cuando ese conocimiento sea
del dominio público, no habrá quien al escuchar esta enseñanza, dude de la
verdad de mi doctrina. 02-040.77
Vengo a iluminaros con la luz de esta enseñanza, para que encontréis en
vuestro espíritu los dones que la humanidad había despreciado desde los
primeros tiempos, para que vuestro espíritu despertando de su letargo,
iluminado por la luz de la conciencia, sepa rechazar las fuerzas del mal y
alcance el pleno desarrollo de su evolución espiritual. Así como en el aire
contaminado llega a vosotros el germen de una enfermedad, invisiblemente y en
silencio llegan las malas influencias espirituales perturbando vuestra mente
y haciendo flaquear a vuestro espíritu. 02-040.78
Sólo la oración podrá daros intuición y sensibilidad, fuerza e inspiración
para sosteneros en la diaria y constante lucha contra el mal. 02-040.79
Os he hablado acerca de las fuerzas e influencias del mal ¿y acaso os he
hecho mención de algún espíritu? ¿Lo he nombrado por ventura? No, me decís.
Mas debo aclararos en este tiempo, que no existe ningún espíritu que
represente o que sea el origen del mal. 02-040.80
Las antiguas creencias, figuras, formas y nombres simbólicos con que los
hombres de los tiempos pasados representaron al mal, dándole forma humana y
concediéndole existencia espiritual, creencias que han llegado hasta las
presentes generaciones deben desaparecer, porque sin daros cuenta habéis
creado con ellas mitos y cultos supersticiosos, indignos de la evolución
espiritual que el hombre ha alcanzado en este tiempo. 02-040.81
Sabed que, el mal surgió del hombre, de sus flaquezas, y que a medida que
fue creciendo en número la humanidad, así como sus imperfecciones y
pecados, la fuerza o influencia del mal fue aumentando. Esa fuerza, formada
por pensamientos, ideas, sentimientos y pasiones, comenzó a hacer sentir su
influencia en los hombres y éstos llegaron a creer que se trataba de un espíritu
que seguramente era la representación del mal, sin darse cuenta de que esa
fuerza está formada por sus imperfecciones. 02-040.82
Velad y orad para que no caigáis en tentación. ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 41 02-041.01
En todos los tiempos os he hablado de la vida eterna que existe más allá de
lo material. Os he prometido que todos gozaréis de ella, mas también os he
revelado que debéis restituir los males que hayáis causado para que vuestro
espíritu evolucione. 02-041.02
Para ayudaros os he dicho: Haced buenas obras en la Tierra, para que la
simiente que sembréis, dé buenos frutos y la cosecha la reciba Yo que soy
el Camino y la Vida. 02-041.03
He visto que la humanidad es reacia, que se ha materializado y he tenido que
darle mi enseñanza para hacerle comprender cuál es el camino que debe
seguir, para alcanzar la verdadera vida y encender en ella la esperanza de
llegar a Mí. 02-041.04
El camino para alcanzar la perfección es largo y sin mi ayuda divina no podríais
llegar. La vida espiritual en el más allá es un misterio para el hombre,
mas estudiad mi enseñanza, practicad lo que su esencia os enseña y cuando
traspaséis los umbrales de la vida verdadera, no os sorprenderéis ni os
turbaréis. 02-041.05
En los primeros tiempos de la humanidad era tan escasa su evolución
espiritual, que su intuición sobre la existencia del espíritu después de
la muerte material y el conocimiento de su destino final, hacía que el espíritu
al desencarnar penetrara en un letargo profundo del cual lentamente iba
despertando, mas cuando Cristo se hizo hombre en Jesús para darle su enseñanza
a todos los espíritus, una vez que hubo consumado su misión entre la
humanidad, envió su luz a multitudes de seres que desde el principio del
mundo esperaban su advenimiento para ser libertados de su turbación y poder
elevarse hacia el Creador. 02-041.06
Sólo Cristo podía iluminar aquellas tinieblas, sólo su voz podía
resucitar a aquellos espíritus que dormían para su evolución. Cuando
Cristo expiró en cuanto hombre, el Espíritu divino hizo luz en las moradas
espirituales y en los mismos sepulcros, de donde salieron los espíritus que
junto a sus cuerpos dormían el sueño de la muerte. Esos seres vagaron esa
noche por el mundo haciéndose visibles a las miradas humanas como un
testimonio de que el Redentor era vida para todos los seres y de que el espíritu
es inmortal. 02-041.07
Sólo Jesús podía mostrarles el camino para llegar a la cumbre del monte de
la vida verdadera; quien cree en Él, dé fe de su obra y practique su
doctrina, no permanecerá estacionado. 02-041.08
Discípulos: No porque escuchéis estas revelaciones, que vienen a iluminar
vuestro sendero, queráis sentiros superiores a vuestros hermanos. Es tan
extenso el camino que tenéis que recorrer, que debéis comprender que apenas
estáis dando los primeros pasos en él. Si os revelo algunos misterios del más
allá, es para que desde ahora conozcáis el camino y os preparéis para no
perderos ni tropezar en él. Ved que así como en este mundo existen muchos
caminos por donde el hombre puede extraviarse, también en el extenso valle
espiritual, existen sendas que pueden llevar a la confusión al espíritu, si
éste no ha velado y orado. 02-041.09
Dejad que la savia de mi amor os dé vida, recordad que os he dicho: Yo soy
la vid y vosotros los sarmientos, vosotros debéis dar frutos que glorifique
al árbol del cual procedéis. 02-041.10
Es menester que analicéis con paciencia mi palabra para que mañana sepáis
explicarla a vuestros hermanos y para que podáis practicarla de acuerdo con
la verdad que ella encierra. ¿Cuándo alcanzará el hombre la perfección
que le enseña mi ley? Cuando haya cumplido con el primer mandamiento. Porque
hasta ahora, la humanidad ha amado todos los bienes del mundo antes que a su
Creador, sin embargo cuando los hombres elevan su oración hacia Mí, todos
dicen amarme, y cuando por causa de su pecado encuentran el dolor me
pregunta: "¿Señor, por qué me castigáis si os amo tanto?” Mas
luego, cuando he quitado de su camino el abrojo que los hería, se olvidan de
quien tanto los ama. 02-041.11
Escuchad: "Encontrábanse en una sinagoga dos hombres orando, uno de
ellos vestía lujosas galas, el otro iba casi desnudo. El primero daba
gracias al Creador, porque todo lo que poseía, creía tenerlo por sus
propios méritos y juzgaba que aquél que a su lado se encontraba, pobre,
desnudo y hambriento, era porque así recogía la cosecha de lo que con su
pecado había sembrado. 02-041.12
El pobre se sentía indigno de estar ante la presencia de su Señor y pedía
perdón y fuerzas para cumplir con su expiación. 02-041.13
El poderoso daba gracias, porque juzgaba que si su cuerpo estaba engalanado,
más debería estarlo su espíritu. 02-041.14
Pasó el tiempo y la muerte sorprendió a ambos. El rico era llorado por los
suyos, su entierro fue solemne y tuvo una rica sepultura; su espíritu se
desprendió de la materia y al penetrar en el valle espiritual se turbó,
porque su materialismo le impedía elevarse, doquiera que daba un paso
tropezaba y todo le parecía estar en tinieblas a su derredor. Mientras el
pobre, que era un caminante, sintiéndose cansado, se sentó bajo un árbol y
dando un suspiro dejó esta vida. Nadie lo lloró, nadie lo acompañó en
aquella hora, él no tuvo sepultura porque su cuerpo fue pasto de las aves de
rapiña. Su espíritu fue también al más allá con la fe con que vivió en
el mundo, fe puesta en el futuro. Penetró en el valle de los espíritus sin
que nadie le impidiera la entrada. Caminó en pos de una luz y al llegar a
ella, se sintió vestido y engalanado y aquellas vestiduras tenían reflejos
luminosos. Quiso aquel espíritu descansar de su larga jornada, cuando
contempló delante de él a su Padre, que con amor le entregaba el galardón
que había conquistado con sus obras de fe y resignación. 02-041.15
El que había, sido poderoso, se debatía aún en su confusión, por momentos
olvidaba quién era, por instantes lloraba preguntando en dónde estaba, dónde
se encontraba su cuerpo y dónde había dejado sus tesoros. Luego recordaba a
su Señor para decirle: Yo soy aquél que me presentaba en el templo para
mostrar mis galas y mi poder, y deciros que estaba conforme con que vos me
hubieseis dado tanto. ¿Por qué ahora me desconocéis y no me llamáis?
Entonces escuchó una voz que le dijo: En la Tierra solamente forjasteis una
gloria para vuestras vanidades humanas, fuisteis altivo, humillasteis al
pobre y tuvisteis horror del leproso; nada de lo que acumulasteis en el mundo
podía serviros para ayudaros en esta vida, es por eso que ahora sois el más
menesteroso entre los menesterosos. 02-041.16
Aquel espíritu, lejos de aceptar y reconocer la justicia divina iniciando
con humildad su expiación, blasfemó en contra de su Señor, llamándolo
injusto y alejándose de Él; Cada vez más turbado por la ira, encontró a
su paso una legión de seres que se dirigían a la Tierra a causar daños a
la humanidad; se alió a ellos, sembrando a su paso vanidades, materialismo,
egoísmo y soberbia; mas llegó a sentir hastío y cansancio de causar tanto
mal, y por un instante se detuvo a meditar. Habían pasado siglos, había
causado, muchas víctimas, porque a todos los que inspiró, los condujo al
abismo. Se sintió solo, mas en su soledad escuchaba una voz que le hablaba
desde el interior de su ser, era su conciencia, que al fin lograba ser
escuchada, se juzgó a sí mismo y vio que era muy pequeño ante la creación,
entonces con humildad, doblegado ya su orgullo, buscó a su Señor y en su
oración le habló pidiéndole perdón para sus faltas, y la voz del Padre le
dijo: Yo os perdono, mas id en busca de aquel hambriento a quien juzgasteis
en la sinagoga. Cuando estaba dispuesto a cumplir con aquel mandato, elevó
su mirada y vio que aquél a quien había contemplado miserable en el mundo,
se encontraba cubierto de blanquísima vestidura, dedicada a servir a su Señor,
haciendo luz en el sendero de los espíritus perdidos. Entonces él, que fue
soberbio, pero que ya se había arrepentido, dijo a su hermano: Ayudadme a
cumplir mi restitución espiritual. El otro, lleno de compasión y amor, sin
sentir repulsión por las impurezas que éste llevaba en el espíritu, le
ayudó en su purificación”. 02-041.17
Por medio de esta parábola, simplifico lo que podréis encontrar más allá
de vuestra vida humana, para que presintáis las pruebas que pueden
presentarse, a todos los que no preparen con sus obras de amor su entrada en
el valle espiritual. 02-041.18
Quiero haceros comprender que de todos los que sin fanatismo hacen una vida
espiritual, sana y recta, de su espíritu brotarán los buenos ejemplos, como
destellos de luz de que lo mismo iluminarán el camino de un espíritu
encarnado, como del que habita en lo invisible. 02-041.19
Antes de Cristo no hubo nadie capaz de hacer la luz en los espíritus que vivían
en las tinieblas del pecado. 02-041.20
Yo fui el primero en penetrar en los mundos de turbación para llevar ahí la
luz y así enseñar a mis discípulos a hacer lo mismo con sus hermanos,
porque el Cordero fue el único que desató los sellos que guardaban el
"Gran Libro de la vida y de la sabiduría verdadera". 02-041.21
La voz que escucháis, es la del Sexto Sello y si ella no fue oída en todas
las naciones, fue porque los hombres no estaban preparados, porque fueron
soberbios a la voz de mi llamado, dejando que solamente me escuchara el
pobre, el hambriento y el desnudo. 02-041.22
Hoy os digo: sabed perdonar y sabed tender vuestra mano cuando seáis
solicitados. 02-041.23
Seguid las huellas de humildad y paciencia de Elías, él posee el mandato de
purificar a los espíritus y de presentarlos a Mí, ha trabajado
incansablemente y me ofrece un pueblo limpio, sensible y preparado para oír
mi palabra. Os ha traído al monte de la Nueva Sión, para que escuchéis mi
voz, y al oírme os habéis estremecido. No dudéis porque ahora os esté
entregando mi enseñanza por el conducto humano, siempre he venido a
sorprenderos y a probar vuestra fe. Habéis pasado a una nueva etapa y debéis
subir un escalón más en el camino de evolución del espíritu. 02-041.24
Benditos sean los que sacrifican su envoltura para perfeccionar a su espíritu.
Benditos los que llevan con humildad y paciencia su cruz. Cuando Yo os
contemple preparados, os pondré delante de una multitud para que la guiéis,
y si perseveráis en la virtud, no penetrará en vuestro corazón la
soberbia, no os sentiréis señores sino siervos, y esas porciones se
multiplicarán, más, ¡ay de los que equivoquen mis mandatos y lleven al
abismo a sus hermanos en lugar de hacerlos escalar el monte de su evolución!
¡Cuánto tendrán que luchar para defenderse de sus enemigos y cuántas
veces se quebrantará su corazón en esa lucha!, Mas vosotros en vuestra
obediencia pensad que estáis conquistando la cima en donde todo sufrimiento
es recompensado con mi bendición. 02-041.25
En corto tiempo vendrán a la Tierra las generaciones prometidas, las que
alcanzarán grandes adelantos en el camino del progreso espiritual. Ellas
interpretarán mi palabra mejor que vosotros y la esparcirán por todos los
pueblos; esos nuevos seres que hoy preparo se comunicarán de espíritu a Espíritu
conmigo y darán pruebas de su potestad entre sus semejantes. 02-041.26
Pueblo amado: si os preparáis, Yo os inspiraré leyes y obras que sorprenderán
a la humanidad, vuestra mente iluminada descubrirá en la naturaleza y en
vuestro espíritu, todo lo que hay de grande y de perfecto; entonces estaréis
en pleno conocimiento de vuestros dones y vuestras obras serán grandes en
amor y caridad hacia vuestros hermanos. 02-041.27
Sed buenos labriegos en el huerto de vuestro Señor, cortad la mala hierba,
cuidad de las plantas y cuando les miréis florecer, gozad y ofrecedme
vuestro trabajo. Pensad que si os doy la misión de dar vida a las plantas,
no debéis causar dolor ni herir a esas criaturas. Os hablo de vuestros
hermanos, de su sensible corazón para que siempre veléis por ellos con amor
como Yo os he enseñado. 02-041.28
Comprended que no es imposible cumplir con mis leyes, sólo debéis orar y
llenaros de una firme voluntad, de amor a vuestro Padre, en la caridad y amor
a vuestros hermanos, y Yo derramaré mi potestad en vosotros. No quiero que
lleguéis al sacrificio; amad, sed virtuosos y tendréis en vosotros mis
complacencias. 02-041.29
No me culpéis de vuestros desvíos; Yo os he dado la conciencia para que os
guiéis con su luz, ella es juez inflexible que os ha mostrado siempre el
camino del bien y os ha prevenido para que no caigáis en tentación. También
os he rodeado de seres que os ayuden a comprender vuestra misión y a
adquirir las virtudes de humildad y mansedumbre. 02-041.30
Los que con amor os preparáis para oír mi enseñanza, no quisierais dejar
de escuchar una sola de mis lecciones y en vuestro corazón me pedís que os
permita escuchar hasta la última de mis palabras en este tiempo. Vosotros
quedaréis como herederos de esta gracia, mas debéis comprender que cuando
os digo: pedid que se os dará, debéis elevaros en oración para que pidáis
lo que convenga a vuestro espíritu, porque algunos tan sólo piden para su
vida terrestre: pero Yo os concedo según mi voluntad y no la vuestra. ¿Qué
sería de vosotros si siempre os concediera según vuestros deseos? ¡Cuántas
veces habéis pedido con insistencia algo creyéndolo para vuestro bien y
habiéndolo esperado al anochecer y al amanecer, no lo habéis visto
realizado!, Mas cuando el tiempo ha pasado, os habéis dado cuenta de que
estabais equivocado y de que el Padre tenía razón. Sin embargo, al necio,
al inconforme, al exigente, se le ha entregado lo que reclama, para que las
consecuencias dolorosas y adversas lo dobleguen ante la verdad, mas a unos y
a otros les he concedido pruebas para su propio bien, mientras unos aprenden
por el amor, otros por el dolor. 02-041.31
Yo me recreo viéndoos llegar ante
mi enseñanza y en vuestra elevación, siento la caricia del hijo de mi Espíritu.
El Padre, anhelando ser amado por los que
se encuentran lejos de su reinado, se ha acercado a vosotros para
recibir vuestro ósculo. Y mientras la humanidad no se salve, unos me verán
esperándoles día tras día, y siglo tras siglo, y otros me presentarán
pendiente de la cruz por su falta de amor. 02-041.32
De aquellos sois vosotros, mas al escuchar mi palabra habéis visto que antes
de condenaros os he perdonado. He contemplado vuestros labios amargos y los
he endulzado con mi palabra; os he visto cansados por las pruebas de la vida
y os he dado mi fortaleza. 02-041.33
El que siente minado su cuerpo por el dolor se pregunta si no habrá hecho
mal uso de él, contrito me interroga para saber cómo recuperar su vigor que
le permita seguir luchando, entonces le digo: Penetrar en el fondo de mi
palabra que es la ley, y en sus preceptos y máximas encontrará cada quién
la enseñanza que necesita. 02-041.34
No os alejéis hasta no haber comido de todos los frutos de esta mesa y si
después de ello no os sentís satisfechos, podéis marcharos en busca de
otros manjares, pero si queréis comprender mi verdad, preparaos y no dudéis
de mi presencia sólo porque no habéis recibido lo que de Mí habéis
solicitado. En verdad os digo que en mi arcano están vuestros bienes,
esperando el momento de vuestra preparación para ser en vuestro espíritu. 02-041.35
Algunos permanecen fuertes en este camino, otros flaquean a cada momento
porque escuchan las palabras de sus hermanos que les tientan a abandonar esta
enseñanza. 02-041.36
El Maestro os dice: Permaneced unas albas más recibiendo mi enseñanza y
poned atención a lo que de Mí escuchéis para que al menos llevéis luz en
vuestro espíritu porque aún estáis ciegos. Sé que tendréis que volver a
Mí, y que seréis apóstoles de esta obra. 02-041.37
Quien me ha escuchado una vez, lleva una herida de amor en su corazón que
nunca se cerrará. 02-041.38
¡Cuántos de los que aquí encontraron la paz sin darse cuenta de ello, será
menester que la pierdan para que retornen a Mí!, Porque se convencerán de
que la paz no se compra con bienes materiales, por ser un tesoro que
desciende de Dios. 02-041.39
la paz ha huido de los hombres y éstos para encontrarla, tendrán que
elevarse a Mí. Hoy los poderosos han perdido su fuerza; los reyes tiemblan
ante sus vasallos sublevados, los señores se han tornado en esclavos, los
que se creían libres están atados a mi justicia, y los hombres de ciencia
se confunden. 02-041.40
Daos cuenta de que todos los tesoros y poderes de los hombres no podrán
comprar un átomo de paz y que también el don de curación se ha apartado de
los doctores, quienes no podrán comprar una sola gota de mi bálsamo con su
ciencia, mientras su corazón no se despeje del egoísmo. 02-041.41
Discípulos amados, no dudéis de la gracia que os he confiado ni os atemoricéis
por la pobreza de vuestro vestido o por el lugar humilde que ocupáis entre
vuestros hermanos. No temáis porque veáis que sois de los últimos en
vuestros trabajos, no os sintáis humillados, sed conformes y dignos, pensad
que si materialmente estáis bajo el mandato de vuestros hermanos, vuestro
espíritu está sobre ellos. Podríais llegar hasta ser esclavo en el mundo,
mas vuestro espíritu ha sido libertado con mi luz para que habite en lo
infinito y en lo eterno. El espíritu que es en verdad mi siervo, conoce la
paz y la verdadera libertad. 02-041.42
Tendréis que cumplir con vuestra misión entre la humanidad, Yo os guiaré
para que llevéis la luz a vuestros hermanos, y no deberéis sentiros
incapaces de cumplir con vuestro destino, porque a nadie le he asignado un
cargo imposible de llevar a cabo. Me basta que oréis con limpidez y que estéis
siempre preparados. 02-041.43
Con la oración se adquiere sabiduría, ella es la llave que abre el arcano
divino y es el lenguaje con el cual el espíritu del hijo conversa con su Señor.
02-041.44
¡Cuántos prodigios y cuánta caridad podréis sembrar en vuestro camino
cuando os preparéis como Yo os he enseñado! No necesitaréis libros de
ciencia o filosofías para saber ni para enseñar, os bastará estudiar y
analizar las enseñanzas que os he dado en los tres tiempos. 02-041.45
Si sois pobres, nunca seréis parias. Luchad como todos por el pan de la
tierra, pero no os afanéis más de lo debido, no sacrifiquéis vuestro
cuerpo tratando de alcanzar y atesorar los bienes materiales. Distribuid
vuestro tiempo para que podáis conceder unos instantes a la evolución de
vuestro espíritu. 02-041.46
Si Yo repruebo la materialización absoluta en el hombre, no por eso os
aconsejo que persigáis únicamente lo espiritual, mientras estéis en este
mundo y tengáis materia, tendréis que armonizar hasta donde vuestra evolución
os lo permita en vuestra vida, las necesidades del cuerpo con las del espíritu.
Dad a Dios lo que es de Dios y al mundo lo que es del mundo. 02-041.47
Vestid a vuestro cuerpo y defendedlo de la intemperie, mas a vuestro espíritu
revestidlo de luz. Buscad el pan para vuestra materia, y así como buscáis
que sea de buen gusto y que contenga las substancias que os sustenten,
procurad a vuestro espíritu un alimento de verdadera vida para él. 02-041.48
Si la carne se impone, sufre el espíritu, si el espíritu se impone sufre la
materia y en verdad os digo, que se debe a que en ambos elementos no existe
armonía. Esta existe cuando ambos forman un solo cuerpo y una sola voluntad.
No os deis por satisfechos creyendo que con orar habéis cumplido vuestra
misión; Yo solo os pido cinco minutos de oración, para que el resto del
tiempo lo dediquéis a luchar por la vida material y a cumplir dentro de ella
con los deberes de vuestro espíritu, sembrando entre vuestros hermanos la
simiente de amor y caridad con vuestras buenas obras. Mi palabra os prepara;
no podría Yo enviaros débiles a levantar a los caídos, ni os enviaría
enfermos a consolar a los tristes. 02-041.49
Discípulos, ¿qué me pedís por aquellos que ponen pedruscos en vuestro
camino para haceros caer? El perdón pedís, que él sea con ellos. Yo
bendigo a los mismos que os hacen sufrir por mi causa. 02-041.50
Vivid en paz en vuestros hogares, haced en ellos un santuario, para que
cuando penetren los seres invisibles, que turbados vagan en el valle
espiritual, que encuentren en vuestro ser la luz y la paz que buscan y se
eleven al más allá. 02-041.51
¿Qué sería de esos seres si contemplasen tan sólo guerra dentro de
vuestro hogar? ¿Qué sería de esos menesterosos? 02-041.52
Tomad una antorcha, encendedla y no dejéis que se extinga su luz, que es el
amor a vuestros hermanos y la fe en la caridad de vuestro Padre. Entonces será
en vuestros hogares mi paz. Para ello preparad vuestro corazón, limpiad
vuestro espíritu con arrepentimiento y regeneración, para que toméis la
esencia de mi palabra y con ella seáis confortados. Me aposento entre
vosotros manifestando en mi palabra mi enseñanza, para que sintáis mi
presencia y deis testimonio de Mí. Os estoy dando una oportunidad más de oír
mi lección, porque quiero que cumpláis mis mandatos, que vayáis por el
camino certero, hasta encontrar la tierra prometida, una tierra firme, en
donde podáis descansar de vuestra peregrinación, conquistando el galardón
ofrecido por vuestro Padre. 02-041.53
Es menester que comprendáis mi palabra, para que no la arrojéis como hace
el niño soberbio cuando desprecia el pan que se le ofrece. Esta palabra
viene a salvaros, a apartamos de vuestras erróneas costumbres, del fanatismo
y la confusión en que os han hecho caer las religiones. Si no entendéis mi
palabra, o no quisieseis escucharla y estudiarla, me estaréis rechazando y
no llegaréis a conocer la finalidad de mi manifestación en el Tercer
Tiempo; llegará la fecha señalada para que ésta termine y entonces sentiréis
un vacío en vuestro corazón y reconociendo que hubo una gracia que no
supisteis apreciar, me llamaréis y ya no se escuchará mi palabra por
conducto del entendimiento humano. Entonces caerá sobre vosotros el peso de
vuestra incomprensión y no tendréis paz. ¿Queréis apurar este cáliz tan
amargo? Yo os contemplaré con dolor y esperaré el día de vuestro retorno.
Dejad que vuestro espíritu se liberte y venga a Mí; espiritualizados para
que podáis penetrar en la senda de elevación y de progreso en la vida
verdadera. 02-041.54
Sed justos en todos vuestros actos y cuando corrijáis a vuestros hermanos,
no seáis jueces ni verdugos. No toméis el látigo para castigar a un
semejante. 02-041.55
En el Segundo Tiempo, habiendo penetrado Jesús en Jerusalén, encontró que
el templo, el lugar consagrado para la oración y el culto, había sido
convertido en mercado, y el Maestro lleno de celo arrojó a los que así lo
profanaban diciéndoles- "La casa de mi Padre no es lugar de
comercio". Éstos eran menos culpables que los encargados de guiar al
espíritu de los hombres en el cumplimiento de la ley de Dios. Los sacerdotes
habían convertido el templo en un lugar donde reinaban las ambiciones y la
grandeza, y este reinado fue destruido. 02-041.56
Hoy no he tomado látigo para castigar a los que profanan, mi ley, he dejado
que las consecuencias de sus propias faltas se hagan sentir en la humanidad
para que sepan interpretar su sentido y comprendan que mi ley es inflexible e
inmutable. He señalado el camino al hombre, camino recto y si de él se
aparta, se expone a los rigores de una ley justa porque en ella se manifiesta
mi amor. 02-041.57
Guiad con celo a vuestros hijos, enseñadles a cumplir con las leyes del espíritu
y de la materia; y si ellos las infringen, corregidles, porque vosotros como
padres me representáis en la Tierra. Recordad entonces a Jesús que lleno de
santo enojo, dio una lección para todos los tiempos a los mercaderes de
Jerusalén, defendiendo la causa divina, las leyes inmutables. 02-041.58
La humanidad me pide tranquilidad, teniendo en ella el don de la paz que se
alcanza con el cumplimiento de sus deberes; mas Yo os pregunto: ¿Es preciso
que para tener paz debáis pasar antes por la guerra? Mirad cómo la buena
simiente ha sido arrasada por la maldad. Unas naciones destruyen a las otras,
las que hoy son fuertes, mañana quedarán aniquiladas, y el pueblo de Israel
intercede en estos momentos por la humanidad y me dice: Maestro, he orado y
no me ha sido concedido lo que te pido. ¿Sabéis, pueblo, cuántas penas habéis
aliviado y cuánta esperanza ha inspirado vuestra oración en aquellas
criaturas? No soy Yo el que debe decir que la paz sea en el mundo, sino el
hombre, cuando haya convertido su
corazón al amor y a la humildad. 02-041.59
¡Qué grande es la ignorancia que me presenta la humanidad! Ni el sabio, ni
el ignorante, han cumplido con mis leyes, y teniéndome como Maestro, no han
prestado oído a mis lecciones. Si vuestras faltas os hacen morir, tomad mi
palabra como pan de vida eterna, vivid velando, trabajando en mi doctrina y
amando a vuestros hermanos. 02-041.60
Esta enseñanza es como un nuevo día que ilumina el sendero de la humanidad.
Habéis visto ocultarse en el ocaso una era y aparecer una nueva alborada, en
que tendréis que mirar grandes luces que iluminan a los hombres ante un gran
despertar. Habéis visto desatadas las pasiones, el pecado dando amargos y
dolorosos frutos, el mal invadiendo hogares y naciones, la injusticia enseñoreándose
en los hombres; mas Yo vengo a detener ese desbordamiento, no a juzgar sino a
encauzar al mundo. Y ese dolor que me presentáis y que vosotros os habéis
labrado, no lo atribuyáis a Mí; Yo os he creado para que viváis,
experimentéis y os elevéis por vuestros méritos. Sin embargo, os amo y por
ello vuestro dolor ha llegado a Mí y he venido como Consolador y Maestro a
devolveros lo qué habéis perdido y a anunciaros que el reino de paz se
acerca a vosotros y que debéis prepararos para llegar a él. La humanidad se
transformará y el bien será en el corazón de los hombres. 02-041.61
Desde el principio de los tiempos os he hablado en muchas formas para que me
comprendáis y en particular a vosotros, que habéis sido mis confidentes,
mis portavoces y heraldos que habéis llevado mis mensajes a los demás
pueblos. Hoy os digo que continuéis vuestra misión pacientemente, que no os
detengáis ante la incredulidad y la incomprensión de vuestros hermanos.
Mientras vosotros habéis creído y comprobado mi manifestación en este
tiempo como Espíritu divino, otros no están aún preparados para recibir
esta nueva, mas no por esto los desconozcáis ni os desesperéis, lo que no
podáis hacer vosotros lo haré Yo y presentaré al mundo mi obra y cumpliré
mi promesa. 02-041.62
He escogido esta nación y me place que de ella salgan mis labriegos a
esparcir la semilla. Os estoy preparando para que seáis maestros, mas no
jueces de vuestros hermanos. No olvidéis que os dejé entre vuestros
hermanos como servidores y no como señores. Cuando esta palabra sea conocida
y buscada por vuestros semejantes les diré: 02-041.63
Venid a Mí, caminantes, Yo tengo esa agua que calma la sed que abrasa a
vuestro espíritu. Os contemplo pobres de espíritu, y de materia, mas Yo
vengo a daros más de lo que me pedís, Os ofrezco un reino de paz, el mismo
que ofrecí a las primeras criaturas que envié a este mundo. No es el agua
de los manantiales, ni la paz perecedera que dura un instante, sino la gracia
y la paz eterna, la verdad y la luz. 02-041.64
Traigo para todos perdón y alivio, tanto para los que me aman, como para los
indiferentes. No maldigo al que me ha injuriado, antes bien lo bendigo,
porque sé que un día me amará. 02-041.65
No debéis ambicionar los placeres terrenales lo que hoy es mañana no
existe. Buscad y labrad la vida perdurable, esa vida de la que nadie retorna
porque es la suprema verdad. Llegad a ella por el camino de mi enseñanza.
Llegad, cumpliendo con mi mandato que en todos los tiempos os he dado:
"Amaos los unos a los otros". 02-041.66
¡Cuánto goza vuestro Padre al comunicarse con sus hijos! Después de este
tiempo en que os di mi palabra por conducto del hombre, aprenderéis a
buscarme en el infinito y vuestra comunión será más pura y constante, será
la comunicación de espíritu a Espíritu. 02-041.67
¡Qué alegría contemplo en mis hijos Por haber vuelto a escucharme! Y ¡cómo
me reconocen y me siguen! Os repito una vez más, hijos míos: "Amaos
los unos a los otros", como os he enseñado siempre. 02-041.68
Os he llamado para haceros grandes en espíritu, no señores del mundo. 02-041.69
Si sois humillados por mi causa, Yo os ensalzaré; si padecéis aflicciones,
Yo os consolaré. ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 42 02-042.01
Vengo a apartar de vuestro camino, los obstáculos que puedan estorbar
vuestro trabajo en mi campiña, porque sois los, elegidos para cumplir esa
misión; debéis dar a conocer a la humanidad la verdad de mi enseñanza. Sed
fuertes, porque he mirado que os falta fe, que os dejáis vencer por el
desaliento y no os levantáis con entereza de vuestras caídas. Volvéis a
dudar como lo hicisteis en el Segundo Tiempo y para creer me pedís pruebas
materiales que no he de concederos. No imitéis a los escribas y sacerdotes,
que teniendo en sus manos las escrituras pensaron que mi llegada entre la
humanidad de aquel tiempo se verificaría en determinada forma, y al ver que
el desarrollo de mi misión era bajo una forma de manifestación distinta a
la que ellos esperaban, dudaron, porque los prodigios que pidieron no les
fueron concedidos, porque el camino ya estaba trazado por Mí y todo fue
consumado según estaba escrito desde la eternidad. 02-042.02
Dudáis porque vuestro corazón no está preparado, ignorabais mis profecías
y muy pocos han analizado y comprendido mis revelaciones en toda su verdad,
mas si vuestro corazón ignoraba, el espíritu presentía que había de venir
entre vosotros una vez más, y hoy mi palabra, como fino cincel, os está
modelando y probando la verdad de mis manifestaciones. En verdad os digo que
no debéis someter a prueba a vuestro Padre, orad y penetrad en profunda
meditación, ya es tiempo de que tornéis a Mí y de que os acerquéis y os
reunáis con vuestro Creador. 02-042.03
Pensad que si habéis llorado en la Tierra, no soy Yo quien os ha causado esa
pena, no he gozado con vuestra expiación, ni he sido indiferente a vuestro
dolor; sólo he querido modelar y elevar a vuestro espíritu. Os he amado y
perdonado siempre. 02-042.04
Penetrad en el sentido de mi palabra y descubrid todo lo que quiero
expresaros por los labios torpes del portavoz, mas no queráis oírme sólo
por conducto de ellos, os he enseñado la oración perfecta, para que alcancéis
la comunicación de espíritu a Espíritu con vuestro Padre, con la que podréis
hablarme en el lenguaje que corresponde al espíritu y recibir mis sabias y
amorosas respuestas. 02-042.05
¿Por qué pasáis inadvertida mi obra de espiritualidad y desoís la voz de
la conciencia que os está hablando en vuestro interior? ¿Por qué dais crédito,
tan sólo a las palabras y juicios humanos y dejáis que el espíritu que
vive en su tiempo sé marchite como las flores bajo un sol ardiente cuando
les falta el riego? 02-042.06
Los niños se comunicaran conmigo, recibirán mis mensajes y os sorprenderán
con su adelanto. Os enseñarán mi doctrina de amor y sus
convicciones serán firmes; mas no por ello os sintáis humillados. Si
en el seno de vuestro hogar miráis que ellos dan muestras de espiritualidad
conducid sus pasos, dejad que gocen y se extasíen contemplando las elevadas
regiones donde viven los justos, y ellos sentirán mientras están
transportados que están cerca de Mí y olvidarán sus dolores. 02-042.07
¿No miráis la paciencia y también la angustia en vuestro Padre ante el
lento despertar de sus hijos? Mi caridad os conduce a la paz, las pruebas están
señalando a la humanidad el estrecho camino que conduce a Mí. Por ese
sendero todos debéis llegar a reuniros con vuestro Creador. 02-042.08
Entre Vosotros se encuentran los labriegos que aman a la humanidad y luchan
por llevarle la luz. Hoy vienen llenos de fe a depositar en Mí el fruto de
su trabajo. Ahí está el párvulo que ha escuchado mi cátedra, que ha
tomado la parte de trabajo que le corresponde, y que hoy me presenta las
primicias de su siembra espiritual. Su oración, es una invocación de paz
para sus hermanos, no le basta para feliz, que su nación se encuentre en
paz; llegan hasta él las quejas de la humanidad que no conoce, pero que sabe
que está sufriendo. Con su espíritu conmovido intercede por sus hermanos y
Yo le digo: Que esa paz vendrá cuando la prueba haya dejado su simiente en
el corazón de aquellos que hoy sufren y el dolor haya purificado su espíritu.
02-042.09
Pensáis, mientras oís mi palabra, que en los momentos de gozo en que os
transportáis para estar más cerca de Mí, muchos hermanos vuestros caen en
los campos de guerra, que muchas madres han visto, partir al hijo y su corazón
se ha desgarrado de dolor, que muchos pequeños lloran el abandono de sus
padres y todos se debaten en el dolor. Os digo que no sabéis el tiempo en
que habéis penetrado, porque éste es tiempo de expiación y duras pruebas.
Vosotros como discípulos míos, sentís él deber de orar para hacer
descender la paz y el consuelo sobre vuestros hermanos, y Yo os pregunto si
habéis sabido aprovechar la paz que os he concedido. 02-042.10
¿Por qué lloran los padres sintiendo que la familia es un pesado madero que
llevan sobre su hombro, y otros por qué están enfermos del espíritu, teniéndome
tan cerca? Es que les ha faltado la fe y la confianza en Mí, y no han podido
regenerarse. 02-042.11
Vos, pueblo de Israel, no pequéis, antes bien rescatad a los pecadores,
iluminad a los que se han confundido, y si queréis guardar vuestra paz,
trabajad por ellos, honrad a vuestros padres, miraos todos como hermanos.
Amaos los unos a los otros. 02-042.12
Siempre que os acercáis a Mí, sentís que mi amor fortalece a vuestro espíritu
y materia, también sabéis que cuando os alejáis, huye de vosotros la paz y
vuestro espíritu se aflige. Vuestra conciencia os dice siempre con toda
verdad si estáis en el camino de la ley o si os habéis salido de él. Yo
soy la ley y os inspiro siempre el cumplimiento de ella. 02-042.13
Cuando os obstináis en disfrutar de los placeres prohibidos, Yo permito que
conozcáis y sepáis por propia experiencia, que ese cáliz os ofrece siempre
el dolor. Después de una caída os desengañáis y volvéis a Mí, pidiendo
que ese dolor sea para vuestra expiación. 02-042.14
Aprended, para que preparéis a los corazones ansiosos de conocer mi palabra
y podáis hablar sin temor. Si en vuestro corazón se anida el egoísmo, nada
podréis dar; tened presente el amor y la caridad con que Yo hablo a todos
mis hijos, y con el mismo amor entregad a vuestros hermanos. 02-042.15
Ya se acerca el tiempo en el que os enviaré por comarcas y naciones para que
llevéis mi luz, pero vosotros debéis preparaos estudiando y analizando mi
enseñanza dando con vuestras obras de amor y caridad hacia vuestros
hermanos, testimonio de las verdades que ella encierra. No quiero que después
lloréis el tiempo que perdisteis por no haber sabido aprovechar mi enseñanza,
por que habrá grandes pruebas. Muchos lamentarán no haberme oído y creído
y algunos para 1950 ya estarán en espíritu.
02-042.16
Algunos de mis hijos lloran al oír mi palabra, que esas lágrimas sirvan
para lavar a los que se han manchado. 02-042.17
Vosotros que me escucháis haced mi voluntad como lo hicisteis en el Primero
y Segundo Tiempo, porque sois los mismos espíritus que han venido
evolucionando tiempo tras tiempo, y cuando hayáis alcanzado el final de
vuestra restitución, vendréis a Mí, para no volver a encarnar en este
mundo. Muchas veces os he dicho, que si en esta era hubiese encarnado para
daros mi palabra como lo hice en el Segundo Tiempo, una vez más hubiera sido
llevado al martirio; esta lección ya pasó y hoy vengo a daros la que
corresponde a este tiempo. Comprended que la forma en que me manifiesto, es
una prueba más de mi amor a vosotros al comunicarme a través del
entendimiento del hombre; éstos que me sirven, llevan una pesada cruz y por
esta causa, por seguirme, padecerán, serán desconocidos y burlados, mas Yo
acogeré a su espíritu y después, cuando hayan terminado su misión, les
daré descanso y paz. 02-042.18
Hoy me pedís por vuestra envoltura y Yo os digo: Pedid más por vuestro espíritu
que lo demás os lo doy por añadidura. 02-042.19
Considerad que sólo sois pasajeros en la Tierra, que en vuestra larga
jornada habéis recogido dolor y habéis tropezado con el pecado, y que después
de haber caído, sin encontrar una mano caritativa que os levantase,
recordasteis que en el más allá hay un Padre bondadoso que está dispuesto
a daros cuanto necesitáis, y que en El podíais encontrar alivio a vuestros
males no sólo a los que enferman a vuestro cuerpo, sino a los que afectan a
vuestro espíritu que son como un fardo doloroso que os agobia. 02-042.20
¡Oh, hijos amados! Que no habéis querido elevar vuestro espíritu, que no
le habéis concedido el tiempo necesario para meditar y cumplir con sus
deberes, considerad cuántos dones están en vosotros, nada os falta para que
podáis alcanzar la cumbre del monte donde os espera vuestro Padre, para
entregaros vuestro galardón. Todos estáis iluminados y preparados para
conocer las revelaciones de este tiempo; si os espiritualizáis, podréis
trabajar no sólo en este mundo, sino que Yo os permitiré transportaros a
otras regiones donde viven vuestros hermanos y ahí sembraréis también como
buenos labriegos, la simiente de amor y caridad que vuestro Padre os ha
confiado.
02-042.21
No os conforméis con la primera lección que habéis recibido, seguid
adelante, buscad mi palabra, conoced su esencia para que podáis hablar con
firmeza a vuestros hermanos; no temáis al juicio ni a la burla de la
humanidad. ¿Qué falta podrán perseguir en vosotros, si lleváis limpieza
en vuestro corazón y rectitud en todos vuestros actos? 02-042.22
Me complazco en recibir a los corazones inocentes y buenos que vienen a
solicitar mi ayuda, a los que me buscan como doctor de los doctores, mas
también contemplo con agrado que os olvidáis de vuestras penas para
presentarme a vuestros hermanos menesterosos, a los que habéis convertido
con mi enseñanza; bendigo a los que han aliviado penas y compartido dolores
y les doy fortaleza, para que cumplan con
mi precepto, que os dice; Amaos los unos a los otros. 02-042.23
He contemplado cómo algunos de mis hijos desconfían de Mí, sin dejar a su
espíritu desarrollar sus dones, y cuando ha sido preciso que hablen a la
humanidad de mi doctrina han callado sin recordar que Yo he dicho que hablaré
por todos los que estén preparados y que si no los hay, hablare por medio de
los elementos de mi Creación. 02-042.24
A mis hijos, que van por la Tierra sin conocer su elevado destino, les digo:
¿Cuándo pensáis cumplir con vuestra misión? Si hoy dormís, despertaréis
mañana en el más allá y lloraréis el tiempo perdido, me pediréis volver
a la Tierra y entonces vuestra restitución será muy dolorosa. 02-042.25
Cuando oís que el Maestro os previene y juzgáis vuestras obras a la luz de
vuestra conciencia, encontráis que la semilla que os he dado no se ha
multiplicado, y Yo os pregunto: ¿Cómo vais a preparar a los nuevos discípulos
que, vendrán en busca de esta herencia, no podéis testificar con vuestras
obras la enseñanza que os he dado? 02-042.26
En el primer día del año de 1939, os anuncié la guerra que se aproximaba,
palpasteis la destrucción y el caos en que se hundieron muchas naciones; habéis
visto pasar guerra tras guerra y aún no os apercibís del tiempo, en que estáis
viviendo. En los años futuros veréis gran división entre las naciones. 02-042.27
Los fuertes estarán frente a los fuertes y en esa batalla perderán su poder
y se doblegarán, entre tanto muchos espíritus perderán su cuerpo e irán
al valle espiritual con la confusión y el dolor de no haber preparado su
retorno a Mí, mas en su camino encontrarán a Elías señalándoles el
camino de su restitución. 02-042.28
Hoy os anuncio que se acerca el tiempo en que vendrán grandes espíritus a
la Tierra a trabajar por la paz y por la elevación de la humanidad, Preparad
el camino a esas generaciones. 02-042.29
Bienaventurados los que al oír mi palabra han creído, más también os
digo: Benditos aquellos que sin haberme escuchado creen y llevan en su corazón
un templo, aman e interceden por sus hermanos y su fe es como una flama
ardiente que ilumina el sendero de su restitución, porque ellos me estarán
mirando con su fe. 02-042.30
Hoy acudís a la fuente de la gracia para calmar vuestra sed y recordáis mis
palabras en que os dije: “El
que de esta agua bebiera, sed no volverá a tener” Vuestra sed en este
tiempo es de luz, de verdad y de paz. Conocéis sólo el dolor y la falsedad
y buscáis un bálsamo que cure vuestras heridas y haga renacer
vuestra esperanza. Aquí me tenéis recibiendo, vuestro corazón y confortándolo.
Aguardáis impacientes los días en que os doy mi palabra y me decís: Padre,
sólo en este instante encuentra descanso mi espíritu y elevado a Ti olvido
lo que pertenece al mundo y siento que la paz de tu Espíritu inunda mi ser. 02-042.31
Bienaventurados vosotros que habéis reconocido que éste es el tiempo de
gracia en que mis enseñanzas os guían y os ayudan en vuestra restitución.
Si sabéis oírme y conservaros dentro de mis leyes, no habrá poder humano
que os hiera, y os sentiréis acariciados y guiados por el Padre. 02-042.32
Si antes no me habíais buscado, hoy sabéis que la hora de vuestro despertar
ante mi verdad estaba marcada y que Yo os esperaba para haceros heredad.
Ahora que habéis recibido mis beneficios, llenos de gratitud me pedís que
os conceda ser mis labriegos y Yo lo permito, porque a eso os he enviado a la
Tierra, a conocer la buena nueva y extenderla entre la humanidad; mas para
alcanzar el conocimiento y desarrollo de los dones que os agracian, antes
tendréis que luchar contra vuestra materialidad, contra vuestro pecado y
debilidad, y cuando sintáis que os habéis preparado y que os habéis
purificado con vuestra restitución, llevad vuestro amor a vuestros hermanos
como una joya de inapreciable valor. 02-042.33
No habéis venido a la Tierra para rendir tributo al mundo, vuestro
cumplimiento es más elevado, la misión como discípulos de vuestro Padre os
espera, y cuando hayáis luchado por el establecimiento de mi doctrina y tengáis
vuestra planta herida por los cardos y vuestra vestidura desgarrada por el
largo camino, venid a Mí; No temáis llegar desnudos, sin calza y sin
alforja, porque si todo lo habéis derramado entre vuestros hermanos, Yo os
devolveré lo que les hayáis dejado y os colmaré de gracias por el amor y
caridad que les hayáis impartido. 02-042.34
Os espera una gran lucha, en que vuestro cumplimiento hará que vuestro espíritu
no sienta cansancio; porque seréis ayudados por el buen Pastor y por el
mundo espiritual. Si me amáis, si tenéis fe, el trabajo os será fácil; Yo
venceré la incredulidad de los espíritus reacios y os oirán; otros no
llegarán a conocer esta luz en la presente encarnación porque ya os he
anunciado que no todos los que hoy están en materia conocerán la luz de
esta enseñanza del Tercer Tiempo. Muchos tendrán que ir al valle espiritual
y desde allí contemplarán esta obra de amor y creerán. Los que me oyeron y
no comprendieron mi palabra, ni conocieron mi voluntad, trabajarán en espíritu
y así cumplirán su misión. 02-042.35
Aun cuando mi lección es clara, no todos la habéis analizado ni
comprendido. No os habéis alimentado con este fruto que en este tiempo os he
ofrecido. Os he dicho que todo árbol por su fruto es reconocido, y el sabor
de mi palabra es dulce, y su esencia vivifica al espíritu, mas no habéis
querido conocer su verdad. 02-042.36
Habéis sido frágiles barquillas en medio de un mar embravecido y habéis
dejado muchas veces apagar vuestra fe. No me sentís, sabiendo que estoy con
vosotros, que muchas veces os he dicho que tenéis más lejos de vuestros
ojos las pestañas, que mi Espíritu del vuestro. 02-042.37
Velad, porque el lobo con piel de oveja os acecha siempre para sorprenderos.
Cuando ya os disponéis a compartir este amor y esta caridad divina con
vuestros hermanos, la tentación se acerca y os hace variar vuestra intención.
02-042.38
Si encontráis que vuestros hermanos que pertenecen a otra doctrina, señalan
vuestros errores y os enseñan, sed humildes, oíd sus palabras, porque mi
inspiración desciende a todo el que se prepare, y no sabéis si es mi
voluntad servirme de ellos para corregiros. De todas las clases he escogido a
mis discípulos, hay quienes mendigaron para llevar el pan a sus labios, mas
también hay otros que habiendo llevado una vida de holgura, les he llamado y
sin comprender el tesoro que han recibido, se avergüenzan de formar parte de
este pueblo. 02-042.39
Yo perdono vuestros pecados, aun cuando habéis faltado con el conocimiento
de que cometíais un error y siempre os presento el camino por donde debéis
de llegar a Mí. ¿Puede el hijo
presentarse al Padre con su espíritu manchado y sin buenas obras? Su
conciencia le dirá que sólo después del cumplimiento podrá llegar a Mí. 02-042.40
Comprended que cada instante que pasa acorta el tiempo en que os daré mi
palabra. Aprovechadle para que mañana no lloréis por la enseñanza que habéis
desperdiciado. 02-042.41
Meditad en que tendréis que cumplir la misión de dar la buena nueva a
vuestros hermanos, así como hubo en vuestro camino uno que os llamara. ¿Quién
podrá olvidar a aquél que os habló de mi palabra y os condujo a mi
presencia? ¿No queréis que alguien os recuerde con cariño y gratitud? 02-042.42
Perseverad en el bien, dejad que vuestro corazón se acrisole en la virtud y
veréis el desarrollo de vuestras facultades. No retrocedáis, porque sentiréis
como si esos dones huyeran de vosotros. 02-042.43
Es tiempo de que no sólo pidáis, sino de que sepáis pedir, para que no digáis:
Padre, he rogado mucho y nada he recibido. 02-042.44
No olvidéis que más tengo que daros que vosotros que pedirme, y que
mientras vosotros estáis pidiendo al Padre que os dé, Yo os estoy pidiendo
que sepáis recibir. 02-042.45
Sed de mis buenos discípulos, de aquellos que abracen su misión con
verdadero amor y fe. Si ayer caminasteis por senderos inciertos y prohibidos,
hoy debéis caminar por el sendero de mi ley. Si ayer en vuestra ofuscación
levantasteis vuestra mano para herir a vuestro semejante, haced ahora que esa
misma mano aprenda a acariciar con ternura. Si ayer sembrasteis a vuestro
paso la semilla del odio o de la mala voluntad, convertíos ahora en
sembradores de la semilla de la paz y la fraternidad. 02-042.46
En verdad os digo, que quien recuerde vuestras obras de ayer, y os mire ahora
transformados en mis discípulos, tendrá que reconocer que en el fondo de
vuestra fe existe una verdad y no tendréis que hablar mucho para convencer a
quienes tratéis de doctrinar, porque vuestras obras serán el mejor
testimonio que deis a vuestros hermanos. 02-042.47
A las madres les digo: Enseñad a los niños a dar sus primeros pasos tanto
en lo material, como en lo espiritual, facilitarles el camino para que ellos
puedan encontrarme, amarme y elevarse. Tened en cuenta que en cada nueva
generación que surja de entre vosotros, irá siendo mayor el adelanto
espiritual que alcance. Haced uso de la intuición para guiarles y no les
deis malos ejemplos ni frutos vanos a comer. 02-042.48
No quiero que esas nuevas generaciones tropiecen o se extravíen por causa
vuestra, no quiero contemplarlas llorando por falta de amor entre los suyos. 02-042.49
Hoy que contemplo humilde a vuestro espíritu, vengo a darles mis nuevos
mandatos; en los tiempos pasados, todos soñabais con el poder, la riqueza,
la gloria del mundo y los placeres, entonces fue cuando gritasteis en contra
de Jesús: ¡Crucificadle! Porque Cristo venía a predicar la humildad y a
enseñaros la renunciación a todo lo superfluo. Hoy os conformáis con un
poco de paz, una torta de pan y un techo seguro. La vida con sus lecciones os
ha tornado en humildes y con ello vuestro espíritu ha logrado libertarse. 02-042.50
Mientras que el hombre posee la aparente paz que le da el mundo y cree
poseerlo todo, no se acercará a Mí. Mas cuando la humanidad llegue a la
verdadera espiritualidad, todo lo poseerá y su recreo y deleite serán
profundos y verdaderos, como el Padre se deleita y goza en todo lo que ha
creado. 02-042.51
Mi caridad os contempla ¡oh pueblo de Israel! Y juzga vuestras obras. El
juicio divino es ya con todos los seres y nadie se escapa de él. 02-042.52
He querido para mis hijos tan solo la paz y el bienestar, y ellos han buscado
el dolor, la purificación, y es que mi ley no admite imperfecciones y por
tanto todo el que se haya manchado tendrá que lavarse, todo aquél que se
haya salido del camino tendrá que volver a él.
Vosotros miráis desde esta nación el torbellino que acorta y
destruye pueblos a su paso y no os conmovéis ni apreciáis la paz de que gozáis,
ni reconocéis los privilegios que os he concedido. Y no conformes con mi
voluntad consideráis injustas vuestras pruebas y os volvéis contra Mí. Yo,
espero a que hayáis pasado por este mundo, para que vosotros mismos juzguéis
vuestra vida. Entonces seréis jueces implacables de vuestro espíritu y
miraréis en Mí sólo al Padre que perdona, bendice y ama. 02-042.53
Os habéis cansado por vuestra constante desobediencia y el resultado de ello
os hace llorar. Habéis dormido por mucho tiempo y vuestro despertar va a ser
amargo. He prometido a la humanidad enviar a un ejército formado por 144,000
seres que serán diseminados por el orbe, y él esta en espera, porque sabe
que cada uno de esos soldados es un portavoz, un intérprete de mis mandatos.
02-042.54
Después de que la Tierra haya sido tocada de un polo a otro y de que toda
nación, institución y hogar, hayan sido juzgados hasta su raíz, y que la
humanidad haya lavado toda mancha, vosotros iréis preparados en mi nombre
para llevar mi doctrina entre vuestros hermanos. 02-042.55
Yo, el Padre, he llorado sobré esta humanidad al verla escalar las más
grandes alturas de la iniquidad, mis palabras desoídas, mis leyes
mancilladas, mas la hora de su reflexión ya se acerca y en ese día Yo
derramaré en ella todo lo que le tengo reservado, porque es mi hija muy
amada. 02-042.56
Los que crean en Mí, me verán más pronto que los que dudan. Cuántas veces
he llamado a vuestro corazón y no habéis oído, ni habéis sentido mi
presencia. Sólo vengo a deciros que os reforméis y que penetréis limpios
en este tiempo de luz y de gracia. Y cuando poseáis mi semilla, sembrad y
convertid en fértiles las tierras áridas haciendo que vuestra oración sea
el riego fecundo. 02-042.57
Amaos y vivid en paz en vuestro hogar, porque Yo he contemplado que de cinco
que forman una familia, dos están contra tres y tres contra dos. 02-042.58
Cuando os veáis separados de los seres que fueron carne de vuestra carne y
después se encuentran en espíritu, no les olvidéis, comunicaos con ellos
por medio de vuestra oración y ayudadles a trabajar y a elevar su espíritu.
Pensad cuan corta es vuestra vida en la Tierra, por lo tanto, aprovechad
vuestras facultades y potencias haciendo grandes obras que os rediman y
salven. 02-042.59
Yo os doy el pan del espíritu, vosotros buscad el pan material, mas así
como buscáis afanosamente vuestra tranquilidad y bienestar corporal, buscad
el progreso espiritual. Vuestra cruz no es pesada, si Yo os enseñé a subir
la cuesta del Calvario llevando la cruz de trabajos, sufrimientos y pecados
de toda la humanidad, ¿por qué no podréis escalar vosotros, a quienes he
encargado de una reducida porción? Mas si flaqueareis bajo su peso me tenéis
como Cirineo, y Yo no os dejaré caer. 02-042.60
Ese dolor del que tanto huís, es fuente inagotable de purificación y
renovación para el espíritu; vosotros mismos habéis experimentado muchas
veces, que después de una prueba os sentís aliviados, limpios y en paz con
vuestra conciencia. 02-042.61
Esta palabra levantará al espíritu de los moradores de esas naciones que
hoy se encuentran cansados de sufrir, mas os digo que pronto, muy pronto, me
encontrarán con los brazos abiertos como estuve en la cruz, esperándolos
para estrecharlos amorosamente y llevarlos a mi mansión de paz. ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 43 02-043.01
¿Por qué cuando me presento ante vosotros como Jehová sentís temor en
vuestro corazón? Si Yo soy vuestro Padre, soy el amor, soy quien os da el
pan de cada día, soy quien guía a vuestro espíritu y le ayuda a levantarse
de sus caídas. 02-043.02
Vengo a daros fortaleza en estos momentos de prueba, en que los elementos de
la Creación se estremecen con el estruendo de la guerra. No temáis,
procurad que vuestra elevación y fervor se aviven y os acerquen más y más
al dolor de vuestros hermanos, a los que agobian las guerras fratricidas para
que compartáis su cáliz de amargura, que la oración que en silencio elevéis
sea corno un llamado a la paz, unión y buena voluntad de la humanidad. 02-043.03
Vuestros hijos serán llamados a tomar las armas, dejadles partir, ellos no
perecerán; desde hoy les hago portadores de mi gracia y sembrarán la luz de
mi doctrina entre sus hermanos. 02-043.04
Yo quiero que a pesar de todos los males que la guerra ha ocasionado, no veáis
como enemigos a los habitantes de esos pueblos, para que el mañana podáis
verlos como hermanos. 02-043.05
Hoy la humanidad se ha unificado para desatar la guerra, se han lanzado
pueblos contra pueblos borrando fronteras y mezclando idiomas. No ha sido el
amor de los unos hacia los otros el que ha logrado la unificación, ha sido
el odio que provoca la guerra fratricida. Mas Yo que soy poder os demostraré
que sirviéndome de vuestros errores puedo uniros, porque al terminar esta
contienda, los corazones se encontrarán limpios por el dolor; en las mentes
se hará la luz y estarán los hombres a un paso de alcanzar la paz. 02-043.06
Benditos sean los que han luchado y trabajado por la paz. Benditos sean los
que creyendo en mi voz se han levantado por los caminos sembrando mi luz y mi
verdad. 02-043.07
Conmovido se encuentra mi Espíritu ante el dolor de la humanidad, su llanto
se escucha en los cielos y en verdad os digo, Mi dolor de Padre conviértase
en rocío de gracia y descienda sobre de mis hijos. 02-043.08
Apurad con paciencia y mansedumbre ese cáliz de amargura, porque vuestro
llanto va a tornarse en regocijo. 02-043.09
Si en este instante el Padre os preguntase si habéis cumplido vuestra misión
en la Tierra, si traéis en vuestra mano la espiga dorada de vuestro trabajo,
si os habéis amado los unos a los otros y si os habéis sabido perdonar,
tendríais que decirme que nada de eso; habéis cumplido. ¿Creéis entonces
que por méritos propios os habéis hecho dignos de escuchar mi palabra? No,
me dice vuestro espíritu. 02-043.10
Pueblo, las eras han pasado y aún os encontráis aletargados; despertad y
ved que no habéis aprovechado debidamente la vida de que habéis disfrutado
en esta Tierra. 02-043.11
Mi voz ha venido a despertaros con amor, con dulzura, mas no toméis esta
palabra como un arrullo para entregaros más al sueño, por que en el sentido
de ella está presente el Juez que juzga cada uno de vuestros actos. 02-043.12
No seáis vosotros de los que esperan que mi justicia les toque para creer y
despertar. 02-043.13
No digáis todavía que en verdad me amáis; esperad, que cuando esto sea no
serán vuestros labios los que lo pregonen, serán vuestras obras. No hagáis
alarde de limpidez y al mismo tiempo tratéis de ocultar vuestras manchas,
porque con ello imitaréis a los hipócritas fariseos. 02-043.14
Ved que aún vengo como Maestro y como Padre, porque si sólo como Juez
viniere, no habría lugar en donde pudieseis ocultaros porque doquiera que
fueseis estará presente mi justicia. 02-043.15
Cuando lleguéis ante mi presencia, tendréis que responder de la palabra que
escuchasteis, la cual veréis escrita en vuestra conciencia. 02-043.16
¿No sentís cómo el espíritu incansable de Elías ilumina vuestro camino,
apartando de él los tropiezos y os ayuda con el báculo de su caridad cuando
os sentís cansados? Buscadle, llamadle en vuestra oración y sentiréis muy
próxima su presencia, porque él es el pastor de los espíritus en este
Tercer Tiempo, quien os guiará hasta las mismas puertas de la tierra
prometida que es el aprisco celestial. 02-043.17
Que vuestro espíritu se llene de gozo sabiendo que en tres tiempos habéis
escuchado la voz de mi Divinidad, porque
una vez más seréis mis testigos. Por eso os preparo y bendigo
vuestros labios, para, que de ellos broten mañana palabras de vida para las
multitudes que están por llegar. 02-043.18
Vuestra fe ha sido encendida y alentada con los prodigios que os he concedido
y que juzgabais como imposibles. Porque Yo soy el camino, el buen sendero que
siempre he venido a señalaros. Al ir por él, se sufren peligros,
tentaciones acechanzas; para ayudaros os he dado la luz de la conciencia como
un faro que os guíe y os oriente, además de haberos concedido un ser
espiritual como guardián y protector por toda vuestra vida. ¿Creéis que si
aprovecháis debidamente esta gracia, podríais perderos en el camino? ¿Habrá
alguno de mis hijos que al escuchar esta palabra no sientan gozo en su espíritu?
De cierto os digo, que Yo sí me recreo cuando escucho vuestra voz
espiritual, cuando os eleváis en oración. 02-043.19
Despertad vuestra sensibilidad espiritual, para que gocéis con el esplendor
de mi manifestación, la cual pasa desapercibida a vuestro espíritu, por
falta de elevación. Recreaos ante la visión del más allá, como a veces os
maravilláis ante la contemplación de la Naturaleza, admirando su armonía,
su belleza y perfección; descubriendo que un ser no podría vivir sin el
otro, sino que todos viven porque les une la ley de armonía. Así es también
el más allá. Os he dicho que mientras existan espíritus que estén fuera
del camino de evolución: no habrá paz ni armonía perfecta, porque es como
si en el cosmos se salieran de sus órbitas algunos astros. ¿Qué pasaría
con los demás? ¿No perdería el conjunto su equilibrio? 02-043.20
Si la humanidad cumpliese con los preceptos de mi ley y armonizara su
naturaleza material con la espiritual, su existencia sería más plácida, el
camino sin tropiezos y el trabajo sería ligero. No la azotarían las
enfermedades ni envejecería prematuramente. 02-043.21
Antes de la creación de la materia, ya eran los espíritus. Brotaron de Mí
inocentes, mas para que supieran de quien habían nacido, cuál era su
destino y quiénes eran ellos mismos, les hice oír mi voz diciéndoles: he
aquí a vuestro Dios; Yo soy vuestro Padre, soy el Espíritu de amor, mas si
vosotros habéis brotado de Mí, tendréis que desarrollar y comprender esta
esencia. Vivid, caminad, conoced y perseverad en el bien, que esta voz que
habéis oído sea eternamente luz sobre vuestro espíritu, ella es vuestra
conciencia, la cual os hará retornar a Mí, ya no como niños recién
nacidos, sino como seres desarrollados en la virtud, en la experiencia y en
todas las potencias que os he dado. Entonces me amaréis, me conoceréis
verdaderamente y estaréis en armonía con todo lo existente. 02-043.22
Hay seres que nunca han habitado en la Tierra, mas si los que han errado y
llevado mucho dolor en este mundo juzgan que es injusto, que unos vengan a
habitar, el valle de lágrimas mientras otros, cerca del Padre nunca han
conocido el dolor, Yo os digo, que aun cuando algunos no hayan venido a la
Tierra, en el más allá han ayudado con su amor a la restitución de sus
hermanos. 02-043.23
Hoy viven distanciados espiritualmente los seres que habitan los distintos
valles, Mas Yo no he puesto distancias entre el amor de los hermanos. ¡Si
supieseis cuán cerca estáis unos de otros! Ha sido el hombre el que con su
materialismo, rompió los lazos que le unían a todos sus hermanos y mientras
más ha descendido la humanidad, mayor ha sido su división y falta de armonía.
No solamente se ha distanciado de lo espiritual, aun en su propio mundo se ha
dividido en reinos, en pueblos y naciones, encerrándose más y más en el
egoísmo. 02-043.24
Así, la luz de vuestra fe se ha apagado y la intuición de la vida eterna se
ha turbado. 02-043.25
Hoy, cuando un ser querido os da el adiós para marchar a lejana comarca, le
despedís con lágrimas, porque sabéis que si se va niño, tal vez volverá
adolescente, y si es joven, volverá anciano; pero siempre abrigáis la
esperanza de verle retornar para estrecharlo nuevamente, porque sabéis que
aunque distantes, se encuentran en el mundo. Mas cuando esos seres parten al
más allá y veis que su cuerpo inerte y frío queda bajo la tierra, entonces
vuestro corazón se siente desgarrado porque habéis perdido la esperanza de
volverlo a ver, olvidando que el espíritu sobrevive a la materia y a la cual
volveréis a estrechar cuando ambos en su elevación vuelvan a encontrarse en
el sendero de su evolución. 02-043.26
Fue necesario que Dios se humanizara en Jesús y habitara entre la humanidad,
para que recordaseis enseñanzas olvidadas, os enseñó lecciones nuevas y os
anunció que os haría nuevas revelaciones llegado el tiempo. 02-043.27
Fue menester que Cristo, el Divino Maestro, viniera a enseñaros la verdad,
porqué ya la humanidad estaba perdiendo su simiente de espiritualidad,
buscando en esta vida su gloria, su eternidad, su felicidad, olvidada de
aquella existencia que inexorablemente la esperaba. 02-043.28
Los que no gozaban en esta vida de satisfacciones y riquezas, los que sólo lágrimas
iban derramando, la maldecían y la llamaban injusta; éstos en sus confusas
meditaciones han llamado ingrato y equivocado a su destino. Mas Cristo vino
de nuevo a traeros la luz. Al muerto le devolvió el espíritu, cuando éste
habitaba ya en otro mundo; al poseído le libertó y con todas estas
manifestaciones dio pruebas al mundo de que la vida espiritual existe y de
que ella es la vida verdadera. Todavía el Señor, después de su crucifixión
mostrase en Espíritu ante creyentes e increyentes como una prueba de la
verdad que su palabra predicó. 02-043.29
¿Por qué olvidáis y dais por muertos a aquellos que de vuestro mundo
partieron, si ellos sienten, luchan y viven? He ahí por qué os digo que
ellos son los vivos y vosotros sois los muertos. Pronto lloraréis vuestra
falta de fe como en el Segundo Tiempo, cuando después de muerto Jesús decíais:
fue Cristo a quien dimos muerte, fue el enviado de Jehová que vino a
redimirnos de nuestros pecados, fue la vida verdadera que resucitaba a los
muertos y que se elevó a los Cielos al tercer día. 02-043.30
Ahora que en Espíritu he vuelto a vosotros, me contempláis envuelto en
misterio cuando vengo a mostrarme con toda sencillez, y para ser creído he
tenido que materializar mi manifestación y concederos cuanto pedís;
entonces el pueblo ha creído, porque me han contemplado, unos con la mirada
espiritual, otros por medio de la fe, otros en la luz de su conciencia. 02-043.31
Mi luz os ilumina en este tiempo para que escuchéis la voz que os llama
desde la eternidad. 02-043.32
Los lazos que os unen a vuestro Padre y al mundo espiritual y que habíais
roto, los vengo a atar nuevamente para que sintáis que todos vivís en armonía,
que las distancias no existen. ¿Mas cuándo atarán los hombres su vida con
lazos de amor? Cuando hayan retornado al camino de mi ley en donde existe la
justicia. Cuando cumplan con mi precepto que os dice: "Amaos los unos a
los otros". 02-043.33
Ved, discípulos, cómo no son muertos los que han dejado este mundo.
Bienaventurados los que dan el adiós al cuerpo que depositan en la tierra y
no lo vuelven a visitar para contarle sus cuitas, porque ese ya dejó de ser
y no escucha. 02-043.34
Él cuerpo cuando muere es como la flor cuando se corta que luego se
marchita, mas su perfume es como el espíritu que se desprende e inunda de
esencia el ambiente. 02-043.35
En aquel tiempo os dije: "Dejad
que los muertos entierren a sus muertos". Hoy os digo: resucitad a los
unos y a los otros. 02-043.36
Decidles que mientras el cuerpo se pudre en la tierra, en el más allá se
purifica el espíritu. La muerte es descanso para la carne y liberación para
el espíritu; mas nadie intente librarse por su propia voluntad o sea fuera
de la hora marcada por Mí. No porque en el último instante tengáis junto a
vuestro lecho a un confesor que os auxilie espiritualmente, creáis que estáis
a salvo, ni por vuestro arrepentimiento en esa hora creáis llegar a Mí,
creyendo haber alcanzado el final de vuestra evolución. Aprended a amar, a
perdonar y bendecir en vuestra vida y labrad con vuestras obras de amor y
caridad hacia vuestros hermanos, la purificación de vuestro espíritu. 02-043.37
Cumplid sobre la Tierra con mi ley como hombres de buena voluntad y la paz
llegará a vuestro corazón. Cuando vuestro espíritu se desprenda de este
mundo y penetre al espiritual, abrirá sus ojos para extasiarse en la
contemplación de aquella vida que es el retorno de todos los espíritus para
redimirlos y estrecharlos en su amor y en su luz. 02-043.38
Mas para alcanzar la redención debéis levantaros con el propósito de
cumplir vuestra misión. Os traigo riquezas espirituales de valor
incalculable, porque sois los herederos de mi gracia. Si tomáis con amor
vuestra cruz y camináis pacientemente, en el día final estaréis conmigo y
penetraréis en la verdadera vida, en donde encontraréis el consuelo y la
paz que tanto habéis buscado. 02-043.39
He tomado como siervos en este tiempo a los humildes, para daros prueba que
esta palabra que escucháis, no viene de un teósofo o de un científico,
pues sois incrédulos por naturaleza; Por eso ante vosotros he escogido a
vuestros hermanos, padres o hijos, para hacer de ellos mis portavoces
poseedores de mi inspiración; mas os digo, que es necesario que estudiéis
mi palabra en su esencia, porque llegará el día en que se levantarán
hombres y mujeres que tomando mi nombre os hablen palabras de aparente luz y
entonces no debéis dejaros sorprender por ellos. 02-043.40
Velad y orad, Yo soy la mirada que escudriña y conoce los sufrimientos que
hay en cada corazón. 02-043.41
Estáis oprimidos y temerosos, porque las religiones os señalan y censuran
vuestros actos. No temáis, enjugad vuestro llanto, tomad el consuelo. 02-043.42
Bienaventurados los que afligidos buscan en silencio la comunicación
conmigo, porque Yo les conforto. No están abandonados por Mí, antes bien,
les he buscado, para darles una gracia divina. Elías os conduce en el Tercer
Tiempo, y a medida que penetréis en el camino os sentiréis más cerca de Mí.
02-043.43
Escuchad mi parábola de este día. PARÁBOLA
02-043.44
"Econtrábase en un camino, un anciano de aspecto humilde y venerable,
que no llevaba báculo ni alforja. A su paso encontró a tres caminantes jóvenes,
que llevaban en su corazón la alegría y sus gargantas entonaban dulces
cantos. El anciano se acercó al primero de ellos y le dijo: Caminante, tengo
hambre, tengo sed y estoy desnudo, bríndame de lo que llevas en tu alforja y
dame un jirón de tus vestiduras. El mancebo buscó en su alforja y no
encontró pan ni agua y de sus vestiduras no quiso despojarse. Ve a mi
hermano le dijo, él podrá darte lo que necesitas yo no tengo nada que
ofrecerte. 02-043.45
Se acercó, el anciano al segundo y de igual manera le pide, éste busca en
su alforja y en ella no hay alimento, ni agua que calme su sed. Ve al tercero
le dice, él te dará lo que yo no he podido darte. El tercero ante la misma
súplica, busca y su respuesta es la misma, no tengo nada que darte. Entonces
el anciano se siente angustiado, la sed y el hambre le han agobiado mas al
ver que las alforjas de los jóvenes se encuentran vacías les dice: ¿Cómo
vais a proseguir por ese camino que yo he pasado sin saber lo que os espera?
El camino es largo y está sembrado de espinos y abrojos; las tierras son áridas,
no hay árboles donde sombrearse, no hay frutos, el sol es ardiente y no hay
ríos, ni manantiales que den frescura al peregrino. 02-043.46
Los caminantes escucharon al anciano y dijeron: No importa, seguiremos
adelante, somos jóvenes, y fuertes, nos sentimos llenos de energías y
capacitados para recibir las vicisitudes de la vida. Con irónica sonrisa
iban a abandonar al anciano, mas éste les dice: Esperad, os aconsejo que
busquéis antes con qué alimentaros, reunid en vuestra alforja lo necesario
para el viaje, para que podáis ir por ese camino sin perecer. Después de
escuchar al anciano replicaron: Si tú te encuentras cansado, desnudo u
hambriento es porque estás anciano, el trabajo te ha cansado, has visto
aparecer muchas auroras y las nieves han blanqueado tu cabeza, por eso estás
abatido. Nosotros somos jóvenes y no tememos a la vida. 02-043.47
Entonces el anciano les contestó: Yo también fui joven y fuerte, también
canté en los caminos, tuve energías en mi cuerpo y el tiempo me enseñó y
dio experiencia. Voy a mostraros lo que tenéis que recorrer; y llevándoles
a la cumbre de un monte les enseñó el mundo. Desde allí vieron cómo se
desataban vendavales a diestra y siniestra azotando a las naciones causando
en ellas la destrucción, las aguas del mar invadían las tierras y los
hombres perecían bajo la fuerza de los elementos desencadenados. Los jóvenes
dijeron al anciano: ¿Qué tenemos que ver nosotros con estos
acontecimientos? Y el anciano les respondió: Esto que ahora veis y os
sorprende, tendréis que vivirlo al cruzar por esos caminos, mas aquellos
dudaron. Una vez más les dijo: ¡Mirad! Y les mostró hacia el oriente; ahí
contemplaron a las naciones debatiéndose en medio de una guerra cruel.
Vieron a las madres y a los niños llorando, éstos dejando su vida en el
campo de batalla, clamando a los suyos en la última hora. Vieron a las
mujeres enlutadas, lamentando la pérdida del esposo o del hijo. Contemplaron
a los niños hambrientos y desnudos, después ante sus ojos, un espíritu
blanco extendió su manto como la nieve sobre la tierra devastada y de ella
salía un lamento desgarrador y en donde ese espíritu aparecía, la vida de
los hombres era segada como la hierba en los campos cuando es tiempo de
recoger la cosecha. Y los jóvenes dijeron: ¿Qué significa todo esto? Os
muestro los tiempos venideros, contestó el anciano, tiempos que vosotros
viviréis. 02-043.48
Por último el anciano les detuvo para que mirasen, y vieron los elementos
desatados, el fuego consumiendo bosques y ciudades, la peste como nube
cubriendo a los hombres, los volcanes arrojando fuego y sepultando comarcas
bajo sus cenizas. Les mostró el mar en el que se desarrollaban grandes catástrofes;
mientras unos mares se secaban otros cambiaban de lugar. Por último vieron
aparecer en el firmamento cuatro ángeles con trompetas, anunciando la
consumación de los tiempos. 02-043.49
Los mancebos quedaron sobrecogidos de terror; entonces el anciano le dijo: He
aquí que os he mostrado los acontecimientos que han de suceder y por los que
tendréis que atravesar. 02-043.50
Aquellos jóvenes con el rostro demudado, clamaron a la naturaleza y ésta no
les oyó, y en el instante en que su corazón lleno de angustia lloraba sin
consuelo, la voz del anciano llena de paternal dulzura les dijo: No
desesperéis, postrad vuestra rodilla y orad al Todopoderoso. En el
silencio extendió su mano y todo fue silencio, calma y paz. La visión
desapareció. Vieron la luz de un nuevo día y comprendiendo que el anciano
había profetizado esos acontecimientos, cayeron postrados diciendo: Oremos,
para que el Padre que es Todopoderoso, prepare nuestro camino y vayamos con
su luz hasta el fin de nuestra vida." 02-043.51
Pueblo, analizad y abrid vuestros ojos a la luz. Vosotros sois los tres
caminantes que a través de los tiempos he llamado y doctrinado para que seáis
llenos de mi sabiduría y encendáis vuestra fe, os preparéis para el camino
de la vida y lleguéis al final, penetrando en la vida espiritual, en donde
encontraréis mi paz. 02-043.52
En los tiempos pasados no os convencisteis con mi palabra y
cuando el Maestro se ausentó, vuestro espíritu no encontraba paz. Yo
os he dicho: Bienaventurados los que creen. Bienaventurados los hombres de
fe, porque ellos tendrán vida eterna. 02-043.53
A vosotros los preparados de este tiempo, os digo: Tengo hambre y sed de
vuestro amor. Hijos míos, no habéis alcanzado a comunicaros con vuestro
Dios por falta de espiritualidad. Desechasteis las virtudes que he derramado
en vosotros y perdisteis vuestro tesoro. 02-043.54
Ahora os digo: Tomad la enseñanza que vengo a daros en la sexta etapa. No
busquéis en los libros del mundo luz para vuestro espíritu, porque no la
encontraréis, No busquéis en ellos respuestas a vuestras preguntas ni
solución a vuestros problemas. Orad, comunicaos conmigo, que Yo atenderé
vuestras peticiones. 02-043.55
Antes de que me presentéis vuestra tribulación, la Madre Divina intercede
por vosotros y los bendice y a su vez os pide la intercesión y vuestra oración
por los que sufren. Ella ruega a la humanidad que cese en su ambición y en
sus guerras, que ya no derrame más sangre inocente. Su Espíritu amoroso os
protege y espera humilde que se haga mi voluntad. 02-043.56
Vosotros también la bendecís y veneráis sabiendo que es inseparable compañera
vuestra en los días de paz y en los de prueba. 02-043.57
Mi sangre fue derramada para que reinara la paz y la justicia entre los
hombres, mas no he sido bien comprendido; si hubieseis aprovechado esa lección
habríais alcanzado mayor grado de evolución y la luz que he derramado en el
transcurso de los tiempos, iluminaría plenamente a vuestro espíritu. 02-043.58
No me habéis imitado, os he enseñado la humildad y sois soberbios. Os di el
secreto de la paz y de la salud y vivís en guerra y enfermáis. Os enseñé
a consolar a los que sufren y no sentís el dolor de vuestros hermanos, sois
duros de corazón. 02-043.59
Humanidad, cuánto habéis negado mi existencia y vuestros dones. En verdad
os digo que no pisáis sobre la roca firme sino sobre de arena movediza, y
ese camino no os llevará al fin para el que fuisteis creada. 02-043.60
Leed y aprended en el gran Libro de la Vida Verdadera que os he concedido y
si cumplís con su enseñanza, contad con que llegaréis a Mí por ese
camino, mas pensad que si no lo hacéis así, os alejaréis de Mí y vuestra
restitución será muy grande. 02-043.61
Hombres y mujeres que vagáis sin consuelo, ¿Por qué no os fortalecéis en
Mí? No me llaméis Padre injusto si lloráis y padecéis en vuestro
destierro, Yo os he anunciado antes de venir a la Tierra, que esta morada es
un valle de lágrimas, que no es un valle de paz y recompensa. La Tierra no
es vuestra morada eterna. "Bienaventurados los que lloran porque ellos
serán consolados". ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 44 02-044.01
Con amor recibo al hijo pródigo que por mucho tiempo estuvo ausente y que
hoy viene en busca de paz y de consuelo para su corazón. Algunos de mis
hijos se acercan a Mí en busca de su heredad, otros están aún muy
distantes, pero en todos, el espíritu se encuentra atento esperando que mi
voz le diga: Heme aquí. 02-044.02
No se han olvidado de mis palabras del Segundo Tiempo y aunque su materia es
frágil, el espíritu es fuerte, cree y confía en mi promesa de volver como
Espíritu Consolador. 02-044.03
Vosotros que hoy me escucháis, recordáis las tinieblas que habéis
atravesado, el camino de vicisitudes que habéis cruzado para llegar a Mí.
Os encontráis en la ribera de un río, bajo la sombra de un árbol, oyendo
esta voz que esperasteis por mucho tiempo, mas con toda la luz que poseéis,
aún no habéis llegado, a la cumbre del monte ni estáis en la cima de la
perfección; habéis llegado solamente ante vuestro Maestro que viene en Espíritu
y al escucharme os convertisteis en párvulos y después en discípulos de mí
nueva enseñanza. Aprendiendo de Mí, os haréis fuertes y aunque seáis
pobres en la Tierra, poseeréis la riqueza del espíritu. 02-044.04
La fama de mi palabra traspasará en poco tiempo las fronteras de vuestra
nación, los hombres de ciencia y los que estudian las escrituras sagradas,
se levantarán negando mi manifestación, mas Yo daré señales y haré
prodigios por conducto de mis escogidos y con ello conmoveré a la humanidad.
Se encuentran diseminados en todas las naciones hombres de espíritu elevado,
profetas de mi doctrina Espiritualista Trinitaria Mariana, a quienes he dado
una espada de luz para combatir toda falsa teoría y doctrina, para que sólo
perduren aquellas que tengan por base el amor y la verdad. 02-044.05
En todo los tiempos he enviado a la Tierra espíritus virtuosos que os enseñen
y con sus obras os den ejemplo de cómo debéis Vivir para llegar a Mí:
Consejeros, ministros de mi ley, legisladores, guías; ellos os han señalado
vuestros deberes, os han dicho que vuestra misión no se reduce tan sólo al
amor de vuestra familia, sino que más allá de esos límites debéis amar y
ayudar a vuestros hermanos. También os han enseñado que después de estas
pruebas en la vida, os espera la vida espiritual, en donde recogeréis los
frutos de vuestra siembra en la tierra. 02-044.06
He preparado espíritus y les he hecho encarnar habiéndolos dotado de
sabiduría y potestad, y cuando su cuerpo se ha desarrollado y se han
encontrado en completo uso de sus facultades, el espíritu se ha manifestado
fuerte y grande; éstos son los hombres de ciencia, los pastores, los
gobernantes, mas son pocos los que han cumplido su misión, los que han
desarrollado sus dones y han trabajado con fe firme. Los más se han
envanecido o han hecho mal uso de sus dones, y no han alimentado al espíritu
de los hombres, y no han sabido guiar, ni calmar el dolor de sus hermanos. 02-044.07
Por eso en este tiempo, al contemplar a mi rebaño perdido sin guía en la
Tierra, he venido como el buen Pastor a entregaros mi doctrina limpia y pura,
y os he dado los preceptos de mi enseñanza para que viváis en paz y cumpláis
con mi ley, escalando por el camino de vuestra evolución espiritual
siguiendo el ejemplo que os di con mis obras de amor. 02-044.08
¿En dónde están los sucesores de mis apóstoles humildes sacrificados por
la maldad de los hombres? ¿Cuáles son los beneficios que la ciencia ha
hecho a la humanidad? Hay muchos que dicen ser sabios y no aman ni enseñan
el amor. Sabiduría quiere decir luz, y luz es amor y comprensión de las
leyes divinas y humanas. 02-044.09
En el Segundo Tiempo me hice hombre por amor a la humanidad, aquella carne
fue obra de mi Espíritu, y cuánto han comentado los hombres de ciencia este
misterio que pertenece, a mis íntimos juicios. En verdad os digo, que las
obras divinas no pueden ser juzgadas a través de la ciencia humana. 02-044.10
El Espíritu que animó a Jesús, fue el mío propio, vuestro Dios que se
hizo hombre para habitar entre vosotros y dejarse mirar, porque así era
menester. Sentí en cuanto hombre, todos los sufrimientos humanos; hasta Mí
llegaron los hombres de ciencia que habían estudiado la naturaleza y
encontraron que de mi enseñanza, nada sabían. Grandes y pequeños,
virtuosos y pecadores, inocentes y culpables, recibieron la esencia de mi
palabra y a todos los hice dignos de mi presencia, y siendo muchos los
llamados, pocos fueron los escogidos y menos los que estuvieron cerca de Mí.
02-044.11
Defendí a los pecadores. ¿No recordáis a la mujer adúltera? Cuándo fue
llevada hasta Mí, perseguida y condenada por las turbas, los fariseos
llegaron y me preguntaron ¿Qué debemos hacer con ella? Los sacerdotes
esperaban que Yo dijera: haced justicia. Para replicar después: ¿Cómo es
que predicas el amor y permites que esta pecadora sea castigada? Y si Yo
hubiese dicho: dejadla en libertad, ellos hubieran respondido: En las leyes
de Moisés, que según dices vienes confirmando, hay un precepto que dice:
"Toda aquella mujer que fuese encontrada en adulterio, morirá
apedreada". Yo, contemplando la intención de aquellos, no contesté a
sus palabras e inclinándome, escribí en el polvo de la tierra los pecados
de aquellos que juzgaban. Nuevamente me preguntaron qué debían hacer con
aquella mujer y Yo les respondí: "El que se encuentre libre de pecado,
que arroje la primera piedra". Entonces ellos reconociendo sus errores,
se alejaron cubriendo sus rostros. Ninguno estaba limpio, y sintiéndose
mirados por Mí hasta el fondo de su corazón, no acusaron más a aquella
mujer, porque todos habían pecado, mas la mujer en compañía de otras que
también habían adulterado, se arrepintieron y no volvieron a pecar. Os digo
que es más fácil convertir a un pecador por el amor que por el rigor. 02-044.12
Mi enseñanza fue escrita en la conciencia y no podrá ser borrada, porque su
esencia es inmortal como el espíritu que poseéis. 02-044.13
Vosotros que ahora me oís, aprended y enseñad a los que habitan en otras
naciones; recordadles mis palabras del Segundo Tiempo, en tanto llega a ellas
mi mensaje de este Tercer Tiempo. 02-044.14
Quiero que hagáis llegar mi palabra a otras tierras antes de que sus
habitantes se levanten hablando de mi nueva manifestación y que cuando os
encontréis no os desconozcáis, sino que vosotros deis testimonio y ellos,
confirmen mis palabras y obras cumpliendo con mi precepto que dice “Amaos
los unos a los otros”. 02-044.15
Os he atraído ante mis lecciones, para enseñaros y libertaros del pecado.
Si grandes son vuestras faltas, mayor es mi perdón. En este camino de
pruebas y vicisitudes, vivid, experimentad, conoced mi ley, y cuando os dejéis
guiar por la conciencia, no infringiréis mi ley ni las leyes del mundo, y
cuando faltéis, sabréis arrepentiros purificando vuestra falta, y cuando
lleguéis al final de la jornada, no habrá dolor ni remordimiento, estaréis
en paz. 02-044.16
En este Tercer Tiempo el libro del Maestro se abre nuevamente delante de los
discípulos, para enseñarles las lecciones de la Vida Verdadera. Mientras
vuestra materia se somete al silencio y al recogimiento, vuestro espíritu se
eleva para deleitarse con mi palabra, llega hasta mi mesa a alimentarse con
el único pan que le da vida. 02-044.17
Para todo el que sabe elevarse en estos instantes, desaparece la materia por
la cual es transmitida mi palabra y la recibe directamente en su espíritu
desde el manantial divino. Vosotros reconocéis que desde el instante en que
por primera vez me escuchasteis, brilla una luz en vuestro entendimiento, es
la luz de mi sabiduría que comienza a iluminar vuestro sendero, aunque os
digo, que quienes me oyen y no analizan mi enseñanza, andan aún entre
tinieblas, la luz de su espíritu está aún apagada. 02-044.18
Mi voluntad es marcar doce mil hijos de cada tribu, mas en verdad os digo,
que no sólo los marcados poseerán mi luz, cualquiera que siga mi enseñanza
será llamado hijo de la luz. 02-044.19
No pregonéis que sois mis discípulos, demostradlo con obras de caridad. Hay
quien pregona ser de mis elegidos y Yo le pruebo ocultándome en el corazón
de su propio enemigo, a quien en vez de perdonar, le ha devuelto el golpe,
golpe que más que a la mejilla de su hermano, ha alcanzado mi faz. En ese
instante le he hablado a través de su conciencia y aquel que se envanecía
de ser mi discípulo, con un débil arrepentimiento me ha dicho: perdonadme,
Maestro. Una vez creyéndose limpio y merecedor de mi perdón ha reanudado su
camino. Entonces he visto venir hacia él a una doncella cuyo corazón y
juventud son como rosa fragante. Ella le dice: vengo a vos llena de confianza
en vuestra virtud, a pediros un consejo que sea en mi vida como un escudo
contra las acechanzas; mas aquél olvidando su misión y mis enseñanzas, se
deja dominar de los bajos instintos y con impura intención contempla a la
doncella, en ese instante me presentó ante el mal discípulo diciéndole: ¿Por
ventura es esto lo que os he enseñado? Él, sorprendido, me ha contestado:
Señor, nada hay oculto para vos. Avergonzado ha proseguido su jornada,
mientras mi voz implacablemente le pregunta cada vez que hace alarde de
seguir mi ejemplo: ¿Sois mi apóstol? Entonces he permitido que el hambre lo
sorprenda y luego me he ocultado en el corazón de un rico enfermo, quien a
pesar de tener sus arcas llenas de oro, no tiene salud para gozarlo. Este, al
saber que en su comarca se encuentra un discípulo mío, va en su busca y le
dice: "Sé que podéis devolvedme la salud y por eso os he buscado. Soy
rico, mas todo mi caudal no me ha servido para encontrar remedio a mi
mal". El corazón del apóstol se ofusca al escuchar aquella confesión
y dice al enfermo: "Voy a posar mi mano en vuestra cabeza y pronunciando
el nombre de mi Señor os devolveré la salud, mas esta gracia la tendréis
que recompensar ampliamente". El rico enfermo le responde: "Llevaos
mis galas, mis arcas, mi casa, tomadlo todo, pero sanadme". Y el enfermo
sanó, porque fue tanta su fe y su dolor que el Maestro tuvo piedad de él.
Lleno de júbilo el enfermo, entregó en manos de aquél a quien creía que
lo había sanado, todo cuanto poseía, mientras que el mal apóstol decía
para sí: ahora he dejado de ser pobre, porque si he luchado y trabajado,
justo es que reciba mi recompensa. Pero he ahí que en ese instante mi voz
implacable, vibró en su conciencia diciéndole nuevamente: ¿Por ventura es
ésta mi enseñanza? ¿Recordáis que Jesús cuando estuvo en el mundo
recibiera pago a cambio de su amor, Él, que pudo ceñirse coronas y poseer
todos los tesoros, cuando con sólo tocar sanaba y con llamar resucitaba
muertos? 02-044.20
Una lucha se entabló en el corazón de aquel discípulo, diciéndole a su
Maestro: ¿Por qué sois tan inflexible con vuestros discípulos? ¿Por qué
no nos dejáis poseer algo en este mundo? Y el Maestro con voz dulce le
respondió: porque en el momento de escogeros prometisteis renunciar a las
vanidades humanas a cambio de un tesoro verdadero. 02-044.21
Todavía el discípulo replica: duro es el camino, muy larga la jornada,
trabajamos mucho y ninguna cosecha recogemos en la Tierra; ¿queréis que
amemos mucho a la humanidad, cuando ella no nos ama? Y el Maestro al
escucharle blasfemar así, le dijo: está bien, pequeño, caminad bajo
vuestra voluntad, lograd lo que ambicionáis. Y aquel hombre diciéndose ser
mi siervo, pregonando ser mi apóstol y desoyendo la voz de la conciencia, se
ha levantado por los caminos encontrando en ellos multitud de enfermos a los
que ha llamado para decirles que él es el poseedor del bálsamo que cura
todos los males, mas también les dice: estoy necesitado, ¿qué podréis
brindarme a cambio de lo que Yo os conceda? Aquellos que son pobres le dicen
que nada tienen pero que están dispuestos a trabajar venciendo sus
dolencias, para conseguir lo necesario para pagarle. Este trato le parece
bien a aquel hombre, quien empieza a ungir a los enfermos, a la vez que va
recogiendo de sus manos el pago, cada vez en mayor cantidad. Él ungía a los
enfermos, pero ellos no sanaban, al contrario se agravaban, trataba de
levantarles el ánimo, mas ellos decaían cada vez más. Entonces el apóstol,
al contemplar que las multitudes le habían perdido la confianza,
sigilosamente desapareció de entre ellas, llevándose un caudal en metales y
dejándolos en agonía. 02-044.22
Lejos ya de aquellos, se dirigió a la mansión de un rico, al que le dijo:
Señor, puedo serviros, sé trabajar, deseo que me ocupéis en vuestra regia
mansión, yo puedo consolaros cuando estéis tristes, puedo manejar vuestros
intereses cuando os sintáis cansado ¿Quién
sois vos? Le preguntó el rico, a lo que el apóstol contestó: Soy el
poseedor de una ley, de una doctrina, a tal grado poderosa y persuasiva, que
si alguna vez vuestros súbditos llegaran a rebelarse delante de vos, bastará
que yo les hable para reducirlos a la obediencia. 02-044.23
Aquel rico se impresionó con aquellas palabras, creyó en ese hombre y le
dijo: vuestras palabras revelan grandeza y si las cumplís como decís, las
tendré siempre como una verdad. Entonces el rico le dio un lugar a aquel
hombre y las llaves de su palacio. Este con la adulación, conquistó el
corazón de su amo, mas como de su corazón había rechazado a su Maestro y
no escuchaba la voz de su conciencia, pronto hizo cambiar la vida de aquella
mansión, humilló a los pequeños, enalteció a los que le adulaban,
hizo que se alejaran los mejores siervos de la casa, a espaldas del dueño,
derrochó en festines sus caudales, más llegó el día en que el Señor de
aquella mansión abriera sus ojos a la realidad, y convencido de la falsedad
de aquél en quien había depositado toda su confianza al escucharle
pronunciar palabras de gran poder y sabiduría, le llamó para decirle
indignado: ¿Esta es la enseñanza que sembráis? ¿Así demostráis esa
potestad que decís tener? Y al instante le hizo conducir a un calabozo para
más tarde sentenciarle al patíbulo. Ahí, en la prisión, no concebía aquél,
que un discípulo del Divino Maestro pudiera llegar al cautiverio y menos que
se le sentenciara a morir; no podía creer que aquellas pruebas eran la voz
de alerta que le llamaban al arrepentimiento para volverle al camino,
entonces elevó una súplica al amo rico a quien había traicionado prometiéndole
no volver a hablar ni a sorprender a nadie, y el rico convencido le dejó
partir. 02-044.24
Libre ya aquel hombre, sintió el deseo de conocer nuevos caminos y encontrándolos
penetró en ellos, nuevamente desoyó el llamado de su conciencia, y como
nunca, se entregó a los placeres en donde sus labios se envenenaron, su
cuerpo enfermó y su corazón cayó en el más profundo hastío. De escalón
en escalón había ido descendiendo hasta caer aletargado en el fondo de un
abismo. No supo cuánto tiempo permaneció ahí, mas cuando, despertó
preguntó: ¿En dónde estoy? ¿Dónde está mi heredad? Hablo a mi Padre y
El no me responde, estoy enfermo y abatido Y El no acude a mí, le pido una
palabra de consuelo, de aliento y El no viene a mi corazón. ¿Dónde estará
aquella enseñanza y, aquel bálsamo que Él me dio y con el cual yo podría
librarme de tanta amargura? Quiero cerrar mis llagas y sangran más. Quiero
darle paz a mi corazón y él más se inquieta. ¿Quién soy Yo? ¿Será
mentira lo que el Padre me dio? Y
lloró desgarradoramente. 02-044.25
Pasaron a su lado hombres de todas condiciones y le veían con indiferencia,
nadie le escuchaba, nadie le contemplaba ni se detenía, nadie sentía su
dolor. Entonces le pareció que profundas tinieblas lo envolvían, y cuando
creyó no poder soportar tanto dolor y sintió que su espíritu estaba a
punto de desprenderse de su inmundo cuerpo, escuchó una voz dulce, conocida
por él que le decía: Aquí estoy, he descendido hasta donde habéis caído,
para daros mi ayuda. Aquel hombre al escuchar la dulce voz de su Padre llena
de perdón y de ternura, no pudo resistir el peso de sus remordimientos y
dijo a su Señor: no os acerquéis a mí, no bajéis a este abismo, ni penetréis
a este antro, porque aquí están las tinieblas y el fango; no dejéis en los
cardos vuestra vestidura, dejadme aquí, ya que yo mismo a esto me he
condenado. 02-044.26
El hijo lloraba y a través de sus lágrimas contemplaba cuan justo era su
Padre. El Padre no contemplaba las impurezas del hijo, ni las tinieblas que
lo rodeaban o el fango en que se encontraba, solo veía que era su hijo muy
amado al que preguntó: ¿Por qué habéis llegado hasta aquí? Y el hijo le
contestó: Porque creía que no estaríais tan cerca de mí, ni quise creer
que la voz de mi conciencia era la vuestra. No me sanéis, hoy comprendo que
no merezco la salud. No me perdonéis, no merezco vuestro perdón. Dejadme
sufrir en este abismo, dejadme lavar mis faltas. Contemplando el Padre que el
hijo al fin había comprendido la ingratitud de sus errores, no le dejo
sufrir más y permitió que en aquel ser se hiciera la luz, que aquel llanto
lavara las manchas y entonces, sobre aquella frente agobiada, posó el Padre
un ósculo de paz, levantó aquel cuerpo débil y vencido y le estrechó con
infinito amor. 02-044.27
Aquel corazón al sentir la ternura de su Padre, se dispuso a seguirle y
amarle por siempre; entonces contempló que nuevamente brillaba la luz que en
su frontal había puesto el Señor, porque los dones que Dios concede, nunca
los quita a sus hijos, lo que sí les retiene su gracia, son sus faltas a mi
ley. Así se levantó aquel espíritu a empezar de nuevo el camino, pero
llevando mayor luz, la de su dolorosa experiencia. La voz de la conciencia
era escuchada con claridad por él. 02-044.28
¿Quiénes de los que habiendo estado recibiendo día a día mis lecciones,
desearán recorrer los caminos del sufrimiento? Reconoced que esos caminos ya
los anduvisteis, vuestro espíritu ya pasó por grandes pruebas, gracias a
las cuales hoy podéis seguirme con firmeza. 02-044.29
Os he enviado a multiplicar vuestra simiente y para ello os he señalado con
mi luz en vuestro frontal, para que cuando estéis preparados, os diseminéis
por los caminos en donde las multitudes os esperan, las puertas de los
hogares se abrirán para daros la bienvenida y los corazones os recibirán
con júbilo. 02-044.30
Ahí estarán los enfermos esperando su salud. 02-044.31
Yo, el Divino Salvador, llegaré a todos a través de mis discípulos fieles,
mas no como en el Segundo Tiempo, hoy llegaré entre la humanidad, oculto en
el corazón de mis enviados, hablando por su boca y derramando mi inspiración
en sus entendimientos. Así llegaré hasta los enfermos, hasta los
menesterosos y sedientos de la paz del espíritu y del cuerpo a través de
las obras de amor y caridad de mis discípulos. 02-044.32
Bienaventuradas las naciones que no cierren sus caminos y abran sus puertas a
mis enviados, porque de cierto os digo, que esa nación será salva. 02-044.33
Durante esta lucha, unos serán llamados y escogidos antes que otros, mas a
todos llegará esa hora y tendrán su cumplimiento entre la humanidad, unos
empezarán y acabarán antes su tarea, otros tardarán más en llegar, pero
al fin cuando toquéis los linderos de la perfección, no habrá grandes ni
pequeños, todos seréis iguales en el amor del Padre y formaréis parte de
su familia perfecta. 02-044.34
A todos les he dado en su principio los mismos dones, pero mientras algunos
han sabido elevarse y ser grandes por medio del desarrollo de su virtud,
otros se han estacionado y otros se han extraviado. 02-044.35
He repartido entre todos mis hijos, dones igualmente grandes, por lo que no
debéis juzgar que a unos se les ha dado más que a otros, ni que un cargo es
más grande que otro. En mi sabiduría y justicia perfecta, conociendo la
deuda de cada uno de mis hijos, les he dado de acuerdo con sus necesidades. 02-044.36
Os doy estas explicaciones para que seáis conformes, porque de vuestro
destino, de vuestro pasado y de vuestra restitución, nada sabéis. 02-044.37
Si consideráis muy agraciados a mis hijos por los cuales me estoy
comunicando y hasta habéis llegado a desear su don, Yo os digo, que en
verdad es una gracia muy grande, así corno también lo es la deuda
espiritual, que con el Padre tienen y su responsabilidad no tiene límites. 02-044.38
Cada quien tome con amor su cruz, mas no busquéis placeres, honores ni
recompensas, porque sólo recogeréis dolor. 02-044.39
Recordad que os sané con mi amor, que limpié vuestras manchas y cerré
vuestras heridas. Recordad que aparté la amargura de vuestros labios, os
quité la vestidura sucia y rota que traíais, para cambiárosla por otra
blanca como los copos de la nieve; erais el paria y habéis dejado de serio;
llegasteis sin heredad y hoy sabéis que poseéis un don. No provoquéis más
el dolor, no volváis a ser parias, no volváis entre los pecadores ni os
consideréis intocables por el hecho de ostentar mi marca divina, antes bien
preparaos, para que cuando seáis tocados sepáis perdonar. 02-044.40
Cuántas veces me habéis prometido perdonar a vuestros hermanos, sea cual
fuere la ofensa que os hiciesen, me habéis pedido fuerzas para poder cumplir
y os las he dado; mas cuán pocas veces habéis cumplido con vuestras
promesas. 02-044.41
A los que han tratado de practicar el perdón los divido en tres grupos: el
primero está formado por aquellos que habiendo recibido una ofensa no sabiéndose
contener y olvidando mi enseñanza, se han ofuscado y se han vengado
devolviendo golpe por golpe. Este grupo es el vencido por la tentación, el
esclavo de sus pasiones. 02-044.42
El segundo grupo, es el formado por los que una vez que ha sido ofendidos,
recordando mi ejemplo, callan sus labios y contienen sus impulsos para luego
decirme: Señor, me han ofendido, pero antes que vengarme he perdonado. Mas
yo que penetro en los corazones he descubierto en aquél el deseo de que Yo
le vengue descargando mi justicia sobre su hermano; este grupo está en plena
lucha. 02-044.43
El tercer grupo, el más reducido, es el que imitando a Jesús cuando han
sido ofendidos, se elevan hacia el Padre llenos de piedad por sus hermanos,
para decirme: Señor, perdonadles, porque no saben lo que hacen: me han
herido, mas, no es a mí, sino ellos a sí mismos se han herido, por eso os
pido vuestra caridad y que me concedáis devolverles sólo el bien. Este es
el que ha vencido. 02-044.44
Vuestra conciencia que pide y espera de vosotros obras perfectas, será la
que no os deje tranquilos hasta que sepáis practicar con vuestros hermanos
el verdadero perdón. 02-044.45
¿Por qué habéis de odiar a los que os ofenden, si ellos tan sólo son
peldaños para que lleguéis a Mí? Si perdonáis haréis méritos y cuando
estéis en el reino de los cielos, veréis en la Tierra a los que os ayudaron
en vuestra elevación; entonces pediréis al Padre que también ellos
encuentren los medios para salvarse y llegar hasta su Señor, y vuestra
intercesión les hará alcanzar esa gracia. 02-044.46
Tampoco intentéis descubrir los sentimientos ocultos de vuestros semejantes,
porque en cada ser existe un arcano que sólo Yo debo conocer; mas si
descubrieseis lo que por pertenecer sólo a vuestro hermano, debe ser sagrado
para vosotros, no lo publiquéis, no rasguéis ese velo, antes hacedlo más
denso. 02-044.47
Cuántas veces he contemplado a los hombres penetrar en el corazón de su
hermano hasta descubrir su desnudez moral o espiritual, para recrearse con
ello y luego publicarlo; ninguno de los que así hayan profanado la intimidad
de un semejante se sorprenderá de que alguien en su camino le desnude y le
burle; no diga entonces que es la vara de justicia la que le mide, porque será
la vara de la injusticia con la que midió a sus hermanos. 02-044.48
Respetad a los demás, cubrid con vuestro manto de caridad a los desnudos y
defended al débil de las murmuraciones de la humanidad. 02-044.49
Discípulos, no os prohíbo que estudiéis en los libros que os enseñan el
bien, mas si no los encontraseis, aquí tenéis mi enseñanza que en medio de
su sencillez y humildad, encierra más sabiduría que todos los libros, por
lo tanto, grabadla en lo más profundo de vuestro corazón, analizadla y que
ella sea la que os guíe en todas vuestras obras. 02-044.50
Los que han llegado bajo la sombra de este árbol llorando por las
vicisitudes de la vida, han encontrado el consuelo y la fortaleza de mi amor.
02-044.51
Bienaventurado el que escuche con amor mi palabra en el Tercer Tiempo, porque
no se confundirá, en el momento de su muerte su espíritu resucitará a la
vida eterna y penetrará firmemente en el sendero que le espera más allá de
esta vida. 02-044.52
Bienaventurado el que lleve con paciencia sus penas, porque en su misma
mansedumbre hallará fuerza para continuar cargando su cruz en el camino de
su evolución. 02-044.53
Bendito sea aquél que soporte con humildad la humillación y sepa perdonar a
quienes lo hayan ofendido, porque Yo lo justificaré; más ¡ay de los que
juzgan los actos de sus hermanos, porque ellos a su vez serán juzgados! 02-044.54
Bendito sea el que cumpliendo el primer precepto de la ley, me ame sobre todo
lo creado. 02-044.55
Bendito sea el que deje que Yo juzgue su causa justa o injusta. 02-044.56
Mi doctrina viene a regeneraros, a fortalecer a vuestro espíritu, para que
una vez que vuestros labios se abran para repetir mis enseñanzas, se cierren
a la blasfemia o a la maldición. 02-044.57
En esta Era he venido a regar nuevamente la semilla que en el Segundo Tiempo
deposité en vuestro corazón. 02-044.58
Desde los primeros tiempos he buscado la forma de hacerme oír y entender por
los hombres, por eso he enviado justos y profetas a este mundo para que con
sus obras y palabras sean emisarios de mi voluntad y de mis mandatos. 02-044.59
En el Primer Tiempo, por la obediencia de Abraham a mi mandato, hice con él
un pacto de amor, premiando su constancia, su celo y fidelidad, bendiciendo y
multiplicando su descendencia. Para probar su obediencia y su fe, le pedí la
vida de su hijo Isaac, a quien tanto amaba, y con la sumisión de los grandes
espíritus, estuvo dispuesto a inmolarlo; mas Yo le detuve, porque ya en su
corazón había demostrado su obediencia y ella me bastaba. 02-044.60
Isaac fue padre de Jacob, a quien le fue dado contemplar el camino de
perfección del espíritu, simbolizado en una escala que se asentaba en la
Tierra y se perdía en el infinito, por la que subían y bajaban espíritus
en forma de ángeles. 02-044.61
Estos tres patriarcas forman el tronco del pueblo de Israel, del cual
brotaron doce ramas y un número infinito de hojas, mas su fruto aún no ha
madurado. 02-044.62
El pueblo de Israel recibió la ley cuando en su peregrinación se encontraba
en la falda del monte Sinaí; su guía, Moisés, recibió las tablas y la
inspiración. La travesía del desierto fue para purificar los corazones,
para espiritualizarlos y encender en ellos la fe hacia el Dios invisible.
Cuando el pueblo llegó a la "tierra prometida" y tomó posesión
de ella, llevaba la fe en su Señor, profundamente grabada en su espíritu y
practicaba un culto sencillo, pero elevado, en el que se había fortalecido
su corazón; mas he aquí que los hijos de sus hijos no supieron perseverar
en la fe y en la espiritualidad, y cuando otros pueblos de gentiles
introdujeron su idolatría y supersticiones en el seno del pueblo de Israel,
lo dividieron espiritual y materialmente. Fue entonces cuando aparecieron los
profetas amonestando a las multitudes anunciándoles mi justicia sobre ellos
por su infidelidad y su pecado, mas los profetas fueron burlados y algunos
muertos. 02-044.63
Os digo esto, porque en verdad vosotros espiritualmente sois simiente de
aquellos primeros patriarcas y sois ovejas de Moisés, mas también os digo
que sois de los frutos que en este tiempo alcanzarán madurez y darán vida y
buen sabor a la humanidad. 02-044.64
Cristo en aquel tiempo regó con su sangre el árbol de la vida y hoy viene a
darle nuevo riego con su divina palabra, para que maduren los frutos de amor
y caridad de todos sus hijos. 02-044.65
En este tiempo vengo a combatir todo fanatismo e idolatría de vuestros
corazones, porque la espiritualidad no admite materialidad; quien practicase
con fanatismo mi doctrina espiritual, no está haciendo mi voluntad ni ha
interpretado debidamente mi enseñanza. 02-044.66
¿Por qué aún en este tiempo los hombres materializan el culto a mi
Divinidad, cuando Yo, desde el Primer Tiempo, en el primer mandamiento de mi
ley, prohibí que se me adorase bajo formas e imágenes hechas por las manos
de los hombres? 02-044.67
Mi palabra en este tiempo, como una espada de dos filos luchará por arrancar
del corazón humano todos sus errores, para que libre de ignorancia se eleve
a mi Divinidad y alcance la comunicación de espíritu a Espíritu. ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 45 02-045.01
La luz de mi espíritu desciende entre vosotros. Vengo a daros el tesoro de
la paz y a vestiros con las galas de la humildad. Si la humanidad quisiera
desgarrar en jirones vuestra vestidura, dejadla, que esos jirones le sirvan
para cubrir su desnudez. 02-045.02
Entre estas multitudes están los que sin haberme visto me creen, me aman y
me siguen, bienaventurados sean, porque ellos serán en la Tierra Prometida. 02-045.03
En este día conmemoráis la resurrección de vuestro Maestro y en verdad os
digo, que muchos de vosotros resucitaréis con la luz de mi palabra a la vida
de la gracia. 02-045.04
Sólo en cuanto hombre nací y morí, porque en cuanto Dios no tuve principio
ni tendré fin. Jesús nació de la pureza del amor del Padre hacia la
humanidad, tomando forma humana en el seno de una casta doncella, previamente
escogida por el Creador. 02-045.05
Las obras y palabras de Jesús, fueron el camino que vino a trazaros el
sendero que os llevará al reino de los cielos. Mas Cristo, a través del
cuerpo de Jesús, sintió todos los dolores y angustias del mundo, supo de la
agonía y quiso en Espíritu penetrar en los antros de tinieblas en donde los
seres espirituales también le esperaban. Mas os digo, que el dolor de Jesús
en la hora suprema de su agonía en la cruz, no fue comprendida por nadie.
Hubo un instante en que se sintió solo entre el cielo y la tierra, azotado
por los elementos desencadenados y abandonado de sus discípulos, fue
entonces cuando exclamó: ¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me habéis
abandonado? Los hombres lo arrojaban de su seno y su Espíritu lo abandonaba.
02-045.06
Por virtud de mi poder, Jesús podía haber sido insensible al dolor
corporal, mas no vine en cuanto hombre a engañaros. Mi dolor fue único, mi
Muerte real y mi sangre, sangre de verdad. 02-045.07
Mientras el cuerpo del Maestro estuvo en el sepulcro, el Divino Espíritu
iluminó las moradas en donde justos y pecadores le esperaban, para que su
caridad les llevara a una nueva era; porque la sangre del Cordero no sólo
trazó el camino de su evolución espiritual a los seres de este mundo, sino
también a los del valle espiritual. Cumplida en todos aquella misión de
amor, el cuerpo de Jesús se fundió con el Espíritu Divino, de la misma
manera que tomó forma humana. 02-045.08
Si el cuerpo de Jesús no brotó de la tierra, ¿por qué había de rendirle
tributo como todos los hombres? El os había dicho: "Mi reino no es de
este mundo". 02-045.09
Al oír mi enseñanza resucita vuestro espíritu, porque ha comido el pan de
la vida eterna que es mi palabra. Fortaleceos con mi doctrina, porque se
acerca el instante en que los hombres, como lobos hambrientos se arrojen
sobre vosotros para juzgaros; y no es mi voluntad que vuestra fe y vuestra
paz las dejéis en manos de vuestros perseguidores. 02-045.10
Aprovechad el tiempo en que aún estará mi manifestación bajo esta forma
con vosotros, porque si hoy no encendieseis vuestra lámpara, mañana
suspiraréis por este tiempo de enseñanza y complacencias y lloraréis
deseando volver a escuchar mi palabra. Muchos diréis: ¡Maestro! Qué diera
por volver a escuchar una de tus cátedras a través de aquellos a quienes
tanto juzgué como imperfectos. 02-045.11
Aprovechad en verdad mi enseñanza, ahora que os la estoy entregando por
conducto de éstos mis hijos, a quienes he escogido y preparado. Por sus
labios he hecho brotar palabras de sabiduría y amor. Con sumisión se han
apartado del mundo y apuran por vosotros un cáliz de amargura, sabiendo que
son el instrumento del Padre para su comunicación con vosotros. 02-045.12
Si para escuchar mi palabra en este tiempo acudís a estos humildes recintos,
para elevar vuestra oración la podéis hacer desde el lugar en que os
encontréis, ya sea en el rincón de vuestra alcoba, o en donde labréis el
pan de cada día, lo mismo en el camino, que en el valle o en la ribera del río,
doquiera me encuentro escuchando vuestros ruegos. 02-045.13
Aprended a limpiar vuestro corazón y a elevar vuestro espíritu hacia Mí,
para que recibáis la comunión espiritual; no olvidéis que me lleváis en
lo más íntimo de vuestro ser. Elevaos hacia Mí, para que cuando llegue el
último instante de 1950, vuestro espíritu no se llene de pavor diciendo:
Maestro, os habéis apartado de nosotros. De cierto os digo que quien se
prepare, desde aquel instante se comunicará de espíritu a Espíritu con mi
Divinidad. 02-045.14
Si de tantas enseñanzas que os he entregado, hubierais aprovechado una sola,
y su doctrina fuera la ley que guiara todos los actos de vuestra vida, en
verdad os digo que ya no sería necesario que Yo estuviese entre vosotros,
porque en lo que habéis oído hasta hoy está toda mi doctrina. 02-045.15
Os voy a dar una vez más mi palabra para que vuestro espíritu sienta que se
encuentra en el banquete de la vida eterna. Recreaos como Juan mi apóstol,
contemplando las revelaciones del más allá. 02-045.16
En este tiempo desaparecerá toda la incredulidad entre vosotros, porque os
dejaré como una lámpara de fe encendida entre la humanidad. 02-045.17
Cada vez que me presento entre vosotros, mientras os doy mi palabra, vuestro
dolor se aparta, es que vuestro espíritu siente mi presencia y se recrea con
mi amor. 02-045.18
No sólo me escuchan los que concurren a estos recintos, también grandes
legiones de seres espirituales presencian esta manifestación y reciben mi
luz. Entre esas muchedumbres se encuentran los que en la Tierra fueron
vuestros padres, vuestros compañeros, vuestros hijos. Todos van ascendiendo
por la escala de evolución. 02-045.19
Vuestro corazón se llena de gozo al escuchadme hablar así y sentís que es
la misma gloria del Padre la que en estos instantes se abre para derramar su
gracia en toda criatura del Señor. 02-045.20
La luz de mi amor que ha venido a iluminar el sendero de evolución de todos
mis hijos ha provocado en algunos hombres de ciencia, la confusión de sus
ideas, al encontrar que el principio de la creación no es como ellos se lo
habían imaginado; mas Yo les hablaré desde lo alto de la montaña y la
fuerza de mi voz a través de los elementos estremecerá la Tierra y les
mostrará la verdad. 02-045.21
Pueblo, si queréis penetrar en comunión con mi Divinidad, no contempléis a
estos portavoces, por los cuales me comunico, como a seres superiores.
Estudiad y analizad mi palabra y os sentiréis en mi santuario deleitándoos
con la esencia de mi doctrina. Así seréis fuertes para dar testimonio de
que éste es el Tercer Tiempo, y de que en él me he manifestado a los
hombres como ESPÍRITU SANTO. 02-045.22
Entre la humanidad estoy eligiendo a mis nuevos discípulos, diciendo a los
hombres: Regeneraos, y a las mujeres: No volváis a pecar. A todos os ha
limpiado mi perdón para que iniciéis una nueva vida. 02-045.23
Vosotros, que mucho habéis bebido la amargura, ahora bebed leche y Miel en
este cáliz de amor que vengo a ofreceros. 02-045.24
Gozad poseyendo este bien espiritual. No os aflijáis demasiado por el
sustento del cuerpo, recordad que os he dicho: "No sólo de pan vive el
hombre, sino de toda palabra que viene de Dios". 02-045.25
A todos os encontré perdidos y os mostré el sendero diciéndoos: Yo soy el
Camino, la Verdad y la Vida, seguidme hasta el fin. 02-045.26
A nadie he forzado para que me siga y a nadie amenazo por no hacerlo.
Ciertamente existe la ley de la restitución que cada quien labra para sí,
para que su espíritu evolucione y alcance su pureza, y su luz, mas el
infierno del fuego eterno no existe, como no existe el castigo divino. No
interpretéis erróneamente lo que en sentido figurado se os ha dicho en
tiempos pasados. 02-045.27
Hoy estáis escuchándome reconociendo cada quien su misión, mientras Elías
como siervo incansable del Señor reúne a los 144,000 nuevos discípulos,
12,000 hijos de cada tribu de este pueblo, para que reciban en su frente la
señal, que los marca como Espiritualistas Trinitarios Marianos. 02-045.28
Si en el camino de la vida os sentís cansados, venid a Mí y descansad
escuchando esta palabra, porque aún estoy con vosotros. 02-045.29
Esta palabra es el pan que vengo a acercar a vuestros labios, su esencia es
el agua cristalina que os ayuda a purificar vuestro espíritu de todas sus
manchas. 02-045.30
Os encontráis temerosos de que los aires huracanados os arrebaten de este
sendero y volváis a ser los débiles ante las pasiones de la materia. Teméis
a las murmuraciones de las gentes, a sus juicios, teméis al mundo que con
sus múltiples tentaciones os aleja de Mí. 02-045.31
Como no habéis comprendido mi palabra, creéis que os exijo que abandonéis
y renunciéis a todo lo material, cuando os estoy enseñando que debéis dar
al espíritu, lo que a él corresponde y a la materia lo que es de ella.
Mientras estéis en el valle de lágrimas, no alcanzaréis la perfección,
mas debéis prepararos en el amor y la caridad que derraméis entre vuestros
hermanos, para llegar al valle espiritual a recoger el fruto de vuestra
siembra. 02-045.32
El arcano que os estoy revelando es mi propio Espíritu el cual se encuentra
más allá de la escala de Jacob; Yo no estoy en la escala, porque soy
perfecto; en ella sólo están los seres que caminan en pos de la perfección.
¿Quién puede sentir que mi doctrina sea para su espíritu como un pesado
fardo? Si comparáis su peso con el de una cruz, comprenderéis que ahora Yo
soy vuestro Cirineo. 02-045.33
¿Quién podrá alejarse de Mí, si doquiera me encuentro? Hay quienes
intenten alejarse de mi presencia para sembrar a hurtadillas la simiente que
les he confiado y recoger para ellos la cosecha; mas Yo os brindo las tierras
fecundas; el que intente ausentarse, tendrá que penetrar en el desierto. ¿Cuándo
se ha visto que en las candentes arenas germine alguna semilla? Ahí no
asistirán al banquete que conmigo disfrutáis, ni escucharán en su soledad
el trinar de las aves que con su canto os han deleitado. 02-045.34
El que ha sentido en su corazón el deseo de abandonar la cruz, es porque no
ha presentido su misión ni su destino. 02-045.35
¡Cuántos os confesáis culpables y pecadores delante de Mí y sois de los
que me amáis! ¡Cuántos pregonan que me aman y ni siquiera tienen fe en Mí,
creen cuando reciben beneficios, mas cuando les llega una prueba me niegan! 02-045.36
Este Tercer Tiempo ha sido una invitación para vuestro espíritu, un llamado
para que tengáis la gracia de ser de los que toman el fruto divino de los
tres tiempos. 02-045.37
Cuando la humanidad se ha encontrado en la mayor altura de perversidad, la
luz de mi espíritu ha descendido convertida en palabra comprensible al
hombre para salvarle, mostrándoles el camino de su restitución, ayudándolos
a cumplir con ella y haciéndoles comprender el galardón que les espera. 02-045.38
A vosotros que me oís os digo: no llevéis en vuestra sandalia polvo
inmundo, buscadme, soy vuestra salvación. Soy la barquilla que os salve del
naufragio, que os aleje del mar embravecido del pecado para conduciros a la
tierra de Promisión. 02-045.39
¿Por qué habéis encontrado dolor en vuestro camino? ¿Por qué vuestras
plantas se han herido con los guijarros del sendero? ¿Por qué os agobia la
sed como a los caminantes cansados? Es porque ayer pasasteis por ese mismo
sendero y no limpiasteis el camino a los que tras de vosotros marchaban, sin
saber que tendríais que volver a pasar por ahí; y si nunca calmasteis la
sed de un sediento, ¿cómo queréis que alguien os la calme a vosotros? 02-045.40
Sólo Yo vengo a mitigar la sed de amor y de paz de vuestro espíritu. Mi
palabra es agua cristalina que se derrama entre vosotros. Gozad de ella al
beberla, convidad a vuestros hermanos y en verdad os digo que llegaréis a
ver la unión y la paz en los espíritus. 02-045.41
Si en el Segundo Tiempo me contemplaron vuestros ojos porque vine en cuanto
hombre, hoy vengo en Espíritu. Si vuestros ojos corporales no me han
contemplado, la sensibilidad de vuestro espíritu sí me ha palpado, porque
os estoy manifestando mi presencia. ¿Quién de los que me escuchan, no me ha
sentido en el latir apresurado de su corazón? ¿Quién de vosotros no se ha
estremecido ante mi palabra que es como mirada penetrante que llega con su
luz a vuestro espíritu? 02-045.42
Vengo a hablaros como Maestro, no como juez. Como juez no me busquéis,
porque en lugar de juicios quiero derramar consuelo y enseñanzas entre
vosotros. 02-045.43
He abierto vuestros ojos para que os deis cuenta de que mi ley está siendo
mancillada en la Tierra, mas no para que juzguéis a quien la viola. Conoced
mi ley para que no os perdáis del camino cuando los hombres os la oculten y
para que sepáis conducir a quien camina en tinieblas. 02-045.44
Vosotros no habéis venido para confundir a nadie; en verdad os digo que
antes de que eso fuese, más os valdría no hablar de mi obra o que la muerte
segara vuestra vida. 02-045.45
Pueblo, no sabéis lo que os tengo reservado. No penséis que lo que hasta
hoy habéis oído es todo cuanto tengo que deciros; grandes lecciones voy a
revelaros. Dones muy grandes se desarrollarán en vosotros. 02-045.46
Mi enseñanza viene a prestaros su ayuda para que logréis comunicaros de espíritu
a Espíritu con vuestro Padre, porque en esa práctica está vuestra salvación.
Abrid vuestro corazón, para que en él guardéis el tesoro de mi palabra,
mientras llega el instante de que tengáis que revelarla a vuestros hermanos,
porque ésta es la palabra que convierte al pecador y sana al enfermo. 02-045.47
La huella que en este tiempo os trazo, no es de sangre, es de luz. Venid a Mí,
discípulos y descansad de vuestras penas, mitigad con mi palabra vuestra
hambre y sed de amor y paz para que cuando os deje colmados de bienes
espirituales quedéis como las vírgenes de mi parábola: velando en espera
del casto esposo, con vuestras lámparas encendidas para que sepáis
recibirle cuando llame a vuestra puerta. 02-045.48
El que guarde en su corazón mi palabra y tenga fe en ella, tendrá paz y
ventura en los caminos del mundo y logrará su elevación en el sendero que
conduce a mi reino. 02-045.49
Con amor os entrego mi palabra para daros la vida verdadera y enseñaros a
hacer lo mismo entre la humanidad donde existen tantos muertos a la fe. Todo
lo que hiciereis en mi nombre lo veréis realizado en vuestros hermanos; mas
si en vez de bendecir en vuestro camino, blasfemáis o juzgáis a vuestros
semejantes, en verdad os digo que vosotros mismos os estaréis sentenciando,
porque con la vara que midiereis seréis medidos. 02-045.50
Si me habéis ofendido, pedidme perdón, si vuestro hermano os ofendió,
perdonadle, tal vez no sepa lo que ha hecho. En cambio, si vosotros llevando
tanta luz por las enseñanzas que estáis recibiendo, aún ofendéis, no podréis
decir que sois inocentes. Si vosotros ofendieseis, seríais más duros que la
roca, porque os estoy doctrinando para que seáis nobles con vuestros
hermanos. 02-045.51
Estudiad mi palabra para que la muerte no os sorprenda impreparados, ni las
tinieblas oculten a vuestro espíritu el sendero de su evolución. Mi enseñanza
es el único libro que encierra verdad desde su primera palabra hasta la última.
Ese libro lo he abierto nuevamente ante vosotros en este tiempo, para
resucitaros a la vida eterna y reuniros en mi aprisco de amor, porque os
contemplo perdidos como ovejas sin pastor. 02-045.52
He aquí la voz del que llama a los espíritus para librarlos de las fatigas
del mundo. Algunos de mis hijos reconocieron la voz, otros no, porque no la
recordaba su espíritu ofuscado por el materialismo de este tiempo. Mas Yo,
el Pastor, teniendo en el aprisco de mi amor que es mi Reino, a las noventa y
nueve ovejas, descendí a la Tierra en busca de la extraviada. 02-045.53
Cuánto tiempo os alimentaste de frutos amargos que os hicieron olvidar la
dulzura del fruto de la vida verdadera, y sólo hasta que escuchasteis mi
palabra, volvisteis a saber lo que es el verdadero sustento del espíritu. 02-045.54
Ayer os levantabais buscando en vano la senda de vuestra elevación
espiritual, agobiados por el dolor de vuestros pecados. Hoy os he reunido, os
he multiplicado y os he hecho conocer vuestros dones, mas en verdad os digo:
Antes de que caigáis en vanidad por esta gracia y queráis juzgar al
pecador, o tratéis de humillar al que ha faltado, recordad y meditad sobre
la enseñanza que en el Segundo Tiempo os di, cuando me fue presentada la
mujer adúltera; recordad la parábola del publicano y el fariseo y la del
buen samaritano. La esencia de aquellas enseñanzas es eterna. Hoy, mañana y
siempre podréis aplicarlas en vuestra vida. Es la parábola que en el
Segundo Tiempo os di, a veces en los márgenes del río, otras en el desierto
o en la montaña, fue el mensaje divino que en Cristo os traje antes que los
hombres me tomasen para sentenciarme y crucificarme en Jerusalén. 02-045.55
He querido que mi palabra viva en vuestro corazón para que de él brote la
caridad y el amor y os levantéis por los caminos sanando a los enfermos sin
esperar recompensa, haciendo el bien por amor a vuestros hermanos. 02-045.56
No os llaméis espiritualistas si en vuestro corazón sentís horror por los
enfermos, o asco si su cuerpo va envuelto en andrajos. No seréis mis discípulos
mientras os apartéis de los pecadores, temerosos de que vuestro corazón se
contamine. 02-045.57
He aquí mi nueva palabra la cual la uniréis a la que os entregué en
tiempos pasados. Por diferentes entendimientos os la he venido a dar en este
tiempo para que tengáis la confirmación de que lo que se ha dicho por una
boca, se ha dicho por todas. 02-045.58
Preparaos, varones y mujeres, porque entre vosotros se encuentran aquellos
por los que os daré mi palabra. 02-045.59
He aquí al esposo que llamó a las puertas de las vírgenes y como éstas se
hallaban esperándolo, le abrieron, le hicieron pasar y en su casa hubo
fiesta. 02-045.60
Algunos de vosotros os habéis sentado ante la mesa de amor para comer el pan
de mi palabra y beber el vino que es su esencia divina. Cuántos de vosotros
también estuvisteis conmigo en el Segundo Tiempo y me escuchasteis. Otros
contemplasteis en las comarcas a mis apóstoles que iban sembrando en los
corazones la semilla de la fe en Cristo, dando pruebas de verdad a los
hombres, sanando enfermos, limpiando leprosos e impartiendo consuelo a los
afligidos. Mas los que no comieron en aquel tiempo, hoy comerán, y los que
no estuvieron en el mundo, hoy estarán. 02-045.61
Voy a elegir nuevamente a mis discípulos, recordad que en el Segundo Tiempo
lavé e imprimí un ósculo de amor en los pies de los doce apóstoles
escogidos por mi caridad, para que comprendáis que si esto hizo el Señor,
¿qué no deberéis hacer vosotros con vuestros hermanos? 02-045.62
Lleno de humildad vengo a consolaros y a salvaros, para que cuando os levantéis
en pos de vuestro cumplimiento a señalar el camino a la humanidad, dejéis
una huella de mansedumbre en el camino. Quién no haya lavado sus pies antes
de emprender la jornada, ¿qué huella de pureza podrá dejar? 02-045.63
He aquí al Cordero que voluntariamente se inmoló, para que su sangre cayera
en todos sus hijos, trazando su
huella el camino de la evolución espiritual de la humanidad. 02-045.64
Entre vosotros contemplo a los que me han de seguir, mas también a los que
han de llorar y hacer grandes juramentos para después darme la espalda. Aún
estoy entre vosotros; aprovechad los instantes, porque pronto os dejaré y
desde el infinito contemplaré el cumplimiento de los que recibieron esta
herencia. Todo el que limpiare su corazón para entregar mi palabra, será
fuerte por su pureza, caridad, amor y humildad, mas aquél que se
engrandeciera y vendiere mi obra, será débil ante las tentaciones. 02-045.65
Vuestra nación ha abierto sus puertas, por las que han llegado las grandes
multitudes de distintas nacionalidades, porque os he dicho que no serán doce
los escogidos en este tiempo, sino doce mil de cada una de las doce tribus;
ciento cuarenta y cuatro mil señalados para llevar mi palabra a la
humanidad. Unos se encuentran en espíritu, otros en materia, a los que
habitan en el más allá, y que no conocieron esta enseñanza, los haré
reencarnar para reunirlos a todos en la Tierra; éstos serán los que cargarán
la cruz del sacrificio y beberán el cáliz de amargura, por amor a sus
hermanos. 02-045.66
Hoy coméis el pan y el vino de la gloria en la esencia de mi enseñanza,
mientras la humanidad sigue representando esta lección con el pan y el vino
de la tierra. 02-045.67
Estad cerca de Mí para que os protejáis los unos a los otros y os sintáis
fuertes, porque los lobos os acechan y los fariseos que entre las turbas se
esconden, son los mismos de ayer. Aún no pueden reconocerme, porque sus
mentes se han turbado. Son los hipócritas que ocultan sus pecados detrás de
una falsa pureza. 02-045.68
Velad y orad, porque ellos serán los primeros en venir a deciros que soy el
falso Cristo; unos os mostrarán las profecías del Primer Tiempo y otros las
del Segundo, para tratar de probaros que esto estaba anunciado como falso. Os
dirán que no os dejéis sorprender por estas manifestaciones. En verdad os
digo: cuidaos de ellos y de quienes sólo han tomado mi palabra y ninguna
potestad tienen para hacer obras que convenzan por su verdad. 02-045.69
Vosotros examinaos ante vuestra conciencia y preguntaos: ¿Han sanado los
enfermos? ¿Habéis sentido la paz escuchándome? ¿Os habéis sentido
inspirados a hacer el bien y a amaros los unos a los otros? ¿Os habéis
regenerado? Sí, os ha contestado vuestra conciencia. 02-045.70
Recordad y vivid los tiempos pasados. He aquí la mesa donde se encuentran
los manjares que dan la vida eterna. Nuevamente
os digo que mi cuerpo y mi sangre hoy están representados por mi
propia palabra. Una migaja de este pan basta para dar la vida eterna a un espíritu.
Los enfermos, probando este pan alcanzarán la salud, y el que bebiere este
vino con elevación de espíritu y respeto en mi doctrina, recibirá
eternamente la paz. 02-045.71
Quien recordare mi palabra en el instante supremo de la muerte humana, los
dones y gracias que en ella están, serán en aquel espíritu, para que en su
viaje contemple la luz de mi Espíritu Santo. 02-045.72
El arcano del Padre se ha abierto para pobres y humildes. Quien de este vino
bebiere, sentirá que su espíritu se fortalece, quien cerrare sus labios
para no beberlo por temor a la muerte, la muerte en él será y sólo mi amor
podrá resucitarle, y cuando sea mi voluntad vendré a él para decirle: ¿Por
qué no bebisteis de mi vino? Levantaos, Soy Aquél que habló por boca de
los hombres y el mismo que hoy os resucita a la vida de la gracia. ¿Quién más
tiene potestad para resucitar a los muertos? 02-045.73
Mientras os entrego mi enseñanza, contemplo el corazón de cada uno de los
presentes, unos me entregan su corazón, el cual se ha alimentado de mi
palabra hasta saciar su hambre de amor y de consuelo; otros piensan la forma
de destruir esta obra porque no creen en ella y les preocupan las grandes
muchedumbres de corazones fervientes que se aglomeran en estos recintos para
oír mi palabra. 02-045.74
Comed de este pan, en él está la vida eterna. Bebed el vino, su esencia es
el sabor divino que existe en mi palabra. 02-045.75
No olvidéis las obras que he hecho con vosotros, para que también las hagáis
con vuestros hermanos. Como os he amado, amad a vuestros semejantes. Sentad
en vuestra mesa a los necesitados y en ella dadles el mejor lugar. 02-045.76
En cada una de mis palabras existe un libro de revelaciones para que en su
estudio os profundicéis, porque se acerca el momento de mi partida en el que
os sentiréis solitarios. Quedaréis como ovejas entre lobos, mas Yo os
confortaré. Entonces comenzará vuestra misión y penetrarán los unos en
los hogares, los otros en comarcas y algunos más en otras naciones. Seréis
buenos labriegos en mis tierras, sembrando infatigablemente mi semilla de paz
y amor. Mas no será necesario que llevéis doble alforja para el viaje. Yo
velaré por vosotros. No temeréis a la inclemencia del tiempo, ni de los
elementos, mi presencia está en todo lo creado. 02-045.77
Os guiaré hacia las casas donde habitan aquellos que compartirán vuestra
fe; ellos os recibirán con alegría y ahí haréis el llamado a otros más,
para que os reunáis a orar y les entreguéis mi mensaje. Esos postreros serán
convertidos en primeros, y como nuevos apóstoles se levantarán a sembrar
como vosotros les enseñasteis. 02-045.78
Muy extensas son mis tierras y muy escasos aún los sembradores, mas es mi
voluntad que en el tiempo en que aún os entregue mi enseñanza bajo esta
forma, sean marcados los 144,000 porque serán aquellos por cuyo conducto me
manifestaré a la humanidad en este tiempo y todo aquél que diera testimonio
de Mí, Yo lo daré también de él, así como todo el que me entregare,
tendrá que presentarse ante mi justicia, 02-045.79
He aquí que todos habéis comido del Cordero; sin embargo, entre vosotros
contemplo a los que me ha de entregar, no en este instante, ni en esta noche,
sino cuando seducido por las tentaciones del mundo acepte las brillantes
monedas a cambio de entregar a sus hermanos. Como nadie sabe quién podrá
ser, os preguntáis en vuestro corazón: ¿Maestro, quién será? Yo sólo os
digo, velad y orad para que no caigáis en tentación. 02-045.80
Habrá también quien me niegue en este tiempo y será pronto, esta misma
noche habrá quien niegue en donde ha estado y a quién ha escuchado. Ninguno
me niegue por temor al mundo, porque su dolor será muy grande. 02-045.81
En aquel tiempo, Jesús fue a orar al huerto de los olivos, porque se
aproximaba su sacrificio. Hoy vengo a deciros: Orad y recordad aquel ejemplo
para que encontréis la fortaleza en el Señor; porque en verdad os digo, que
el cáliz que bebí en aquella noche fue muy amargo, pero también el que hoy
me ofrece nuevamente esta humanidad, ¡cuán amargo es! En él están todas
las lágrimas, la sangre y el dolor de los hombres. 02-045.82
Así os enseño, ¡oh, amados discípulos!, a orar para esperar las grandes
pruebas, mas nunca pesará el pecado de todos los hombres sobre uno solo.
Solamente Cristo cargó sobre sus hombros el pecado de toda la humanidad,
desde Adán hasta el último. 02-045.83
Los que se mofaren interiormente de estas manifestaciones, son aquellos que
escupieron mi rostro, y los que me están juzgando, son los que me azotaron
en aquel Segundo Tiempo. El pecado y las tinieblas de esta humanidad son la cárcel
donde recibo todas las torturas. 02-045.84
Preparaos, porque las turbas de increyentes y las legiones de espíritus
turbados os perseguirán y entonces les diré; dejad a mis discípulos, ellos
no son culpables. 02-045.85
Velad y orad, vivid en paz y tendréis mi fortaleza en vuestro espíritu,
porque os alimentaréis con el pan de la vida eterna. 02-045.86
Ha llegado la hora en que recordéis a Cristo, el Divino Maestro, en sus últimos
instantes en la cruz. Aquellas horas de tinieblas en el mundo, en que mi
presencia iluminó a los espíritus que me esperaban. 02-045.87
Sobre un nuevo Calvario me ha levantado la humanidad en este Tercer Tiempo, y
desde mi cruz os contemplo, oh multitudes. La luz de mí Espíritu desciende
a los hombres como en aquel tiempo, mi sangre se derramó gota a gota sobre
la humanidad. Mis sufrimientos divinos son como heridas que se abren ante la
ingratitud y los pecados de los hombres, mas hoy de ellas manará agua de
gracia, para que los ciegos vean y los malos se rediman. Si herís al árbol,
él manará savia. Yo soy el Árbol de la Vida Verdadera el cual os da vida
cuando intentáis destruirle. 02-045.88
¿Quién me ayudará en este tiempo con mi cruz? Vosotros, discípulos. Y el
que llore por sus pecados y de ellos se arrepienta y regenere, será
recordado por la humanidad como aquella mujer pecadora que regó mis pies con
sus lágrimas y los secó con su pelo. 02-045.89
Benditos los que sientan en su corazón el dolor de su Señor, su sed de
amor, porque en el más allá, les haré que me contemplen en todo mi
esplendor. 02-045.90
Si en la Tierra, la muerte que los hombres dieron a Jesús, le separó de los
brazos de su dulce Madre, hoy en la eternidad se encuentran madre e hijo
unidos por el amor divino. Porque debéis saber que si Cristo es el Verbo de
Dios, María es la ternura maternal divina, y desde el infinito, junto a la
cruz que nuevamente me habéis preparado, Ella extiende su manto amorosamente
para cubriros y os dirige su mirada maternal llena de perdón. 02-045.91
No olvidéis estas manifestaciones, y cuando el año de 1950 haya pasado,
reuníos para recordar estas enseñanzas, entonces vuestros ojos se inundarán
de llanto, de tristeza y de gozo al mismo tiempo. De tristeza, porque
recordaréis el tiempo en que escuchabais mi palabra, y de satisfacción,
porque al fin habréis penetrado en el tiempo de la comunicación de espíritu
a Espíritu. ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 46 02-046.01
Bienaventurados seáis vosotros que acudisteis al escuchar el llamado de amor
que os invitaba al banquete espiritual, para saborear los manjares de vida
eterna que os he traído, en cumplimiento de la promesa que a través de Jesús
le hice a vuestro espíritu. 02-046.02
Cuando veo que debilitáis en el camino de vuestra evolución, me acerco para
llenaros de fortaleza diciéndoos: "Id paso a paso con la esperanza de
alcanzar la Tierra Prometida, hasta la terminación de la jornada, ahí
encontraréis el premio de vuestra fe y perseverancia, en aquella paz bendita
y verdadera que tanto anhela vuestro espíritu". 02-046.03
¡Oh, pueblo! En quien he puesto mis complacencias llamándolo Israel, hijo
de la luz y discípulo del Espíritu Santo. No miréis si vuestro cuerpo va
cubierto de harapos o si vuestros pies están desnudos, vuestra dignidad
espiritual no descansa en lo material. Analizad a la luz de vuestra
conciencia las obras de vuestra vida, para que sepáis si vuestro espíritu
está limpio de pecado. 02-046.04
Si sentís dolor ante la duda y la burla de vuestros hermanos aceptadlo, ¿acaso
sabéis si vosotros gritasteis en aquel tiempo pidiendo a Pilatos que me
crucificara? ¿Por ventura sabéis si no fuisteis de los que persiguieron a
mis apóstoles y les hicieron beber el cáliz de la amargura? 02-046.05
Ante esta interrogación calláis y Yo os digo: perdonad cuando seáis
ofendidos, no hagáis de mis palabras armas de dos filos para herir a
vuestros hermanos. En este tiempo vuestro espíritu evolucionado debe
alcanzar la serenidad, ella deberá guiar todas vuestras obras, palabras y
pensamientos. Vuestra edad espiritual ya no es la del niño, y ante mi enseñanza
habéis dejado de ser los párvulos para convertiros en los discípulos.
Haced vuestras obras dentro de mi doctrina sin alterarla ni profanarla. No
apartéis de vuestra compañía a nadie, aunque miréis en alguno de vuestros
hermanos manchas o errores, no digáis que es mala hierba. Si alguno mezclase
a mi doctrina ideas imperfectas o hiciere mal uso de sus dones, corregidlo
con amor y conducidlo con caridad, sólo en el caso de que se obstinare en
sus malas inclinaciones y os desconociera, dejadlo, orad por él y dejadme la
causa a Mí. 02-046.06
Os estoy preparando para que con mi luz llevéis la resurrección a los que
están muertos a la vida de la gracia, para que vuestra oración los salve y
vuestras obras sean un ejemplo saludable para vuestros hermanos. Pensad,
hijos míos, en lo que presentaréis a vuestro Padre cuando os encontréis
ante su presencia. 02-046.07
Es el Espíritu de la Verdad quien os habla, habéis reconocido al árbol por
su fruto y a esta fuente por sus aguas límpidas. Por eso venís en pos de
esta huella, pero es menester que ese amor tan grande que por Mí sentís, lo
limpies de todo egoísmo, de toda cizaña hacia vuestros semejantes para que
sea puro y digno del Padre. 02-046.08
Sed humildes aunque sintáis que el Creador ha puesto grandes dones en
vuestro ser. Mirad que a nadie le he traído corona para hacerlo rey. 02-046.09
Multitudes que reunidas escucháis mi voz, ya se acerca el día en que quedaréis
huérfanos de esta palabra, y que os sintáis solos, aunque mi presencia
espiritual sea con vosotros. Entonces principiará una nueva etapa en la que
os purificaré de materia y de espíritu, en la que depuraré el culto y las
prácticas de este pueblo para que marche a otras comarcas y a otras naciones
a llevar la buena nueva de mi palabra, testificando con sus obras, las
lecciones de amor de mi doctrina. 02-046.10
He pronosticado que después del año de 1950, las multitudes que formen este
pueblo ya estarán tratando de alcanzar la comunicación de espíritu a Espíritu,
porque para entonces ya no os daré mi palabra a través del entendimiento
humano. ¿Qué haréis entonces de mis preceptos y de mis máximas? ¿Cuál
será el ejemplo de espiritualidad, de obediencia y de fe que ofreceréis a
los que estén por penetrar a vuestro seno? ¿Cuál será el ejemplo y la
simiente que dejéis a las generaciones venideras? 02-046.11
Ved que ese tiempo ya está próximo y que ése será el principio de la
comunicación espiritual, el fin del reinado de la idolatría y del fanatismo
religioso. 02-046.12
De lejanas tierras vendrán caravanas hacia esta nación en busca de este
testimonio. Las recibiréis con todo el amor de vuestro corazón y les
mostraréis el Libro de la Vida Verdadera que hayáis formado con las cátedras
que os he entregado, sin olvidar que vuestras obras y sentimientos, deben
formar parte del libro que presentéis. 02-046.13
Los años que os restan de doctrina y de deleite espiritual escuchando mi
palabra, aprovechadlos, no hagáis que este tiempo sea de juicio y de
reclamos. No queráis saldar con expiación y dolor desde la primera palabra
que Elías el enviado, os diera en el principio de esta comunicación, hasta
la última que Yo os entregue. 02-046.14
Para evitar toda profanación, voy a depurar esta campiña y a tocar a todos
los que han recibido cargos. Esta purificación la extenderé a todos los órdenes
de vuestra vida, no sólo en el espiritual. Los mismos que hayan profanado mi
ley, se encargarán de lavar las manchas que en ella hayan impreso. 02-046.15
Pueblo, quiero que mi paz se manifieste a través de vuestro espíritu, de
vuestra mirada y de vuestra sonrisa. No quiero que la amargura o la
intranquilidad se reflejen a través de su rostro demacrado por el
sufrimiento. Sois un pueblo nacido en el dolor, que tiene la misión de
vencerlo, llevando su cruz con abnegación y amor, doblegando su cerviz y
venciendo las flaquezas de la materia. Apurad con paciencia vuestro cáliz,
ved que mi palabra divina os sana a cada instante de vuestras heridas. 02-046.16
¿Cuándo llegará esta palabra a toda la humanidad? Los trinos de estos
ruiseñores no han llegado a la lejanía; no han hecho llegar la dulzura de
mis enseñanzas a las mansiones de los grandes o a las estancias de los
potentados; no han llegado a los campos de batalla que se han empapado con la
sangre de los hombres, ni a los espíritus ocupados en elevar la nueva torre
de Babel o que habitan en la nueva Sodoma: mas la palabra que de vuestros
labios brote durante los últimos años de mi comunicación, será el mensaje
que mañana llegue a todos vuestros hermanos, porque para ello os purifico y
os preparo en estos instantes. 02-046.17
A vuestros oídos sólo han llegado el lamento de las viudas y de los huérfanos
junto con los rumores de guerra, las noticias de grandes calamidades y
tragedias que aún no habéis visto ni sentido. 02-046.18
Habéis sabido por Mí que sois hijos del pueblo de Israel, y por la historia
sabéis que ese pueblo en los tiempos pasados se llamó el pueblo de Dios, el
escogido, aquel en el cual se derramaban todas las complacencias del Padre
Celestial. Hoy quiero que sepáis que aquel pueblo, al que he enviado
nuevamente en este tiempo a la Tierra, nunca ha sido más amado que el resto
de los pueblos, y que si muchas complacencias recibió de Mí, fue con el fin
de que supiera compartir de ellas a los demás, para que fuese luz, camino,
libro abierto y redención para todos sus semejantes. 02-046.19
¿Por ventura ese pueblo cumplió su misión en los tiempos pasados? ¿Acaso
está cumpliendo esa ley de amor y de fraternidad en el tiempo presente? Si
conocéis la historia antigua de este pueblo, no ignoraréis que también
sobre él fueron las grandes pruebas, las calamidades, el cautiverio, el
hambre, la peste y la humillación, a causa de sus infidelidades y
desobediencias. No fue el amor ni la obediencia a mi ley, ni la
espiritualidad de aquel pueblo, las que escribieran un libro para las futuras
generaciones. El libro de aquel pueblo está escrito con sangre de hermanos,
de profetas, de justos, está manchado con envidias, desobediencias,
desuniones y está sellado con la sangre del Hijo de Dios. 02-046.20
Es menester que ese pueblo lave y purifique todas aquellas manchas, que borre
del libro todas sus faltas y en su lugar escriba obras buenas, actos dignos
de su Señor. 02-046.21
Vosotros, discípulos, no vayáis a escribir en este tiempo un nuevo libro de
desobediencias y de profanaciones, porque más tarde no tendríais
suficientes lágrimas para borrar de ese libro vuestras manchas. Escribid una
nueva historia, pero que sea de regeneración, de reconciliación, de
fraternidad, de obediencia y espiritualidad. Vuestro pacto en este tiempo está
escrito por vuestra conciencia. 02-046.22
Los años en que os dejo que sigáis recibiendo mi enseñanza, que sirvan
para que os preparéis para mi partida, en ellos debéis llegar al
cumplimiento que os estoy pidiendo. Sabed que después de este tiempo no
quiero que las multitudes conozcan la impostura, ni vuestras imperfecciones
de ahora. Llegado ese tiempo los hombres conocerán mi palabra por los
escritos que a mis plumas de oro les he confiado. A ese libro os asomaréis
mañana cuando tengáis que estudiar mi obra, cuando os sintáis confundidos
por las pruebas o cuando tengáis necesidad de consuelo. 02-046.23
La luz de mi Espíritu se derrama en vuestro entendimiento para que sepáis
conducir a quienes vienen siguiendo vuestros pasos. 02-046.24
Hoy vengo a daros mi enseñanza como en aquel tiempo en que viví cerca de
vosotros y os mostré con mi ejemplo cómo redimir al género humano. 02-046.25
La humanidad, no conforme con aquella lección, aún pide en este tiempo que
la sangre inocente se derrame una vez más, pero el Divino Maestro ha venido
en Espíritu y esa prueba de amor no se repetirá en la misma forma. Hoy os
estoy hablando a través del entendimiento del hombre, enviando infinidad de
rayos de mi luz en los que os doy mi sabiduría para que seáis salvos, elevándose
vuestro espíritu por el sendero del amor hacia vuestros hermanos. 02-046.26
He contemplado que de mi enseñanza de amor y humildad, nada queda en el
corazón de muchos pueblos. Se han levantado unos contra otros, los fuertes
humillan a los débiles, y mis enviados espirituales, a quienes he
encomendado la misión de inspirar a los gobernantes la paz y la concordia,
han vuelto a Mí con la angustia en su espíritu, por no haber sido oídos ni
obedecidos; entonces Yo he permitido que la humanidad apure su cáliz y que
este dolor la ilumine haciéndola retornar al camino de su evolución. 02-046.27
En esta hora de prueba tenéis a Elías inspirándoos la oración y las
buenas prácticas, para que contrarrestéis el mal. Tenéis a vuestra
Intercesora Celestial velando más cerca que nunca por esta humanidad que ha
desoído sus consejos y advertencias y me tenéis a Mí, a vuestro Padre,
inmutable en mi amor, dándoos una oportunidad más para que os regeneréis y
elevéis vuestro espíritu, para que alcancéis el galardón que os tengo
prometido. 02-046.28
Si más allá de vuestra nación vuestros hermanos se hieren y matan sin
piedad, destruyen la paz, aniquilan a los pueblos débiles y siembran a su
paso el terror, la miseria y el luto, vosotros, a quienes he preparado y
anunciado ha mucho tiempo estos acontecimientos, velad y orad, enviad
pensamientos de paz, que vuestro corazón derrame el amor y la caridad entre
vuestros hermanos, practicad mi enseñanza y de esta manera estaréis
contrarrestando el mal. 02-046.29
Os he escogido de entre las grandes multitudes que forman la humanidad, para
manifestaros mi doctrina, mi voluntad, y he invitado a todo espíritu a
perfeccionarse en el camino del cumplimiento, pero vosotros sois más
responsables, porque habéis visto el cumplimiento de todas mis palabras. 02-046.30
Los elementos y fuerzas de la naturaleza serán desatados para purificar y
restaurar todo lo que ha sido manchado y profanado por el hombre en la
Tierra. 02-046.31
Los niños de este tiempo se conmueven ante el caos que están palpando, y su
corazón inocente se eleva a Mí para pedirme luz para los gobernantes y
acierto en sus determinaciones; también me presentan a los pueblos que han
padecido bajo el yugo de otros más fuertes y me piden que vuelvan a ser
libres. Sus dones de amor y de justicia palpitan en ellos y su clamor es de
paz y buena voluntad entre los hombres. Yo recibo su oración y la hago
llegar como bálsamo sobre las necesidades de esas naciones en guerra. 02-046.32
Espíritus de los niños, no os apartéis del camino de su misión,
obediencia y buenos sentimientos. No os dejéis contaminar, huid de la
influencia del mal. Confiad en Mí y dejad que mi luz os guíe, iluminando el
sendero de vuestra evolución. 02-046.33
A vosotros que sois mayores, os contemplo también como niños y valorizo
vuestras obras. Tomad la luz de mi enseñanza y confiadme vuestras cuitas,
sed fuertes ante el dolor y resignaos con vuestro destino. En vuestra oración
me presentáis a vuestros hermanos que sufren, Yo recibo vuestra intercesión.
A vosotros como a todos mis hijos, les entrego por igual mi amor. Recibo
vuestra oración y con vosotros bendigo a todos mis hijos, tanto a los que me
aman y creen en esta palabra, como a los que dudan y aun me niegan. Vuestro
corazón que ayer era insensible como una roca, lo he tocado y empieza a
manar agua de amor y de perdón para la humanidad. Esto es lo que os he
pedido siempre, es la ley eterna sin principio ni fin, ley de amor, de
caridad, que hasta hoy no ha sido practicada por el género humano. 02-046.34
Hoy os acercáis a Mí, buscando la palabra que borra los sufrimientos, la
que acaricia vuestro corazón, acotado por grandes torbellinos. Vengo a daros
calor, como lo hace la amorosa alondra con sus polluelos, pues he contemplado
que el invierno ha penetrado en muchos corazones, unos tiritan de frío,
otros han muerto. Mi presencia os da fortaleza en las pruebas, no quiero que
se apague vuestra fe. 02-046.35
Sólo la fe os sostendrá en este tiempo de dolor, si queréis ser ejemplo
para vuestros hermanos y dar testimonio de mi palabra con vuestras obras, sed
fuertes, preparaos, vivid velando y practicando lo que mi doctrina os enseña,
para que seáis creídos. Quiero contemplaros fuertes e iluminados por mi
enseñanza, recuperando los tiempos perdidos. 02-046.36
Si me amáis, se transformará vuestro corazón, os sentiréis llenos de
vida, de ahínco para luchar por vuestra elevación, seréis mis verdaderos
discípulos, y cuando las vicisitudes de la vida lleguen a vosotros, no os
alejaréis de Mí, ni me reprocharéis las pruebas de vuestra restitución,
seréis conformes en vuestro cumplimiento, sabiendo que el espíritu en esas
pruebas se acrisola y se perfecciona. 02-046.37
Aprovechad el tiempo en que recibiréis mis lecciones, porque después de
esta etapa, no volveréis a tener mi enseñanza bajo esta forma, mas también
esperad a que Yo os diga: ésta es la porción de corazones que tomaréis a
vuestro cuidado, éstos son los límites que os señalo, no límites para
amar o perdonar, sino límites en vuestro trabajo, porque aun cuando me
presentáis una cosecha escasa, si ha sido cultivada con amor, ello me bastará
y Yo os recibiré, y bendeciré vuestro trabajo. Velaréis porque vuestros
pasos no se aparten del sendero del bien, y porque la luz que os he
entregado, sea como un faro que ilumine el camino de todo espíritu. Ella
disipará todas las dudas y os hará sentir seguros de vuestros actos; mas si
os salieseis del camino, ella siempre os estará invitando a retornar al
cumplimiento. 02-046.38
A otros de mis hijos les digo: no seáis impacientes, no me pidáis un cargo
sin antes comprender su responsabilidad. No caminéis de prisa porque pronto
os cansaréis y entonces el hastío os hará dormir, para despertar en otra
era. La jornada es larga y el camino escabroso, debéis avanzar paso a paso
sin deteneros. Si vencéis los impulsos de la materia y lográis elevar a
vuestro espíritu, viviréis en planos superiores desde donde contemplaréis
con mayor claridad la vida espiritual que os espera. 02-046.39
Comprended mi amor, mirad que no soy como el rico avaro, que todo lo quiero
para sí, todo lo que es mío es vuestro también, porque sois mis hijos muy
amados. 02-046.40
Sois las generaciones escogidas en este tiempo para recibir mis
manifestaciones. En vosotros he derramado mis complacencias y bendiciones,
porque no quiero que volváis a la Tierra a expiar faltas pasadas. Quiero
llevaros a gozar de la paz de mi Reino, después del cumplimiento de vuestra
misión. 02-046.41
Me decís que la Tierra es un lugar de sufrimientos y penalidades, y Yo os
digo que vosotros sois los que habéis hecho de ella con vuestra falta de
cumplimiento, un mundo de infelicidad y de tropiezos. Os he enseñado la
sumisión y la obediencia y os he aconsejado siempre el bien. Os he dicho que
sembréis paz para que recojáis paz. Que preparéis el camino a las nuevas
generaciones, para que les deis de vuestra semilla y en ellas la veáis
florecer y fructificar. 02-046.42
Os he concedido dones que os acercan a Mí. He permitido que miréis más allá
de vuestro mundo y deis testimonio de mis enseñanzas en el Tercer Tiempo.
Nadie podrá impedir la manifestación de esos dones, así como nadie puede
usurpar mi caridad para vosotros. Sólo la conciencia os hará comprender cuán
grandes son las gracias que os he concedido. Purificaos y trabajad para que
pronto seáis conmigo y tengáis la satisfacción de haber comprendido y
obedecido mis mandatos. 02-046.43
Hoy, en el tiempo de la restitución, devolved la paz a los que hayáis dado
muerte en su fe, sanad a los que hayáis herido con vuestra palabra, pagad
vuestras deudas, derramad en vuestros hermanos la caridad de vuestro amor y
estaréis cumpliendo con mi ley. 02-046.44
El hombre al apartarse del cumplimiento de mi ley, ha creado ideas, teorías,
religiones y doctrinas diversas que dividen y confunden a la humanidad,
atando al espíritu al materialismo, impidiéndole elevarse libremente. Mas
la luz de mi Espíritu Santo ilumina a todos
los hombres, indicándoles el sendero de la vida verdadera, donde sólo hay
un guía que es la conciencia. 02-046.45
Cuando las grandes epidemias se desaten y los hombres de ciencia por su falta
de amor y caridad no logren curar a los que sufren, surgirán los labriegos,
los discípulos, llevando con amor su misión de curar y consolar a sus
hermanos. Y el mundo espiritual uniéndose a ellos, impartirá sus beneficios
entre la humanidad agobiada por el dolor. Velad y orad, porque si ahora os
doy mi enseñanza a través del entendimiento, mañana sólo los que se
preparen recibirán mi inspiración y se comunicarán conmigo de espíritu a
Espíritu. 02-046.46
Las plumas de oro escribirán mi enseñanza para las generaciones venideras,
porque mi palabra no se perderá, será como un tesoro que conservaréis a
través de los tiempos. Yo os digo, que el que encuentre la esencia divina en
el fondo de esta palabra, será el que con más constancia y firmeza siga mi
ejemplo. Quien tiene fe en esta palabra, es como si llevara una antorcha
encendida para iluminar su camino, sin confundirse con falsas teorías ni con
palabras floridas, porque habrá descubierto el secreto para encontrar la
verdad, habrá comprendido el inmenso amor que os tengo y sentirá que estoy
con todos mis hijos reanimándoles a seguir la jornada. 02-046.47
Habéis resistido torbellinos y tempestades que se han llevado vuestras
vestiduras en jirones, pero os habéis elevado en oración pidiendo qué mi
caridad impida que vuestra lámpara se apague, y habéis encontrado al
Maestro dispuesto a venir en vuestro auxilio. 02-046.48
Es penosa la senda y en este mundo no se recoge el fruto de la siembra; pero
en verdad os digo, que en este tiempo de pruebas y de juicio, más vale un
poco de paz en el espíritu y un mendrugo de pan en vuestra mesa, que las
galas o los ricos manjares y aun los mismos tronos de los señores de la
Tierra. Yo os penetro en aquellos corazones, os digo que son como sepulcros y
que sus labios llevan amargura. 02-046.49
En este camino de humildad existen placeres, satisfacciones y tesoros de gran
valor para el espíritu, bienaventurado el que sepa estimarlos. 02-046.50
Entre vosotros se encuentran los que llegaron hastiados de los placeres del
mundo, a los que ya no volverán, mas hay quienes aún se sientan atraídos,
por las falsas alegrías que proporcionan, y cuando el mal amigo les invita
al mal camino, si en ese instante se les acerca el enfermo solicitando una
gota de bálsamo, el espíritu y la materia luchan interiormente, triunfando
los sentimientos de amor y caridad hacia sus hermanos, alejándose de quien
les tentaba, para acercarse al lecho del que en su menesterosidad había sido
la barquilla salvadora de aquel labriego. ¡Cuán grande ha sido el gozo y la
paz que ese corazón ha experimentado, al ver sano al enfermo! Entonces elevándose
en oración me ha dicho: Gracias Maestro, por haberme dado la fortaleza para
vencer en la prueba. 02-046.51
Ved cómo os bendicen los que han sanado por vuestro conducto; ved cuánta
alegría hay en el que con vuestra ayuda ha dejado el lecho. Oíd las frases
de gratitud de aquellos perdidos a quienes volvisteis al camino del bien. ¡Cuánto
se ha recreado vuestro corazón con el cumplimiento de vuestra misión! Más
¡ay de aquellos que no comprenden estos placeres! 02-046.52
Esta palabra que os doy por conducto del hombre, no es teoría humana. En el
fondo de esta manifestación existe una revelación divina. 02-046.53
Es menester que mi Espíritu traspase los umbrales de vuestra ignorancia,
para descubriros la vida eterna, ya que vosotros mientras estáis encarnados
no logréis con toda vuestra inspiración y elevación alcanzar aquello que
os pertenece, pero que está esperándoos en mi arcano. 02-046.54
Esta es la tercera revelación, el Tercer Testamento, por ello sois
Trinitarios. Todo el que ha recibido la señal espiritual en su frontal en
este tiempo, antes ya fue conmigo en las dos eras anteriores. 02-046.55
Os he enviado a sostener una gran lucha entre la humanidad, por eso me
presentáis con frecuencia vuestras vestiduras hechas jirones en los combates
de la vida, mas, bien sabéis que vuestras penas y heridas os las sana
vuestro amoroso Maestro, así como vosotros en mi nombre, vais sanando el
dolor de vuestros hermanos enfermos. 02-046.56
Yo bendigo vuestros desvelos, el consuelo y la caricia que habéis dado al
que sufre, las lágrimas que habéis derramado por el que llora en el mundo y
todo cuanto habéis recogido, Yo lo recibo. No olvidéis que lo que hacéis
con vuestros semejantes, lo hacéis con vuestro Padre y con vosotros mismos.
En mi campiña no se pierde una sola simiente. 02-046.57
Si es perfecta la palabra que os hago oír y todo cuanto os enseño, es
porque vuestro espíritu es perfecto en cuanto a que de Mí brotó. Ved cómo
él iluminado por la conciencia, aprueba los buenos actos y no acepta las
imperfecciones. 02-046.58
¿Quién de vosotros podría probar que no ha existido antes de esta vida? ¿Quiénes
de los que tengan absoluta certeza de estar viviendo una nueva encarnación,
podrían probar que su cuenta está saldada con el Padre y que aún tienen méritos
en su haber? 02-046.59
Nadie conoce el grado de perfección en que se encuentra, por lo tanto
luchad, amad y perseverad hasta el fin. 02-046.60
Para unos aún será larga la jornada en materia, para otros pronto tendrán
que continuarla en espíritu. De cierto os digo: Es muy hermoso trabajar en
espíritu, cuando se ha cumplido en la Tierra, mas no porque cumpláis
vuestra misión en el mundo, creáis que habéis alcanzado la meta de
perfección. La escala del perfeccionamiento espiritual es muy extensa y para
llegar a la cúspide, tendréis que pasar por siete peldaños. 02-046.61
Orad para que seáis fuertes en las pruebas, en este año el dolor se hará
sentir grandemente en el corazón de los hombres, porque una vez más el
fruto amargo de la ciencia y de las ambiciones humanas envenenará y dará
muerte a grandes pueblos. 02-046.62
Todo lo manchado será limpio Y toda mala hierba será arrancada de raíz. De
los mismos que hoy están extraviados sabré servirme para ejercer mi
justicia divina y este valle que hasta ahora había sido de lágrimas, será
de sangre, porque a raudales correrá ésta en la Tierra. 02-046.63
Yo di libre albedrío al hombre, mas si éste en su ofuscación llegase a
reclamarme por ello, le diré que también le di voluntad y entendimiento, a
la vez que le revelé mi ley, que es el camino para no tropezar ni perderse y
encendí en él la luz de la conciencia que es el faro interior que ilumina
el camino del espíritu y lo conduce a la vida eterna. 02-046.64
¿Por qué existe el pecado, predomina el mal y se desatan las guerras?
Porque el hombre no escucha los dictados de la conciencia y hace mal uso de
su libre albedrío. 02-046.65
Los hombres llegarán hasta el fin de su propio camino y retornarán por el
mismo, recogiendo el fruto de cuanto sembraron, única forma de que el
arrepentimiento brote de los corazones, porque quien no reconoce sus faltas,
nada puede hacer por reparar sus yerros. 02-046.66
Un nuevo mundo está en preparación, las nuevas generaciones están por
llegar; pero antes es necesario apartar a los lobos hambrientos para que no
hagan presa de las ovejas. 02-046.67
Vosotros sois enviados como soldados de paz. No os atemoricéis ante la
lucha, no os dejéis impresionar por los hombres de las sectas y religiones;
con toda vuestra humildad no sois menos que ellos. 02-046.68
En el camino de perfeccionamiento, en esa escala infinita, siempre ha habido
seres que van delante y otros que van detrás, mas todos llegarán a la misma
morada, porque en torno a mi Divinidad no existen jerarquías sino hijos,
todos muy amados de mi Espíritu. Yo estoy en todos, lo mismo me oculto en el
corazón del poderoso, que en el del pordiosero. Por eso os digo, que cuando
veáis llegar a vuestras puertas al menesteroso, no le neguéis la caridad;
porque vuestro Padre será el que esté llamado a vuestro corazón. 02-046.69
Sed tengo de vuestro amor, ¡Oh hijos muy amados! 02-046.70
Mi comunicación en éste tiempo, es una prueba más de que he venido a daros
mi amor. Mas preparaos, porque esta comunicación pronto pasará, y una vez más
os digo que el último día de 1950, os hablaré por última vez, porque
después de ese día, me buscaréis espiritualmente en el infinito, y cuando
estéis preparados, escucharéis en forma de inspiración mi voz, ya sin las
imperfecciones del portavoz humano. 02-046.71
Orad pueblo, porque en los instantes de vuestra oración la guerra se
apacigua, los corazones descansan, las madres encuentran consuelo y los niños
refugio. 02-046.72
¡Ay de los que no hayan sabido prepararse, porque se sentirán como huérfanos
en la Tierra! 02-046.73
Grandes acontecimientos espirituales se verán en el mundo, surgirán
profetas en las naciones, el contenido de los Siete Sellos será conocido por
todos; La luz del Sexto Sello será reconocida como la que alumbra en este
tiempo, porque en esta revelación se unirán todos los hombres, se fundirán
todas las creencias y linajes de la Tierra. ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 47 02-047.01
Humanidad: os estoy preparando con mi palabra en este tiempo, para que
comprendáis mi doctrina. Estoy haciendo el llamado a los espíritus, para
darles a conocer sus dones, para que estudien mis manifestaciones y no se
sorprendan, sino que con ellas confirmen lo que estaba profetizado para este
tiempo. 02-047.02
Quiero que cada uno de vosotros ocupe el lugar de discípulo en que le he
colocado. Todos habéis sido enviados a la Tierra a cumplir una misión, he
esperado pacientemente vuestro cumplimiento, os he dado muchas oportunidades
y aún no os habéis perfeccionado. ¿Queréis que esta nueva era pase sin
que la aprovechéis porque la cruz de vuestro cumplimiento os parece pesada?
El tiempo es vuestro mas tiene un límite, y no quiero que el mañana cuando
os dispongáis a trabajar estéis en los umbrales de la tumba próximos a
partir al valle espiritual y hayáis perdido vuestras facultades, corporales;
trabajad desde el momento de vuestra iluminación, ya sea que estéis en la
infancia, en plena madurez o en la ancianidad; sembrad para que cosechéis y
guardad vuestra semilla en mí granero, ahí en donde el tiempo no la
destruye ni el ladrón puede robarla. 02-047.03
Hoy se debate el hombre en grandes luchas, mientras unos están librando
crueles guerras, otros lucháis para vencer las pasiones y liberar al espíritu;
la humanidad se ha dividido y la vida es como una barca que zozobra en medio
de la tempestad, vosotros aún habitando esta nación que ha permanecido en
paz, no saboreáis la tranquilidad, todos apuráis un cáliz de dolor. 02-047.04
¿Por qué oyendo el sonido de la
campana celestial algunos aún permanecen sordos a su llamado? Esa campana es
mi voz que se deja oír en este tiempo en todas las moradas donde habitan mis
hijos, al oír mi palabra sentís que no es el eco de la voz humana de la
cual me sirvo para hablaros, sino que mi voz llega a vuestro corazón, os
alienta y os da vida. 02-047.05
Sólo recibiré de vosotros un culto limpio, solamente vuestras obras de amor
y caridad, os darán mi paz. 02-047.06
Oíd mis consejos de Padre, no huyáis de Mí, Yo os he dicho que por un
justo se salvará una comarca, mas si no llegáis a ser justos, al menos
enmendaos, trabajad, que así recobraréis la gracia y seréis mis emisarios
en todas las naciones. No seáis indiferentes al dolor, que vuestra oración
llegue a Mí, y por ella se enjugarán muchas lágrimas y alcanzarán paz y
bendición vuestros hermanos. Antes de que la humanidad desfallezca bajo el
peso de su cruz, Yo seré su Cirineo y tomaré su pesado fardo para que siga
adelante. 02-047.07
Bienaventurados los que saben limpiar su corazón para recibir mi palabra,
porque ella les alimentará eternamente. Bienaventurados los que gimen y
sufren al contemplar el desquiciamiento en que viven sus hermanos, porque su
oración llegará a Mí; ellos verán el florecimiento y la restauración de
la virtud en el corazón del hombre. 02-047.08
Pedid que se os dará; buscad y encontraréis, os he mostrado mi Espíritu
para que penetréis en él, y os recuerdo las palabras que os dije en el
Segundo Tiempo: "Tomás, hunde tus dedos en mi costado y no seáis incrédulo".
Llegad a Mí por la fe, dejad vuestra incredulidad, mirad que os estoy señalando
en el infinito, la tierra prometida que con sus puertas abiertas espera la
llegada de mis amados discípulos. 02-047.09
Os he dado en abundancia el pan para que seáis hartos y mañana no os sintáis
hambrientos de esta palabra que hoy despreciáis. Elevaos para que alcancéis
vuestra evolución, orad por todos y pensad que sois como un rayo de luz en
el camino de vuestros hermanos; sed los buenos pastores de ese rebaño que es
la humanidad; todos los que lleváis luz en el espíritu, juicio e inspiración
podréis guiar y rescatar a los
que se han perdido. 02-047.10
Profetizado está que el dolor será muy grande, vosotros permaneced
tranquilos si sabéis orar y practicar mi doctrina, porque sentiréis mi
fortaleza en todo momento, mas ay de los que habiendo escuchado estas
lecciones no hayan creído en mi manifestación, porque su duda los hará
flaquear en la prueba. Vosotros que habéis recibido y guardado en vuestra
memoria las palabras de los profetas, cuando llegue el tiempo en que el dolor
agobie a la humanidad, no blasfeméis, no desesperéis, callad y preparaos,
que Yo os protegeré con mi amor. 02-047.11
No me pidáis que retroceda en mis leyes y juicios, solicitad con humildad y
os daré lo que en justicia os corresponda, para que encontréis la salvación.
02-047.12
Analizad y comprended las lecciones que incansablemente os he dado en el
Tercer Tiempo. Mi palabra apareció ante vosotros como un faro luminoso que
mostró la ruta a los náufragos extraviados. 02-047.13
Mi enseñanza os ha dado fuerza espiritual, no sólo para resistir las
vicisitudes propias de este mundo, sino también para desempeñar la misión
espiritual que habéis traído. No esperéis que todos os reciban con los
brazos abiertos cuando vayáis a esparcir mi doctrina; Habrá quienes os
tiendan lazos para haceros caer. 02-047.14
Vengo a purificaros y a prepararos de espíritu y de materia para que
comprendáis las inspiraciones del Padre y después, las llevéis al corazón
de vuestros hermanos con la misma pureza con que Yo os las envié, dando
testimonio con vuestras obras de la verdad de mi enseñanza. 02-047.15
En los corazones agraciados con mi caridad he escuchado esta oración.
"Señor, sois incansable concediéndonos dones y beneficios". Y Yo
os digo: Soy vuestro Padre y conozco vuestras necesidades. ¿Cómo, no ha de
conmoverse mi Espíritu ante vuestra oración y petición? Os he consolado en
la soledad de vuestra alcoba y os he iluminado para que vuestra meditación
sea provechosa presurosos llegáis a escuchar mi palabra, mas antes preparáis
vuestro corazón cómo un altar y en él me mostráis vuestras obras como una
ofrenda. 02-047.16
Llegáis ante Mí, como el niño que ofrece su mano a su Padre, para que lo
conduzca por el sendero. Y en verdad que sois niños delante de Mí. Mas,
mirad que Yo me asemejo al pastor que cuida de sus ovejas y las llama con
dulce voz desde el aprisco. Vosotros habéis escuchado mi voz por conducto
del entendimiento humano en este Tercer Tiempo, mas me buscasteis hasta que
vuestros labios se encontraron secos por la sed, al atravesar el desierto de
vuestras pasiones, fue entonces cuando oísteis el llamado de vuestro Padre
Celestial. 02-047.17
Siempre que me llaméis en vuestra ayuda, sentiréis mi presencia dándoos
consuelo y paz; mas llegó el instante en que sentisteis hambre de escucharme
y os levantasteis buscando mi enseñanza. 02-047.18
Para cada uno el reloj de la eternidad marcó la hora y la campana llamó,
indicando que había llegado el instante en que vuestro espíritu encontrase
el agua que mitigaría su sed. 02-047.19
Algunos dudaron ante la forma inesperada en que me encontraron, mas luego,
penetrando en el sentido de la palabra que escuchaban, encontraron que su
sabor y su esencia sólo de Dios podía proceder; Entonces interiormente,
llenos de júbilo, me dijeron: ¡Padre, Padre, creemos en tu nueva
manifestación entre la humanidad! Os visteis engalanados de dones
espirituales, experimentasteis en vuestro corazón la paz, y en vuestro hogar
visteis brillar la luz de la concordia. Y mientras los hijos se recreaban
ante la presencia y bajo la mirada del Padre éste también sentía calmarse
su sed de amor al contemplar la alegría de sus pequeños, al ver su
regeneración y al recibir sus caricias a través de sus oraciones. 02-047.20
Entonces os dije: seguidme, ya os he dado pruebas de mi presencia, ya se ha
encendido la luz de la fe en vuestro corazón. Por eso fue que desde ese
instante, cuando las pruebas se han presentado a vuestro paso, no habéis
flaqueado, ni os habéis rebelado ante mi ley. 02-047.21
Habéis visto partir al más allá a Vuestros seres queridos, habéis visto
cerrarse las puertas del trabajo y escasear el pan en la mesa, habéis
perdido vuestros bienes terrenales, mas la fe como un faro, os ha hecho
llegar a puerto seguro. Ha habido también quienes en medio de la prueba han
flaqueado y se han hecho preguntas sobra mi palabra y han sentido extinguirse
la fe. 02-047.22
Mas mi palabra que por medio de la conciencia llegaba a su
corazón, les hablaba así: ¿Por qué habéis debilitado? ¿Por qué
habéis faltado a la fe y olvidado mis palabras? Recordad que os dije que
los escogidos serán siempre probados, para que su fe, su firmeza y su
amor se acrisolen. 02-047.23
Los que han sabido ser fuertes, han visto pasar las tempestades y hacerse
nuevamente la luz en su camino. Han visto retornar la paz, la salud y los
bienes perdidos. 02-047.24
Así voy modelando el duro corazón de quienes he de servirme, para que mañana
sean mis buenos testigos y siervos entre la humanidad, en la que deben
sembrar la simiente de mi verdad. 02-047.25
El espíritu es noble ante el toque de mi palabra, la materia es frágil,
entonces os digo, si, Yo vengo a fortalecer y a levantar a vuestro espíritu,
él debe encargarse de reanimar y sostener a su materia en el camino. 02-047.26
Muy probados habéis sido, discípulos muy amados, porque cada prueba
encierra un misterio para vosotros, no sabéis si sea para fortaleceros en la
lucha, para revelaros algo que no conocéis, o para expiar alguna falta; mas
nunca retrocedáis ante las pruebas, que ellas no son enviadas con ese fin,
ni son superiores a vuestras fuerzas morales o espirituales. 02-047.27
Sed de los que sepan permanecer fuertes en las grandes pruebas. De vosotros
haré brotar generaciones llenas de luz y de gracia. 02-047.28
Para prepararos venid a recibir mi lección de amor, con la cual se apartarán
de vuestra mente todas las confusiones que pudierais haber recogido en la
Tierra. Esta palabra os mostrará el camino verdadero, si lo habíais
perdido. Mi voz celestial llega a vuestro corazón para anunciaros y hablaros
del Tercer Tiempo. 02-047.29
Vuestras faltas e imperfecciones no han sido un obstáculo para mi
manifestación entre vosotros, por el contrario, ellas la han originado.
Vengo en vuestra busca porque os habíais perdido, y ahí, en vuestro
destierro os encontrabais enfermos y agobiados, de sufrimiento. Hasta ahí ha
descendido vuestro Maestro, para deciros: "Venid a Mí". Entonces
os habéis levantado solícitamente a seguir el camino de la ley escrita por
Aquél que es dueño y Señor de la Creación. 02-047.30
La luz del Tercer Tiempo ilumina los caminos, para que vuestra mirada
descubra los abrojos y podáis apartarlos, porque este sendero está sembrado
de pruebas. 02-047.31
A la puerta de vuestra morada he llamado, incesantemente mi amor para que veléis;
¿cómo puede haber quien después de tantas pruebas de amor aún niegue mi
palabra? Porque teniendo ojos no ven, teniendo entendimiento no entienden y
teniendo corazón no sienten. 02-047.32
No me conocéis aún; cuando lleguéis a amaros los unos a los otros como os
he enseñado, entonces alcanzaréis un conocimiento y una comprensión muy
grandes de los dones espirituales. Os he dicho que de la abundancia de buenos
sentimientos en vuestro corazón hablarán vuestros labios; ¿mas podrá
hablar de amor aquél que no lo lleva en su corazón? ¿No os estremece el
pensar que a quienes digo estas enseñanzas, son los mismos a quienes ya en
otros tiempos les he dado lecciones de amor? Ved que Yo en mi amor de Padre y
de Maestro, vengo a confiaros esta doctrina, como un libro al cual debéis
conservar con la pureza y la sabiduría que en él ha puesto la caridad
divina del Señor, para que al llegar las turbas ante Él, entre las cuales
vendrán los escudriñadores como nuevos escribas y fariseos a ponerme a
prueba, vosotros podáis presentarles una obra perfecta, una doctrina
espiritual desbordante de justicia y de amor, un culto profundo en su
interior y sencillo en su exterior, confirmados con vuestras obras de amor y
caridad hacia vuestros hermanos. 02-047.33
Velad y orad, estad preparados, porque mi doctrina será perseguida. No es
inquieten estas revelaciones; dejad que ellas cuando lleguen, os sorprendan
en vuestra misión, sanando enfermos, consolando al que sufre. Os daré la
fortaleza al concederos que la savia del árbol de la vida sea en cada uno de
vosotros. Sentaos a la mesa, bajo esta sombra, pero cuidad de no manchar el
blanquísimo mantel. Semejante es esta blancura a la del camino que luego
habréis de recorrer. Mi manto de amor cubre a todos mis hijos y mi caridad
prepara el camino de todos los que han de oírme en este tiempo. 02-047.34
Los elementos desatados despiertan a cada instante a la humanidad, vosotros
velad para que no dejen la huella de su paso en vuestras comarcas. 02-047.35
Dejad que lleguen a vosotros las multitudes, cada corazón y cada espíritu
traen una aflicción. Ponedlos en comunicación con mi mundo espiritual,
ahora que aún es el tiempo de esa manifestación, para que reciban el bálsamo
espiritual que desciende de mi Reino. Quiero veros preparados, trabajando
afanosamente en mi obra de amor, y que la hora de mi justicia os encuentre
sanando al enfermo, consolando al triste, doctrinando al que se hallaba
sediento de verdad, aconsejando al que se había perdido del camino. Ved que
si ese día os sorprendiese fuera de este cumplimiento, seréis vosotros los
afligidos. 02-047.36
No quiero miraros cabizbajos ante mi presencia, quiero veros siempre dignos y
satisfechos. Con esa paz y esa fortaleza quiero dejaros entre la humanidad,
cuando sea llegado el instante de mi partida, porque de cierto os digo que
tendréis que luchar. En esas pruebas veo a los que han de seguirme y a los
que han de volverme la espalda, porque a cada uno de vosotros he venido
tocando y probando para darle fortaleza. 02-047.37
Quiero que el follaje y los frutos del árbol que vosotros forméis, sean
saludables y vivificantes, entonces mi caridad providente, acercará hacia
vosotros a las multitudes que sólo esperan el instante del llamado porque es
muy amargo el cáliz que están apurando. 02-047.38
Enfermos de espíritu, de la mente y del cuerpo, viudas, huérfanos, hombres
y mujeres desamparados, hambrientos de amor y de paz, serán los que se
acerquen para dejar su carga y recobrar la fe; por los que no puedan venir
oraréis, me pediréis y Yo os concederé. 02-047.39
Perseverad en la regeneración, no dejéis que la materia retroceda en su
evolución, comprended que cuando logréis ese adelanto, habréis puesto los
cimientos para vuestra espiritualidad. 02-047.40
Sentid, ¡oh pueblo!, El regocijo que el Espíritu Divino experimenta al
hablaros y sentirse escuchado. Mirad cuánta luz arroja mi palabra sobre
muchos misterios que no habíais podido comprender. 02-047.41
Hombres de este tiempo, que creíais encontraros en el ocaso de la vida, mi
enseñanza como una nueva aurora ha venido a sorprenderos reanimando a
vuestro espíritu. 02-047.42
Benditos sean los que reconozcan su misión y abracen su cruz en este tiempo,
porque las tierras que pisen serán fértiles para mi palabra y podrán
sembrar en ellas la simiente de mi doctrina. 02-047.43
Tomad asiento, párvulos y discípulos, aquietad en vuestra mente y en
vuestro corazón las tempestades que en ellos se agitan y dejad que el iris
de paz aparezca en el firmamento espiritual. 02-047.44
Ante mi divina lección vais a sorprenderos al descubrir ocultos en vuestro
ser, innumerables dones y potencias con los que podréis en el futuro, vencer
en las pruebas y triunfar en las vicisitudes. 02-047.45
Vuestro guía en este tiempo será mi Espíritu, Yo os abriré paso a través
del nuevo Mar Rojo como en los tiempos de Moisés. Yo os rescataré y os
sustentaré en el desierto, mas sólo os pido que practiquéis
incansablemente mis ejemplos de amor y que seáis fieles hasta el fin, porque
el fin lo hallaréis cuando se presente vuestro espíritu ante las puertas de
la Tierra Prometida, en donde hallaréis el descanso de las luchas humanas,
la liberación de las pasiones y de las miserias de este mundo. Ahí conoceréis
la verdadera luz del espíritu, que le mostrará la verdad con tanta plenitud
como podéis contemplar la luz del sol en este mundo. 02-047.46
Del Padre salisteis y a Él tendréis que volver trayendo no sólo vuestra
pureza original, sino la grandeza que os dará el desarrollo de los dones que
poseéis, cumpliendo con mis leyes divinas; mas ninguno llegará solo a mi
presencia, cada quien traerá a todos los que salvó, a los que sanó, a los
que consoló y condujo por el camino de salvación. Para ayudar a vuestro espíritu
en su camino de evolución, he venido en este tiempo a darle mis lecciones de
amor. 02-047.47
Ahora es tiempo de aprender, mirad como mi Espíritu se está derramando
sobre toda carne y sobre todo espíritu. Unos manifiestan a través de su éxtasis
mi palabra, otros fuera del éxtasis. Los ancianos, los jóvenes y los niños
hablan de mi reino espiritual. ¿No son éstas las pruebas que tanto mis
profetas como Yo os anunciamos en aquellos tiempos, acerca de mi nueva
manifestación? 02-047.48
Limpiad vuestro corazón y vuestra mente para que vuestro espíritu se eleve
y se purifique. Entonces Yo manifestaré mi luz a través de vuestro ser y
sorprenderé a la humanidad con vuestras obras de amor. Por medio del niño
hablaré al anciano, por medio del rudo e ignorante hablaré al sabio y a
través del humilde hablaré al orgulloso. Hoy no comprendéis aún lo que os
espera, pero mañana lo sabréis y con sumisión os levantaréis a caminar
hacia las comarcas que hoy duermen y que mañana al recibir mi mensaje
divino, se levantarán dispuestas a seguirme. 02-047.49
Hoy esperáis con ansia que descienda vuestro Maestro a doctrinaros, a
recordaros las enseñanzas de los tiempos pasados. Vivís alerta con vuestro
oído preparado y el corazón latiendo de amor por Mí. Vuestro entendimiento
está atento, dispuesto a analizar mi palabra y después ya en el silencio,
recordáis mis consejos y mandatos y tratáis de comprenderlos, para ponerlos
en práctica, entonces comprendéis cuán pura es mi enseñanza y cuán
delicada vuestra misión, y me decís, si será necesario transformaros en
seres espirituales dejando la envoltura que hoy lleváis para ser más solícitos,
porque sentís que ella es un obstáculo para vuestra elevación y
cumplimiento. Os digo que debéis tomar esa envoltura con amor y serviros de
ella con acierto; no en vano la he creado y os la he ofrecido. Si sabéis
guiarla, ella será colaboradora vuestra y sabréis apreciar y disfrutar
vuestra existencia en la Tierra, con la cosecha que logréis de vuestra
siembra de amor en vuestros hermanos. 02-047.50
Imitadme y haced prodigios, pues sois mis escogidos. Sed médicos y
consejeros de vuestros hermanos, abogados e intercesores de la humanidad, y
en vuestra obra poned todo vuestro espíritu para llevarla a puerto seguro y
que ella sienta que marcha sobre tierra firme en el sendero de su restitución.
02-047.51
Penetrad a los campos que Yo he preparado y sembrad en ellos, como buen
labriego ablandad las tierras con vuestro amor porque el corazón humano se
ha endurecido y es menester trabajar pacientemente en ellas. Cuando habéis
encontrado espíritus reacios, habéis querido huir diciendo: éste no es de
los que Dios busca, Él quiere corazones humildes. ¿No sabéis que es a esos
corazones a los que vengo a buscar y a convertir? Yo os pregunto: ¿Cuándo
llegasteis a Mí, vuestro corazón era ya como un hogar o como un templo para
Mí? Volved vuestra mirada hacia atrás y veréis que ya habéis dejado
vuestro pesado fardo y que habéis renacido a la vida verdadera. 02-047.52
¿Por qué dudáis a veces de mi comunicación por el entendimiento humano y
me pedís pruebas, y mientras no veis concedido el favor que solicitáis, os
falta la fe? Queréis oírme hablar en un lenguaje superior para creer, y os
estáis intercalando en mis altos juicios. Yo os pregunto: ¿Estáis ya en la
cumbre de la espiritualidad para saber interpretar mis inspiraciones? ¿Estáis
ya tan elevados que podéis leer mi voluntad en mi Espíritu? Sois pequeños
todavía para comprenderme, mas Yo os conduzco por el camino en el que
alcanzaréis la comunicación espiritual conmigo para que conozcáis mi
arcano. 02-047.53
Habéis desvirtuado la misión encomendada a vuestro, espíritu, siendo que
Yo os he hecho poseedores de un destino que os conducirá a la paz y a la
perfección de la vida eterna. 02-047.54
Cuando seáis humildes seréis grandes. No está la grandeza en la soberbia y
la vanidad, como muchos creen. Sed mansos y humildes de corazón, os he dicho
a través de los tiempos. Reconocedme como Padre y amadme, no busquéis para
vuestra envoltura un trono, ni un nombre que os distinga de los demás, sed
uno más entre los hombres y llevad en vosotros la buena voluntad. 02-047.55
Preparaos para que me miréis en todo mi esplendor y deis testimonio de Mí y
a medida que os elevéis, Yo derramaré en vosotros mi saber. 02-047.56
¡Oh humanidad, que no habéis sabido desprenderos de las vanidades del
mundo, para cumplir con las leyes del espíritu! Amáis esta Tierra que os
hace llorar y venís a ella una y otra vez, sin saber el fin para el cual habéis
sido enviados. Yo os digo, cumplid vuestra misión y preparaos para el viaje
hacia la tierra que os tengo prometida, para que oigáis mi voz de Padre que
os recibe y os da el descanso que hayáis alcanzado con vuestras obras de
amor y caridad hacia vuestros hermanos. 02-047.57
No temáis a las pruebas de este tiempo. Revestíos de fortaleza y ayudad a
vuestros semejantes. Encontraréis entre ellos a muchos a quienes el dolor
los hace desfallecer, veréis a vuestros hermanos angustiados y tendréis
para todos bálsamo de curación, una palabra de fortaleza y de valor y un
rayo de luz de vuestro Padre. Haced vuestra la pena de los que sufren y habréis
compartido su aflicción y les habréis dado amor y caridad. 02-047.58
A vosotros que lloráis en silencio os digo: Bienaventurados los que venís
en busca de consuelo. No habéis buscado símbolos ni imágenes para orar,
porque sabéis que Yo estoy con vosotros y en vuestro interior me habéis
encontrado. He derramado fortaleza en vuestra materia y en vuestro espíritu.
02-047.59
Benditos sean los que han sabido guiar a las multitudes y al sentir el pesó
de la cruz me han buscado como Cirineo. Yo ilumino el camino de todos los
seres que habitan en las regiones espirituales y materiales. No os miréis
como extraños unos a otros, daos calor y amaos en verdad, que si sabéis
amar a vuestros hermanos, me habréis amado a Mí. ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 48 02-048.01
Multitudes que buscáis la sombra del árbol corpulento donde poder
descansar. Aquí escucháis mi palabra que viene a daros consuelo y
fortaleza, para que podáis contemplar con resignación el camino que habréis
de recorrer. 02-048.02
Cuando sintáis que vuestro espíritu flaquea, pedid a Elías su báculo para
que apoyados en él, podáis llegar hasta la fuente cristalina del Padre, en
donde las aguas de su amor y sabiduría se desbordan para aliciente y deleite
de los caminantes. 02-048.03
Os estoy enseñando a construir el verdadero templo, porque hay muchos que
han formado santuarios, sin haberles puesto los cimientos de la fe. Mi templo
ha de ser como un árbol, cuyas ramas se extiendan amorosamente por todo el
Universo, a donde vengan a trinar aves de distinto canto, las cuales al unir
sus voces, formen un concierto armonioso, dulce y perfecto, para elevarlo al
Creador. Ahí se elevará vuestro espíritu para buscar a su Señor, ya como
Padre, como Maestro, como Doctor, mas nunca lo busquéis como Juez. 02-048.04
El verdadero Dios será amado en forma verdadera, las falsas deidades serán
destruidas y los cultos impuros e imperfectos darán paso al culto del espíritu,
que será un canto de amor para el Padre. 02-048.05
En verdad os digo que mucho os he hablado en este tiempo y que a veces no me
entendéis, otras me dejáis hablando solo en el desierto; sin embargo, el
eco de esta palabra celestial no morirá y será escuchado por los hombres en
todo el universo. 02-048.06
Si lo espiritual se convirtiese en objetos materiales, os veríais en este
instante sentados en torno a una mesa de enormes dimensiones, delante de cada
uno de vosotros miraríais el pan de mi palabra representado por exquisitos
manjares. 02-048.07
Los que se van espiritualizando, me dicen que no cambiarían mi palabra por
el más rico y tentador manjar. Los que no han logrado aún vencer su
materialismo preferirían que su Padre, en vez de traerles dones y bienes
espirituales les trajera en abundancia las riquezas del mundo. 02-048.08
Cuántos han dejado en mi mesa el manjar que con tanto amor les ofrecía, sin
haberlo tocado siquiera. ¿Cuándo volverán a vivir un tiempo de
complacencias como el presente, en el que les tocó venir a la Tierra a
escuchar mi palabra? Son rocas endurecidas que necesitan de las tempestades y
del tiempo para reblandecerse. Su heredad les será retenida, mientras no
sepan cuidarla y estimarla, mas volverá a su poder, porque Yo os he dicho
que lo que el Padre da a sus hijos, nunca se los quita, únicamente se los
retiene. 02-048.09
Este es el árbol corpulento bajo cuya sombra se van deteniendo los
caminantes para descansar de su fatigosa caminata y recobrar sus fuerzas
alimentándose con sus frutos. 02-048.10
Bajo este árbol espero a todos, unos retornarán satisfechos por la misión
cumplida, otros cabizbajos, con sus manos vacías. 02-048.11
Cuando la paz ha huido de vuestro corazón y las lágrimas han corrido
incesantemente por vuestras mejillas, os habéis puesto a meditar para
conocer la causa de vuestra aflicción, entonces la conciencia os ha revelado
que el motivo de vuestros sinsabores y la falta de paz, se deben a la escasa
espiritualidad que habéis tenido, a la falta de cumplimiento de vuestra misión,
a que en las obras de vuestra vida no hay amor y caridad hacia vuestros
hermanos. 02-048.12
Vuestra vida presente ha sido la expiación, porque no sabéis de cuántos de
los pecados, con los que habíais manchado a vuestro espíritu en vidas
pasadas, os estáis hoy purificando. He ahí por qué no habéis tenido la
paz en vuestro corazón. 02-048.13
Quien ha perdido hasta el último átomo de paz, lucha afanosamente por
recobrarla y llega a reconocer que esa gracia sólo existe dentro del camino
de la justicia y del bien, que por medio de la conciencia a cada momento le
señalo a la humanidad. Por eso es que quienes han escuchado mi palabra, se
esfuerzan por seguir mi huella porque saben que en mi camino está la paz y
que cuando hay un tropiezo o una prueba, mi cariad está cerca para
levantarle. 02-048.14
Mi ley no exige sacrificios sobrehumanos, no significa esclavitud ni ata con
cadenas a nadie; ciertamente es una cruz, pero de amor, una cruz cuyo peso en
vez de agobiar fortalece. 02-048.15
Recordad que en varias ocasiones de vuestra vida habéis experimentado la
verdadera paz y reconoceréis que esto ha sido cuando habéis hecho el bien,
cuando habéis perdonado, cuando os habéis reconciliado con alguien, cuando
habéis dejado el cómodo lecho, para ir junto al del enfermo a llevarle un
consuelo; entonces la paz de mi reino ha estado un instante en vuestro espíritu.
Vosotros, a quienes estoy enseñando a conservar la paz durante toda la vida,
en verdad os digo, que vuestra misión desde el principio de los tiempos ha
sido la de llevar paz a vuestros hermanos, por eso cada vez que me comunico
con vosotros, os pido que oréis por la humanidad, porque vuestros espíritus
unidos en un solo pensamiento y en una misma intención, llegarán a los
corazones como un aliento de bienandanza y de paz. También habéis recibido
enseñanza y potestad para darles tranquilidad, luz y sosiego a los seres que
invisibles habitan en el valle espiritual. 02-048.16
Llenos de peligros y tentaciones se encuentran los caminos del mundo, es por
eso que a pesar de que los espíritus brotaron de Mí llenos de luz, intuición,
con armas y medios para defenderse y vencer, caen muchas veces abatidos bajo
el imperio del mundo y de la materia. 02-048.17
Os encontré vencidos, mas escuchasteis mi voz que con dulzura vino a vuestro
encuentro y os levantasteis llenos de fe y de esperanza. De cierto os digo
que no habrá un perdido o vencido que no escuche esta voz, cuando sea
llegado el momento. 02-048.18
En este tiempo, los que más se alejaron, los que más se perdieron, serán
los más ardientes en amarme y en seguirme. 02-048.19
El cincel de mi amor esculpirá las rocas más endurecidas. 02-048.20
Para alcanzar este fin, es por lo que, he venido a buscar a vuestro espíritu,
porque él es quien puede comprender mi doctrina, pero antes he tenido que
hablarle a vuestro corazón, limitándome a través del portavoz, humanizando
mi palabra. Este es el escalón que os elevará hacia la comunicación de espíritu
a Espíritu; entonces será mi voz espiritual la que llegue a vosotros como
inspiración que os señale el camino de vuestra restitución; porque vuestra
materia a veces es pesada cadena o espeso velo que no os deja mirar más allá
de lo que es materia. Para ayudaros a vencer en esta lucha, aquí tenéis mi
inspiración divina, que por amor a vosotros se transforma en palabra humana,
la cual llega como una caricia para la mente y para el corazón. 02-048.21
Estos días son de recordación, y por ello habéis penetrado en recogimiento
y preparación. ¡Ah, si en toda vuestra vida supieseis conservar esa
espiritualidad sin caer en fanatismo, cuán grande sería vuestra evolución!
02-048.22
Hay gozo en el corazón de estas multitudes porque saben que frente a su espíritu
se encuentra el banquete celestial, en el cual el Maestro, les espera para
darles a comer y beber el pan y el vino de la vida verdadera. 02-048.23
La mesa en la cual Jesús se reunió en aquel tiempo con sus apóstoles, fue
un símbolo del reino de los cielos. Ahí estaba el Padre rodeado de los
hijos, ahí estaban los manjares representando la vida y el amor, vibraba la
voz divina y su esencia era el concierto universal, y la paz que allí
reinaba era la paz que existe en el Reino de Dios. 02-048.24
Habéis tratado de purificaros en estas albas pensando que el Maestro había
de traeros en sus palabras un nuevo testamento y así es: hoy os concedo que,
recordéis el pan y el vino con que representé mi cuerpo y mi sangre, mas
también he venido a deciros que en este nuevo tiempo sólo hallaréis ese
sustento en la esencia divina de mi palabra. Si buscáis mi cuerpo y mi
sangre, tendréis que buscarlos en lo divino de la creación, porque Yo soy sólo
Espíritu. Comed de ese pan y bebed de ese vino, mas llenad también mi cáliz,
quiero beber con vosotros, tengo sed de vuestro amor. 02-048.25
Llevad este mensaje a vuestros hermanos y aprended que la sangre siendo vida,
es tan sólo un símbolo de la vida eterna que es el amor verdadero. Por
vosotros estoy comenzando a iluminar a la humanidad con mis nuevas
revelaciones. 02-048.26
Varones y mujeres, niños, jóvenes y ancianos formarán el apostolado de
Cristo en este Tercer Tiempo, mas de cierto os digo que más que corazones,
son espíritus a los que vengo buscando. Aunque no toda la humanidad esté
escuchando mi palabra, quiero que sienta mi presencia en esta hora bendita.
Los padres de familia en su hogar, los enfermos en su lecho, los hambrientos
de justicia, los castigados por los hombres, los que no llevan paz en su
corazón, los ofendidos, los pobres, penetrad todos en silencio en mi
santuario para que escuchéis la voz de vuestro Señor que os dirá: La paz
sea con vosotros. 02-048.27
Pueblo, en este instante en lo invisible rodeándome como en aquel tiempo, se
encuentran en espíritu mis apóstoles Pedro, Juan, Santiago el mayor y el
menor, Tadeo, Tomás, Mateo, Bartolomé, Simón, Felipe, Andrés y aun el
mismo Judas, lleno de dolor, todos me acompañan en este nuevo Cenáculo. ¿En
qué otro sitio de la Tierra podrían presentaros el cuadro que Yo os
muestro? Os enseñarán imágenes sin vida, mientras que Yo puedo hacer que
aquellos seres se manifiesten en plenitud de vida y de luz. 02-048.28
Hay gozo y a la vez dolor en mi Espíritu como en aquel tiempo, porque aún
no son salvos todos mis hijos. 02-048.29
Mientras escucháis mi palabra que os dice que os encontráis en torno a mi
mesa, vuestro pensamiento no se aparta de aquel discípulo que en un instante
de turbación traicionó a su Maestro y a sus hermanos, y entonces os preguntáis
si en este tiempo también habrá un traidor y vuestro espíritu me pregunta:
¿Por ventura seré yo? El llanto acude a vuestros ojos y me pedís fortaleza
para no caer nunca en tentación. De cierto os digo que también en este
tiempo habrá quienes me entreguen, mas no será a mi cuerpo como en el
Segundo Tiempo, sino que ellos con sus obras tratarán de ocultar la verdad
de mi doctrina, haciendo que la humanidad tome por impostura lo que ha sido
una lección de la sabiduría divina. 02-048.30
Todos juráis amarme y seguirme hasta la muerte, mas Yo os digo que debéis
velar y orar, porque Judas también había jurado dar su vida por Mí. 02-048.31
Si en aquel tiempo mi tormento físico duró una noche y un día, y la muerte
hizo cesar los padecimientos de la envoltura, ahora en Espíritu padezco en
todos los que sufren; en cada reo soy juzgado por los jueces de la Tierra, y
en cada celda me encuentro preso en el corazón de los que llevan aquella
expiación; no lloréis al recordar tan sólo aquellas horas de dolor que
vivió Jesús en el mundo sabiendo que aún
no ha terminado mi pasión. 02-048.32
Ya vuestro espíritu comienza a compartir mis tristezas, al comprender que
todavía le falta hacer méritos con sus obras de amor y caridad, para
alcanzar el goce y la paz que mi palabra promete al que me siga hasta el fin.
02-048.33
Elevad vuestro espíritu con la oración sencilla, porque la oración es
comunicación y acercamiento con el Señor. 02-048.34
Esta cena es de amor, no la olvidéis, tomad de la mesa el pan y compartidlo
con vuestros hermanos, y cuando ya os halléis todos en la eternidad
comprenderéis que esta manifestación que ahora os doy, fue un símbolo de
la vida eterna. Acercaos multitudes, porque si en el Segundo Tiempo fueron
tan sólo doce los que a mi mesa se sentaron, hoy serán 144,000; mas mi
llamado de amor es para toda la humanidad. Quiero que todos me acompañéis
en este tiempo; hay quienes se estremecen ante mi palabra, algunos lloran y
otros se sienten indignos de oírla. Yo que sé quién es cada uno de
vosotros, os digo que entre este pueblo que en turbas viene ahora a escuchar
mis enseñanzas, llegan los que recibieron en aquel tiempo prodigios para
creer en Mí, están los que dudaron de Jesús y también los que gritaron
ante Pilatos: "Crucificadle, crucificadle". 02-048.35
Muchos me vieron ir hacia el Calvario con la cruz a cuestas, sin saber a quién
iban acompañando y vieron las lágrimas de María sin darse cuenta de quién
era la que lloraba; vedme ahora nuevamente doctrinando y convirtiendo en mis
discípulos a los que en otro tiempo no supieron reconocerme. 02-048.36
En la cruz pedí perdón por vosotros, porque no sabíais lo que hacíais,
ese perdón se tradujo en una nueva oportunidad que el Padre os brinda, para
que abráis vuestros ojos a la verdad, os salvéis y os acerquéis a Mí. Y a
pesar de mi caridad para vosotros, todavía hay algunos que vienen buscando
imperfecciones en mi palabra y así tener motivo para no creer, para no
seguirme; mas de cierto os digo, que en la esencia de mi palabra no existe
mancha alguna, en cambio, con esta palabra humilde y sencilla, he venido a
borrar muchas manchas de vuestro corazón. 02-048.37
Bajo mi juicio os encontráis todos, no habrá nada que os emocione con más
intensidad que la caridad de mi amor hacia vosotros, porqué mi juicio es de
amor. 02-048.38
En aquel tiempo, José de Arimatea abrió las puertas de su casa, para que en
ella el Maestro, en unión de sus discípulos, celebrase la Pascua, cuando no
sabían aún que el Cordero que sería inmolado en esa fiesta iba a ser Jesús.
02-048.39
Ahora vengo a pediros que preparéis en vuestro corazón la estancia en donde
penetre Yo a recordaros con mi palabra, las obras y la enseñanza que sellé
con mi sangre en aquel tiempo; mas no os concretéis a conmemorar mi pasión
solamente durante estos días de recordación, es menester que construyáis
en vuestro ser el santuario donde recordéis eternamente la lección de amor
que os trajo Cristo a la Tierra; ese santuario será indestructible ante las
tempestades que tiendan a destruir la fe de la humanidad. 02-048.40
Hoy estoy haciendo que en muchas comarcas, ciudades y aldeas, se escuche mi
voz para que sean muchos los llamados; a mi paso voy sembrando bálsamo,
consuelo y paz en los corazones, alentando la esperanza en los que se creían
perdidos a la vida de la gracia, y voy dándoles vida a los que muertos en el
vicio y en el pecado se encontraban. 02-048.41
También en aquel tiempo fui de comarca en comarca, y mi presencia causaba
alborozo entre los menesterosos, los enfermos y los pobres de espíritu; no
todos siguieron mis pasos, mas ellos quedaron como testimonios vivientes de
los prodigios que en ellos hice. Llegaban ante Jesús hombres, mujeres y niños,
sus rostros afligidos y sus lamentaciones me hablaban de su miseria y de su
padecimiento. Habían oído rumores y noticias de mis milagros
y ansiosamente esperaban el paso del Rabí de Galilea para extender
sus manos hacia Él y pedirle una prueba de su poder; eran corazones
sencillos; mas había otros, los de los escribas, los doctores de la ley y
los fariseos quienes en su aversión a Jesús, llegaron a pedirle que les
mostrara sus manos para ver si en ellas era visible el poder con el que
curaba a los enfermos con sólo tocarlos. 02-048.42
Mi piedad no distinguió a nadie; Yo era el Padre que venía a salvar a todos
mis hijos de sus dolores. Jesús, el Doctor, era todo bálsamo y no era
necesario que tocara el cuerpo del enfermo para devolverle su salud; a veces
para dar a las multitudes una prueba de lo que puede la fe, dejaba que algún
enfermo se acercase hasta Mí y tocase mi túnica, para dejarlo sano. 02-048.43
En esta era ya no es Jesús hombre, el que viene hasta vuestro mundo en pos
de los pecadores y necesitados, ahora es Jesús Espíritu, el que se
manifiesta a la humanidad, para descubrir entre las multitudes de este tiempo
a los nuevos discípulos que le han de ser fieles hasta el fin. En una mesa
espiritual, les ha ofrecido pan y vino, invisibles a los ojos humanos, pero
reales ante el espíritu. Muchos de los que hoy escuchan fervientemente mi
palabra, en aquel tiempo no me creyeron, y Yo os pregunto: ¿Qué milagros y
qué tiempos esperan los que escuchándose ahora no creen en mi comunicación?
Dudan porque me comunico a través de hombres rudos y sencillos, y no por
medio de sabios o de teólogos, mas Yo os digo que en todos los tiempos me
encontraréis siempre entre humildes. 02-048.44
Los que han llegado a comprender el valor de esta palabra y la han analizado
hasta encontrar su esencia divina, son los que la guardarán como la semilla
de la espiritualidad que mañana habrán de extender entre la humanidad. 02-048.45
En el Primer Tiempo la voz del Señor se escuchó en el Tabernáculo, en el
Segundo Tiempo os di mis lecciones de amor en el verbo de Jesús, ahora
escucháis mi palabra a través del portavoz humano, y mañana será mi
inspiración la que ilumine a cada espíritu en una comunicación íntima
entre el Padre y sus hijos. 02-048.46
En el Segundo Tiempo os dije. "No sólo de pan vive el hombre, sino de
toda palabra que viene de Dios". Por lo tanto, el pan con que representé
mi cuerpo, fue tan sólo un símbolo. Hoy os digo, tomad el pan de mi
palabra, bebed el vino de su esencia y os sustentaréis eternamente. 02-048.47
Comprended que del reino de la paz vengo al valle de lágrimas, de la mansión
de los justos desciendo a conversar con los pecadores. No traigo corona ni
cetro de rey, vengo lleno de humildad a comunicarme con vosotros, a través
de una torpe materia a la que transforma con mi luz y os sorprendo con la
infinita verdad de mi enseñanza. 02-048.48
No me avergüenzo de vosotros, y a pesar de vuestros pecados e
imperfecciones, jamás negaré que sois mis hijos, porque os amo. Mas bien
han sido los hombres los que han llegado a avergonzarse de Mí negándome en
múltiples ocasiones. 02-048.49
Hoy vengo a derramar mi Espíritu entre vosotros, para que aprendáis a
rendirme culto espiritual y sencillo, libre de materialismo de tradiciones y
fanatismo. 02-048.50
Vosotros, que habéis derribado los falsos dioses que en tiempos pasados
adorasteis, sabréis penetrar en este santuario que ahora estoy cincelando
con mi palabra en Nuestro espíritu. 02-048.51
Veo en vuestro corazón el deseo de que Yo permanezca entre vosotros doctrinándoos
por siempre bajo esta forma, mas esto no debe ser, porque si accediera a
vuestro ruego, entonces no haríais ningún esfuerzo para buscarme con
vuestras obras de amor, y os conformaríais con escuchar mis lecciones. 02-048.52
Desde tiempos pasados os he dicho que mi reino no es de este mundo y de
cierto os digo que espiritualmente tampoco es la Tierra vuestra morada. El
Reino del Padre está en su luz, en su perfección, en su santidad; ésa es
vuestra verdadera morada, ésa es vuestra heredad. Recordad que os he dicho
que sois los herederos del reino de los cielos. Este planeta es como una
morada que pasajeramente os alberga, en la cual vuestro espíritu está
sometido a las pruebas de su purificación, con el fin de que al retornar a
la morada espiritual, lleve en sí adelanto y progreso, por eso no debéis
preguntaros, ¿por qué no he hallado paz y dicha perfectas en este mundo? De
cierto os digo, que ni los que han sido puros, han encontrado en este valle
la verdadera paz. 02-048.53
Si esta Tierra os brindase todo cuanto deseáis, si en ella no existiesen las
grandes pruebas espirituales, ¿quién de vosotros desearía llegar a mi
Reino? Tampoco blasfeméis o maldigáis en contra del dolor; ya que vosotros
lo habéis creado con vuestras faltas. Apuradlo con paciencia y él os
purificará y os ayudará a acercaros a Mí. 02-048.54
¿Veis cuán grande es vuestro arraigo hacia las grandezas y satisfacciones
de este mundo? Pues llegará el instante en que sea muy ardiente en vosotros
el anhelo de ausentaros de él. 02-048.55
Quien logra cumplir sus pruebas con elevación, experimenta paz en ese
cumplimiento. Aquel que camina en la Tierra con la vista puesta en el cielo
no tropieza, ni se lastima sus plantas con los cardos del sendero de su
restitución. Vosotros que me oís, resistid con amor vuestras pruebas, para
que seáis imitados, ved que vais adelantando en vuestro perfeccionamiento,
pues si no fuera así, ¿a qué habéis venido en este día? ¿Por qué habéis
dejado vuestro trabajo para sentaros en estos humildes banquillos? Porque venís
en busca de paz, de luz, de fortaleza y de bálsamo. Entre estas multitudes
están los que buscan mi sabiduría y mis revelaciones, para llevar mañana
este mensaje a las comarcas. También se encuentran los que mucho han pecado,
los que con su rostro bañado en lágrimas me han dicho: Padre, somos
indignos de escuchar vuestra palabra. Mas Yo os digo, que es por vosotros por
los que he venido, por aquellos que se han extraviado del sendero de evolución.
Nunca he venido a buscar justos a la Tierra, ellos ya están a salvo; busco a
los que ya no encuentran fuerzas en sí mismos para salvarse, a los que doy
mi bendición y mi caricia. 02-048.56
Si a alguno de vosotros le han dicho que su espíritu está perdido debido a
sus faltas, y él quisiera aún reparar sus errores y salvarse, que venga a Mí,
que Yo le daré mi perdón y le levantaré a una nueva vida. Ese será como Lázaro,
que se levantó al escuchar la voz de Jesús cuando le dijo: "Levántate
y anda". 02-048.57
Busco asimismo al ignorante, para abrir delante de sus ojos el libro de la
verdad, el "Libro de la Vida Verdadera". Quiero que los que ayer me
negaron y blasfemaron en contra mía, hoy se levanten entre la humanidad
formando un pueblo que sea espejo de espiritualidad, humildad y caridad que dé
testimonio de mi enseñanza con las obras de amor hacia sus hermanos. 02-048.58
Veo que aprovecháis mis lecciones, mas todavía estáis distantes de la
perfección. Sois débiles aún, pues no dais tres pasos cuando ya la tentación
os hizo caer. 02-048.59
Sed fuertes, y si por causa de mi doctrina os desconociesen vuestros padres o
vuestros hijos, dad pruebas de firmeza y de fe y no temáis, que mi poder y
vuestro ejemplo les convencerán de esta verdad. Si algunos de los que os
desconocieron se fueran de este mundo sin que les hubieseis convertido, no os
desaniméis, que la semilla que en ellos sembrasteis, la llevaron en su espíritu
y ella florecerá en otros mundos. 02-048.60
Analizad las lecciones que con mi pasión os di en el Segundo Tiempo, Yo os
invito a recordar y a meditar conmigo en aquellas enseñanzas. Ved que son de
las últimas veces que sobre ellas os hablaré. No sabéis lo que venga después
y es menester que penetréis en preparación, para que recibáis las nuevas
revelaciones que voy a daros. Si al llegar a vosotros esos días de recordación,
queréis tener paz en vuestro espíritu y agradar a vuestro Señor, haced
obras de caridad en los necesitados, perdonad a vuestros enemigos, no tengáis
cuentas pendientes con nadie, porque si tuvieseis remordimiento en vuestro
espíritu en los instantes en que pronuncie mis siete palabras, ¡cuán
amargas y dolorosas caerán esas palabras en vuestro corazón!, Porque
vuestra conciencia os dirá que cuando os pedí agua para calmar mi sed,
vosotros me disteis a beber hiel y vinagre. 02-048.61
Orad porque vivís en tiempos de tentaciones y acechanzas y no sabéis si
quienes en estos momentos están en paz, dentro de unos instantes estén riñendo
o blasfemando, recordad siempre lo que hoy os digo para que estéis alerta,
velando y orando. 02-048.62
Contemplad cómo mi esencia divina es capaz de llegar a vosotros a través de
los labios de un pecador. ¿No es éste un prodigio de poder y de amor? Es
que Yo soy Aquél que hace brotar agua de la roca y luz de las tinieblas. 02-048.63
Por conductos humildes he venido a hablar a los humildes, porque si los señores
de la Tierra hubiesen transmitido este mensaje a la humanidad, de cierto os
digo que os hubierais quedado sin el conocimiento de vuestros dones y sin
cargos que cumplir, no habríais comido en este banquete y tendríais que
haberos conformado con mirar el festín desde lejos; en cambio, por medio de
estos entendimientos, vírgenes de teorías, de ciencias y preocupaciones
religiosas, he hecho un llamado a toda la humanidad sin distinguir a nadie
por su clase, su nacionalidad, su religión o su idioma. 02-048.64
Mi voz viene desde el Reino del Espíritu, donde Yo soy el Rey, aquel paraíso
donde todos seréis con vuestro Señor, cuando humildes y llenos de fe, desde
vuestra cruz me digáis como Dimas: "Señor, cuando seáis en vuestro
reino, acordaos de mí". Vuestra cruz es la que os he confiado al
entregaros esta misión de doctrinar, de sanar enfermos, de consolar, de
revelar mis divinos mensajes a la humanidad; pesa esta misión, porque
encierra responsabilidad, porque es delicada, porque es limpia, y sobre el
cumplimiento de ella caen las burlas que os dirigen los incrédulos, la
calumnia, la burla de quienes no han querido encontrar la verdad en mi
doctrina. 02-048.65
Así iba Jesús por la vía dolorosa soportando el peso de la cruz, que era
incomparablemente menor que el de la ingratitud de aquellas turbas. 02-048.66
He aquí al Maestro recordando a sus hijos, hechos de otros tiempos, relacionándolos
con obras del tiempo presente, para que comprendáis mejor mis enseñanzas.
Quiero que esta doctrina se extienda por el mundo, que ilumine a la humanidad
para que despierte ante una vida que ignoraba, y se levante a formar en el
mundo un solo hogar, una sola familia. Ese será el verdadero pueblo de
Israel, el pueblo de Dios en el que desaparecerán diferencias de linajes,
castas y tribus, porque serán todos, ramas que proceden de un solo tronco,
donde todos cumplan con mi ley que os dice: "Amaos los unos a los
otros”. 02-048.67
Vosotros que habéis tomado sobre vuestros hombros esta cruz, reconoced la
responsabilidad que tenéis de mostrar a la humanidad la verdad de mi
manifestación y de mis prodigios; Por eso os pido nobleza de sentimientos,
conocimientos perfectos de quiénes sois respecto de Dios y de la humanidad.
Y para eso os entrego mi enseñanza de espiritualidad. 02-048.68
Preparaos así y seréis los buenos soldados de esta lucha, los verdaderos
israelitas por el espíritu, los fieles discípulos; no escatiméis nada por
probar la verdad de esta palabra. No olvidéis que Cristo por dar testimonio
de la verdad que predicaba, dejó que su cuerpo fuese destrozado. ¿Por qué
había de defender la vida de aquel cuerpo, cuando antes había dicho que su
reino no era de este mundo? Así vosotros, pensad que para alcanzar la vida
eterna que a vuestro espíritu le aguarda, puede sacrificarle muchas
ambiciones. 02-048.69
Si queréis apartar de vuestro hermano las manchas que lleva en su espíritu,
antes tenéis que desmancharos; si queréis ser perdonados, antes tenéis que
perdonar. 02-048.70
Qué hermoso será para vuestro espíritu, si al llegar su último instante
en la Tierra, su conciencia, llena de paz, pueda hablarle así al Padre:
"Señor, todo está consumado" ¡MI
PAZ SEA CON VOSOTROS! ENSEÑANZA
No. 49 02-049.01
Vuestra oración se eleva hacia Mí como el perfume de las flores y Yo la
recibo. 02-049.02
Dejad que vuestro espíritu saboree el pan de vida eterna. No es esta la
primera lección que mi Divino Espíritu os da; ya en otro tiempo me manifesté
en cuanto hombre, para enseñaros a nacer en la humildad, a vivir haciendo el
bien a los demás y a morir en la cruz del amor. Cuando escucháis mi
palabra, os parece que es la primera enseñanza que recibe vuestro espíritu,
y es que la lección anterior no la comprendisteis. Hoy vengo nuevamente en
busca de los enfermos que son todos mis hijos, porque todos gemís en este
valle de expiación y vuestros lamentos llegan hasta Mí. 02-049.03
Cuando el dolor llega a ser muy intenso entonces el hombre por más
indiferente y frío que se haya mostrado ante mi doctrina, se acuerda de
Dios, vuelve sus ojos a Mí en busca de mi caridad y en su desesperación
eleva esta oración: "Señor, ¿por qué no me concedéis lo que tanto
os pido? Si no habéis de atender mi súplica, entonces acortad mis días en
la Tierra, ya que no tiene objeto estar en ella sólo para sufrir". ¡Cuánta
ignorancia mostráis al hablar así a vuestro Padre que es todo amor para sus
hijos! 02-049.04
Por eso con mi enseñanza en este tiempo vengo a sacaros de las tinieblas de
la incomprensión, para que no os extraviéis del sendero de luz, aun en
medio del dolor. Pronto sabréis que no os he creado para el dolor, porque el
sufrimiento no nació de Mí, sino de vosotros; ahora es menester que recorráis
todo el camino para que recobréis la luz y la pureza, que en jirones
fuisteis dejando en los abrojos del camino. 02-049.05
Cierto es que vuestra, vida es como un mar tempestuoso en el que por
instantes teméis perecer, mas ya que habéis descendido tanto por causa de
vuestras imperfecciones, cuando vuestras pruebas sean muy duras, siquiera en
esos momentos creed en mi presencia y en mi poder, no hagáis que os diga
como a mis discípulos del Segundo Tiempo que conmigo iban en una barca, los
cuales al ver que el mar se encrespaba y Jesús dormía le dijeron llenos de
temor y angustia: "Maestro, salvadnos que perecemos". Entonces mi
respuesta llena de reconvención fue ésta:
¡"Ah, hombres de poca fe!” 02-049.06
Pueblo amado, analizad mi enseñanza, normad vuestra vida con los ejemplos de
aquellos discípulos, porque vosotros también seréis discípulos. Recordad,
hijos míos, que en el año de 1950 dejaréis de escuchar esta palabra,
aprovechadla ahora para que ella os purifique y no seáis más en el camino
del pecado. 02-049.07
Mi sacrificio de amor en el Segundo Tiempo os enseñó cómo lavar las
manchas que en la materia y en el espíritu lleváis, aun aquellas que os
legaron Sodoma y Gomorra. Me inmolé para enseñanza de la humanidad, para
mostrarle el camino de obediencia y de amor en donde puede alcanzar su
redención. 02-049.08
Ahora después de haberos dado infinitas lecciones, estáis preparados para
salvaros y purificaros por vosotros mismos. Os profeticé en aquel tiempo que
volvería entre los hombres y aquí me tenéis cumpliendo mi promesa. 02-049.09
Si no sienten mi presencia todos los que escuchan esta palabra, se debe a que
su materialismo, su pecado y las ideas que en su mente llevan arraigadas, los
separa del Maestro, pero bastará qué tengan un momento de arrepentimiento
para que me sientan en su espíritu, los iluminará la luz de mi amor como a
Pedro, cuándo a pregunta del Maestro confesó la Divinidad de Jesús, pondrán
un hasta aquí a sus maldades, mirarán con horror su pasado, e iniciarán
una nueva vida pura, útil y digna. Por eso os digo que no juzguéis a
vuestros hermanos, cuando penetren entre vosotros con su fardo de pecados y
de vicios, no los rechacéis, porque esa intención será semejante a la de
aquella turba que sorprendió a una mujer en adulterio, y para poner a prueba
mi justicia la llevaron ante Jesús. Cuán severa lección di a los que se
creían limpios de pecado al compararse con la adúltera cuando les dije:
"al que se crea limpio de pecado que arroje sobre esta mujer la primera
piedra", y avergonzados se retiraron. 02-049.10
Cuán comprensivos, sinceros y humildes tendréis que ser, si no queréis que
os llame hipócritas como a los fariseos a quienes llamé sepulcros
blanqueados, hermoseados por fuera e inmundos en su interior. 02-049.11
Mi mirada es escrutadora y penetra en lo más profundo de vuestro ser y en lo
más íntimo de vuestro corazón, mi caridad está dispuesta a anotar
vuestras obras en el libro de vuestra vida que será el de vuestro juicio.
Haced que ella anote sólo obras buenas y la paz que con ello alcance vuestro
espíritu será el presagio de grandes galardones en la vida espiritual. 02-049.12
Hoy recordáis aquel día en el que Jesús fue reo de los hombres y en el que
hasta los niños tomando el ejemplo de los mayores en su inocencia también
gritaron: ¡Crucificadle! 02-049.13
Me vi delante de los jueces y grande fue la alegría entre los que deseaban
mi muerte cuando fui sentenciado a ser crucificado. Como el cordero que va al
sacrificio, así incliné mansamente la cerviz y acepté el martirio como
escrito estaba. 02-049.14
Hoy estoy nuevamente ante mis jueces. Os muestro mi verdad para que la
escudriñéis y la juzguéis, y sé que vais a hallarle manchas que no tiene,
para condenarla después. Juzgad mi obra, mas a todos aquellos por quienes os
he dado mi palabra, dejadlos en paz. 02-049.15
Hay entre vosotros espíritus que ya desde los tiempos pasados y en el seno
de Israel hasta vuestros días, han venido purificándose de sus grandes
faltas en la Tierra, para que cuando habiten el espacio espiritual se
encuentren puros. Estos son los que han creído en mi presencia en este
tiempo y serán los que pregunten a los que persigan mi obra. ¿De qué
imperfección tacháis a esta doctrina? Como en aquel tiempo preguntó
Pilatos a las multitudes: ¿De qué acusáis a este hombre? Mi voz callará,
como en aquella ocasión callaron los labios de Jesús, y dejaré que
mientras unos juzguen mi palabra, otros la defiendan porque de esa lucha
surgirá la luz. Mi mirada amorosa a todos envolverá, y mi perdón será
también para todos. 02-049.16
Ante Anás y Caifás fui presentado y acusado, luego ante Pilatos y Herodes
para ser juzgado. De cierto os digo que en este tiempo mi obra, mi palabra,
irá ante el sanedrín y después ante el nuevo Pilatos para ser juzgada.
Habrá funcionarios que crean en mi nueva
manifestación y en este mensaje, mas por temor al mundo callarán y
dejarán que mi doctrina y mis seguidores sean perseguidos mientras ellos se
lavan las manos, pero no las manchas que han arrojado sobre su espíritu. 02-049.17
Nueva cruz me será dada en el Tercer Tiempo, ésta no será visible a los
ojos mortales, mas desde su altura enviaré mi mensaje de amor a la humanidad
y mi sangre, que es la esencia de mi palabra, será convertida en luz para el
espíritu. 02-049.18
Los que en aquel tiempo me juzgaron, hoy arrepentidos dan luz con su espíritu,
al corazón de la humanidad para reparar sus faltas. 02-049.19
Para que mi doctrina triunfe sobre la maldad de los hombres, antes tendrá
que, ser azotada y burlada como Cristo en la columna. Es menester que de cada
herida brote mí luz para iluminar las tinieblas de este mundo falto de amor;
es necesario que mi sangre invisible caiga sobre de la humanidad para enseñarle
nuevamente el sendero de su redención. 02-049.20
La cruz que ahora me ofrecéis es más pesada que aquella del Segundo Tiempo.
Entonces no habíais conocido a Cristo, ahora todos los conocéis, y sin
embargo, le vais a condenar. No veréis ahora a Jesús pasar jadeante bajo el
peso de su cruz por frente a vuestra casa. Mi espíritu no se verá abatido
por el peso de vuestro pecado, sin embargo, oiréis mi voz que os dice:
"Sed tengo, humanidad", y mi sed será de amor. 02-049.21
María, la dulce Madre de Jesús no unirá sus lágrimas a la huella de
sangre de su amado hijo, pero Ella desde los cielos os enviará su ternura de
Madre Universal a cambio de vuestra ingratitud. 02-049.22
No caeré camino de mi nuevo Calvario, por lo tanto, no habrá necesidad de
que el Cirineo venga en mi ayuda, porque Yo soy el fuerte entre los fuertes,
mas sí buscará mi mirada a mis discípulos, en espera de que sean fieles
como lo fue mi apóstol Juan. 02-049.23
Bienaventurado el que sepa interpretar lo que el Maestro os ha dicho en esta
conmemoración. Bienaventurados seáis los que en este tiempo escuchéis al
Divino Maestro en sus enseñanzas de recordación. Las densas tinieblas que
forman el pecado de la humanidad, hacen que el Maestro abrace la cruz del
martirio y vuelva a transitar el camino del Calvario. Estáis viviendo en el
Tercer Tiempo, y aún le ofrecéis el cáliz de amargura a vuestro Señor, y
Yo, humilde, lo acepto para daros una vez más una lección de amor. Surcando
mi rostro sangre y lágrimas que derramo por amor a vosotros, y al oír mis
palabras también de vosotros se desprenden lágrimas que arranca el recuerdo
y el arrepentimiento; ese llanto os lava y os acerca a Mí. 02-049.24
Mujeres que habéis expiado vuestras faltas, consolaos, porque vuestro mal os
será apartado para que os levantéis fuertes en el camino. Habéis imitado a
Magdalena, y después de vuestra caída os habéis arrepentido, sed fuertes,
sanad de espíritu y de cuerpo y sed salvas. 02-049.25
He venido a los pecadores, no a los justos, por lo tanto no os escandalicéis.
Amo a todos mis hijos, sanos y enfermos, limpios y manchados y a todos
atiendo. Un corazón me pide luz para sus hijos, otro me presenta a su madre
enferma, y Yo a todos les concedo mi caridad. 02-049.26
Si habéis llorado mucho, consolaos, si otros me pedís sensibilidad para
llorar por vuestros pecados, tomadla y descansad, que el llanto es también
alivió y paz para el corazón cargado de remordimientos y pesares. 02-049.27
Recordad: cuando el sacrificio fue consumado y los que me habían perseguido
creyeron que se había apagado para siempre la lámpara que había iluminado
el sendero de mis discípulos, y que al cesar mi voz todo habría acabado,
miraron en el corazón de los que me seguían un rayo de luz inextinguible,
de aquella luz de eternidad que nunca muere, porque si unos me desconocieron,
otros me amaron, y como supieron seguirme, al prometerles volver, esperaron
mi retorno velando y orando y en todas mis manifestaciones sentían mi
presencia. 02-049.28
Así será en este tiempo; los que han penetrado en la esencia de mi doctrina
seguirán velando y esperarán respetuosos el cumplimiento de mis palabras,
mientras otros olvidarán el amor que les he manifestado y mi afán de
salvarlos. 02-049.29
Yo contemplo el dolor que hay en cada corazón, y mientras los labios callan
porque no saben expresar con palabras lo que sienten, el espíritu se eleva y
hace comunión conmigo. Muy cerca de vuestro corazón palpita el Espíritu
del Padre, os vigila y os bendice. Además conforto vuestro ánimo, seco
vuestras lágrimas y bendigo a todos los que os habéis reunido en este día
para escuchar la voz del Padre, que os ha dicho que en el año de 1950 dejaréis
de escuchar su palabra a través del entendimiento humano. Os asemejáis a
mis apóstoles del Segundo Tiempo, porque ellos también mucho me escucharon.
Llevad mi palabra en vuestro corazón, para que podáis transmitirla a los
que no me escucharon a través del portavoz. 02-049.30
Vosotros en la Tierra, conmemoráis fechas y días que os recuerdan los
grandes hechos de vuestro Maestro en su paso por el mundo y Yo soy en esencia
y presencia con vosotros en los instantes en que recordáis mis obras. Sólo
los hombres tienen sus días determinados para celebrar con fiestas el
recuerdo de mi pasión, en lo espiritual no se celebran estos sucesos, porque
en la eternidad no hay fechas, ni días; un solo día existe, el cual se
prolonga y nunca termina; mas mis obras divinas están presentes en el espíritu
de los justos que habitan cerca de su Creador y el culto que rinden a su
Padre, no lo hacen tan sólo en determinados instantes, sino que lo hacen
siempre. 02-049.31
¡Oh, discípulos que habéis tomado parte en mi banquete y habéis
comido el pan de vida eterna que anhelaba vuestro espíritu! Creéis que cada
año muero y resucito de entre los muertos, y eso sólo acontece en vuestra
mente, porque Yo vivo en la eternidad. Creéis que mi Espíritu desciende a
los antros y a los mundos de expiación para dar luz a los que perdidos se
encuentran, y Yo os digo: si vosotros lo deseáis, si me lo pedís lo haré,
porque siempre me encuentro entregando mi caridad para que los perdidos
encuentren el sendero de su salvación, mi mirada siempre se posa en el que
lleva consigo su cadena de expiación y eternamente mi Espíritu está
presente en todos los mundos y en todos los valles, sin distinguir a ninguno
por su mayor o menor luz o elevación espiritual. 02-049.32
Sabed, mis nuevos discípulos, que vuestro homenaje y vuestro tributo al Señor
deben de ser constantes, sin esperar fechas o días determinados para
ofrecerlos, como constante es el amor de vuestro Padre para vosotros; mas si
queréis saber cómo debéis recordar cada día mis obras de amor, sin caer
en fanatismo, Yo os lo diré: vuestra vida debe ser un continuo homenaje a
quien lo ha creado todo, amándoos los unos a los otros. 02-049.33
Hacedlo así y Yo os concederé lo que me pedís humildemente, que vuestras
faltas os sean perdonadas. Yo os conforto y os alivio, mas os digo: cuando
descubráis vuestros errores y vuestra conciencia os juzgue, orad, enmendad
vuestro error, revestíos de fortaleza para que no volváis a caer en la
misma falta y no tengáis que pedirme repetidas veces que os perdone; mi
palabra os enseña para que escaléis y deis paso a la luz y a la
espiritualidad. 02-049.34
Esta doctrina es el camino que os conduce a Mí. ¿Queréis disfrutar del
reino prometido? Os recuerdo y revivo el pacto que habéis hecho conmigo a
través de los tiempos, para que esa alianza no sea rota. Yo os pregunto,
varones de Israel: ¿Queréis penetrar en la vida eterna y estar cerca de Mí?
Sentidme ahora que vengo a confirmar y cumplir las profecías y a enseñaros
con paciencia, para que en el futuro, toda palabra que brote de vuestra boca,
nazca de vuestro espíritu preparado antes por mi amor y se traduzca en obras
de caridad hacia vuestros hermanos. 02-049.35 Empezad a tener caridad, llevad con conformidad vuestras penas, labrad vuestro pan con el sudor de vuestra frente. Amaos como Yo os amo y velad por esta nación a la que he escogido entre todas y a la que he nombrado la perla, en la que he puesto mis complacencias. |